El documento discute el papel de la creatividad en la investigación farmacéutica. Señala que las empresas farmacéuticas enfrentan una competencia cada vez mayor y clientes más exigentes, por lo que deben innovar para diferenciarse. Sugieren que la experiencia interna de las empresas es una fuente valiosa de creatividad si se implementan técnicas como talleres creativos. Esto puede ayudar a crear nuevos enfoques, estrategias y productos para satisfacer mejor las necesidades del mercado en constante cambio.