El documento describe las características de una familia fuerte que puede prevenir problemas en la pre-adolescencia. Una familia fuerte fomenta la comunicación, el afecto y el apoyo; establece consonancia entre sus palabras y acciones; y comparte responsabilidades mientras respeta las opciones individuales. También apoya el desarrollo de la autoestima, autonomía y personalidad del pre-adolescente. La educación sexual implica más que responder preguntas, requiere conversación, escucha y dar el ejemplo a través de un buen ambiente familiar.