SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 28
Descargar para leer sin conexión
.
Prehistoria Agroalfarera de
Chile Central y la llegada de
los Incas a este territorio
Antonio Brunet Merino
Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y
la llegada de los Incas a este territorio.
Autor: Antonio Brunet Merino
Período Agroalfarero Temprano
A partir de 300 años a.C., en Chile Central se puede identificar con claridad
la presencia de grupos humanos horticultores y alfareros, los que han sido
asignados por los arqueólogos al período Agroalfarero Temprano.
En la costa, entre los años 200 a.C. y 100 d.C., los arqueólogos han
encontrado los restos dejados por pequeñas comunidades agroalfareras. Es
posible que sean descendientes directas de los cazadores del Arcaico, pero ya
cuentan con cerámicas muy sencillas y, sólo hipotéticamente, con cultivos. Es el
caso de sitios como el excavado en los terrenos de la ENAP en Concón, y en los
valles del interior, tales como en el sitio Radio Estación Naval de la Quinta Normal,
en Santiago (Rivas Hurtado, 2003, passim)
Entre 250 a.C. y 600 d.C., se distingue otro grupo que los arqueólogos han
llamado Cultura Bato. Sus restos se han encontrado especialmente en lugares
como Papudo, Ritoque y San Antonio. Se trata de pequeñas unidades familiares,
cuyo modo de vida, si no fuera por la presencia de la tecnología alfarera y de muy
escasos cultivos, no se diferenciaba mucho de las antiguas poblaciones del
período Arcaico. Usualmente, este grupo enterraba a sus muertos en forma
aislada, bajo el piso de sus habitaciones. Su único ajuar mortuorio son los
tembetás, un adorno que insertaban entre el labio inferior y el mentón (Rivas
Hurtado, 2003, passim)
En la costa tiene su centro también el grupo de la Cultura Llolleo, sin duda
una de las sociedades mejor conocidas de este período. Esta es levemente más
tardía que las anteriores, con fechas que se extienden entre los años 150 y 900
d.C. Este grupo se caracteriza por detentar una mayor densidad poblacional y por
sitios habitacionales de mayores dimensiones. Sus restos se han encontrado en
lugares como Las Cruces y Algarrobo (Rivas Hurtado, 2003, passim).
Período Agroalfarero Intermedio Tardío
Hacia el año 900 d.C., cuando los grupos Llolleo y de otras tradiciones del
período Agroalfarero Temprano todavía dominaban el norte del territorio de Chile
Central, es posible verificar la presencia de un nuevo grupo. Los arqueólogos lo
denominan Cultura Aconcagua (siglos X al XV d.C.) y lo asignan al período
Agroalfarero Intermedio Tardío. Es probable que al principio compartiera el
territorio con algunos pequeños grupos de horticultores, los que se mantuvieron en
sitios que presentan fechas finales posteriores al año 900 d.C. Ejemplos de éstos
se han estudiado en el Río Colorado del Cajón del Maipo y en el extenso
asentamiento encontrado en los terrenos del diario El Mercurio, junto al Río
Mapocho (Rivas Hurtado, 2003, passim)
El origen de la población Aconcagua no es todavía suficientemente claro,
existen cuatro hipotesis:
 Una de las hipótesis propone que no descendería de los grupos del período
Agroalfarero Temprano, y muchos de sus elementos más característicos
parecerían ser antagónicos con el modo de vida reinante en la región en
tiempos anteriores (Rivas Hurtado, 2003, passim).
 Mientras algunos estudiosos sostienen la ocurrencia de un movimiento
migratorio masivo a la región, desde el Noroeste Argentino o desde el
Altiplano Boliviano, otros no descartan la posibilidad de un cambio
revolucionario dentro de la misma sociedad, que se opuso a la antigua forma
de vida influenciada por nuevas ideas y tecnologías provenientes desde el
Norte (Rivas Hurtado, 2003, passim).
 De hecho su forma de organización y administración es similar a la Inca. Así,
todo indica que estamos frente a un gran cambio en la prehistoria de esta
área (Rivas Hurtado, 2003, passim).
 Este cambio podría dar cuenta de ciertos lazos con culturas del Noroeste
Argentino y del Altiplano de Bolivia, y se basan, principalmente, en
elementos de la decoración de las vasijas de cerámica y en determinados
aspectos de la organización social imperante en la Cultura Aconcagua (Rivas
Hurtado, 2003, passim).
La decoración de la alfarería permite suponer que dentro de la sociedad
Aconcagua existían al menos dos amplios grupos, uno asentado en la cuenca del
Río Aconcagua y el otro localizado en las cuencas de los Ríos Mapocho y Maipo.
Si bien ambos se reconocían como pertenecientes a la misma cultura, por razones
que aún se desconocen hicieron un esfuerzo por diferenciarse, utilizando para ello
la fuerza simbólica de la forma y distribución de los dibujos geométricos aplicados
en la cerámica. Este tipo de organización social dual recuerda a aquella imperante
en las sociedades andinas del Perú, Bolivia y el norte de Chile a la llegada de los
españoles (Rivas Hurtado, 2003, passim). Se caracterizaba esta organización
por la existencia de una división de la sociedad en dos mitades complementarias,
cada una con sus propios jefes, los que eran simbólicamente considerados como
hermanos.
Estudios que abordan el análisis tipológico y estadístico de muestras
cerámicas de los más destacados sitios adscritos a la Cultura Aconcagua
postulan que “las colecciones se caracterizan por una referencia a los parámetros
fundamentales de la organización dual” (Durán, Massone, Massone, 1991. pp. 85,
86). El trabajo de Durán y Massone caracteriza a la Región de la Zona Central
Chilena entre los Ríos “Maipo y Mapocho” como el “centro gravitacional de la
organización territorial de la Cultura Aconcagua”, donde existirían organizaciones
sectoriales de carácter tripartitas diferenciadas en esencia por la existencia de
distintos elementos descriptores decorativos en la cerámica (Hidalgo et al., 1981).
Se observa además diferenciaciones regionales que podríamos caracterizar
como emblemáticas en la cerámica con el motivo “trinacrio”, en que existe una
oposición entre las cuencas de los Ríos “Maipo y Mapocho” con la del Río
Aconcagua, discriminada básicamente por la orientación de las aspas del
“trinacrio” (orientado preferentemente hacia la izquierda y combinada (es decir,
izquierda-derecha) para el valle de los Ríos “Maipo y Mapocho” y
mayoritariamente hacia la derecha en el valle del Río Aconcagua). (Durán et. al.,
1991; Sánchez et. al., 1995).
Del mismo modo, este principio organizativo se presenta en la disposición de
los entierros de los cementerios al poder discriminar dos parcialidades
diferenciadas por el número de ofrendas, además de la diferencia de orientación
del trinacrio según sexos y edad (Sánchez, 1995, p. 49; Thomas el al., 1994).
En todo lo anterior encontramos un correlato histórico en la postulación de la
existencia de una organización sociopolítica dual para estas poblaciones, lo que
viene a confirmar el esquema político dual propuesto por Jorge Hidalgo, para Chile
Central, comprendiendo los valles de los Ríos Aconcagua y Mapocho (Hidalgo,
1972, 1972-73, 1982, 1989).
Figura N° 1: Botella perteneciente a la Cultura Aconcagua. Alto: 28 centímetros.
Colección Museo Nacional de Historia Natural. Posee decoración con el motivo del
“trinacrio” (Gómez, et al., 2012).
En las descripciones anteriores, los investigadores coinciden que la cerámica
local nos muestra dos momentos de contactos con comunidades del Norte Chico
(Chile Semiárido) que influyen en aportes estilísticos y formas cerámicas
identificadas como Diaguita fase II y Diaguita fase III (Véase. Vid. Figura Nº2)
Figura N° 2: Estilo Diaguita — Inca o tipo III. Caracterizado por el reticulado del
gollete. Fragmento de vasija del sitio arqueológico Cerro La Cruz, Valle del Río
Aconcagua. Zona Central de Chile (Gómez, 1999).
Los elementos decorativos nuevos van consolidándose en un estilo
reconocido como “trícromo engobado”, ubicado en zonas de carácter transicional
desde la Provincia de Petorca hasta la Provincia de Cachapoal, incluyendo aquí el
valle del Río Cachapoal que cruza esta última Provincia de oeste a este (Massone,
1978, p. 43).
A lo anterior podemos agregar que estos elementos de la influencia del Norte
Chico tienden a aparecer mezclados con tipos y formas Incas, siendo identificados
como Diaguita-Inca (Stehberg, 1981. p. 58), a modo de un estilo cada vez más
individualizado que pasa a constituirse en una reformulación de las formas
tradicionales hacia una nueva caracterización de estilos decorativos sincréticos
que nos habla de un contexto cultural diferente: el de la permanencia y
consolidación cultural e ideológica de la presencia del Imperio Inca, también
llamado Tawantinsuyu (Figura N°2).
La diversidad de elementos decorativos en cerámica Diaguita-Inca en
desmedro del elemento emblemático más distintivo de la Cultura Aconcagua en
sitios adscritos a ella (Tipo cerámico negro sobre salmón con el motivo del
“trinacrio”), hacen diagnosticar un proceso de importantes cambios culturales
producto posiblemente de su complejización social-estructural y de todas esas
formulas sociales sobre las cuales se sustentaría el desarrollo de la diversificación
económica de la Cultura Aconcagua hacia su máxima expresión (Gómez, et al.,
2012).
De este modo, las influencias estilísticas y morfológicas de la cerámica de la
Zona de Chile Central —diversas a las expresiones de la Cultura Aconcagua—
fueron mediatizadas por grupos diaguitas, al mismo tiempo en que los vínculos
con los grupos huárpidos del área cuyana en la Argentina actual dinamizaban sus
contactos con la vertiente occidental andina, particularmente con las cuencas de
los Ríos Mapocho, Maipo y Cachapoal. De esta manera llegaron a la cuenca de
los Ríos “Maipo y Mapocho” grupos humanos que dejaron su impronta en restos
cerámicos de adscripción diaguita; los primeros aportando al cambio de la
cerámica Aconcagua monócroma y negro sobre salmón hacia el polícromo y
formas estilísticas Inca-Diaguita, y los segundos gatillando una reformulación de
Estilos Decorativos Huarpes trasandinos (argentinos) que toman formas y
elementos decorativos Incas y Aconcagua-Inca (Gómez, et al., 2012).
El interés en el área de la Cuenca de Santiago de parte del Tawantinsuyu, se
expresa en los dieciocho cementerios, seis fortalezas, dos tambos y dos puentes,
cuatro adoratorios, dos poblados y tres acequias registradas arqueológica y/o
documentalmente (Gómez, et al., 2012). A las comunidades Inca—Diaguita—
locales, asentadas en Colina, Quilicura, La Reina, Macul, Quinta Normal,
Marcoleta, El Asiento de Maipo, Pirque, Tango, Angostura de Paine y Chena, se
agrega las evidenciadas en la Plaza de Armas y en la Plaza Santa Teresa (Iglesia
Santa Ana), ambas en Santiago de Chile (Gómez et al., 2012, p.146). Ellas
apuntan a que la Cuenca de Santiago recibió abundante poblamiento de
contingentes de trabajos orientados hacia la producción, la recolección y el trabajo
minero- metalúrgico en calidad de “mitmakunas” Diaguitas o Huarpe, junto con las
Poblaciones Locales Aconcagua bajo la administración de las autoridades incaicas
y locales (Ibid, p.146).
La Zona Central de Chile se configura entonces como un conjunto de
espacios ecológicos que, comparados con la Escala Andina, son muy acotados,
sobre los cuales se efectúa —por parte de la “Representación Incaica”— una labor
de construcción de infraestructura que requirió un esfuerzo concertado de
contingentes de trabajos orientados hacia estas labores en calidad de
“mitmakunas” diaguitas o en su defecto huarpe y/o el esfuerzo comunitario de
poblaciones locales de adscripción Aconcagua bajo la administración de las
autoridades locales (Ibid, p.147)
Aparentemente No Habría una Separación entre
(1) Grupos de influencia Inca,
(2) comprendiendo aquí los grupos diaguitas,
(3) y los grupos locales,
ya que elementos diagnósticos de las tres expresiones culturales nos
muestran su coexistencia y la mantención de los estilos cerámicos propios de la
Cultura Aconcagua, en la perspectiva de que la “cerámica que juega un papel de
Legitimización de la Cultura Dominante por medio de la Estandarización de
Componentes Simbólicos de los diseños” (González, 1995, p.232) y formas,
corres- ponderían a los Inca — Diaguita (Gómez et al., 2012, p.147)
Así la Manufactura de Estilos y Formas cerámicas corresponden a una
Interpretación Local de aquella Situación Sociopolítica que denota una Relación de
Poder a la que los artesanos son particularmente sensibles por sus vínculos entre
su labor y la identidad étnica o ideológica del grupo social. Los elementos de
Estandarización Inca juegan un papel de Identificación de Cierta Cohesión social o
política o ideológica, o algún tipo de autoreferente, que “reiteran a la dualidad y la
cuatripartición como principio subyacente a la organización de las culturas andinas
en el tiempo del Imperio Inca” (González, 1995, p. 233; Burgos, 2002).
Presencia del Tahuantinsuyu en Chile Central
Hacia el 800/900 d.C. y hasta la llegada de la Cultura Inca se desarrolló la
Cultura Aconcagua, que le dio cierta homogeneidad cultural a los territorios
situados entre los Ríos Aconcagua (Región de Valparaíso) y Cachapoal, (Río
ubicado al sur de las pequeñas ciudades de Angostura de Paine, y de San
Francisco de Mostazal, esta última en la Región de O’Higgins) (Rivas Hurtado,
2003, passim)
Entre otras características culturales se pueden mencionar los cementerios
de túmulos (sobre los cuerpos enterrados construían monolitos de piedras), su
alfarería denominada “Aconcagua Salmón” con el conocido motivo del “trinacrio”
(figuras geométricas de color negro sobre un fondo de color anaranjado o
salmón) y su economía agrícola.
Chile Central: Mapa de las Tres Provincias que forman la Región de O’Higgins, al Sur de
Santiago. Se observa en el Mapa el curso o recorrido del Río Cachapoal.
Pequeñas ciudades de Angostura de Paine y San Francisco de Mostazal. Al Sur de ellas
se observa la Ciudad de Rancagua y el curso o recorrido del Río Cachapoal. Región de
O’higgins en Chile Central.
Ubicación de los principales sitios arqueológicos de la Cultura Aconcagua. (siglos X-XV
d.C.). Zona Central de Chile. (Sánchez y Massone, 1995, p. 12.)
Cementerio de túmulos de la Cultura Aconcagua, Bellavista, San Felipe (Sánchez y
Massone, 1995, p. 17.)
Motivo del trinacrio en la alfarería designada como “Aconcagua Salmón”. Cultura
Aconcagua. Chile Central (siglos X-XV d.C.), (Sanchez y Massone, 1995, p. 14.)
A pesar de su escasez, se ha registrado cerámica característica de la
Cultura Aconcagua en asentamientos Inca o en sus cercanías, cuya datación es
de circa 1400 d. C., que corresponde a los inicios de la presencia del
Tawantinsuyu en el área.
La interpretación de las dataciones del Tawantinsuyu, en el valle de
Aconcagua, es coincidente con la de otros investigadores del fenómeno Inca en el
Kollasuyu, en el sentido de que la presencia del Tawantinsuyu debe retrotraerse
respecto a las fechas tradicionalmente aceptadas. Se ha planteado que una fecha
circa 1400 d. C., para el inicio de la presencia Inca en Chile Central, es coherente
e incluso conservadora (Sánchez, R. et al., 2004)
Los Incas en Chile Central: Período Agroalfarero Tardío
La aparente autonomía del desarrollo cultural de la región de Chile Central
tendría en el siglo XV un cambio rotundo, a partir de la incorporación de este
territorio y su gente al Imperio Inca o Tawantinsuyu, inaugurándose lo que los
arqueólogos denominan Período Agroalfarero Tardío. Como en muchas otras
partes de los Andes, este proceso ocurrió de manera bastante rápida y violenta,
significando para las poblaciones Aconcagua la pérdida de su independencia
política, así como una serie de cambios en su modo de vida.
De acuerdo a las crónicas escritas por los españoles, la conquista de estos
valles —incluidos lo que los Incas denominaron el Kollasuyu— se habría
verificado aproximadamente entre 1470 y 1493 d.C., durante el mandato en el
Cuzco del monarca Topa Inca Yupanqui. De acuerdo a algunas fuentes, los incas
llegaron en su avance hacia el sur hasta las riberas del Río Maule, lugar donde
su ejército habría sido frenado por las poblaciones que habitaban más al sur. Sin
embargo, las evidencias arqueológicas de este proceso expansivo no son del todo
coincidentes con los relatos de los cronistas. Existe una serie de indicios que
señalarían que los Incas arribaron a Chile Central unos 50 a 80 años antes de lo
que indican las fuentes escritas. Por otra parte, los lugares efectivamente
ocupados por representantes del Tawantinsuyu sólo se extienden por el sur hasta
el Cerro Grande de La Compañía, ubicado tan sólo unos kilómetros al norte de la
ciudad de Rancagua.
Se desconoce aún cuáles fueron las razones que tuvo el Tawantinsuyu para
expandir sus fronteras hasta estas regiones, localizadas a casi 3 mil kilómetros de
su capital. Entre las hipótesis que se han manejado se incluyen:
1.- la necesidad constante de incrementar los recursos económicos para un
imperio que tenía como principal política económica la distribución de los recursos;
2.- los intereses de cada nuevo gobernante inca, quien estaba obligado a forjar su
propia riqueza;
3.- y la atracción de los recursos mineros de estos territorios (Véase. Vid. Nota 1)
Nota 1
Se habría planteado que la “estructura laboral en las comunidades locales
habrían generado el interés del Imperio para ser dedicados a los
lavaderos” de oro, o sea, se afirmaba la orientación de los grupos locales
anexados por el Inca hacia la actividad minera (Silva, 1977 p. 219).
Lavaderos como el de Estero Marga Marga habrían sido trabajados por
mitimaes procedentes del Norte Semiárido (Silva, 1977 p. 228), de modo que
ni los objetos de este material como las técnicas mineras-metalúrgicas fueron
desconocidos por los grupos locales, hacia la llegada a la Zona Central
Chilena de los Incas. La vinculación Cuzco-Zona Central de Chile se daría
mediante la existencia de funcionarios reales encargados de la obtención de
metales y piedras semipreciosas como tributo real, la fijación y solicitud de
tales tributos, y la retribución de la prestación de servicios.
De acuerdo a lo anterior, es posible problematizar los aspectos en que se
encuentra la dicotomía entre los esfuerzos personales del Inca y los
esfuerzos Imperiales por parte del Estado.
El etnohistoriador Osvaldo Silva (Silva, 1977 p. 232), sostuvo que la
presencia cuzqueña en esta región constituye “enclaves personales del
monarca” (Silva, 1982 p. 330), generados con el propósito de obtener
recursos materiales y humanos orientados exclusivamente a la “necesidad de
la autoridad Inca de hacerse su hacienda” (Silva, 1982 p. 328).
Sean cual fueren las razones que trajeron hasta aquí al Tawantisuyu, una de
las principales huellas de esta ocupación fue la construcción de obras viales y
arquitectónicas que hasta ese momento eran completamente desconocidas en
estas tierras. Especial mención merece el Camino del Inca (Hyslop, 1984;
1992), red vial que saliendo desde el Cuzco recorría todas las tierras bajo el
mando del Inca reinante. Esta red permitía administrar en forma eficiente uno de
los Imperios más extensos del mundo, ya que por él viajaban rápidamente las
noticias, se desplazaban los ejércitos y servía para el movimiento expedito de los
recursos económicos. Este camino contaba con una serie de tambos o posadas,
cuya función era prestar asistencia a los mensajeros y caravanas que circulaban
entre los diversos puntos del Imperio.
Los arqueólogos han encontrado fragmentos de dicho camino
principalmente en la cordillera andina al norte del Río Mapocho. Las crónicas
españolas hablan de que el Camino del Inca llegaba, al menos, hasta la actual
ciudad de Santiago, entrando desde el norte por la actual calle Independencia
(Rivera y Hyslop, 1984, pp. 114-115, 116-117). Se han localizado también algunos
de los tambos. Generalmente, éstos consisten en una serie de recintos
rectangulares con muros de piedra y accesos abiertos hacia un pequeño espacio
central.
Aparte de esta red vial, el dominio de los conquistadores cuzqueños se
afianzaba merced a una serie de construcciones defensivas o Pukarás,
emplazados en las cimas de las colinas, desde donde era posible ver y controlar
un amplio espacio. Los Pukarás presentan muros defensivos que rodean un
reducto localizado en la cumbre, donde, presumiblemente, habitaban guerreros y
otros funcionarios que tenían por misión garantizar el dominio de los Incas. Los
mejor conservados de Chile Central se localizan en el Cerro Chena, cerca de San
Bernardo, y en el ya mencionado Cerro Grande de La Compañía.
Los Incas, sin embargo, no sólo trajeron a su ejército y a sus funcionarios a
esta nueva tierra. Trajeron también a sus sacerdotes y con ellos, una serie de ritos
y ceremonias que eran parte importante de la religión estatal. La evidencia más
clara de este aspecto, está reflejada en los santuarios que fueron erigidos en
algunas de las cumbres más elevadas de la cordillera andina. Entre otros ritos, en
ellos se realizaron ofrendas de personas en honor a Inti, el dios Sol (que fueron
denominadas por el Tawantinsuyu, Capac cocha, Capac hucha o Qhapaq
hucha. Vid. (https://es.wikipedia.org/wiki/Capac_cocha). En la cumbre del cerro El
Plomo, frente a Santiago, fue encontrado el cuerpo de un niño que, después de
haber sido embriagado con el alcohol de la chicha se adormecía lentamente en su
calidad de ofrenda elegida. Los Incas elegían niños porque eran símbolos de
pureza ante los dioses. De este modo, fue sepultado vivo junto con una serie de
otras ofrendas dentro de una cámara construida en el piso de una plataforma. El
niño de El Plomo sencillamente se quedó dormido y murió congelado, e igual
ceremonia se practicó cerca de la cumbre del cerro Aconcagua, la máxima
elevación de la Cordillera de los Andes (Rivas Hurtado, 2003, passim).
El Tawantinsuyu trajo también a estas tierras una serie de cambios en
materias económicas. La utilización de camélidos domésticos, especialmente la
llama, como animales de lana, carne y carga, fue tal vez una de las innovaciones
más significativas, ya que todas las evidencias disponibles en la actualidad indican
que, con anterioridad al arribo de los Incas, sólo existía la captura y amansamiento
de guanacos silvestres. Asimismo, la agricultura experimenta un importante
impulso con la llegada de técnicas mucho más sofisticadas, tales como mejores
sistemas de riego e incluso nuevos cultivos (Rivas Hurtado, 2003, passim).
El impacto de la dominación Inca sobre la población local de raigambre
Aconcagua, se dejó sentir en distintos ámbitos de su vida. En primer lugar,
tuvieron que interactuar directamente con una nueva población, la que si bien
puede no haber sido muy numerosa, se encontraba en una situación ventajosa,
constituyéndose en fuente de nuevas ideas y costumbres. La alfarería, que
anteriormente había constituido un importante medio de expresión de la identidad
de la sociedad Aconcagua, incorporó una serie de rasgos propios de las culturas
Inca y Diaguita, proceso que supone la aceptación por parte de la población local
de elementos foráneos (Rivas Hurtado, 2003, passim). A juzgar por la rapidez con
que ocurrió, este proceso debió ser forzado por la dominación ejercida por el
Estado Incaico. Por lo demás, las poblaciones locales debieron pagar impuestos al
Tawantinsuyu, en la forma de bienes, especialmente minerales, y por medio de la
destinación de mano de obra para las empresas emprendidas por los cuzqueños.
La presencia de este Estado expansivo provocó la aparición de estructuras
sociales y políticas completamente nuevas. Se instauraron autoridades que
ostentaban un poder sobre la sociedad nunca antes conocido, representadas tanto
por los administradores de los intereses incas en la región, como por personajes
locales que, si bien existían previamente, ahora adquirieron un mayor
protagonismo. A la vez, estas diferencias socio-políticas debieron conllevar
distinciones económicas y de jerarquía entre los individuos y entre distintos
segmentos de la sociedad.
Etnohistoria: los Incas en Chile central
El largo y ceniciento cauce a través del cual el Río Maipo desciende y se
funde al mar, configuraba hacia la época final de la dominación cuzqueña en
Chile, la frontera austral del Tawantinsuyu. Las indagaciones etnohistóricas
ratifican al Río Maipo como línea fronteriza efectiva entre Incas y "aucas" chilenos.
Las excavaciones que se han llevado a cabo en la fortaleza del Cerro La
Compañía, cercano al Río Cachapoal, replantean el problema relativo al punto
máximo que alcanzó la expansión meridional del Tawantinsuyu. Sin embargo, de
ninguna manera cuestionan de modo definitivo la posición de la frontera tardía del
Imperio. (Téllez, 2001, passim).
En Chile Central, después de la muerte del soberano inca Huayna Capac, la
expansión meridional del Tahuantinsuyu debió estancarse. Las querellas
posteriores trocaron ese marasmo en deterioro. Parece pues indudable que en el
reinado de Huáscar la frontera austral se marchita y fenece. Antes que alcanzara
ese punto, la geografía política de Chile Central supeditada al incanato mostraba
Tres Focos de Implantación. Cada uno aparecía dotado de rango y funcionalidad
política diversas. La Primera de Aquellas Jurisdicciones se situaba en el Valle de
Chile (Valle del Río Aconcagua); éste sirvió de sede al núcleo dirigente
encabezado por Quilicanta o Quilacanta, el más alto personero cuzqueño
residente en el centro del país. Ese dato acentúa la primada que Aconcagua tenía
en la distribución regional de poder. La Segunda Demarcación, localizada en el
Río Mapocho y su entorno, en un primer momento careció de un rango político
equiparable al del Río Aconcagua. Después de 1536 sirvió de asiento a la cúpula
del incanato que se trasladó a su perímetro. Pronto se erigió en contrapeso de las
autoridades locales de Aconcagua, por entonces alzadas contra aquellas que
representaban al Tawantinsuyu. Antes de este conflictivo episodio, el Río
Mapocho y sus términos parece haber constituido un activo centro de mitmaj,
“mitmakuna” o mitimaes (que eran grupos de familias confiables y fieles al Imperio
inca, trasladadas por este hacia las zonas de población conquistada) y
funcionarios estatales (Téllez, 2001, passim).
La Tercera y Última Faja, comenzaba al Sur del Radio del Río Mapocho,
extendiéndose hasta la Ribera Meridional del Río Maipo. A lo largo y en las
inmediaciones de ese cauce se eslabonaban algunos emplazamientos defensivos,
poblados y núcleos mineros (actual San José de Maipo) de frontera. Esta franja
constituía el área de seguridad en el borde ulterior del Collasuyo. Marcaba el
paréntesis de separación entre el Chile incanizado y el transpaís alzado contra el
imperio (Téllez, 2001, passim).
Sin duda, la empresa del conquistador español Francisco Pizarro estimuló
en las provincias periféricas del imperio tendencias separatistas. Chile y otras
regiones del Collasuyo no fueron excepción en ello. En Chile Central una
hostilidad creciente comienza a ganar a los nativos frente a los peruanos
afincados en el suelo ancestral. No en vano el gobernador Quilicanta, sus
mitimaes y "gentes de presidio" (Téllez, 2001, passim), entre las que se
encontraban tropas o “gentes de guarnición” residiendo en las fortificaciones,
llamadas también “presidios” (De Ramón, 2000, p.14, Nota 2), se ven obligados a
desalojar el valle del Río Aconcagua, después de 1536. A ello lo fuerzan el
hostigamiento de los habitantes locales de las que han sido posteriormente
denominadas habitual y frecuentemente como poblaciones de etnia Picunche
acaudilladas por Michimalonco, antiguo curaca del valle. Es evidente aquí un
sordo resentimiento étnico dirigido hacia los resabios de una dominación que
otrora fue resistida en Aconcagua. Se trata de una abierta insubordinación contra
la autoridad tradicional del Inca, encarnada en sus personeros. Esta vez en la
misma retaguardia de las avanzadas peruanas encargadas de una labor de
gendarmería en la explosiva frontera meridional del Tawantinsuyu (Téllez, 2001,
passim).
Nota 2
En primer lugar, destacamos que los Incas nombraron un gobernador en
Aconcagua llamado Quilacanta o Quilicanta, el cual habría tenido a su cargo
“gente de guarnición” y colocaron otro en la cuenca de Santiago llamado
Vitacura, a cargo de “gente de presidio”. El primero habría tenido como
función representar a la autoridad imperial, mientras que el segundo debía
estar a cargo de la administración de los mitimaes. Ambos serían
cuzqueños y la traída de mitimaes significaría la acción colonizadora más
importante ejercida por los conquistadores incas en la cuenca de Santiago
(De Ramón, 2000, p.14).
La merma del potencial militar Incaico es visible. Se nota en la imposibilidad
de Ouilicanta y sus huestes para sostenerse en el Valle de Chile (Valle del Río
Aconcagua). Son compelidos a replegarse al Río Mapocho. Sin embargo, allí el
porvenir de la colonia se mostraba incierto. El cronista español Vivar cuenta cómo
al arribo de Valdivia se libraba una guerra "muy trabada" entre los jerarcas de
Aconcagua y Mapocho. Mientras sucedía esto, las estructuras defensivas de la
línea del Río Maipo se habían disipado. El pueblo Inca y el puente cercanos a la
actual pequeña ciudad de Angostura de Paine (ubicada en el límite entre la
Región Metropolitana de Santiago y la Región de O'Higgins, y no lejos de la
pequeña ciudad de San Francisco de Mostazal), se encontraban devastados.
Las fuerzas cuzqueñas y sus aliados locales se hallaban aglutinados en el valle
del Río Mapocho, defendiéndose del ataque de los aconcagüinos. En suma,
habían perdido el magnífico Valle de Chile y el tradicional cordón defensivo que
los protegía de los insumisos del sur. Como probaron en la misma época, los
ejércitos de la etnia que ha sido caracterizada etnohistóricamente como
Promaucae establecidos al sur del Río Maipo, estaban en posición de trasponer
este Río e ingresar en el mismo radio del Río Mapocho (Téllez, 2001, passim).
Los efectivos de Quilicanta constituían, por tanto, el último anillo incásico
subsistente en Chile Central. Contrariamente a lo afirmado en orden a que la zona
al sur de Angostura de Paine se encontraba en proceso de conquista por el
Imperio Inca, el movimiento de fuerzas sigue una dirección inversa. Eran los
"aucas" de la orilla austral del Río Maipo, de consuno o por separado de
Aconcagua, quienes estaban en posición de asediar los últimos reductos Incas del
Río Mapocho, e incluso, de ponerlos en riesgo. Acaso por ello es que Ouilicanta
se animó a pactar alianza con Valdivia en los comienzos. Si más tarde se volvió
contra éste, fue porque las condiciones objetivas se habían tornado propicias a
un entendimiento político con aconcaguas y promaucaes. A unos y otros les
interesaba ahora degollar a los españoles más que a los peruanos. Todo el
conjunto étnico comarcano se inclinaba a formar liga contra los blancos y
extirparlos de raíz. Quilicanta vislumbró aquí la posibilidad de hacer saltar el yugo
hispano y restablecer el equilibrio político local, ingresando en la coalición. En una
palabra: traicionar a Valdivia. Se jugó en ello el doble o nada. Obtuvo únicamente
lo último. La espada de Inés Suárez, como sabemos, lo arrancó de esta vida
durante el masivo ataque de los americanos a Santiago, en 1541.
—donde se produce una convergencia en este ataque, entre aquellos americanos
presuntamente conceptualizados posteriormente como aborígenes Picunches, en
conjunción a través de una muy firme alianza con los contingentes del ejército
Imperial Incaico o del Tawantinsuyu establecidos en el Radio del Río Mapocho—
Con la extinción de Quilicanta abandonó la escena el último gran caudillo
cuzqueño en la extremidad sur del Collasuyo, si excluimos a Vitacura (Téllez,
2001, passim).
Antes que la muerte lo tomara, Quilicanta poseía todavía un contingente
respetable a su vera. Conservaba, además, parte del prestigio que su linaje de
noble cuzqueño le acordaba. Tanto es así que contaba con la nada despreciable
lealtad de 11 relevantes caciques del Valle del Río Mapocho y sus parcialidades
respectivas. Disponía asimismo de fuerza armada propia. Parte de ella —unos
400 hombres escogidos— fue ofrecida por el noble cuzqueño al curaca
Michimalonco, una vez que se determinó a confabularse contra Valdivia. Pero el
fasto y el poder de ayer habían pasado de este mundo. Descubierto y prisionero ni
su condición nobiliaria ni su capacidad negociadora pudieron evitar que se le
decapitara (Téllez, 2001, passim).
Mapocho incaico
Se ha postulado recientemente por la arqueología chilena la existencia de
solo un posible Centro Administrativo Inca de Importancia Alta llamado Mapocho
Incaico bajo el Casco Antiguo Central de la actual capital chilena. Se plantea que
la ciudad de Santiago de Chile fue fundada por el conquistador español Pedro de
Valdivia sobre lo que podría ser únicamente un centro administrativo y religioso
Inca, donde la actual Plaza de Armas y la actual Catedral Metropolitana de la
ciudad, ocupan el lugar de la antigua kancha y ushnu respectivamente.
El Ushnu es una construcción o plataforma en forma de pirámide que usaba
el Inca o el representante del Inca para presidir las ceremonias más importantes
del Tawantinsuyu. Algunas estructuras arquitectónicas de ushnus son de base
ortogonal con plataformas superpuestas (como pirámides truncadas). El Ushnu es
una pieza fundamental de la arquitectura ceremonial y administrativa Inca, así
como una herramienta política, religiosa y social de gran importancia. El Ushnu era
también un importante punto de encuentro entre los dirigentes Incas y las
poblaciones de los nuevos territorios conquistados; en él se llevaban a cabo los
ritos y las observaciones astronómicas que servían para consolidar el poder de la
administración Inca. Se ha comprobado la posición de ciertos Ushnus incas en
relación directa con distintas posiciones del sol y las estrellas. De este modo,
estos altares eran un punto sagrado donde el Inca podía ejercer su posición como
intermediario entre los tres mundos: Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha, es
decir, el mundo de arriba representado por los dioses y los astros, el mundo de los
hombres, del aquí donde se oficia el vínculo ceremonial, y el mundo del subsuelo,
mundo de los muertos y también de todo aquello que se encontraba bajo la
superficie terrestre, al que los hombres acceden a través de las ofrendas que se
filtran en la tierra (Zuidema, 1989, passim)
Ushnu de Sacsayhuaman, Perú, plataforma construida de piedra, baja por estar rodeada
de terrazas que facilitaban la visibilidad de los espectadores.
(https://renzopolo.lamula.pe/2010/12/30/que-son-los-ushnu/historiactual/)
Ushnu de Vilcashuamán, Perú (http://jctellog.tripod.com/id13.html)
Estructura general de un ushnu. Vid. Texto — Paccha: objeto ritual andino.
(http://latitudsur.org/developpement/es/nos-missions/textes-de-reflexions/texte-paccha-
objet-rituel-andin/ — http://www.antoniobrunet.cl/culto-al-agua-y-el-ushnu/)
Vid. Texto – Los ushnus y la administración estatal Inca, por Luis Rodolfo Monteverde
Sotil
https://issuu.com/luis_rodolfo_monteverde_sotil/docs/los_ushnus_en_la_administraci_n_e
statal_inca_apach/1
Kancha Inca
Cerco rectangular que encierra varias estructuras arquitectónicas Incas —
templos, palacios o viviendas— alrededor de un patio. Este tipo de manzana
amurallada, encontraría su origen en la tradición arquitectónica del Imperio Chimú
(1100-1470 d.C.), una Socio-Cultura Imperial Pre-Inca, ubicada territorialmente en
la Costa Norte de Perú.
Reconstrucción hipotética de una Kancha Inca (Carazas, 2001)
Kallankas Incas
Son grandes construcciones rectangulares, de hasta 70 metros de largo.
Estas estructuras, mencionadas como galpones en las crónicas de los españoles,
presentan por lo general varias puertas, nichos y ventanas, y habrían sido
cubiertas con un techo a dos aguas. Se cree que tuvieron múltiples funciones:
 Fueron edificios públicos, que servían como hospedaje de mucha gente,
administradores o funcionarios.
 Vinculadas a actividades ceremoniales. Administración de almacenes.
Reconstrucción hipotética de una kallanka Inca (Alcázar y Cardona, 2016)
Crónica, Indagaciones e investigaciones en torno a la evidencia
arqueológica y etnohistórica obtenida por Rubén Stehberg
(arqueólogo) y Gonzalo Sotomayor (historiador) a favor de un
“Mapocho Incaico”, es decir, solo un Centro Administrativo de
Importancia Alta en la Zona Central de Chile
Se retoma una antigua discusión iniciada en los años 1976-1978 respecto a
las características que habría tenido la ocupación Tawantinsuyu en el valle del
Mapocho, las que varían desde una postura etnohistórica que visualiza el área con
serios vacíos estructurales con respecto a la organización introducida, donde se
percibe una dominación tenue, incompleta y tardía, hasta una visión más
arqueológica que reconoce la presencia en el Mapocho de la mayoría de las
instituciones clásicas incaicas y la existencia de un centro administrativo principal.
El Boletín número 61 del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago de
Chile incluyó interesantes artículos, entre ellos uno escrito por Rubén Stehberg,
Jefe del Área de Antropología del Museo y el historiador Gonzalo Sotomayor,
llamado “Mapocho incaico”.
Ante la magnitud de esta información, Rubén Stehberg relata el proceso
de investigación que generó su artículo. Todo tuvo como origen el trabajo
de tesis realizado por Stehberg en 1975, sobre asentamientos Incas,
específicamente el pucará de Chena. Desde entonces Stehberg perseveró en
desentrañar la presencia de los Incas en la zona del Mapocho. Además de esta
investigación de tesis, existen otros testimonios históricos que dan cuenta de
presencia Inca en la zona del Mapocho, como las primeras actas del Cabildo de
Santiago, de 1541. En ellas se hace referencia al “Tambo grande”. Este dato más
otros, como las crónicas de Jerónimo de Vivar, dan pie para postular la existencia
de lo que podría constituir un centro administrativo Inca bajo el casco antiguo, o
sea el centro de la actual capital chilena. Con todo, estas hipótesis nunca se
desarrollaron, por lo que por mucho tiempo hubo un vacío de datos concluyentes
en este sentido.
Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg asumieron el desafío de investigar
todas estas hipótesis insuficientemente desarrolladas, ya sea para probarlas, o
bien para refutarlas, lo que es equivalentemente importante. Stehberg se preocupó
de la dimensión antropológica y arqueológica del trabajo, mientras que Sotomayor
realizó una considerable y valiosa labor de recopilación documental en diversos
archivos, sobre todo archivos parroquiales. Estas pesquisas permitieron encontrar
una serie de documentos inéditos e información etnohistórica, como mapas y
planos.
Toda la información recopilada permite concluir que en el Valle del Río
Mapocho no sólo hubo asentamientos importantes, sino que también el camino del
Inca llegaba hasta la misma Plaza de Armas de Santiago. Estas conclusiones se
respaldan en mapas y otros documentos encontrados en el proceso de
investigación, que se incluyen en el artículo publicado en el Boletín del Museo
Nacional de Historia Natural de Santiago. Además este trabajo ha sido presentado
en otras instancias, como el XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena,
realizado en la ciudad de Arica en Octubre de 2012.
La presencia Inca y Mapuche en los valles de los Ríos Mapocho y
Aconcagua a la llegada de los europeos
Los Primeros Capitalinos no fueron los Españoles. Cuando Valdivia llegó a
lo que hoy conocemos como Santiago, se encontró con una población indígena
cercana a las 25 mil personas. Eran predominantemente Mapuches —tal vez de
la denominada con frecuencia etnia Picunche prehispánica—, pero había también
tribus traídas por los Incas desde Perú.
Esta población se encontraba dividida en dos grandes bandos: Los
habitantes del Valle del Río Mapocho, liderados por el gobernador Inca
Quilicanta y por Atepudo, que había tenido dominio sobre el pequeño Valle de La
Ligua (ambos eran fieles al Imperio Inca), y los habitantes del Valle del Río
Aconcagua (originales de la región), que eran dirigidos por los curacas
Michimalonco y Tanjalonco, (ambos asimilados e introducidos a la estructura
político – militar – y – sagrada de los Incas en su investidura como curacas). Los
pobladores del Valle del Río Mapocho concentraron los asentamientos en las
riberas de este Río (para poder mantener sus cultivos) y de él sacaron un canal
que regó el área de Conchalí, en las faldas del cerro San Cristóbal. Si nos fijamos
en el área que con la invasión europea del siglo XVI se convertiría posteriormente
en la actual ciudad de Santiago, los americanos precolombinos prehispánicos de
la Zona del Centro de Chile, establecieron los poblados de Vitacura, Ñuñoa,
Tobalaba, Macul y Apoquindo. Un poco más lejos, estaban Lampa, Aculeo, Calera
de Tango, Talagante, Melipilla y Pomaire, por nombrar algunos.
Aparentemente, el valle de Estero Marga-Marga debió estar originalmente
bajo la jurisdicción de Tanjalonco [“Cabeza Partida” en mapudungun o
mapuzugun, la lengua mapuche], que mandaba sobre las tierras del Valle del
Aconcagua probablemente desde las puntillas del Romeral y la Calavera hacia el
mar. Michimalonco [“Cabeza Antorcha” en la lengua mapuche ancestral, el
mapudungun o mapuzugun] era el señor de las tierras situadas aguas arriba de
dichas puntillas, siguiendo más o menos la línea que separaba los dos antiguos
corregimientos en que los españoles dividieron el valle (Nota 3).
Nota 3:
Los señores de este valle son dos: el uno Tanjalongo; éste manda
de la mitad del valle a la mar; el otro cacique se dice Michimalongo;
éste manda y señorea la mitad del valle hasta la sierra. Éste ha sido
el más temido señor que en todos los valles se ha hallado. (Vivar,
1996)
Tanjalonco y Michimalonco, al decir de Jerónimo de Vivar, el cronista
hispano, eran hermanos. Y también serían hermanos de estos, dos Naglonco
[“Cabeza Inclinada” en lengua mapuche, el mapudungun o mapuzugun], señor de
Maipo —que aparentemente formaba una pequeña parcialidad perteneciente en
aquel entonces al valle de Aconcagua— y Painelonco [“Cabeza Azul” en lengua
mapuche, el mapudungun o mapuzugun]. El padre de estos habría tenido
excelentes relaciones con Quilicanta, gobernador Inca de Quillota.
Michimalonco habría nacido hacia 1500, y quizás entre 1514 y 1518 estuvo
en la Corte quechua, en el Cuzco, aprendiendo no sólo la lengua quechua, sino
que siendo educado en los usos y costumbres quechuas e incluso recibiendo al
menos rudimentos de lo que era la organización y funcionamiento del Imperio
bajo el reinado de Huayna Cápac. Parece ser que el padre de estos Lonco falleció
antes de 1530. Después de la muerte de su padre, Michimalonco habría sido
asimilado a la estructura político – militar – y – sagrada de los incas e investido
como curaca o jefe local de la parte superior del valle del Río Aconcagua.
Michimalonco se hizo con el poder efectivo en el valle, desde la Cordillera de El
Melón hasta la serranía de la Cuesta de Chacabuco al menos. Parece ser que el
poder efectivo, o al menos la influencia, de Michimalonco se extendió hasta el
Valle de Casablanca (Téllez, 2001, passim; Téllez, 1990, pp. 69-86)
Retiradas las fuerzas imperiales quechuas de ocupación comandadas por
un primo del Inca Huáscar a consecuencias de la guerra civil que enfrentó a
Atahualpa y a su hermano Huáscar en una lucha fratricida por el dominio de todo
el Tawantinsuyu, se encendió el levantamiento entre la población americana
precolombina prehispánica que ha sido habitual y frecuentemente denominada
como Picunche del Valle del Río Aconcagua y otras áreas. Sin embargo, quedaron
bolsones de presencia Incaica en la forma de tropas en los valles de los Ríos
Maipo y Aconcagua, lo que permitió al gobernador Quilicanta mantener el dominio.
Se han descubierto las ruinas de numerosos Pukarás en esta región, evidencias
de la ocupación quechua, y desde los cuales se podía mantener el dominio de los
valles.
Tras el arribo del Adelantado español Diego de Almagro, se produjo una
situación especialmente delicada, que terminó con el gobernador Quilicanta y su
corte y los efectivos guerreros que le permanecieron fieles forzados a abandonar
Quillota y a establecerse finalmente en Colina. Desde allí no cejó en su propósito
de combatir a los hermanos Lonco, haciéndoles la guerra. Comprendiendo
Michimalonco el odio que le tenía, pretendió liquidarlo. Esto determinó un
constante estado de guerra que se prolongaría hasta la conquista española del
territorio, efectuada por Valdivia (Téllez, 2001, passim; Téllez, 1990, pp. 69-86)
Bibliografía
Alcázar, R. y Cardona, E. (2016) El Fuerte de Samaipata. Gobierno Autónomo
Departamental de Santa Cruz, Bolivia. El Fuerte de Samaipata, en la
República de Bolivia, está situado aproximadamente en la latitud de la ciudad
chilena de Arica.
En:https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerte_de_Samaipata
https://www.google.com/maps/@-19.0502251,-66.910164,8z
http://goo.gl/0JLX8g
Vista Panorámica en 360º grados del Fuerte de Samaipata, Bolivia
https://goo.gl/maps/2ayxJZmPsnq
Brunet, A. 1985. Análisis del Material Cerámico Obtenido en el Cementerio de
Túmulos de Til Til. Informe General de Práctica Profesional. Universidad de
Chile. Departamento de Antropología.
Burgos, H. 2002. Cuatripartición del Quito Inca. Espacio Latino.com. Tomado de la
Sección Artes del diario La Hora. Publicación autorizada por el autor. Quito,
Ecuador http://letras-
uruguay.espaciolatino.com/aaa/burgos_guevara_hugo/cuatriparticion_del_qui
to_inca.htm
Carazas, W. (2001) Vivienda urbana popular de adobe en el Cusco, Perú 50,
Asentamientos humanos y medio sociocultural. Ed. UNESCO: Francia.
Coros, C., y Coros, V. 1999. El Camino del Inca en la Cordillera de Aconcagua.
Revista El Chaski 1(1), pp. 5-80, Los Andes.
Coros, C., y Coros, V.2001. El fuerte de Michimalonco y la batalla contra Pedro de
Valdivia. Revista El Chaski 3, pp.1-36. Los Andes.
De Ramón, A. 2000. Santiago de Chile (1541-1991). Historia de una sociedad
urbana. Editorial Sudamericana Chilena, 283 págs. Santiago de Chile.
Durán, E. y Planella, MT. 1989. Consolidación agroalfarera: Zona central (900 a
1.470 d.C.). En Culturas de Chile. Prehistoria, editado por J. Hidalgo, V.
Schiappacasse, H. Niemeyer, C. Aldunate e I. Solimano, pp. 313-327.
Editorial Andrés Bello, Santiago
Durán, E., Massone,E. y Massone, M. 1991. La decoración Aconcagua: algunas
consideraciones sobre el estilo y significado. Actas del XI Congreso Nacional
de Arqueología Chilena. Tomo I. Págs. 61- 87. Santiago. Chile.
Falabella, Fernanda y Rubén Stehberg. 1993. “Los Inicios del Desarrollo Agrícola
y Alfarero: Zona Central (300 a.C. a 900 d.C.)”. Culturas de Chile. Prehistoria.
Desde sus Orígenes Hasta los Albores de la Conquista. Editorial Andrés
Bello. Segunda edición, Santiago de Chile. Págs. 295-310.
González, P. 1995. Diseños cerámicos de la fase diaguita-inca: estructura,
simbolismo, color y relaciones culturales. Actas del XIII Congreso Nacional
de Arqueología Chilena, Vol. 2, pp.175-184. Hombre y Desierto una
Perspectiva Cultural 9. Antofagasta.
Gómez, A. 1999. Síntesis del Trabajo Etnohistórico y Arqueológico Respecto al
problema de la Presencia Inka en Chile Central (1973-1996): Algunos
Antecedentes y breve Discusión. Publicaciones Especiales N° 1. Area de
Historia y Arqueología, CEINDES. Santiago, Chile. Marzo.
Gómez, A., Ocaranza, F., y Prado, C: 2012. Apuntes para una prehistoria de
Santiago: la presencia de la cultura inca en Chile Central. Revista Tradición
y Saber. Universidad Bernardo O’Higgins. Año IX, N° 9. Págs. 127-156.
Santiago de Chile.
Hidalgo, J. 1972. Culturas Protohistóricas del Norte de Chile. El testimonio de los
Cronistas. Departamento de Historia. Facultad de Filosofía y Educación,
Universidad de Chile. Editorial Universitaria. Santiago. Chile.
Hidalgo, J. 1972-73. Poblaciones Protohistóricas en el Norte de Chile. Actas del VI
Congreso de Arqueología Chilena. págs. 289-294.
Hidalgo, J., Chacama, J. y Focacci, G. 1981. Elementos estructurales en la
cerámica del Estadio Aldeano Chungará 8, pp. 79-96. En:
http://www.chungara.cl/Vols/1981/Vol8/Elementos_estructurales_en_la_cera
mica.pdf
Hidalgo, J. 1982. Culturas y etnias protohistóricas: área andina meridional.
Revista Chungará 8, pp. 209-252.
Hidalgo, J. 1989. Diaguitas chilenos protohistóricos. En Culturas de Chile.
Prehistoria, editado por J. Hidalgo, V. Schiappacasse, H. Niemeyer, C.
Aldunate e I. Solimano, pp. 289-293. Editorial Andrés Bello, Santiago.
Hyslop, J. 1984. The Inka road system, Institute of Andean Research New York,
Academic Press, New York
Hyslop, J. 1992. Qhapaqñan. El Sistema Vial Incaico, Instituto Andino de Estudios
Arqueológicos, Petróleos del Perú, Lima, Perú.
Massone, M. 1978. Los tipos cerámicos del Complejo Cultural Aconcagua. Tesis
para optar a la Licenciatura en Arqueología y Prehistoria. Universidad de
Chile. Santiago.
Planella, M. T. y Stehberg, R. 1997. Intervención Inka en un Territorio de la Cultura
Local Aconcagua de la Zona Centro-Sur de Chile. Tawantinsuyu, Vol. 3. pp.
58-78. Australia.
Planella, M. T., Stehberg, R., Tagle, B., Niemeyer, H. y Del Rio, C. 1991. La
Fortaleza Indígena del Cerro Grande de la Compañía (Valle del Río
Cachapoal) y su Relación con el Proceso Expansivo Meridional Incaico.
Actas del XII Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Págs. 403-422.
Tomo II. Boletín Museo Regional de la Araucanía Nº4. Temuco, Chile.
Rivas Hurtado, M. 2003. Rescate Arqueológico Sitios N° 3, N° 10-14 y N° 15 Las
Brisas de Santo Domingo Sur. Proyecto Plan de Manejo Arqueológico.
Proyecto Las Brisas de Santo Domingo Sur, Comuna de Santo Domingo,
Provincia de San Antonio, Región de Valparaíso. Investigadora Responsable.
En: Nuestro.cl. El sitio del Patrimonio Cultural Chileno. Noticia escrita por
Rosario Mena titulada “Hallazgo arqueológico de culturas agroalfareras”.
Corporación Patrimonio Cultural de Chile. Santiago.
En http://www.nuestro.cl/notas/noticias/arqueologia.htm.
Rivera, M .y Hyslop, J. 1984. Algunas Estrategias para el Estudio del Camino del
Inca en la Región de Santiago, Chile. Cuadernos de Historia Nº 4. Págs.
109-128. Departamento de Ciencias Históricas, Universidad de Chile. 1984
Sánchez, R., Pavlovic, D., González, P. y Troncoso, A. 2004. Curso superior del
río Aconcagua un área de interdigitación cultural. Períodos Intermedio tardío
y tardío. En Actas del XV Congreso Nacional de Arqueología Chilena.
Chungará, Revista de Antropología Chilena. Volumen Especial: 753-766.
Arica.
Sánchez, R. y Massone, M. 1995. Cultura Aconcagua. Colección Imágenes del
Patrimonio. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Dirección de
Bibliotecas, Archivos y Museos.
En: http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0038386.pdf.
Silva, O. 1977. Consideraciones Acerca del Periodo Inca en la cuenca de Santiago
(Chile Central). Boletín del Museo Arqueológico de La Serena. Nº 16, pp.
211-243. La Serena. Chile.
Silva, O. 1986. Los promaucaes y la frontera meridional Incaica en Chile.
Cuadernos de Historia 6. pp. 7-17. Santiago de Chile.
Silva, O. 1992. La expansión Incaica en Chile: problemas y reflexiones. IX
Congreso de Arqueología Chilena, Págs, 321-344. La Serena, Chile.
Silva, O. 1993. Reflexiones sobre la influencia Incaica en los albores del Reino de
Chile. Boletín del Museo Regional de La Araucanía, [Temuco], t. I, N° 4, pp.
285-292.
Stehberg, R. y Sotomayor, G. 2012. Mapocho Incaico. Boletín del Museo Nacional
de Historia Natural. Santiago. Chile. Boletín Nº 6, pp. 85-149. En:
http://www.mnhn.cl/613/articles-5209_archivo_01.pdf
Téllez, E. 1990. De Incas, Picones y Promaucaes. El derrumbe de la "frontera
salvaje" en el confín austral del Collasuyo. Cuadernos de Historia, 10, pp. 69-
86. Departamento de Ciencias Históricas. Facultad de Filosofía y
Humanidades. U. de Chile. Santiago de Chile.
Téllez, E. 2001. “Los Promaucaes”. Colección Sillabus. Depto. de Ciencias
Históricas y Sociales. Universidad de Concepción. Proyecto iniciado a
partir de 2001. Concepción. Chile.
Thomas, C. y Massone, C. 1994. El Complejo Cultural Aconcagua: una
consideración desde un enfoque estructural. Actas del 2° Taller de
Arqueología de Chile Central. Pags. 1-5.
Vivar, J. 1996. Crónica y relación copiosa y verdadera de los Reynos de Chile
(1558). Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina. Santiago de
Chile. Pág. 38.
Williams, V. y D'Altroy, T. 1998. El sur del Tawantinsuyu: un dominio
selectivamente intensivo". Tawantinsuyu. Revista Internacional de Estudios
Inka, volumen 5, pp. 170-178. Brolga Press Pty Ltd. Australia.
Zuidema, R.T. 1989. El ushnu. En Reyes y Guerreros: Ensayos de Cultura Andina,
compilado por Manuel Burga, pp. 402-454. Ediciones Fomciencias, Lima.
Zuidema, R.T. 1995. The lion in the city: royal symbols of transition in Cuzco. En
Animal, Myths and Metaphors in South America, editado por Gary Urton, pp.
183-250. University of Texas Press, Salt Lake City.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta
UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta
UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta AliBeatrizCarhuaricr
 
7 la arquitectura de james stirling.pptx 2
7 la arquitectura de james stirling.pptx 27 la arquitectura de james stirling.pptx 2
7 la arquitectura de james stirling.pptx 2OscarMedina183
 
TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)
TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)
TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)AndreaPm14
 
Fenómeno urbano en el mundo actual
Fenómeno urbano en el mundo actualFenómeno urbano en el mundo actual
Fenómeno urbano en el mundo actualgsanfer
 
Obras para analizar 2018
Obras para analizar 2018Obras para analizar 2018
Obras para analizar 2018Gabriel Buda
 
Teotihuacan conservacion
Teotihuacan   conservacionTeotihuacan   conservacion
Teotihuacan conservacionpialycoste
 
Lima en el siglo xix
Lima en el siglo xixLima en el siglo xix
Lima en el siglo xixFelipe R
 
INSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUA
INSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUAINSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUA
INSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUAUriel Ramón Cardoza Sánchez
 
Casa smith - Richard Meier
Casa smith - Richard MeierCasa smith - Richard Meier
Casa smith - Richard MeierGabriel Buda
 
Arquitectura maya
Arquitectura mayaArquitectura maya
Arquitectura mayaEidyxM
 
Arquitectura Moderna en Colombia
Arquitectura Moderna en ColombiaArquitectura Moderna en Colombia
Arquitectura Moderna en ColombiaAnarki092
 
EL FUNCIONALISMO EN VENEZUELA
EL FUNCIONALISMO EN VENEZUELAEL FUNCIONALISMO EN VENEZUELA
EL FUNCIONALISMO EN VENEZUELAMarisabel37
 
Modernismo arquitectura latinoamerica
Modernismo arquitectura latinoamericaModernismo arquitectura latinoamerica
Modernismo arquitectura latinoamericajose montilla
 
Arquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIX
Arquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIXArquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIX
Arquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIXmercedes
 
ARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIA
ARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIAARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIA
ARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIAwalpepi
 

La actualidad más candente (20)

UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta
UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta
UTP Taller Arquitectónico 9 - Análisis Urbano de Chincha Alta
 
7 la arquitectura de james stirling.pptx 2
7 la arquitectura de james stirling.pptx 27 la arquitectura de james stirling.pptx 2
7 la arquitectura de james stirling.pptx 2
 
TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)
TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)
TALLER DE ARQUITECTURA 4, ANALISIS DE CASOS(INTERNACIONAL)
 
Fenómeno urbano en el mundo actual
Fenómeno urbano en el mundo actualFenómeno urbano en el mundo actual
Fenómeno urbano en el mundo actual
 
Obras para analizar 2018
Obras para analizar 2018Obras para analizar 2018
Obras para analizar 2018
 
Teotihuacan conservacion
Teotihuacan   conservacionTeotihuacan   conservacion
Teotihuacan conservacion
 
Lima en el siglo xix
Lima en el siglo xixLima en el siglo xix
Lima en el siglo xix
 
INSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUA
INSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUAINSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUA
INSTRUMENTOS DE LA CONSERVACION DEL PATRIMONIO EN NICARAGUA
 
Arquitectura Griega.pdf
Arquitectura Griega.pdfArquitectura Griega.pdf
Arquitectura Griega.pdf
 
Casa smith - Richard Meier
Casa smith - Richard MeierCasa smith - Richard Meier
Casa smith - Richard Meier
 
Arquitectura maya
Arquitectura mayaArquitectura maya
Arquitectura maya
 
La vivienda en roma
La vivienda en romaLa vivienda en roma
La vivienda en roma
 
Arquitectura Moderna en Colombia
Arquitectura Moderna en ColombiaArquitectura Moderna en Colombia
Arquitectura Moderna en Colombia
 
EL FUNCIONALISMO EN VENEZUELA
EL FUNCIONALISMO EN VENEZUELAEL FUNCIONALISMO EN VENEZUELA
EL FUNCIONALISMO EN VENEZUELA
 
La escuela de chicago
La escuela de chicagoLa escuela de chicago
La escuela de chicago
 
Cristal palace
Cristal palaceCristal palace
Cristal palace
 
Modernismo arquitectura latinoamerica
Modernismo arquitectura latinoamericaModernismo arquitectura latinoamerica
Modernismo arquitectura latinoamerica
 
Habitat rural y urbano
Habitat rural y urbanoHabitat rural y urbano
Habitat rural y urbano
 
Arquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIX
Arquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIXArquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIX
Arquitectura y Escultura del la segunda mitad del siglo XIX
 
ARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIA
ARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIAARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIA
ARQUITECTURA COLONIAL EN COLOMBIA
 

Similar a Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio

Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 - mayo 1984
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 -  mayo 1984Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 -  mayo 1984
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 - mayo 1984Antonio Brunet Merino
 
CATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docx
CATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docxCATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docx
CATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docxFelipe Velasquez
 
ecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdf
ecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdfecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdf
ecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdfjoaquin266393
 
Regiones del noa y cronología
Regiones del noa y cronologíaRegiones del noa y cronología
Regiones del noa y cronologíaRoberto Rios
 
ARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdf
ARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdfARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdf
ARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdfSyndiPatriciaRodrigu1
 
Resúmenes de ponencias del área de arqueología
Resúmenes de ponencias del área de arqueologíaResúmenes de ponencias del área de arqueología
Resúmenes de ponencias del área de arqueologíawendymarina
 
Historia Del Arte Y Arqueologia Del Peru Arquitectura Monumental
Historia Del Arte Y Arqueologia Del Peru   Arquitectura MonumentalHistoria Del Arte Y Arqueologia Del Peru   Arquitectura Monumental
Historia Del Arte Y Arqueologia Del Peru Arquitectura Monumentaljuanfranciscovi juanfracisovi
 
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)Juan Ramon Olvera Garcia
 
Mesoamerica: Horizontes Preclásico y Clásico
Mesoamerica: Horizontes Preclásico y ClásicoMesoamerica: Horizontes Preclásico y Clásico
Mesoamerica: Horizontes Preclásico y Clásicokikapu8
 
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiiUnidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiilsarturo
 
Cultura Olmeca y su influencia..pptx
Cultura Olmeca y su influencia..pptxCultura Olmeca y su influencia..pptx
Cultura Olmeca y su influencia..pptxRicardoSnchezGalvn1
 
Religiòn américa aborigen
Religiòn américa aborigenReligiòn américa aborigen
Religiòn américa aborigenDanielChCamacho
 
DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...
DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...
DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...Chungara Revista de Antropología Chilena
 

Similar a Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio (20)

249
249249
249
 
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 - mayo 1984
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 -  mayo 1984Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 -  mayo 1984
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 - mayo 1984
 
Chimú inca gayoso y denis vargas
Chimú inca gayoso y denis vargasChimú inca gayoso y denis vargas
Chimú inca gayoso y denis vargas
 
CATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docx
CATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docxCATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docx
CATALOGACION PATRIMONIO-12-DIC.docx
 
ecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdf
ecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdfecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdf
ecob,+RCHA9595110123A.PDF.pdf
 
Regiones del noa y cronología
Regiones del noa y cronologíaRegiones del noa y cronología
Regiones del noa y cronología
 
ARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdf
ARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdfARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdf
ARQUEOLOGIA_TUMACO_TOLITA_COSTA_PACIFICA.pdf
 
Resúmenes de ponencias del área de arqueología
Resúmenes de ponencias del área de arqueologíaResúmenes de ponencias del área de arqueología
Resúmenes de ponencias del área de arqueología
 
Historia Del Arte Y Arqueologia Del Peru Arquitectura Monumental
Historia Del Arte Y Arqueologia Del Peru   Arquitectura MonumentalHistoria Del Arte Y Arqueologia Del Peru   Arquitectura Monumental
Historia Del Arte Y Arqueologia Del Peru Arquitectura Monumental
 
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
Culturasenoccidente 090304223447-phpapp01 (1)
 
493
493493
493
 
Chungara Vol 46.3 - p - 313
Chungara Vol 46.3 - p - 313Chungara Vol 46.3 - p - 313
Chungara Vol 46.3 - p - 313
 
Mesoamerica: Horizontes Preclásico y Clásico
Mesoamerica: Horizontes Preclásico y ClásicoMesoamerica: Horizontes Preclásico y Clásico
Mesoamerica: Horizontes Preclásico y Clásico
 
Historia De La Arqueologia En El Peru
Historia De La Arqueologia En El PeruHistoria De La Arqueologia En El Peru
Historia De La Arqueologia En El Peru
 
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviiiUnidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
Unidad 1 la nueva españa del siglo xvi al xviii
 
Cultura Olmeca y su influencia..pptx
Cultura Olmeca y su influencia..pptxCultura Olmeca y su influencia..pptx
Cultura Olmeca y su influencia..pptx
 
Chungara Vol 46.2 - p - 233
Chungara Vol 46.2 - p - 233Chungara Vol 46.2 - p - 233
Chungara Vol 46.2 - p - 233
 
Religiòn américa aborigen
Religiòn américa aborigenReligiòn américa aborigen
Religiòn américa aborigen
 
Los Mochicas
Los MochicasLos Mochicas
Los Mochicas
 
DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...
DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...
DINÁMICA ESPACIAL Y TEMPORAL DE LAS OCUPACIONES PREHISPÁNICAS EN LA CUENCA ...
 

Más de Antonio Brunet Merino

Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...
Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...
Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...Antonio Brunet Merino
 
Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...
Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...
Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...Antonio Brunet Merino
 
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...Antonio Brunet Merino
 
Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ...
 Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ... Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ...
Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ...Antonio Brunet Merino
 
Análisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de Tiltil
Análisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de TiltilAnálisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de Tiltil
Análisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de TiltilAntonio Brunet Merino
 
Los Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias Mapuche
Los Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias MapucheLos Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias Mapuche
Los Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias MapucheAntonio Brunet Merino
 
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...Antonio Brunet Merino
 
CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XX
CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XXCONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XX
CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XXAntonio Brunet Merino
 
Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...
Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...
Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...Antonio Brunet Merino
 
La solución kantiana del conocimiento científico
La solución kantiana del conocimiento científicoLa solución kantiana del conocimiento científico
La solución kantiana del conocimiento científicoAntonio Brunet Merino
 
Los Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e India
Los Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e IndiaLos Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e India
Los Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e IndiaAntonio Brunet Merino
 

Más de Antonio Brunet Merino (18)

El mundo espiritual de los mapuches
El mundo espiritual de los mapuchesEl mundo espiritual de los mapuches
El mundo espiritual de los mapuches
 
Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...
Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...
Ciencia y Religión. Ideologías de la completitud, explicada por la admisión d...
 
Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...
Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...
Topografía y Astronomía: dos herramientas de apoyo en Arqueología. Pucará Inc...
 
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
 
Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ...
 Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ... Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ...
Impacto Aculturativo del cristianismo entre los pueblos Mapuche y Aymara en ...
 
Los Nuer. Evans-Pritchard
Los Nuer. Evans-PritchardLos Nuer. Evans-Pritchard
Los Nuer. Evans-Pritchard
 
Análisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de Tiltil
Análisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de TiltilAnálisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de Tiltil
Análisis del Material Cerámico obtenido en el Cementerio de Túmulos de Tiltil
 
Los Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias Mapuche
Los Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias MapucheLos Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias Mapuche
Los Espiritus de la Naturaleza en el Sistema de Creencias Mapuche
 
Libro 'Poemas y Reflexiones'
Libro 'Poemas y Reflexiones'Libro 'Poemas y Reflexiones'
Libro 'Poemas y Reflexiones'
 
El Cosmos mapuche.
El Cosmos mapuche.El Cosmos mapuche.
El Cosmos mapuche.
 
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica ...
 
El Primer alfabeto de la historia
El Primer alfabeto de la historiaEl Primer alfabeto de la historia
El Primer alfabeto de la historia
 
El Mundo espiritual de los mapuche
El Mundo espiritual de los mapucheEl Mundo espiritual de los mapuche
El Mundo espiritual de los mapuche
 
CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XX
CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XXCONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XX
CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DE LA CIENCIA Y SU DESARROLLO EN EL SIGLO XX
 
Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...
Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...
Diversos modelos para el poblamiento de la región de Amazonas. Implicaciones ...
 
La solución kantiana del conocimiento científico
La solución kantiana del conocimiento científicoLa solución kantiana del conocimiento científico
La solución kantiana del conocimiento científico
 
Poemas de vivencias
Poemas de vivenciasPoemas de vivencias
Poemas de vivencias
 
Los Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e India
Los Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e IndiaLos Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e India
Los Antiguos Reinos de Tibet y sus relaciones históricas con China e India
 

Último

SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5 SEMANA 7 CYT I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdf
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5  SEMANA 7 CYT  I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdfSESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5  SEMANA 7 CYT  I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdf
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5 SEMANA 7 CYT I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdfkevingblassespinalor
 
Exploracion de la boca Propedéutica de la Clínica
Exploracion de la boca Propedéutica de la ClínicaExploracion de la boca Propedéutica de la Clínica
Exploracion de la boca Propedéutica de la Clínicacriscris80000
 
Módulo de oftalmología en cirugia general.pptx
Módulo de oftalmología en cirugia general.pptxMódulo de oftalmología en cirugia general.pptx
Módulo de oftalmología en cirugia general.pptxLuisGuzmnHernndez1
 
DIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptx
DIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptxDIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptx
DIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptxprofesionalscontable
 
HISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPION
HISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPIONHISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPION
HISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPIONAleMena14
 
Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptx
Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptxCentro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptx
Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptxErichManriqueCastill
 
Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...
Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...
Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...frank0071
 
Tortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdf
Tortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdfTortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdf
Tortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdfGermán Tortosa
 
Informe Aemet Tornados Sabado Santo Marchena Paradas
Informe Aemet Tornados Sabado Santo Marchena ParadasInforme Aemet Tornados Sabado Santo Marchena Paradas
Informe Aemet Tornados Sabado Santo Marchena ParadasRevista Saber Mas
 
Tractos ascendentes y descendentes de la médula
Tractos ascendentes y descendentes de la médulaTractos ascendentes y descendentes de la médula
Tractos ascendentes y descendentes de la méduladianymorales5
 
SEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdf
SEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdfSEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdf
SEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdfrvillegasp16001
 
Mata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdf
Mata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdfMata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdf
Mata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdffrank0071
 
Sucesión de hongos en estiércol de vaca experimento
Sucesión de hongos en estiércol de vaca experimentoSucesión de hongos en estiércol de vaca experimento
Sucesión de hongos en estiércol de vaca experimentoFriasMartnezAlanZuri
 
López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...
López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...
López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...frank0071
 
Procedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdf
Procedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdfProcedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdf
Procedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdfCarlaLSarita1
 
ESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIA
ESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIAESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIA
ESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIAjuliocesartolucarami
 
Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...frank0071
 
PIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismo
PIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismoPIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismo
PIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismoArturoDavilaObando
 
Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.
Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.
Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.Ralvila5
 
Pielonefritis en imagenologia clinica.pptx
Pielonefritis en imagenologia clinica.pptxPielonefritis en imagenologia clinica.pptx
Pielonefritis en imagenologia clinica.pptxLuisGuzmnHernndez1
 

Último (20)

SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5 SEMANA 7 CYT I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdf
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5  SEMANA 7 CYT  I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdfSESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5  SEMANA 7 CYT  I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdf
SESIÓN DE APRENDIZAJE N° 5 SEMANA 7 CYT I BIMESTRE ESTUDIANTES.pdf
 
Exploracion de la boca Propedéutica de la Clínica
Exploracion de la boca Propedéutica de la ClínicaExploracion de la boca Propedéutica de la Clínica
Exploracion de la boca Propedéutica de la Clínica
 
Módulo de oftalmología en cirugia general.pptx
Módulo de oftalmología en cirugia general.pptxMódulo de oftalmología en cirugia general.pptx
Módulo de oftalmología en cirugia general.pptx
 
DIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptx
DIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptxDIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptx
DIAPOSITIVASDEPRIMERACATEGORIAIIPARTE (1).pptx
 
HISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPION
HISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPIONHISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPION
HISTORIA NATURAL DE LA ENFEREMEDAD: SARAMPION
 
Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptx
Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptxCentro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptx
Centro de masa, centro de gravedad y equilibrio.pptx
 
Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...
Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...
Van Young, Eric. - La otra rebelión. La lucha por la independencia de México,...
 
Tortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdf
Tortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdfTortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdf
Tortosa et al. 2º Simposio Internacional Composta.pdf
 
Informe Aemet Tornados Sabado Santo Marchena Paradas
Informe Aemet Tornados Sabado Santo Marchena ParadasInforme Aemet Tornados Sabado Santo Marchena Paradas
Informe Aemet Tornados Sabado Santo Marchena Paradas
 
Tractos ascendentes y descendentes de la médula
Tractos ascendentes y descendentes de la médulaTractos ascendentes y descendentes de la médula
Tractos ascendentes y descendentes de la médula
 
SEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdf
SEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdfSEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdf
SEMIOLOGIA RESPIRATORIA, CLINICA BASICA .pdf
 
Mata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdf
Mata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdfMata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdf
Mata, S. - Kriegsmarine. La flota de Hitler [2017].pdf
 
Sucesión de hongos en estiércol de vaca experimento
Sucesión de hongos en estiércol de vaca experimentoSucesión de hongos en estiércol de vaca experimento
Sucesión de hongos en estiércol de vaca experimento
 
López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...
López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...
López, L. - Destierro y memoria. Trayectorias de familias judías piemontesas ...
 
Procedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdf
Procedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdfProcedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdf
Procedimiento e interpretación de los coprocultivos.pdf
 
ESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIA
ESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIAESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIA
ESQUELETO HUMANO ARTICULADO PARA PRIMARIA
 
Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
 
PIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismo
PIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismoPIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismo
PIZARRO-parte4.pdf apuntes de física 3, electricidad y magnetismo
 
Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.
Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.
Carbohidratos, lipidos, acidos nucleicos, y principios del metabolismo.
 
Pielonefritis en imagenologia clinica.pptx
Pielonefritis en imagenologia clinica.pptxPielonefritis en imagenologia clinica.pptx
Pielonefritis en imagenologia clinica.pptx
 

Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio

  • 1. . Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio Antonio Brunet Merino
  • 2. Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio. Autor: Antonio Brunet Merino Período Agroalfarero Temprano A partir de 300 años a.C., en Chile Central se puede identificar con claridad la presencia de grupos humanos horticultores y alfareros, los que han sido asignados por los arqueólogos al período Agroalfarero Temprano. En la costa, entre los años 200 a.C. y 100 d.C., los arqueólogos han encontrado los restos dejados por pequeñas comunidades agroalfareras. Es posible que sean descendientes directas de los cazadores del Arcaico, pero ya cuentan con cerámicas muy sencillas y, sólo hipotéticamente, con cultivos. Es el caso de sitios como el excavado en los terrenos de la ENAP en Concón, y en los valles del interior, tales como en el sitio Radio Estación Naval de la Quinta Normal, en Santiago (Rivas Hurtado, 2003, passim) Entre 250 a.C. y 600 d.C., se distingue otro grupo que los arqueólogos han llamado Cultura Bato. Sus restos se han encontrado especialmente en lugares como Papudo, Ritoque y San Antonio. Se trata de pequeñas unidades familiares, cuyo modo de vida, si no fuera por la presencia de la tecnología alfarera y de muy escasos cultivos, no se diferenciaba mucho de las antiguas poblaciones del período Arcaico. Usualmente, este grupo enterraba a sus muertos en forma aislada, bajo el piso de sus habitaciones. Su único ajuar mortuorio son los tembetás, un adorno que insertaban entre el labio inferior y el mentón (Rivas Hurtado, 2003, passim) En la costa tiene su centro también el grupo de la Cultura Llolleo, sin duda una de las sociedades mejor conocidas de este período. Esta es levemente más tardía que las anteriores, con fechas que se extienden entre los años 150 y 900 d.C. Este grupo se caracteriza por detentar una mayor densidad poblacional y por sitios habitacionales de mayores dimensiones. Sus restos se han encontrado en lugares como Las Cruces y Algarrobo (Rivas Hurtado, 2003, passim). Período Agroalfarero Intermedio Tardío Hacia el año 900 d.C., cuando los grupos Llolleo y de otras tradiciones del período Agroalfarero Temprano todavía dominaban el norte del territorio de Chile Central, es posible verificar la presencia de un nuevo grupo. Los arqueólogos lo denominan Cultura Aconcagua (siglos X al XV d.C.) y lo asignan al período Agroalfarero Intermedio Tardío. Es probable que al principio compartiera el
  • 3. territorio con algunos pequeños grupos de horticultores, los que se mantuvieron en sitios que presentan fechas finales posteriores al año 900 d.C. Ejemplos de éstos se han estudiado en el Río Colorado del Cajón del Maipo y en el extenso asentamiento encontrado en los terrenos del diario El Mercurio, junto al Río Mapocho (Rivas Hurtado, 2003, passim) El origen de la población Aconcagua no es todavía suficientemente claro, existen cuatro hipotesis:  Una de las hipótesis propone que no descendería de los grupos del período Agroalfarero Temprano, y muchos de sus elementos más característicos parecerían ser antagónicos con el modo de vida reinante en la región en tiempos anteriores (Rivas Hurtado, 2003, passim).  Mientras algunos estudiosos sostienen la ocurrencia de un movimiento migratorio masivo a la región, desde el Noroeste Argentino o desde el Altiplano Boliviano, otros no descartan la posibilidad de un cambio revolucionario dentro de la misma sociedad, que se opuso a la antigua forma de vida influenciada por nuevas ideas y tecnologías provenientes desde el Norte (Rivas Hurtado, 2003, passim).  De hecho su forma de organización y administración es similar a la Inca. Así, todo indica que estamos frente a un gran cambio en la prehistoria de esta área (Rivas Hurtado, 2003, passim).  Este cambio podría dar cuenta de ciertos lazos con culturas del Noroeste Argentino y del Altiplano de Bolivia, y se basan, principalmente, en elementos de la decoración de las vasijas de cerámica y en determinados aspectos de la organización social imperante en la Cultura Aconcagua (Rivas Hurtado, 2003, passim). La decoración de la alfarería permite suponer que dentro de la sociedad Aconcagua existían al menos dos amplios grupos, uno asentado en la cuenca del Río Aconcagua y el otro localizado en las cuencas de los Ríos Mapocho y Maipo. Si bien ambos se reconocían como pertenecientes a la misma cultura, por razones que aún se desconocen hicieron un esfuerzo por diferenciarse, utilizando para ello la fuerza simbólica de la forma y distribución de los dibujos geométricos aplicados en la cerámica. Este tipo de organización social dual recuerda a aquella imperante en las sociedades andinas del Perú, Bolivia y el norte de Chile a la llegada de los españoles (Rivas Hurtado, 2003, passim). Se caracterizaba esta organización por la existencia de una división de la sociedad en dos mitades complementarias, cada una con sus propios jefes, los que eran simbólicamente considerados como hermanos.
  • 4. Estudios que abordan el análisis tipológico y estadístico de muestras cerámicas de los más destacados sitios adscritos a la Cultura Aconcagua postulan que “las colecciones se caracterizan por una referencia a los parámetros fundamentales de la organización dual” (Durán, Massone, Massone, 1991. pp. 85, 86). El trabajo de Durán y Massone caracteriza a la Región de la Zona Central Chilena entre los Ríos “Maipo y Mapocho” como el “centro gravitacional de la organización territorial de la Cultura Aconcagua”, donde existirían organizaciones sectoriales de carácter tripartitas diferenciadas en esencia por la existencia de distintos elementos descriptores decorativos en la cerámica (Hidalgo et al., 1981). Se observa además diferenciaciones regionales que podríamos caracterizar como emblemáticas en la cerámica con el motivo “trinacrio”, en que existe una oposición entre las cuencas de los Ríos “Maipo y Mapocho” con la del Río Aconcagua, discriminada básicamente por la orientación de las aspas del “trinacrio” (orientado preferentemente hacia la izquierda y combinada (es decir, izquierda-derecha) para el valle de los Ríos “Maipo y Mapocho” y mayoritariamente hacia la derecha en el valle del Río Aconcagua). (Durán et. al., 1991; Sánchez et. al., 1995). Del mismo modo, este principio organizativo se presenta en la disposición de los entierros de los cementerios al poder discriminar dos parcialidades diferenciadas por el número de ofrendas, además de la diferencia de orientación del trinacrio según sexos y edad (Sánchez, 1995, p. 49; Thomas el al., 1994). En todo lo anterior encontramos un correlato histórico en la postulación de la existencia de una organización sociopolítica dual para estas poblaciones, lo que viene a confirmar el esquema político dual propuesto por Jorge Hidalgo, para Chile Central, comprendiendo los valles de los Ríos Aconcagua y Mapocho (Hidalgo, 1972, 1972-73, 1982, 1989).
  • 5. Figura N° 1: Botella perteneciente a la Cultura Aconcagua. Alto: 28 centímetros. Colección Museo Nacional de Historia Natural. Posee decoración con el motivo del “trinacrio” (Gómez, et al., 2012). En las descripciones anteriores, los investigadores coinciden que la cerámica local nos muestra dos momentos de contactos con comunidades del Norte Chico (Chile Semiárido) que influyen en aportes estilísticos y formas cerámicas identificadas como Diaguita fase II y Diaguita fase III (Véase. Vid. Figura Nº2) Figura N° 2: Estilo Diaguita — Inca o tipo III. Caracterizado por el reticulado del gollete. Fragmento de vasija del sitio arqueológico Cerro La Cruz, Valle del Río Aconcagua. Zona Central de Chile (Gómez, 1999). Los elementos decorativos nuevos van consolidándose en un estilo reconocido como “trícromo engobado”, ubicado en zonas de carácter transicional desde la Provincia de Petorca hasta la Provincia de Cachapoal, incluyendo aquí el valle del Río Cachapoal que cruza esta última Provincia de oeste a este (Massone, 1978, p. 43). A lo anterior podemos agregar que estos elementos de la influencia del Norte Chico tienden a aparecer mezclados con tipos y formas Incas, siendo identificados como Diaguita-Inca (Stehberg, 1981. p. 58), a modo de un estilo cada vez más individualizado que pasa a constituirse en una reformulación de las formas tradicionales hacia una nueva caracterización de estilos decorativos sincréticos que nos habla de un contexto cultural diferente: el de la permanencia y consolidación cultural e ideológica de la presencia del Imperio Inca, también llamado Tawantinsuyu (Figura N°2).
  • 6. La diversidad de elementos decorativos en cerámica Diaguita-Inca en desmedro del elemento emblemático más distintivo de la Cultura Aconcagua en sitios adscritos a ella (Tipo cerámico negro sobre salmón con el motivo del “trinacrio”), hacen diagnosticar un proceso de importantes cambios culturales producto posiblemente de su complejización social-estructural y de todas esas formulas sociales sobre las cuales se sustentaría el desarrollo de la diversificación económica de la Cultura Aconcagua hacia su máxima expresión (Gómez, et al., 2012). De este modo, las influencias estilísticas y morfológicas de la cerámica de la Zona de Chile Central —diversas a las expresiones de la Cultura Aconcagua— fueron mediatizadas por grupos diaguitas, al mismo tiempo en que los vínculos con los grupos huárpidos del área cuyana en la Argentina actual dinamizaban sus contactos con la vertiente occidental andina, particularmente con las cuencas de los Ríos Mapocho, Maipo y Cachapoal. De esta manera llegaron a la cuenca de los Ríos “Maipo y Mapocho” grupos humanos que dejaron su impronta en restos cerámicos de adscripción diaguita; los primeros aportando al cambio de la cerámica Aconcagua monócroma y negro sobre salmón hacia el polícromo y formas estilísticas Inca-Diaguita, y los segundos gatillando una reformulación de Estilos Decorativos Huarpes trasandinos (argentinos) que toman formas y elementos decorativos Incas y Aconcagua-Inca (Gómez, et al., 2012). El interés en el área de la Cuenca de Santiago de parte del Tawantinsuyu, se expresa en los dieciocho cementerios, seis fortalezas, dos tambos y dos puentes, cuatro adoratorios, dos poblados y tres acequias registradas arqueológica y/o documentalmente (Gómez, et al., 2012). A las comunidades Inca—Diaguita— locales, asentadas en Colina, Quilicura, La Reina, Macul, Quinta Normal, Marcoleta, El Asiento de Maipo, Pirque, Tango, Angostura de Paine y Chena, se agrega las evidenciadas en la Plaza de Armas y en la Plaza Santa Teresa (Iglesia Santa Ana), ambas en Santiago de Chile (Gómez et al., 2012, p.146). Ellas apuntan a que la Cuenca de Santiago recibió abundante poblamiento de contingentes de trabajos orientados hacia la producción, la recolección y el trabajo minero- metalúrgico en calidad de “mitmakunas” Diaguitas o Huarpe, junto con las Poblaciones Locales Aconcagua bajo la administración de las autoridades incaicas y locales (Ibid, p.146). La Zona Central de Chile se configura entonces como un conjunto de espacios ecológicos que, comparados con la Escala Andina, son muy acotados, sobre los cuales se efectúa —por parte de la “Representación Incaica”— una labor de construcción de infraestructura que requirió un esfuerzo concertado de contingentes de trabajos orientados hacia estas labores en calidad de “mitmakunas” diaguitas o en su defecto huarpe y/o el esfuerzo comunitario de
  • 7. poblaciones locales de adscripción Aconcagua bajo la administración de las autoridades locales (Ibid, p.147) Aparentemente No Habría una Separación entre (1) Grupos de influencia Inca, (2) comprendiendo aquí los grupos diaguitas, (3) y los grupos locales, ya que elementos diagnósticos de las tres expresiones culturales nos muestran su coexistencia y la mantención de los estilos cerámicos propios de la Cultura Aconcagua, en la perspectiva de que la “cerámica que juega un papel de Legitimización de la Cultura Dominante por medio de la Estandarización de Componentes Simbólicos de los diseños” (González, 1995, p.232) y formas, corres- ponderían a los Inca — Diaguita (Gómez et al., 2012, p.147) Así la Manufactura de Estilos y Formas cerámicas corresponden a una Interpretación Local de aquella Situación Sociopolítica que denota una Relación de Poder a la que los artesanos son particularmente sensibles por sus vínculos entre su labor y la identidad étnica o ideológica del grupo social. Los elementos de Estandarización Inca juegan un papel de Identificación de Cierta Cohesión social o política o ideológica, o algún tipo de autoreferente, que “reiteran a la dualidad y la cuatripartición como principio subyacente a la organización de las culturas andinas en el tiempo del Imperio Inca” (González, 1995, p. 233; Burgos, 2002). Presencia del Tahuantinsuyu en Chile Central Hacia el 800/900 d.C. y hasta la llegada de la Cultura Inca se desarrolló la Cultura Aconcagua, que le dio cierta homogeneidad cultural a los territorios situados entre los Ríos Aconcagua (Región de Valparaíso) y Cachapoal, (Río ubicado al sur de las pequeñas ciudades de Angostura de Paine, y de San Francisco de Mostazal, esta última en la Región de O’Higgins) (Rivas Hurtado, 2003, passim) Entre otras características culturales se pueden mencionar los cementerios de túmulos (sobre los cuerpos enterrados construían monolitos de piedras), su alfarería denominada “Aconcagua Salmón” con el conocido motivo del “trinacrio” (figuras geométricas de color negro sobre un fondo de color anaranjado o salmón) y su economía agrícola.
  • 8. Chile Central: Mapa de las Tres Provincias que forman la Región de O’Higgins, al Sur de Santiago. Se observa en el Mapa el curso o recorrido del Río Cachapoal. Pequeñas ciudades de Angostura de Paine y San Francisco de Mostazal. Al Sur de ellas se observa la Ciudad de Rancagua y el curso o recorrido del Río Cachapoal. Región de O’higgins en Chile Central.
  • 9. Ubicación de los principales sitios arqueológicos de la Cultura Aconcagua. (siglos X-XV d.C.). Zona Central de Chile. (Sánchez y Massone, 1995, p. 12.)
  • 10. Cementerio de túmulos de la Cultura Aconcagua, Bellavista, San Felipe (Sánchez y Massone, 1995, p. 17.) Motivo del trinacrio en la alfarería designada como “Aconcagua Salmón”. Cultura Aconcagua. Chile Central (siglos X-XV d.C.), (Sanchez y Massone, 1995, p. 14.)
  • 11. A pesar de su escasez, se ha registrado cerámica característica de la Cultura Aconcagua en asentamientos Inca o en sus cercanías, cuya datación es de circa 1400 d. C., que corresponde a los inicios de la presencia del Tawantinsuyu en el área. La interpretación de las dataciones del Tawantinsuyu, en el valle de Aconcagua, es coincidente con la de otros investigadores del fenómeno Inca en el Kollasuyu, en el sentido de que la presencia del Tawantinsuyu debe retrotraerse respecto a las fechas tradicionalmente aceptadas. Se ha planteado que una fecha circa 1400 d. C., para el inicio de la presencia Inca en Chile Central, es coherente e incluso conservadora (Sánchez, R. et al., 2004) Los Incas en Chile Central: Período Agroalfarero Tardío La aparente autonomía del desarrollo cultural de la región de Chile Central tendría en el siglo XV un cambio rotundo, a partir de la incorporación de este territorio y su gente al Imperio Inca o Tawantinsuyu, inaugurándose lo que los arqueólogos denominan Período Agroalfarero Tardío. Como en muchas otras partes de los Andes, este proceso ocurrió de manera bastante rápida y violenta, significando para las poblaciones Aconcagua la pérdida de su independencia política, así como una serie de cambios en su modo de vida. De acuerdo a las crónicas escritas por los españoles, la conquista de estos valles —incluidos lo que los Incas denominaron el Kollasuyu— se habría verificado aproximadamente entre 1470 y 1493 d.C., durante el mandato en el Cuzco del monarca Topa Inca Yupanqui. De acuerdo a algunas fuentes, los incas llegaron en su avance hacia el sur hasta las riberas del Río Maule, lugar donde su ejército habría sido frenado por las poblaciones que habitaban más al sur. Sin embargo, las evidencias arqueológicas de este proceso expansivo no son del todo coincidentes con los relatos de los cronistas. Existe una serie de indicios que señalarían que los Incas arribaron a Chile Central unos 50 a 80 años antes de lo que indican las fuentes escritas. Por otra parte, los lugares efectivamente ocupados por representantes del Tawantinsuyu sólo se extienden por el sur hasta el Cerro Grande de La Compañía, ubicado tan sólo unos kilómetros al norte de la ciudad de Rancagua. Se desconoce aún cuáles fueron las razones que tuvo el Tawantinsuyu para expandir sus fronteras hasta estas regiones, localizadas a casi 3 mil kilómetros de su capital. Entre las hipótesis que se han manejado se incluyen:
  • 12. 1.- la necesidad constante de incrementar los recursos económicos para un imperio que tenía como principal política económica la distribución de los recursos; 2.- los intereses de cada nuevo gobernante inca, quien estaba obligado a forjar su propia riqueza; 3.- y la atracción de los recursos mineros de estos territorios (Véase. Vid. Nota 1) Nota 1 Se habría planteado que la “estructura laboral en las comunidades locales habrían generado el interés del Imperio para ser dedicados a los lavaderos” de oro, o sea, se afirmaba la orientación de los grupos locales anexados por el Inca hacia la actividad minera (Silva, 1977 p. 219). Lavaderos como el de Estero Marga Marga habrían sido trabajados por mitimaes procedentes del Norte Semiárido (Silva, 1977 p. 228), de modo que ni los objetos de este material como las técnicas mineras-metalúrgicas fueron desconocidos por los grupos locales, hacia la llegada a la Zona Central Chilena de los Incas. La vinculación Cuzco-Zona Central de Chile se daría mediante la existencia de funcionarios reales encargados de la obtención de metales y piedras semipreciosas como tributo real, la fijación y solicitud de tales tributos, y la retribución de la prestación de servicios. De acuerdo a lo anterior, es posible problematizar los aspectos en que se encuentra la dicotomía entre los esfuerzos personales del Inca y los esfuerzos Imperiales por parte del Estado. El etnohistoriador Osvaldo Silva (Silva, 1977 p. 232), sostuvo que la presencia cuzqueña en esta región constituye “enclaves personales del monarca” (Silva, 1982 p. 330), generados con el propósito de obtener recursos materiales y humanos orientados exclusivamente a la “necesidad de la autoridad Inca de hacerse su hacienda” (Silva, 1982 p. 328). Sean cual fueren las razones que trajeron hasta aquí al Tawantisuyu, una de las principales huellas de esta ocupación fue la construcción de obras viales y arquitectónicas que hasta ese momento eran completamente desconocidas en estas tierras. Especial mención merece el Camino del Inca (Hyslop, 1984; 1992), red vial que saliendo desde el Cuzco recorría todas las tierras bajo el mando del Inca reinante. Esta red permitía administrar en forma eficiente uno de los Imperios más extensos del mundo, ya que por él viajaban rápidamente las noticias, se desplazaban los ejércitos y servía para el movimiento expedito de los recursos económicos. Este camino contaba con una serie de tambos o posadas, cuya función era prestar asistencia a los mensajeros y caravanas que circulaban entre los diversos puntos del Imperio.
  • 13. Los arqueólogos han encontrado fragmentos de dicho camino principalmente en la cordillera andina al norte del Río Mapocho. Las crónicas españolas hablan de que el Camino del Inca llegaba, al menos, hasta la actual ciudad de Santiago, entrando desde el norte por la actual calle Independencia (Rivera y Hyslop, 1984, pp. 114-115, 116-117). Se han localizado también algunos de los tambos. Generalmente, éstos consisten en una serie de recintos rectangulares con muros de piedra y accesos abiertos hacia un pequeño espacio central. Aparte de esta red vial, el dominio de los conquistadores cuzqueños se afianzaba merced a una serie de construcciones defensivas o Pukarás, emplazados en las cimas de las colinas, desde donde era posible ver y controlar un amplio espacio. Los Pukarás presentan muros defensivos que rodean un reducto localizado en la cumbre, donde, presumiblemente, habitaban guerreros y otros funcionarios que tenían por misión garantizar el dominio de los Incas. Los mejor conservados de Chile Central se localizan en el Cerro Chena, cerca de San Bernardo, y en el ya mencionado Cerro Grande de La Compañía. Los Incas, sin embargo, no sólo trajeron a su ejército y a sus funcionarios a esta nueva tierra. Trajeron también a sus sacerdotes y con ellos, una serie de ritos y ceremonias que eran parte importante de la religión estatal. La evidencia más clara de este aspecto, está reflejada en los santuarios que fueron erigidos en algunas de las cumbres más elevadas de la cordillera andina. Entre otros ritos, en ellos se realizaron ofrendas de personas en honor a Inti, el dios Sol (que fueron denominadas por el Tawantinsuyu, Capac cocha, Capac hucha o Qhapaq hucha. Vid. (https://es.wikipedia.org/wiki/Capac_cocha). En la cumbre del cerro El Plomo, frente a Santiago, fue encontrado el cuerpo de un niño que, después de haber sido embriagado con el alcohol de la chicha se adormecía lentamente en su calidad de ofrenda elegida. Los Incas elegían niños porque eran símbolos de pureza ante los dioses. De este modo, fue sepultado vivo junto con una serie de otras ofrendas dentro de una cámara construida en el piso de una plataforma. El niño de El Plomo sencillamente se quedó dormido y murió congelado, e igual ceremonia se practicó cerca de la cumbre del cerro Aconcagua, la máxima elevación de la Cordillera de los Andes (Rivas Hurtado, 2003, passim). El Tawantinsuyu trajo también a estas tierras una serie de cambios en materias económicas. La utilización de camélidos domésticos, especialmente la llama, como animales de lana, carne y carga, fue tal vez una de las innovaciones más significativas, ya que todas las evidencias disponibles en la actualidad indican que, con anterioridad al arribo de los Incas, sólo existía la captura y amansamiento de guanacos silvestres. Asimismo, la agricultura experimenta un importante impulso con la llegada de técnicas mucho más sofisticadas, tales como mejores sistemas de riego e incluso nuevos cultivos (Rivas Hurtado, 2003, passim).
  • 14. El impacto de la dominación Inca sobre la población local de raigambre Aconcagua, se dejó sentir en distintos ámbitos de su vida. En primer lugar, tuvieron que interactuar directamente con una nueva población, la que si bien puede no haber sido muy numerosa, se encontraba en una situación ventajosa, constituyéndose en fuente de nuevas ideas y costumbres. La alfarería, que anteriormente había constituido un importante medio de expresión de la identidad de la sociedad Aconcagua, incorporó una serie de rasgos propios de las culturas Inca y Diaguita, proceso que supone la aceptación por parte de la población local de elementos foráneos (Rivas Hurtado, 2003, passim). A juzgar por la rapidez con que ocurrió, este proceso debió ser forzado por la dominación ejercida por el Estado Incaico. Por lo demás, las poblaciones locales debieron pagar impuestos al Tawantinsuyu, en la forma de bienes, especialmente minerales, y por medio de la destinación de mano de obra para las empresas emprendidas por los cuzqueños. La presencia de este Estado expansivo provocó la aparición de estructuras sociales y políticas completamente nuevas. Se instauraron autoridades que ostentaban un poder sobre la sociedad nunca antes conocido, representadas tanto por los administradores de los intereses incas en la región, como por personajes locales que, si bien existían previamente, ahora adquirieron un mayor protagonismo. A la vez, estas diferencias socio-políticas debieron conllevar distinciones económicas y de jerarquía entre los individuos y entre distintos segmentos de la sociedad. Etnohistoria: los Incas en Chile central El largo y ceniciento cauce a través del cual el Río Maipo desciende y se funde al mar, configuraba hacia la época final de la dominación cuzqueña en Chile, la frontera austral del Tawantinsuyu. Las indagaciones etnohistóricas ratifican al Río Maipo como línea fronteriza efectiva entre Incas y "aucas" chilenos. Las excavaciones que se han llevado a cabo en la fortaleza del Cerro La Compañía, cercano al Río Cachapoal, replantean el problema relativo al punto máximo que alcanzó la expansión meridional del Tawantinsuyu. Sin embargo, de ninguna manera cuestionan de modo definitivo la posición de la frontera tardía del Imperio. (Téllez, 2001, passim). En Chile Central, después de la muerte del soberano inca Huayna Capac, la expansión meridional del Tahuantinsuyu debió estancarse. Las querellas posteriores trocaron ese marasmo en deterioro. Parece pues indudable que en el reinado de Huáscar la frontera austral se marchita y fenece. Antes que alcanzara ese punto, la geografía política de Chile Central supeditada al incanato mostraba Tres Focos de Implantación. Cada uno aparecía dotado de rango y funcionalidad política diversas. La Primera de Aquellas Jurisdicciones se situaba en el Valle de
  • 15. Chile (Valle del Río Aconcagua); éste sirvió de sede al núcleo dirigente encabezado por Quilicanta o Quilacanta, el más alto personero cuzqueño residente en el centro del país. Ese dato acentúa la primada que Aconcagua tenía en la distribución regional de poder. La Segunda Demarcación, localizada en el Río Mapocho y su entorno, en un primer momento careció de un rango político equiparable al del Río Aconcagua. Después de 1536 sirvió de asiento a la cúpula del incanato que se trasladó a su perímetro. Pronto se erigió en contrapeso de las autoridades locales de Aconcagua, por entonces alzadas contra aquellas que representaban al Tawantinsuyu. Antes de este conflictivo episodio, el Río Mapocho y sus términos parece haber constituido un activo centro de mitmaj, “mitmakuna” o mitimaes (que eran grupos de familias confiables y fieles al Imperio inca, trasladadas por este hacia las zonas de población conquistada) y funcionarios estatales (Téllez, 2001, passim). La Tercera y Última Faja, comenzaba al Sur del Radio del Río Mapocho, extendiéndose hasta la Ribera Meridional del Río Maipo. A lo largo y en las inmediaciones de ese cauce se eslabonaban algunos emplazamientos defensivos, poblados y núcleos mineros (actual San José de Maipo) de frontera. Esta franja constituía el área de seguridad en el borde ulterior del Collasuyo. Marcaba el paréntesis de separación entre el Chile incanizado y el transpaís alzado contra el imperio (Téllez, 2001, passim). Sin duda, la empresa del conquistador español Francisco Pizarro estimuló en las provincias periféricas del imperio tendencias separatistas. Chile y otras regiones del Collasuyo no fueron excepción en ello. En Chile Central una hostilidad creciente comienza a ganar a los nativos frente a los peruanos afincados en el suelo ancestral. No en vano el gobernador Quilicanta, sus mitimaes y "gentes de presidio" (Téllez, 2001, passim), entre las que se encontraban tropas o “gentes de guarnición” residiendo en las fortificaciones, llamadas también “presidios” (De Ramón, 2000, p.14, Nota 2), se ven obligados a desalojar el valle del Río Aconcagua, después de 1536. A ello lo fuerzan el hostigamiento de los habitantes locales de las que han sido posteriormente denominadas habitual y frecuentemente como poblaciones de etnia Picunche acaudilladas por Michimalonco, antiguo curaca del valle. Es evidente aquí un sordo resentimiento étnico dirigido hacia los resabios de una dominación que otrora fue resistida en Aconcagua. Se trata de una abierta insubordinación contra la autoridad tradicional del Inca, encarnada en sus personeros. Esta vez en la misma retaguardia de las avanzadas peruanas encargadas de una labor de gendarmería en la explosiva frontera meridional del Tawantinsuyu (Téllez, 2001, passim).
  • 16. Nota 2 En primer lugar, destacamos que los Incas nombraron un gobernador en Aconcagua llamado Quilacanta o Quilicanta, el cual habría tenido a su cargo “gente de guarnición” y colocaron otro en la cuenca de Santiago llamado Vitacura, a cargo de “gente de presidio”. El primero habría tenido como función representar a la autoridad imperial, mientras que el segundo debía estar a cargo de la administración de los mitimaes. Ambos serían cuzqueños y la traída de mitimaes significaría la acción colonizadora más importante ejercida por los conquistadores incas en la cuenca de Santiago (De Ramón, 2000, p.14). La merma del potencial militar Incaico es visible. Se nota en la imposibilidad de Ouilicanta y sus huestes para sostenerse en el Valle de Chile (Valle del Río Aconcagua). Son compelidos a replegarse al Río Mapocho. Sin embargo, allí el porvenir de la colonia se mostraba incierto. El cronista español Vivar cuenta cómo al arribo de Valdivia se libraba una guerra "muy trabada" entre los jerarcas de Aconcagua y Mapocho. Mientras sucedía esto, las estructuras defensivas de la línea del Río Maipo se habían disipado. El pueblo Inca y el puente cercanos a la actual pequeña ciudad de Angostura de Paine (ubicada en el límite entre la Región Metropolitana de Santiago y la Región de O'Higgins, y no lejos de la pequeña ciudad de San Francisco de Mostazal), se encontraban devastados. Las fuerzas cuzqueñas y sus aliados locales se hallaban aglutinados en el valle del Río Mapocho, defendiéndose del ataque de los aconcagüinos. En suma, habían perdido el magnífico Valle de Chile y el tradicional cordón defensivo que los protegía de los insumisos del sur. Como probaron en la misma época, los ejércitos de la etnia que ha sido caracterizada etnohistóricamente como Promaucae establecidos al sur del Río Maipo, estaban en posición de trasponer este Río e ingresar en el mismo radio del Río Mapocho (Téllez, 2001, passim). Los efectivos de Quilicanta constituían, por tanto, el último anillo incásico subsistente en Chile Central. Contrariamente a lo afirmado en orden a que la zona al sur de Angostura de Paine se encontraba en proceso de conquista por el Imperio Inca, el movimiento de fuerzas sigue una dirección inversa. Eran los "aucas" de la orilla austral del Río Maipo, de consuno o por separado de Aconcagua, quienes estaban en posición de asediar los últimos reductos Incas del Río Mapocho, e incluso, de ponerlos en riesgo. Acaso por ello es que Ouilicanta se animó a pactar alianza con Valdivia en los comienzos. Si más tarde se volvió contra éste, fue porque las condiciones objetivas se habían tornado propicias a un entendimiento político con aconcaguas y promaucaes. A unos y otros les
  • 17. interesaba ahora degollar a los españoles más que a los peruanos. Todo el conjunto étnico comarcano se inclinaba a formar liga contra los blancos y extirparlos de raíz. Quilicanta vislumbró aquí la posibilidad de hacer saltar el yugo hispano y restablecer el equilibrio político local, ingresando en la coalición. En una palabra: traicionar a Valdivia. Se jugó en ello el doble o nada. Obtuvo únicamente lo último. La espada de Inés Suárez, como sabemos, lo arrancó de esta vida durante el masivo ataque de los americanos a Santiago, en 1541. —donde se produce una convergencia en este ataque, entre aquellos americanos presuntamente conceptualizados posteriormente como aborígenes Picunches, en conjunción a través de una muy firme alianza con los contingentes del ejército Imperial Incaico o del Tawantinsuyu establecidos en el Radio del Río Mapocho— Con la extinción de Quilicanta abandonó la escena el último gran caudillo cuzqueño en la extremidad sur del Collasuyo, si excluimos a Vitacura (Téllez, 2001, passim). Antes que la muerte lo tomara, Quilicanta poseía todavía un contingente respetable a su vera. Conservaba, además, parte del prestigio que su linaje de noble cuzqueño le acordaba. Tanto es así que contaba con la nada despreciable lealtad de 11 relevantes caciques del Valle del Río Mapocho y sus parcialidades respectivas. Disponía asimismo de fuerza armada propia. Parte de ella —unos 400 hombres escogidos— fue ofrecida por el noble cuzqueño al curaca Michimalonco, una vez que se determinó a confabularse contra Valdivia. Pero el fasto y el poder de ayer habían pasado de este mundo. Descubierto y prisionero ni su condición nobiliaria ni su capacidad negociadora pudieron evitar que se le decapitara (Téllez, 2001, passim). Mapocho incaico Se ha postulado recientemente por la arqueología chilena la existencia de solo un posible Centro Administrativo Inca de Importancia Alta llamado Mapocho Incaico bajo el Casco Antiguo Central de la actual capital chilena. Se plantea que la ciudad de Santiago de Chile fue fundada por el conquistador español Pedro de Valdivia sobre lo que podría ser únicamente un centro administrativo y religioso Inca, donde la actual Plaza de Armas y la actual Catedral Metropolitana de la ciudad, ocupan el lugar de la antigua kancha y ushnu respectivamente. El Ushnu es una construcción o plataforma en forma de pirámide que usaba el Inca o el representante del Inca para presidir las ceremonias más importantes del Tawantinsuyu. Algunas estructuras arquitectónicas de ushnus son de base ortogonal con plataformas superpuestas (como pirámides truncadas). El Ushnu es una pieza fundamental de la arquitectura ceremonial y administrativa Inca, así como una herramienta política, religiosa y social de gran importancia. El Ushnu era
  • 18. también un importante punto de encuentro entre los dirigentes Incas y las poblaciones de los nuevos territorios conquistados; en él se llevaban a cabo los ritos y las observaciones astronómicas que servían para consolidar el poder de la administración Inca. Se ha comprobado la posición de ciertos Ushnus incas en relación directa con distintas posiciones del sol y las estrellas. De este modo, estos altares eran un punto sagrado donde el Inca podía ejercer su posición como intermediario entre los tres mundos: Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha, es decir, el mundo de arriba representado por los dioses y los astros, el mundo de los hombres, del aquí donde se oficia el vínculo ceremonial, y el mundo del subsuelo, mundo de los muertos y también de todo aquello que se encontraba bajo la superficie terrestre, al que los hombres acceden a través de las ofrendas que se filtran en la tierra (Zuidema, 1989, passim) Ushnu de Sacsayhuaman, Perú, plataforma construida de piedra, baja por estar rodeada de terrazas que facilitaban la visibilidad de los espectadores. (https://renzopolo.lamula.pe/2010/12/30/que-son-los-ushnu/historiactual/)
  • 19. Ushnu de Vilcashuamán, Perú (http://jctellog.tripod.com/id13.html) Estructura general de un ushnu. Vid. Texto — Paccha: objeto ritual andino. (http://latitudsur.org/developpement/es/nos-missions/textes-de-reflexions/texte-paccha- objet-rituel-andin/ — http://www.antoniobrunet.cl/culto-al-agua-y-el-ushnu/) Vid. Texto – Los ushnus y la administración estatal Inca, por Luis Rodolfo Monteverde Sotil https://issuu.com/luis_rodolfo_monteverde_sotil/docs/los_ushnus_en_la_administraci_n_e statal_inca_apach/1 Kancha Inca Cerco rectangular que encierra varias estructuras arquitectónicas Incas — templos, palacios o viviendas— alrededor de un patio. Este tipo de manzana amurallada, encontraría su origen en la tradición arquitectónica del Imperio Chimú (1100-1470 d.C.), una Socio-Cultura Imperial Pre-Inca, ubicada territorialmente en la Costa Norte de Perú.
  • 20. Reconstrucción hipotética de una Kancha Inca (Carazas, 2001) Kallankas Incas Son grandes construcciones rectangulares, de hasta 70 metros de largo. Estas estructuras, mencionadas como galpones en las crónicas de los españoles, presentan por lo general varias puertas, nichos y ventanas, y habrían sido cubiertas con un techo a dos aguas. Se cree que tuvieron múltiples funciones:  Fueron edificios públicos, que servían como hospedaje de mucha gente, administradores o funcionarios.  Vinculadas a actividades ceremoniales. Administración de almacenes.
  • 21. Reconstrucción hipotética de una kallanka Inca (Alcázar y Cardona, 2016) Crónica, Indagaciones e investigaciones en torno a la evidencia arqueológica y etnohistórica obtenida por Rubén Stehberg (arqueólogo) y Gonzalo Sotomayor (historiador) a favor de un “Mapocho Incaico”, es decir, solo un Centro Administrativo de Importancia Alta en la Zona Central de Chile Se retoma una antigua discusión iniciada en los años 1976-1978 respecto a las características que habría tenido la ocupación Tawantinsuyu en el valle del Mapocho, las que varían desde una postura etnohistórica que visualiza el área con serios vacíos estructurales con respecto a la organización introducida, donde se percibe una dominación tenue, incompleta y tardía, hasta una visión más arqueológica que reconoce la presencia en el Mapocho de la mayoría de las instituciones clásicas incaicas y la existencia de un centro administrativo principal. El Boletín número 61 del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago de Chile incluyó interesantes artículos, entre ellos uno escrito por Rubén Stehberg, Jefe del Área de Antropología del Museo y el historiador Gonzalo Sotomayor, llamado “Mapocho incaico”. Ante la magnitud de esta información, Rubén Stehberg relata el proceso de investigación que generó su artículo. Todo tuvo como origen el trabajo de tesis realizado por Stehberg en 1975, sobre asentamientos Incas, específicamente el pucará de Chena. Desde entonces Stehberg perseveró en desentrañar la presencia de los Incas en la zona del Mapocho. Además de esta investigación de tesis, existen otros testimonios históricos que dan cuenta de presencia Inca en la zona del Mapocho, como las primeras actas del Cabildo de Santiago, de 1541. En ellas se hace referencia al “Tambo grande”. Este dato más otros, como las crónicas de Jerónimo de Vivar, dan pie para postular la existencia de lo que podría constituir un centro administrativo Inca bajo el casco antiguo, o sea el centro de la actual capital chilena. Con todo, estas hipótesis nunca se
  • 22. desarrollaron, por lo que por mucho tiempo hubo un vacío de datos concluyentes en este sentido. Gonzalo Sotomayor y Rubén Stehberg asumieron el desafío de investigar todas estas hipótesis insuficientemente desarrolladas, ya sea para probarlas, o bien para refutarlas, lo que es equivalentemente importante. Stehberg se preocupó de la dimensión antropológica y arqueológica del trabajo, mientras que Sotomayor realizó una considerable y valiosa labor de recopilación documental en diversos archivos, sobre todo archivos parroquiales. Estas pesquisas permitieron encontrar una serie de documentos inéditos e información etnohistórica, como mapas y planos. Toda la información recopilada permite concluir que en el Valle del Río Mapocho no sólo hubo asentamientos importantes, sino que también el camino del Inca llegaba hasta la misma Plaza de Armas de Santiago. Estas conclusiones se respaldan en mapas y otros documentos encontrados en el proceso de investigación, que se incluyen en el artículo publicado en el Boletín del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago. Además este trabajo ha sido presentado en otras instancias, como el XIX Congreso Nacional de Arqueología Chilena, realizado en la ciudad de Arica en Octubre de 2012. La presencia Inca y Mapuche en los valles de los Ríos Mapocho y Aconcagua a la llegada de los europeos Los Primeros Capitalinos no fueron los Españoles. Cuando Valdivia llegó a lo que hoy conocemos como Santiago, se encontró con una población indígena cercana a las 25 mil personas. Eran predominantemente Mapuches —tal vez de la denominada con frecuencia etnia Picunche prehispánica—, pero había también tribus traídas por los Incas desde Perú. Esta población se encontraba dividida en dos grandes bandos: Los habitantes del Valle del Río Mapocho, liderados por el gobernador Inca Quilicanta y por Atepudo, que había tenido dominio sobre el pequeño Valle de La Ligua (ambos eran fieles al Imperio Inca), y los habitantes del Valle del Río Aconcagua (originales de la región), que eran dirigidos por los curacas Michimalonco y Tanjalonco, (ambos asimilados e introducidos a la estructura político – militar – y – sagrada de los Incas en su investidura como curacas). Los pobladores del Valle del Río Mapocho concentraron los asentamientos en las riberas de este Río (para poder mantener sus cultivos) y de él sacaron un canal que regó el área de Conchalí, en las faldas del cerro San Cristóbal. Si nos fijamos en el área que con la invasión europea del siglo XVI se convertiría posteriormente en la actual ciudad de Santiago, los americanos precolombinos prehispánicos de
  • 23. la Zona del Centro de Chile, establecieron los poblados de Vitacura, Ñuñoa, Tobalaba, Macul y Apoquindo. Un poco más lejos, estaban Lampa, Aculeo, Calera de Tango, Talagante, Melipilla y Pomaire, por nombrar algunos. Aparentemente, el valle de Estero Marga-Marga debió estar originalmente bajo la jurisdicción de Tanjalonco [“Cabeza Partida” en mapudungun o mapuzugun, la lengua mapuche], que mandaba sobre las tierras del Valle del Aconcagua probablemente desde las puntillas del Romeral y la Calavera hacia el mar. Michimalonco [“Cabeza Antorcha” en la lengua mapuche ancestral, el mapudungun o mapuzugun] era el señor de las tierras situadas aguas arriba de dichas puntillas, siguiendo más o menos la línea que separaba los dos antiguos corregimientos en que los españoles dividieron el valle (Nota 3). Nota 3: Los señores de este valle son dos: el uno Tanjalongo; éste manda de la mitad del valle a la mar; el otro cacique se dice Michimalongo; éste manda y señorea la mitad del valle hasta la sierra. Éste ha sido el más temido señor que en todos los valles se ha hallado. (Vivar, 1996) Tanjalonco y Michimalonco, al decir de Jerónimo de Vivar, el cronista hispano, eran hermanos. Y también serían hermanos de estos, dos Naglonco [“Cabeza Inclinada” en lengua mapuche, el mapudungun o mapuzugun], señor de Maipo —que aparentemente formaba una pequeña parcialidad perteneciente en aquel entonces al valle de Aconcagua— y Painelonco [“Cabeza Azul” en lengua mapuche, el mapudungun o mapuzugun]. El padre de estos habría tenido excelentes relaciones con Quilicanta, gobernador Inca de Quillota. Michimalonco habría nacido hacia 1500, y quizás entre 1514 y 1518 estuvo en la Corte quechua, en el Cuzco, aprendiendo no sólo la lengua quechua, sino que siendo educado en los usos y costumbres quechuas e incluso recibiendo al menos rudimentos de lo que era la organización y funcionamiento del Imperio bajo el reinado de Huayna Cápac. Parece ser que el padre de estos Lonco falleció antes de 1530. Después de la muerte de su padre, Michimalonco habría sido asimilado a la estructura político – militar – y – sagrada de los incas e investido como curaca o jefe local de la parte superior del valle del Río Aconcagua. Michimalonco se hizo con el poder efectivo en el valle, desde la Cordillera de El Melón hasta la serranía de la Cuesta de Chacabuco al menos. Parece ser que el poder efectivo, o al menos la influencia, de Michimalonco se extendió hasta el Valle de Casablanca (Téllez, 2001, passim; Téllez, 1990, pp. 69-86)
  • 24. Retiradas las fuerzas imperiales quechuas de ocupación comandadas por un primo del Inca Huáscar a consecuencias de la guerra civil que enfrentó a Atahualpa y a su hermano Huáscar en una lucha fratricida por el dominio de todo el Tawantinsuyu, se encendió el levantamiento entre la población americana precolombina prehispánica que ha sido habitual y frecuentemente denominada como Picunche del Valle del Río Aconcagua y otras áreas. Sin embargo, quedaron bolsones de presencia Incaica en la forma de tropas en los valles de los Ríos Maipo y Aconcagua, lo que permitió al gobernador Quilicanta mantener el dominio. Se han descubierto las ruinas de numerosos Pukarás en esta región, evidencias de la ocupación quechua, y desde los cuales se podía mantener el dominio de los valles. Tras el arribo del Adelantado español Diego de Almagro, se produjo una situación especialmente delicada, que terminó con el gobernador Quilicanta y su corte y los efectivos guerreros que le permanecieron fieles forzados a abandonar Quillota y a establecerse finalmente en Colina. Desde allí no cejó en su propósito de combatir a los hermanos Lonco, haciéndoles la guerra. Comprendiendo Michimalonco el odio que le tenía, pretendió liquidarlo. Esto determinó un constante estado de guerra que se prolongaría hasta la conquista española del territorio, efectuada por Valdivia (Téllez, 2001, passim; Téllez, 1990, pp. 69-86) Bibliografía Alcázar, R. y Cardona, E. (2016) El Fuerte de Samaipata. Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, Bolivia. El Fuerte de Samaipata, en la República de Bolivia, está situado aproximadamente en la latitud de la ciudad chilena de Arica. En:https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerte_de_Samaipata https://www.google.com/maps/@-19.0502251,-66.910164,8z http://goo.gl/0JLX8g Vista Panorámica en 360º grados del Fuerte de Samaipata, Bolivia https://goo.gl/maps/2ayxJZmPsnq Brunet, A. 1985. Análisis del Material Cerámico Obtenido en el Cementerio de Túmulos de Til Til. Informe General de Práctica Profesional. Universidad de Chile. Departamento de Antropología. Burgos, H. 2002. Cuatripartición del Quito Inca. Espacio Latino.com. Tomado de la Sección Artes del diario La Hora. Publicación autorizada por el autor. Quito, Ecuador http://letras- uruguay.espaciolatino.com/aaa/burgos_guevara_hugo/cuatriparticion_del_qui to_inca.htm
  • 25. Carazas, W. (2001) Vivienda urbana popular de adobe en el Cusco, Perú 50, Asentamientos humanos y medio sociocultural. Ed. UNESCO: Francia. Coros, C., y Coros, V. 1999. El Camino del Inca en la Cordillera de Aconcagua. Revista El Chaski 1(1), pp. 5-80, Los Andes. Coros, C., y Coros, V.2001. El fuerte de Michimalonco y la batalla contra Pedro de Valdivia. Revista El Chaski 3, pp.1-36. Los Andes. De Ramón, A. 2000. Santiago de Chile (1541-1991). Historia de una sociedad urbana. Editorial Sudamericana Chilena, 283 págs. Santiago de Chile. Durán, E. y Planella, MT. 1989. Consolidación agroalfarera: Zona central (900 a 1.470 d.C.). En Culturas de Chile. Prehistoria, editado por J. Hidalgo, V. Schiappacasse, H. Niemeyer, C. Aldunate e I. Solimano, pp. 313-327. Editorial Andrés Bello, Santiago Durán, E., Massone,E. y Massone, M. 1991. La decoración Aconcagua: algunas consideraciones sobre el estilo y significado. Actas del XI Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Tomo I. Págs. 61- 87. Santiago. Chile. Falabella, Fernanda y Rubén Stehberg. 1993. “Los Inicios del Desarrollo Agrícola y Alfarero: Zona Central (300 a.C. a 900 d.C.)”. Culturas de Chile. Prehistoria. Desde sus Orígenes Hasta los Albores de la Conquista. Editorial Andrés Bello. Segunda edición, Santiago de Chile. Págs. 295-310. González, P. 1995. Diseños cerámicos de la fase diaguita-inca: estructura, simbolismo, color y relaciones culturales. Actas del XIII Congreso Nacional de Arqueología Chilena, Vol. 2, pp.175-184. Hombre y Desierto una Perspectiva Cultural 9. Antofagasta. Gómez, A. 1999. Síntesis del Trabajo Etnohistórico y Arqueológico Respecto al problema de la Presencia Inka en Chile Central (1973-1996): Algunos Antecedentes y breve Discusión. Publicaciones Especiales N° 1. Area de Historia y Arqueología, CEINDES. Santiago, Chile. Marzo. Gómez, A., Ocaranza, F., y Prado, C: 2012. Apuntes para una prehistoria de Santiago: la presencia de la cultura inca en Chile Central. Revista Tradición y Saber. Universidad Bernardo O’Higgins. Año IX, N° 9. Págs. 127-156. Santiago de Chile. Hidalgo, J. 1972. Culturas Protohistóricas del Norte de Chile. El testimonio de los Cronistas. Departamento de Historia. Facultad de Filosofía y Educación, Universidad de Chile. Editorial Universitaria. Santiago. Chile. Hidalgo, J. 1972-73. Poblaciones Protohistóricas en el Norte de Chile. Actas del VI Congreso de Arqueología Chilena. págs. 289-294.
  • 26. Hidalgo, J., Chacama, J. y Focacci, G. 1981. Elementos estructurales en la cerámica del Estadio Aldeano Chungará 8, pp. 79-96. En: http://www.chungara.cl/Vols/1981/Vol8/Elementos_estructurales_en_la_cera mica.pdf Hidalgo, J. 1982. Culturas y etnias protohistóricas: área andina meridional. Revista Chungará 8, pp. 209-252. Hidalgo, J. 1989. Diaguitas chilenos protohistóricos. En Culturas de Chile. Prehistoria, editado por J. Hidalgo, V. Schiappacasse, H. Niemeyer, C. Aldunate e I. Solimano, pp. 289-293. Editorial Andrés Bello, Santiago. Hyslop, J. 1984. The Inka road system, Institute of Andean Research New York, Academic Press, New York Hyslop, J. 1992. Qhapaqñan. El Sistema Vial Incaico, Instituto Andino de Estudios Arqueológicos, Petróleos del Perú, Lima, Perú. Massone, M. 1978. Los tipos cerámicos del Complejo Cultural Aconcagua. Tesis para optar a la Licenciatura en Arqueología y Prehistoria. Universidad de Chile. Santiago. Planella, M. T. y Stehberg, R. 1997. Intervención Inka en un Territorio de la Cultura Local Aconcagua de la Zona Centro-Sur de Chile. Tawantinsuyu, Vol. 3. pp. 58-78. Australia. Planella, M. T., Stehberg, R., Tagle, B., Niemeyer, H. y Del Rio, C. 1991. La Fortaleza Indígena del Cerro Grande de la Compañía (Valle del Río Cachapoal) y su Relación con el Proceso Expansivo Meridional Incaico. Actas del XII Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Págs. 403-422. Tomo II. Boletín Museo Regional de la Araucanía Nº4. Temuco, Chile. Rivas Hurtado, M. 2003. Rescate Arqueológico Sitios N° 3, N° 10-14 y N° 15 Las Brisas de Santo Domingo Sur. Proyecto Plan de Manejo Arqueológico. Proyecto Las Brisas de Santo Domingo Sur, Comuna de Santo Domingo, Provincia de San Antonio, Región de Valparaíso. Investigadora Responsable. En: Nuestro.cl. El sitio del Patrimonio Cultural Chileno. Noticia escrita por Rosario Mena titulada “Hallazgo arqueológico de culturas agroalfareras”. Corporación Patrimonio Cultural de Chile. Santiago. En http://www.nuestro.cl/notas/noticias/arqueologia.htm. Rivera, M .y Hyslop, J. 1984. Algunas Estrategias para el Estudio del Camino del Inca en la Región de Santiago, Chile. Cuadernos de Historia Nº 4. Págs. 109-128. Departamento de Ciencias Históricas, Universidad de Chile. 1984
  • 27. Sánchez, R., Pavlovic, D., González, P. y Troncoso, A. 2004. Curso superior del río Aconcagua un área de interdigitación cultural. Períodos Intermedio tardío y tardío. En Actas del XV Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Chungará, Revista de Antropología Chilena. Volumen Especial: 753-766. Arica. Sánchez, R. y Massone, M. 1995. Cultura Aconcagua. Colección Imágenes del Patrimonio. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. En: http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0038386.pdf. Silva, O. 1977. Consideraciones Acerca del Periodo Inca en la cuenca de Santiago (Chile Central). Boletín del Museo Arqueológico de La Serena. Nº 16, pp. 211-243. La Serena. Chile. Silva, O. 1986. Los promaucaes y la frontera meridional Incaica en Chile. Cuadernos de Historia 6. pp. 7-17. Santiago de Chile. Silva, O. 1992. La expansión Incaica en Chile: problemas y reflexiones. IX Congreso de Arqueología Chilena, Págs, 321-344. La Serena, Chile. Silva, O. 1993. Reflexiones sobre la influencia Incaica en los albores del Reino de Chile. Boletín del Museo Regional de La Araucanía, [Temuco], t. I, N° 4, pp. 285-292. Stehberg, R. y Sotomayor, G. 2012. Mapocho Incaico. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural. Santiago. Chile. Boletín Nº 6, pp. 85-149. En: http://www.mnhn.cl/613/articles-5209_archivo_01.pdf Téllez, E. 1990. De Incas, Picones y Promaucaes. El derrumbe de la "frontera salvaje" en el confín austral del Collasuyo. Cuadernos de Historia, 10, pp. 69- 86. Departamento de Ciencias Históricas. Facultad de Filosofía y Humanidades. U. de Chile. Santiago de Chile. Téllez, E. 2001. “Los Promaucaes”. Colección Sillabus. Depto. de Ciencias Históricas y Sociales. Universidad de Concepción. Proyecto iniciado a partir de 2001. Concepción. Chile. Thomas, C. y Massone, C. 1994. El Complejo Cultural Aconcagua: una consideración desde un enfoque estructural. Actas del 2° Taller de Arqueología de Chile Central. Pags. 1-5. Vivar, J. 1996. Crónica y relación copiosa y verdadera de los Reynos de Chile (1558). Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina. Santiago de Chile. Pág. 38.
  • 28. Williams, V. y D'Altroy, T. 1998. El sur del Tawantinsuyu: un dominio selectivamente intensivo". Tawantinsuyu. Revista Internacional de Estudios Inka, volumen 5, pp. 170-178. Brolga Press Pty Ltd. Australia. Zuidema, R.T. 1989. El ushnu. En Reyes y Guerreros: Ensayos de Cultura Andina, compilado por Manuel Burga, pp. 402-454. Ediciones Fomciencias, Lima. Zuidema, R.T. 1995. The lion in the city: royal symbols of transition in Cuzco. En Animal, Myths and Metaphors in South America, editado por Gary Urton, pp. 183-250. University of Texas Press, Salt Lake City.