Este documento presenta las ideas epistemológicas del autor sobre la arqueología desde perspectivas hermenéutica y dialéctico materialista. El autor explora la hermenéutica para analizar el ser humano (Dasein) y desenmascarar falsas creencias. También se ha interesado por la teoría en antropología y arqueología. El documento discute cómo la hermenéutica es válida para la arqueología ya que los arqueólogos interpretan objetos para asignarles significados culturales.
Arqueología y Cultura: un planteamiento epistemológico en clave hermenéutica y dialéctico materialista
1. Arqueología y Cultura: un
planteamiento epistemológico en clave
hermenéutica y dialéctico materialista
Antonio Brunet Merino
2. Arqueología y Cultura: un planteamiento
epistemológico en clave hermenéutica y dialéctico
materialista
Autor: Antonio Brunet Merino
Como ejemplo de arqueólogo saturado, empapado e imbuido de ideas siempre renovadas por
vocación —pues así es como me siento— deseo presentarme profesionalmente en función del
principal interés que me ha guiado durante más de veinticinco años, vinculados a la Ciencia
Antropológica chilena y universal. Con esta exposición no pretendo más que ofrecer mis
conocimientos y mi constante vinculación con la arqueología, disciplina que ha dado un sentido
a mi vida y a mi concepción del mundo y del hombre.
1.- En primer lugar, siento una especial predilección por el estudio de la Teoría en Antropología
y Arqueología. Como ejemplo de ello indico el siguiente documento que he remitido y ha sido
publicado por la revista Arqueología Mexicana Nº 60, Marzo 2003 del INAH (Instituto Nacional
de Antropología e Historia) en México:
Señores
Arqueología mexicana
De mi consideración:
Soy egresado de la carrera de Arqueología en la Universidad de Chile, en Santiago, y estoy
suscrito a vuestra excelente revista desde hace algunos años. Creo que el objetivo de divulgar y
exhibir los logros obtenidos por las culturas de Mesoamérica se cumple cabalmente a través de
los artículos e imágenes ofrecidos por la publicación. Especialmente interesante me pareció la
última entrega de la serie Historia de la Arqueología en México VII de Manuel Gándara, número
58, Noviembre-Diciembre 2002. En dicho trabajo se exponen por primera vez los enfoques
teóricos recientes (de la segunda mitad del siglo XX) que han pretendido guiar a la
investigación de la arqueología en México, y son una alternativa a la interpretación tradicional
histórico cultural o difusionista, a saber: arqueología procesual, arqueología social marxista y
arqueología posprocesual. Siempre es un acierto que el arqueólogo tenga en sus manos una
parte del conocimiento de la rica diversidad de pensamientos y enfoques de una disciplina que
discute sus propios paradigmas, y evoluciona hacia nuevos planos de complejidad. No estaría
de más realizar pequeñas aproximaciones en futuros artículos a los postulados de, por ejemplo,
la arqueología social latinoamericana, considerada el más importante paradigma alternativo a la
arqueología tradicional vigente.
Sin otro particular se despide atentamente de Uds.
Antonio Brunet Merino
Santiago de Chile
República de Chile
(Brunet A., Comunicación personal, 18 de Noviembre del 2002)
3. 2.- He diversificado además mis intereses teóricos hacia una epistemología de la
Hermenéutica (conjunto de reglas que deben seguirse para la interpretación de textos escritos,
pintados, hablados y actuados que contengan polisemia (es decir, multiplicidad o pluralidad de
significados), realizados por el ser humano),
http://www.monografias.com/trabajos35/hermeneutica/her meneutica.shtml
A esta epistemología de la Hermenéutica le he otorgado dos sentidos muy precisos:
2.1.- De análisis ontológico del Ser del Dasein (el concepto de Dasein es conferido u otorgado
por Heidegger al Ser Humano en cuanto ser-ahí). Expresa el hecho de que la existencia no se
define sólo como rebasamiento que trasciende la realidad dada en dirección de la posibilidad,
sino que este sobrepasamiento es siempre sobrepasamiento de algo, está siempre situado, está
aquí. Existencia, Dasein, ser-en-el-mundo, son sinónimos.
Nota: Concepto de Dasein, según el filósofo alemán
Martin Heidegger.
Traducción desde la lengua inglesa a la lengua española por Antonio Brunet Merino.
Para Heidegger el Dasein (el Ser Humano, el YO en la Tierra) era una manera de estar
involucrado con, y a la vez velando y cuidando por, el mundo inmediato en el cual uno
vivía, en tanto se permanecía siempre consciente del elemento contingente de aquel sentido de
pertenencia al mundo, de la prioridad del mundo para el YO, y de la naturaleza evolutiva
del mismo YO. En armonía con la crítica del Sujeto de Nietzsche, como algo definible en
términos de consciencia, Heidegger distinguió el Dasein de la consciencia de todos los días a
fin de enfatizar lo que el “Ser” tiene para nuestra comprensión e interpretación del mundo.
Heidegger observó y vio como usar el concepto de Dasein para descubrir la naturaleza primigenia
del “Ser” (Sein, en lengua alemana), estando de acuerdo con Nietzsche y Dilthey de que el
Dasein siempre es un Ser-en-el-mundo: no es ni un sujeto solo por un lado, ni tampoco el
mundo objetivo de afuera por otro lado, o sea el mundo externo al Dasein por sí solo, sino la
coherencia de Ser-en-el-mundo. Esta base ontológica (es decir, una base centrada en El
Individuo) del trabajo de Heidegger se opone así de este modo al “Agente Abstracto” Cartesiano
en favor de involucrarse de manera práctica con el ambiente de uno. El Dasein es
revelado por una proyección hacia Sí Mismo y está involucrado entonces y fuertemente
conectado con un mundo personal —un proceso de nunca acabar de involucramiento con
el mundo mediante una mediación a través de los Proyectos del YO. Heidegger consideró que el
lenguaje, la curiosidad de la vida diaria, los sistemas lógicos, y las creencias comunes obscurecen
la naturaleza del Dasein de sí mismo, es decir de lo que en sí mismo es. La Elección Auténtica
significa apartarse del mundo colectivo de ELLOS (de los demás que nos rodean), para
mirar cara a cara el Dasein; la individualidad de uno; el propio y limitado espacio de vida de
uno; el propio ser de uno. De este modo, Heidegger entonces dio impulso el concepto de
Dasein para proporcionar un peldaño en el cuestionamiento de los que significa ser o
existir – tener el propio ser de uno, la propia muerte de uno, la propia verdad de uno. El Dasein
tiene en sí mismo, una distinción especial cuando es comparado con otras entidades[...]
es distinguido ónticamente (vale decir, desde una perspectiva sumamente inscrita en El
Individuo) por el hecho de que, en su propio SER, aquel SER es algo importante para el
propio Dasein, es decir para SÍ MISMO, como aquello que está representando LO MÁS
ÍNTIMO de lo Humano en su calidad de Dasein. En su Obra Magna llamada SER Y
4. TIEMPO (en alemán SEIN UND ZEIT), Heidegger forzó las diferencias Ontológicas
(relacionadas con lo que denominamos habitualmente El Individuo) entre las entidades y el ser de
las entidades: “El SER es siempre el SER de una entidad”. Establecer esta diferencia es el motivo
general que atraviesa toda esta magnífica obra de Martin Heidegger, Ser y Tiempo.
-Véase. Vid.: Dasein, definición en lengua inglesa https://en.wikipedia.org/wiki/Dasein
2.2-. También remitido a la tarea de desenmascarar las fábulas ilusorias y falsos valores de la
conciencia (Ricoeur), suponiendo un esclarecimiento de la verdadera intención y del interés que
subyace bajo toda comprensión de la realidad. Además la propia teoría hermenéutica volcada
en la exégesis (interpretación crítica) de los signos y de su valor simbólico, no son por supuesto
de ningún modo subjetivos, por el contrario, su condición sustantiva e intrínseca los registra
ordenadamente como intersubjetivos.
-Véase. Vid.: Intersubjetividad,
http://es.wikipedia.org/wiki/Intersubjetividad
El positivismo arqueológico americano o estadounidense representado por la arqueología
procesual afirma que la hermenéutica sólo es una filosofía sin valor heurístico, explicativo,
incapaz de originar nuevos principios, máximas e ideas, y de proyectar soluciones novedosas
a los problemas científicos.
-Véase. Vid.: http://es.slideshare.net/antonbrunet/ciencia-y-religin-ideologas-de-la-
completitud-37605529
En otra definición complementaria, se entiende por hermenéutica aquella corriente filosófica
que, hundiendo sus raíces en la fenomenología de Husserl y en el vitalismo nietzscheano, surge
a mediados del siglo XX y tiene como máximos exponentes a Gadamer (1900-2002), Heidegger
(1889-1976), Luigi Pareyson (1918-1991), Gianni Vattimo (nacido en 1936) y Ricoeur (1913-
2005). Ellos adoptan una determinada posición en torno al problema de la verdad y del Ser,
siendo la primera definida como fruto de una interpretación, y el Ser (mundo y ser humano)
como una gran obra textual inconclusa que se comporta de manera análoga a como lo hace el
lenguaje escrito.
La validación de la Hermenéutica para la Arqueología se sostiene en que cuando los
arqueólogos interpretan objetos lo hacen asignando significado a estos objetos, significados
que se suponen son los mismos que les daban los pueblos antiguos que los habían producido y
usado. La arqueología posprocesual piensa que todos los arqueólogos proceden de la misma
forma, lo admitan o no. Incluso los arqueólogos procesuales —aseguran los posprocesuales—
deconstruyen informes de pruebas científicas asumiendo implícitamente significados y valores
de los pueblos antiguos. Sin considerar que los arqueólogos implicados se consideren a sí
mismos unos especialistas en teoría o no, los posprocesuales se han fijado en la manera en que
se razona cuando se excava, sugiriendo que se procede siempre como en un “círculo
hermenéutico”.(*)
5. (*) Precomprensión y “círculo hermenéutico”.
El hecho de que no sólo los objetos de conocimiento sean históricos, sino también el hombre
mismo lo sea, nos impide valorar “neutralmente” la realidad. No existe un saber objetivo,
trasparente ni desinteresado sobre el mundo.
Tampoco el ser humano —(Dasein según Heidegger)— es un espectador imparcial de los
fenómenos. Antes bien cualquier conocimiento de las cosas viene mediado por una serie de
prejuicios, expectativas y presupuestos recibidos de la tradición que determinan, orientan y
limitan nuestra comprensión. El hombre está arrojado a un mundo que le surte de una
cultura y un lenguaje determinados (la facticidad, el hecho social y cultural, y lo real,
establecido por sí mismo y para sí mismo, por y para cada una de las sociedades y por y
para cada una de las culturas humanas) que delimita y manipula su conocimiento de la
denominada Realidad como Estructura y Configuración Occidental. Ésta no surge de la
subjetividad, no es original de cada hombre particular, sino que está condicionada
históricamente, y se vertebra en la articulación entre pasado y futuro, esto es, en una
presumible Circularidad del Diálogo entre tradiciones. La realidad siempre remite a un
Proceso, a un Desarrollo en el Tiempo (historia), a un Proyecto que nos ha sido transmitido
(tradición) y que nosotros retomamos. Por ello, entender el mundo es tomar Conciencia
Histórica de la Vertebración que se Produce Entre Tradiciones y de da Distancia que se da
entre ellas (para nosotros, los autodenominados occidentales es una evolución diacrónica al
interior del Tiempo Lineal Sociocultural Occidental localizado en conexión con el Realismo
Crítico —que constituye una Filosofía de la Percepción y una variedad del Realismo
Científico— y que se define como la perspectiva que asegura que algunos datos
proporcionados a los humanos por sus sentidos son eslabones concordantes con la evidencia
existencial de esos objetos en el mundo, al exterior de la mente humana).
Esto significa que cualquier pregunta prevé su respuesta y presagiamos o anticipamos de
antemano aquello que queremos conocer, por lo que se crea cierta circularidad en la
Comprensión denominada “círculo hermenéutico”, criticada por la ciencia positivista y la
lógica clásica como un error o petición de principio.
Se comprende mediante la comparación de lo que se necesita entender con algo que ya se
conoce. Entender es circular; se está siempre en un “círculo hermenéutico” o de
“interpretación.” Una frase, por ejemplo, es una unidad de entendimiento. Las palabras se
entienden con relación al significado de toda la frase. El significado de la frase depende del
significado de las palabras individuales en la frase. Un concepto deriva su significado del
contexto donde se encuentra, pero el contexto está formado por los elementos a los cuales
da significado. La lógica no es suficiente para el entendimiento (León, 2009: pássim).
Heidegger define sentido de la siguiente manera: “Sentido es el horizonte del proyecto,
estructurado por el haber-previo, la manera previa de ver y la manera
de entender previa, horizonte desde el cual algo se hace comprensible en cuanto algo” (cf.
Heidegger. 2003: §32. 150).
El sentido es aquello en base a lo cual podemos comprender algo en tanto que algo, aquello
hacia lo que se proyecta la existencia humana y desde lo cual es posible comprender mejor
6. a los entes, hacerse cargo de ellos como algo determinado. Es una estructura del hombre en
tanto que Dasein, no es algo que esté adherido a los entes, u oculto detrás de ellos, ni
flotando en algún espacio ideal. En ese “hacia dónde” ya está dado por anticipado lo que se
comprende, de las siguientes maneras: lo que se interpreta se posee ya de antemano,
recortado o perfilado de una cierta manera y acompañado de una cierta conceptualización
(León, 2009: pássim).
Si la interpretación dentro de lo ya comprendido se nutre de ello, entonces se mueve en un
círculo. Pero no se trata de un círculo vicioso, sino de un círculo hermenéutico. Es decir, no
es un círculo que haya que eliminar del saber, como aspiran a hacerlo algunos
historiógrafos positivistas, sino un círculo en el que hay que entrar de manera adecuada.
Lejos de hacer caducar “las cosas mismas”, (una propuesta del fenomenólogo Edmund
Husserl), conlleva, según Heidegger, la exigencia de legitimar la interpretación desde las
“cosas mismas”, vale decir, desde La Existencia Humana Misma. Esta precomprensión de las
cosas produce una circularidad natural en la comprensión que va de lo incomprendido a lo
comprendido, y que ha sido denominada “círculo hermenéutico”. Por ejemplo, para
responder a la pregunta: “¿Qué es una obra de arte?”, es necesario saber previamente qué
es el arte; ahora bien, ¿cómo conozco éste si no reconozco las obras? El círculo
hermenéutico no es exactamente un límite o un error del conocimiento (como condenaría la
lógica clásica y el pensamiento científico) sino algo intrínseco al hombre e inevitable, pero
que se constituye como una oportunidad que nos permite conocer el todo a través de las
partes y viceversa (León, 2009: pássim).
La primera, constante y última tarea de la “interpretación” consiste en no dejar que el haber
previo, la manera previa de ver y la manera de entender previa le sean dados por simples
ocurrencias y opiniones populares, sino en asegurarse el Carácter Científico del Tema
mediante la elaboración de esa estructura de prioridad a partir de las cosas mismas. (León,
2009: pássim).
3.- Deseo reconsiderar la constatación epistemológica de los presupuestos del
materialismo histórico (que trataré en otro momento) y de manera preferencial de la
segunda y la primera leyes de la dialéctica materialista precisamente en ese orden. En el
primer caso —muy breve— referido solamente a la Evolución de la Cultura y en el segundo
caso –más extenso–en conexión con el Escrutinio Global de su Contradicción. Del
dinamismo interno de la segunda ley dialéctica materialista, se nutrieron por ejemplo las
socioculturas prehistóricas tardías y protohistóricas tempranas del Cercano Oriente a
través de la evolución de pequeños avances cuantitativos que se acumularon en torno a
segmentos coordinados reconocidos como fenómenos culturales :
3.1.- nomadismo - sedentarización
3.2.- domesticación de animales
3.3.- domesticación de plantas o vegetales
3.4.- paso de la aldea a la ciudad
y fueron seguidos de cambios revolucionarios cualitativos de acuerdo con las propuestas de
Revolución Neolítica y Revolución Urbana por el arqueólogo australiano V. Gordon Childe
(segunda ley: paso de la cantidad a la cualidad). Asimismo, la ley de la interpenetración de los
opuestos (primera) y la ley de la negación de la negación (tercera) permite, según Engels,
7. explicar los cambios socioculturales. Tomemos ahora la primera ley de la dialéctica materialista
formulada en la “relación dialéctica” entre ser humano y objeto de su trabajo lo que significaría
que “el ser humano se produce a sí mismo mediante el trabajo”, es decir, que el ser humano
hace el trabajo (la cultura —“trabajo ejercitado por el individuo”— tiene un sentido
antropológico; es la antropología la luz que científicamente ilumina su origen, evolución,
reproducción y persistencia permitiendo al individuo pensar sobre sí mismo y ‘desengañar’ o
reconocer el ‘error’ en su calidad de actor social, o lo que es lo mismo desmistificar o clarificar
la realidad del mundo sociocultural que le sirve de hábitat) y el trabajo hace al ser humano
(réplica a la lucha por la fusión e identificación entre estos opuestos: las culturas —“trabajos
ejercitados por la colectividad”— son a su vez portadoras de humanidad, mediante la actividad
de las comunidades que presionan por la enculturación de todo mamífero humano inmerso en
su seno). De esta manera, podemos inferir que el Ser Humano por compenetración y
contradicción (**) se hace a sí mismo por medio de la Cultura, una creación suya. La síntesis
obligada y llevada aquí a su perfección es entonces la resultante de la disputa, contienda o
discrepancia pertinaz entre desmistificación y enculturación, que produce al final la Cultura
Autocreada. Es en este momento cuando los opuestos se resuelven en una forma superior y el
Humano se transmuta o se transforma en un auténtico Ser Especie.
(**) nulificándose esta contradicción de forma únicamente fragmentaria pues el humano
puede tomar conciencia de la contradicción incrustada como Paradoja de la Cultura: se es
‘engañado’ para convertirse en humano, más cuando el entendimiento es iluminado por la
ciencia se observa en ese instante la emancipación total del ‘misterio’ y con ello la
liberación absoluta del ‘error’
En este acoplamiento o compatibilidad, la primera ley junto con interpretar un cambio del
propósito de los individuos hacia el fenómeno, la manifestación o la apariencia de la Cultura,
nos aclara el porqué de la existencia y del entrelazamiento de esta. La avenencia de la Cultura
tiene también inesperadamente un compromiso evolutivo supeditado a la segunda ley, con una
noción indispensable para comprenderla en última instancia: el concepto de sinergia.
La tercera ley de la dialéctica materialista, la negación de la negación, expresa la idea d el
desarrollo. Es una ley más brumosa o nebulosa que entra en ciertos entornos o espacios
borrosos, o que muestran ciertas manifestaciones de diferencia, desemejanza, o variedad, con
los esquemas paradigmáticos marxistas habituales de la ciencia arqueológica y de la
antropología socio-cultural, (***)
(***) entendidos estos esquemas como ampliación, validación y aceptación del materialismo
histórico de Marx que declara y explica epistemológicamente el conflicto de clases —como
motor de la historia— en el interior del modo de producción capitalista con sus
antagonismos y sus desigualdades a través de un pensamiento crítico no valórico, llamado
así por constituir una precisa forma de ejercicio cognitivo que sin ingresar al ámbito de los
valores exige un conocimiento del mundo y de nuestras propias existencias para su
transformación. Ya en el siglo XX, continúan esta labor otros intelectuales marxistas o
marxianos con los demás modos de producción humanos que antecedieron al capitalismo y
que se concatenan o enlazan en el devenir de la historia occidental uno después de otro —
otorgando la razón sin embargo a un proceso socio-evolutivo multilineal— conduciendo al
cambio histórico a pesar de tener una base inicial de tipo evolucionista eurocéntrica,
8. permitiendo articularse adecuadamente sin embargo, bien sea para penetrar las Sociedades
Prehistóricas y las Altas Culturas Antiguas o los Colectivos Etnográficos actuales.
pues remite a una predicción que en su estado final de evolución social multilineal es más o
menos utópica (Castro,1993:646-650). Marx realiza confiadamente la exposición de una
sociedad sin clases y sin Estado coercitivo; de una nueva humanidad que ha de vivir en un
comunismo finalista autosuficiente y definitivo, en una suerte de aproximación evolutiva
convergente hacia el igualitarismo idealizado inicial representado por la banda cazadora -
recolectora primordial, si bien esta progresión o perfeccionamiento se produce ahora en un
nivel más alto. De acuerdo con esta concepción, la tercera ley plantea que en lugar de un círculo
cerrado en el que los procesos se repiten continuamente, el movimiento a través de
contradicciones sucesivas lleva en realidad al desarrollo, de simple a complejo, de inferior a
superior, pues los procesos no se repiten exactamente de la misma manera, a pesar de que
pueda parecer lo contrario.
De este modo, la tercera ley de la dialéctica materialista considera cualquier proceso
fundamental de la sociedad y la historia no como un círculo cerrado, en el que el mismo
proceso simplemente se reitera en un ciclo mecánico sin final, sino como una especie de
espiral abierta de desarrollo, en la que nada se recapitula nunca de la misma manera desde
el comunismo primitivo hasta el comunismo final. (****)
(****) esta formulación de categorías evolutivas, que intentan o emprenden un desarrollo en
espiral de los procesos dialéctico-materialistas históricos y socio-culturales es, ciertamente,
un aporte valioso y estimulante entre los productos intelectuales del pensamiento de Marx y
Engels
4.- Quiero involucrar por el momento al empirismo, —solo un ejemplo: la experiencia del
arqueólogo procesual en el quehacer de la traducibilidad etnoarqueológica —(*****)
(*****) un breve enfoque u orientación del trabajo científico del procesualismo se expone en
la definición de Empirismo.
como la metodología mediana, regular, razonable o suficiente para la arqueología a pesar de
sus rasgos atomistas y a-históricos. (******)
(******) una entrega cognitiva de estos elementos más completa y acabada se ofrece en la
definición de Etnoarqueología.
Junto al empirismo destaco la labor métodológica de la hermenéutica (interpretación del
Significado y de todo Valor Inscrito en el Símbolo, para intentar alcanzar a incorporar primero, y
percibir luego, intersubjetivamente, una Comprensión que logre la intención y el interés
volcados hacia la Constitución, aunque sea Parcial, de una Realidad, de tal manera que esta sea
satisfactoria para un especialista en Ciencias Sociales y Humanas), ocupando el marxismo
(materialismo histórico con todo su contenido e implicaciones, y el evolucionismo de la
segunda ley materialista dialéctica) y la propia hermenéutica el papel de Teoría de la
Arqueología. Por cierto, valoro también el quehacer de las ciencias que colaboran con la
Arqueología y sus métodos de indagación en los yacimientos y en el laboratorio.
9. 5.- Acepto con decisión que la ciencia (y junto a ella la técnica o tecnología) es también en sí
misma una ideología —de acuerdo con los teóricos sociales marxistas de la Escuela de
Frankfurt— retroactuando con las condiciones históricas concretas que le dan origen y
justificando una determinada visión socio-cultural del mundo. Es precisamente la pretensión de
la ciencia de constituirse en metadiscurso verdadero por encima de las ideologías, saberes y
opiniones particulares la que la constituye como ideología dominante. Aún así, y a pesar de
cierta arrogancia en este enunciado, yo postulo que la ciencia a diferencia de otras ideologías
establece un diálogo crítico con la realidad, sin importar cuál sea el énfasis en la diversidad de
interpretaciones que abarca el concepto de lo real.
6.- Por último, me he puesto al día en Arqueología, gracias a la suscripción a publicaciones
periódicas como Latin American Antiquity, Revista Española de Antropología Americana,
Chungará, Estudios Atacameños y multiplicidad de libros que afortunadamente dispongo en mi
biblioteca privada.
Definición de términos complejos
Polisemia = muchos significados.
Semiótica = es la disciplina que estudia el signo y aborda la interpretación y producción del
sentido. Esto es, analiza los fenómenos, objetos y sistemas de la significación, de los lenguajes y
de los discursos y los procesos a ellos asociados: es decir, la producción y la interpretación.
Toda producción e interpretación del sentido constituye una práctica significante, un proceso
de semiosis que se vehiculiza mediante signos y se materializa en textos. La semiosis consiste
en la producción de signos o la forma en que éstos operan para producir significados, es decir,
la semiosis es cualquier forma de actividad, conducta o proceso que involucre signos,
incluyendo la creación de un significado. Es un proceso que se desarrolla en la mente del
intérprete; se inicia con la percepción del signo y finaliza con la presencia en su mente de la
cosa, o del constructo o del objeto del signo. El estructuralismo antropológico mentalista y
materialista del antropólogo franco-belga Claude Lévi-Strauss llevó a cabo una aportación a la
Teoría Semiótica al plantear la existencia de ciertos patrones o constantes en las estructuras
profundas del pensamiento antropológico humano. Lévi-Strauss, en su análisis estructural del
mito de Edipo, consideraba que había una organización de contenidos que podía ser formulada
por categorías binarias de oposiciones, a través de un análisis paradigmático. Los avances de
los lingüístas en el campo de la fonología representaban para Lévi-Strauss una revolución
científica que ponían en la atención de las disciplinas sociales un cambio de enfoque.
Revelaban la existencia de una estructura inconsciente que subyace a los fenómenos
conscientes, cuyos elementos deben ser abordados desde la perspectiva de sus
relaciones, mediante un auténtico análisis científico explicativo. De esa manera, los
antropólogos sociales deberían aspirar a formular o leyes o paradigmas generales con
validez intercultural.
En definitiva, el enfoque semiótico responde pues al siguiente interrogante: ¿Por qué y cómo en
una determinada sociedad algo —una imagen, un conjunto de palabras, un gesto, un objeto, un
comportamiento, etc. — significa?
http://www.monografias.com/trabajos37/semiotica/semiotica.shtml
10. Epistemología = es la rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento
científico. Dicho de otro modo, es todo lo relativo al conocimiento en las ciencias y a la filosofía
elegida que lo hace posible. La epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de las
circunstancias que rodean la obtención de este, y de los criterios por los cuales se le justifica o
invalida.
Heurística = relativo a la invención de procesos explicativos para abordar con creatividad los
problemas que van emergiendo. Incluye la elaboración de principios, reglas, estrategias y
programas que faciliten la búsqueda de vías de solución a problemas científicos. Una teoría
científica tiene un alto valor heurístico si es capaz de generar nuevas ideas o inducir nuevas
invenciones.
Exégesis = concepto que involucra una interpretación crítica y completa de un texto. Por
ejemplo: Una exégesis de signos.
Intersubjetividad = se dice que existe intersubjetividad entre aquellas personas que acuerdan
un determinado significado o una determinada definición de una situación. Para la
epistemología y la metodología de la Ciencia Occidental, especialmente en las Ciencias Sociales,
como la antropología y la arqueología, la reflexión sobre la posibilidad o imposibilidad de un
enfoque objetivo lleva a la necesidad de superar la oposición entre objetividad (la de una
inexistente ciencia “pura” que no se contamine con el científico) y subjetividad (implicada en
los intereses, ideología y limitaciones de éste) con el concepto de intersubjetividad, que
obliga a considerar la tarea del científico como un producto social, inseparable del resto de la
Cultura Humana en un sentido antropológico de esta, en diálogo con los demás científicos y
con la sociedad entera. Es, entonces, tanto en los Congresos Científicos, como en las
Actividades Universitarias de Extensión a los Ciudadanos de una Nación, donde se expone sin
restricciones aquello que la Concordancia Intersubjetiva de la Ciencia ha logrado ejecutar.
Desmistificar = eliminar el misterio que rodea a alguien o a algo.
Conciencia = conocimiento que le permite a una persona percibirse a sí misma en el mundo.
Positivismo = manera de pensar que se sostiene en el postulado de ideas científicas,
formuladas como hipótesis solamente calibradas en experimentos saturados de la rigurosidad o
precisión que exige la ciencia positiva minuciosamente controlada, o bien ajustadamente
sometida al laboratorio, y apelando al recurso fundamental de la lógica y la matemática.
Arqueología procesual = es la arqueología positivista o empirista americana o
estadounidense.
Arqueología posprocesual = a diferencia del procesualismo, reniega de la capacidad de
alcanzar verdades absolutas por medio del método de la ciencia, asegurando que cada
investigador lleva a cabo su trabajo, no sólo desde un paradigma, sino también fuertemente
influido por sus circunstancias personales y su experiencia vital y laboral. Si consideramos que
en la arqueología de campo cada fenómeno es singular, por más que comparta con otros
ciertos rasgos comunes, y, sobre todo, si aceptamos que cada yacimiento es único, su estudio,
su excavación nunca puede ser equiparada a un experimento de laboratorio, pues es un
11. proceso destructivo e irrepetible. La arqueología se convierte, entonces, en un procedimiento
relativo cuyo método no sólo consiste en analizar los restos procedentes de una excavación,
sino también las actitudes y opiniones que suscita. Este enfoque es radicalmente opuesto al
procesualismo, ya que reconoce que cada miembro del equipo puede, y debe, brindar su
diferente interpretación de los hechos, construyendo el pasado intersubjetivamente. Los
posprocesualistas defienden la validez de ciencias como la Historia (o sea, la Historiografía).
Contrariamente a lo que podría suponerse, los estudios posprocesualistas no carecen de mérito
científico. Paradójicamente ellos sugieren que el protocolo debe seguirse lo más fielmente
posible: los procedimientos científicos deben ser respetados porque la experiencia indica que el
método permite avanzar (no siempre en la dirección adecuada). Aunque eso no hace que se
elimine el relativismo: en esto no aceptan el falsacionismo popperiano, se puede contrastar una
hipótesis favorablemente muchas veces, y, por supuesto, no basta una negativa para refutarla.
Esto no quiere decir que todo valga. El posprocesualismo comparte un nuevo acercamiento al
Historicismo Cultural (cauteloso, eso sí), gracias a que este dispone de herramientas de trabajo
de campo, para períodos remotos, más potentes que el procesualismo, al que califica de más
enfocado en la interpretación teórica, y en recurrir a las comparaciones etnográficas
tradicionales (censurándolo incluso por descuidar y relegar su propia etnoarqueología) y a los
escritos de aventureros o viajeros occidentales para interpretar el pasado, pero no a la Historia.
Arqueología histórico-cultural o difusionista = la arqueología tradicional nació en el
marco de una Europa colonialista, lo que condicionó su forma de interpretar los aspectos
culturales. Los europeos enseguida asignaron a ciertos puntos geográficos el papel de núcleos
histórico-culturales difusores de los que partían todas las grandes
innovaciones. Es lo que se ha llamado difusionismo.
Paradigma = modelo o patrón que guía a la investigación en cualquier disciplina científica
Enculturación o Endoculturación = es el proceso mediante el cual una cultura establecida
enseña a un individuo, con la repetición, sus normas y valores creados, de tal forma que el
individuo pueda convertirse en un miembro aceptado de la sociedad y encuentre su papel
adecuado. También establece un contexto de límites y formas correctas que dictan que es
apropiado y que no es apropiado en el marco de una sociedad. Este proceso se desarrolla tanto
desde la niñez hasta la vida adulta y puede ser consciente o inconsciente.
Empirismo = es toda teoría o metodología que considere que la experiencia es el origen del
conocimiento. La disposición por hallar un método adecuado para dirigir el pensamiento fue uno
de los intereses principales tanto del racionalismo como del empirismo. La diferencia entre ambos
estriba en que, si para los racionalistas el modelo ideal de método era matemático y deductivo,
para los empiristas debía ser experimental e inductivo. Para los empiristas la ciencia no puede
basarse en hipótesis o presupuestos no contrastados con la experiencia. El filósofo alemán
Immanuel Kant (1724-1804) realizó una tesis en el siglo XVIII que supone una síntesis entre el
racionalismo y el empirismo. El procesualismo arqueológico solamente tiene sentido cuando
todo estudio profundo del material arqueológico parte de una idea previa cuya finalidad es dirigir
la investigación. En arqueología procesual se hace imperioso entonces agregar un método
hipotético-deductivo a la conexión organizada de la información obtenida de los hallazgos
materiales de el o los yacimientos arqueológicos estudiados, y la idea previa enunciada en
consecuencia como guía de la investigación —es decir, vincular o relacionar a través del método
hipotético - deductivo la idea anticipada que conduce la investigación, con el registro
12. arqueológico localizado en el o los yacimientos— y verificarla con el proceso de la traducibilidad
etnográfica que suministra o prepara el dato o el principio inductivo pretendido, afirmado o
postulado a partir de la experiencia etnoarqueológica, cuyo corolario es el originar y alimentar la
Teoría de Alcance Medio. Todo esto debería permitir —según los procesualistas— ampliar la
relevancia del conocimiento científico de la disciplina.
Metadiscurso = es el discurso que habla de sí mismo, que se toma a sí mismo como objeto y
tema.
Sinergia = acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos
individuales. Un entramado dialéctico sinergia-holismo puede definirse dialécticamente en que
no sólo o simplemente los todos son más que la suma de sus partes, lo que ocurre es que
aquellas partes se han vuelto cualitativamente nuevas al ser o siendo partes del todo.
Traducibilidad = es la extrapolación a las sociedades del pasado, del comportamiento de los
pueblos etnográficos actuales llamados también preindustriales o de tradición oral, pues no
producen a primera vista ningún tipo de escritura simbólicamente comunicable a nosotros los
occidentales, y sus presuntas codificaciones —si las poseen— son inalcanzables y aún no las
hemos logrado comprender.
Utopía = concepto que se refiere a la representación de un mundo ideal que se presenta como
alternativo al mundo social en el que vivimos, mediante una crítica dura de este mundo, que es
real para nuestros sentidos, conformado por seres humanos existiendo y cohabitando en
colectividades y agrupamientos socioculturales (Castro, 1993:646-650). El término fue
concebido por el filósofo social y humanista inglés Thomas More, castellanizado como Tomás
Moro (1478-1535). El origen etimológico de ‘Utopía’ no fue del todo explicitado por Moro, pero
deja entrever un doble juego de significados, ambos del griego. Por un lado, un ‘no lugar’ = ‘lo
que no está en ningún lugar’, y por otro lado, un ‘buen lugar’ (Ibid, 1993:646-650).
Etnoarqueología = es una disciplina que se encarga de realizar estudios de cultura material
de comunidades preindustriales contemporáneas, con una visión eminentemente arqueológica.
Para el procesualismo se planteaba aquí algo novedoso que era buscar principios generales
que conectaran el comportamiento humano con la cultura material y obtener conclusiones que
no dependieran exclusivamente del campo teórico de la antropología socio-cultural, dando
origen y alimentando con datos a las Leyes o Teorías Arqueológicas de Alcance Medio. Para
el posprocesualismo se pretendía una expansión en cuanto al rango de interés de la
Etnoarqueología sobre todo porque se sostenía que ella ampliaba su Órbita de la Cultura más
allá de los aspectos tecnoeconómicos y apuntaba al entendimiento de niveles mayores de
complejidad, intentando discernir los correlatos materiales de los aspectos cognitivos,
sociales e ideológicos. Se trataba de un modelo presuntamente más generalista que pretendía
abarcar todas las manifestaciones materiales posibles de una sociedad humana determinada.
Dentro de este nuevo marco conceptual la Etnoarqueología no se interesaba por explicar en
el sentido procesual del término (o sea entender la observación o proceso como resultado de
una ley o de algún otro modelo teórico universal) sino que trataba de Interpretar el
Significado para la sociedad que lo produjo. En ambos casos era un enfoque traducible, pero
además específicamente en el procesualismo científico, era atomista (inductivista
tecnoeconómico), a-histórico (enfocado en peculiaridades complejas
13. —fundamentalmente el inductivismo tecnoeconómico—) que caracterizaba a una sociedad
suspendida en un tiempo presente que para beneficio o rendimiento de la arqueología
procesual no poseía un curso libre, que estaba al margen del fluir del tiempo, configurando una
totalidad invariable y constante que solo pretendía cosechar fines y elaborar efectos o
resultados para alimentar la Teoría de Alcance Medio) y sincrónico pues se desarrollaba en
perfecta simultaneidad o coexistencia con otro proceso o causa, a saber: el ocurrir, acontecer o
suceder sociocultural del pueblo vivo que era objeto de estudio etnoarqueológico por el
investigador.
En la etnoarqueología posprocesual, según se afirmaba, el arqueólogo solamente
interpretaba el contexto de una comunidad humana viviente y lo reivindicaba adjudicándose
íntegramente lo material y lo simbólico de ella al mismo tiempo. Aquí el método científico
procesual —cuya proximidad con las ciencias de la naturaleza es indiscutible— no se sostenía
y carecía absolutamente de sentido. Sin embargo, han surgido también fuertes críticas contra
los arqueólogos posprocesuales que en sus trabajos etnoarqueológicos más recientes el énfasis
en lo social los ha llevado a olvidar
evidentemente los aspectos más puramente materiales de la existencia.
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Vease. Vid. Adenda al artículo anterior, Arqueología y Cultura: en este caso, un ejemplo
divergente inscrito en la Teoría Arqueológica Argentina del siglo XX.
Un ejemplo de búsqueda epistemológica alternativa en la Arqueología Argentina: la
influencia intersubjetiva proporcionada por los fundamentos teórico-paradigmáticos del
filósofo español Ortega y Gasset en la investigación arqueológica de la Provincia de San
Juan, Argentina, durante la segunda mitad del siglo XX.
Véase. Vid. en: Catalina Teresa Michieli, 2000. http://www.ub.edu/geocrit/sn-70.htm
Las distintas escuelas teórico-metodológicas de la arqueología siempre han aceptado la
importancia de la Geografía, como de otras ciencias humanas y sociales, en la elaboración de
sus investigaciones. Sin embargo, la misma siempre ha tenido una característica de auxiliar. La
Escuela Histórico-Cultural sólo prestaba atención a la distribución geográfica de tipos y
conjuntos de artefactos para estudiar su difusión y migración a fin de establecer áreas
culturales. El Funcionalismo incorporó la idea de que la cultura era el sistema adaptativo por el
cual la sociedad respondía ante una influencia externa, de índole Geográfica o Social,
estableciendo modelos transmitidos. Por último, la Escuela Positivista Americana —o
estadounidense— conocida como “Nueva Arqueología”, que primó en los estudios
arqueológicos de las últimas cuatro décadas del siglo XX, avanzó en este concepto e incluyó la
idea de que la cultura es un medio extrasomático de adaptación humana (Trigger, 1992).
Los principios de esta escuela han llevado a que los trabajos arqueológicos americanos —o
estadounidenses— de los últimos años intentaran poner énfasis en el estudio de los cambios
dentro de los sistemas culturales, estableciendo que el objetivo de la arqueología era
exclusivamente explicar los cambios producidos en las culturas arqueológicas en términos de
procesos culturales (de allí su apelativo de “arqueología procesual”), dejando de lado la idea de
16. innovación e inventiva humana y quitándole importancia a la reconstrucción del pasado
histórico (Trigger, 1992). La Geografía sólo interesaba en cuanto un cambio en ella significaba
un impulso de cambio para el Sistema Cultural.
A diferencia de la tendencia dominante, la investigación arqueológica que se ha realizado desde
mediados de la década de 1960 del siglo XX en San Juan, Argentina (Gambier, 1993, p. 5), tiene
como fundamentación teórica las Ideas Desarrolladas por el Filósofo Español José Ortega y
Gasset en cuanto a que el hombre no se resigna a simplemente acontecer o estar en el mundo;
si no puede satisfacer sus necesidades, produce lo que No Estaba en la Naturaleza (o
‘circunstancia’) modificando o reformando esta circunstancia por medio de actos técnicos. La
Técnica es por lo tanto Lo Opuesto a la Adaptación Humana al Medio; es la Adaptación
del Medio al Sujeto (Ortega y Gasset, 1968, pp. 22-28).
La idea de que la circunstancia, tanto Geográfica como Histórico-Social, fue aprovechada o
modificada de diferentes maneras por los distintos poblamientos humanos prehispánicos de la
provincia de San Juan, Argentina, ha permitido investigar, realizar u ofrecer una nueva
interpretación de la relación que los asentamientos del Imperio Incaico tenían entre sí y cómo
se articulaban con los sitios de poblamiento nativo bajo su dominio (Michieli, 2000).
Consideramos que esta interpretación supera el conocimiento tradicional que estudiaba los
sitios arqueológicos en forma aislada, sin tener en cuenta las características del marco espacial e
histórico—social donde estaban insertas (Michieli, 2000).
Bibliografía
Gambier, Mariano (1993) Prehistoria de San Juan, San Juan: EFU, 110 pp.
Michieli, Catalina Teresa (2000) Tambos incaicos del centro de San Juan: su articulación
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Barcelona [ISSN 1138-9788]. Nº 70.
Véase. Vid.: http://www.ub.edu/geocrit/sn-70.htm
Ortega y Gasset, José (1968) Meditación de la técnica, 6a ed. Madrid: Revista de Occidente.
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Trigger, Bruce G. (1992) Historia del pensamiento arqueológico, Barcelona: Crítica, 476 pp.