El fuero constitucional otorga privilegios e inmunidad a ciertos funcionarios públicos como diputados y senadores para proteger su independencia en el desempeño de sus cargos. No se considera una violación a la constitución ya que los privilegios son para proteger las funciones parlamentarias, no los derechos personales. El fuero también aplica a otros altos funcionarios federales y estatales que pueden ser sujetos a juicio político pero no a procesos penales ordinarios.