Este documento clasifica las prestaciones que las organizaciones ofrecen a sus empleados en tres categorías: 1) prestaciones convenidas entre las organizaciones y los sindicatos que cumplen con la ley laboral, 2) prestaciones otorgadas por las propias organizaciones que varían en amplitud dependiendo de sus políticas pero incluyen préstamos, seguros médicos y becas, y 3) prestaciones financieras indirectas donde la organización financia parcial o totalmente beneficios como tiendas, comedores y transporte pero el empleado no recibe dinero en efectivo.