La estructura cristalina de los sólidos se estudia mediante la difracción de rayos X, que implica la dispersión de los rayos por las unidades del sólido cristalino. El análisis se basa en que un haz de rayos X que pasa a través del sólido es dispersado en ángulos definidos debido a la interferencia y superposición de ondas. Además, las fuerzas de Van der Waals y repulsión entre iones mantienen unida la red cristalina a una distancia de equilibrio.