Las relaciones gregarias son cuando animales de la misma especie se juntan en grupos, colaborando para defenderse y buscar comida. Esto los beneficia mutuamente al darse alimento, protección y ayudarse en la crianza de crías. Ejemplos son manadas de herbívoros y bandadas de pájaros migratorios como el piuquén. El ser humano puede interferir en estas interacciones al alterar el hábitat de los animales.