Las relaciones interpersonales juegan un papel fundamental en el desarrollo de los adolescentes, ayudándolos a crecer como individuos y a relacionarse con los demás. Durante la adolescencia, los jóvenes experimentan cambios emocionales como la ansiedad, la felicidad y el aislamiento. También tienden a sentirse más tristes, introvertidos e impacientes, y sus sentimientos se hieren fácilmente.