El documento describe el cultivo de la sandía. Habla de la morfología y taxonomía de la planta, sus exigencias de clima y suelo, la elección del material vegetal, y las labores culturales como la plantación, acolchado, túneles, poda, polinización y recolección. También cubre plagas, enfermedades y fisiopatías, así como la postcosecha. Proporciona detalles sobre las temperaturas óptimas para las diferentes etapas de desarrollo de la sandía y los beneficios del enarenado
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Sandia
1. EL CULTIVO DE LA SANDÍA
1. MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA
2. EXIGENCIAS DE CLIMA Y SUELO
2.1. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS
2.2. EXIGENCIAS EN SUELO
3. ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL
4. LABORES CULTURALES
4.1. PLANTACIÓN
4.2. ACOLCHADO
4.3. TUNELILLOS
4.4. PODA
4.5. POLINIZACIÓN
4.6. RECOLECCIÓN
5. MARCOS DE PLANTACIÓN
6. FERTIRRIGACIÓN
7. PLAGAS Y ENFERMEDADES
7.1. PLAGAS
7.2. ENFERMEDADES
8. FISIOPATÍAS
8.1. RAJADO DEL FRUTO
8.2. ABORTO DE FRUTOS
8.3. ASFIXIA RADICULAR
9. POSTCOSECHA
1. MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA
Familia: Cucurbitaceae.
Nombre científico: Citrullus lanatus (Thunb). Sinónimos: C. Vulgaris y Colocynthis citrullus.
Planta: anual herbácea, de porte rastrero o trepador.
Sistema radicular: muy ramificado. Raíz principal profunda y raíces secundarias
distribuidas superficialmente. Actualmente este órgano carece de importancia, ya que
alrededor del 95 % de la sandía se cultiva injertada sobre patrón de C. Máxima x C.
Moschata, totalmente afín con la sandía. Este híbrido interespecífico se introdujo en la
provincia de Almería a mediados de los 80 para resolver los problemas de fusariosis (agente
causal Fusarium oxysporum f. sp. niveum), tras comprobar que la introducción de genes de
resistencia a esta enfermedad en algunas variedades comerciales no aseguraba una
producción normal en suelos muy contaminados. Adicionalmente, dicho patrón ofrece
resistencia a Verticilium y tolerancia a Pythium y Nematodos, confiriendo gran vigor a la
planta y un potente sistema radicular con raíces suberificadas de gran tamaño.
Tallos: de desarrollo rastrero. En estado de 5-8 hojas bien desarrolladas el tallo principal
emite las brotaciones de segundo orden a partir de las axilas de las hojas. En las brotaciones
secundarias se inician las terciarias y así sucesivamente, de forma que la planta llega a
cubrir 4-5 metros cuadrados. Se trata de tallos herbáceos de color verde, recubiertos de
pilosidad que se desarrollan de forma rastrera, pudiendo trepar debido a la presencia de
zarcillos bífidos o trífidos, y alcanzando una longitud de hasta 4-6 metros.
Hoja: peciolada, pinnado-partida, dividida en 3-5 lóbulos
que a su vez se dividen en segmentos redondeados,
presentando profundas entalladuras que no llegan al
nervio principal. El haz es suave al tacto y el envés muy
áspero y con nerviaciones muy pronunciadas. El nervio
principal se ramifica en nervios secundarios que se
subdividen para dirigirse a los últimos segmentos de la
hoja, imitando la palma de la mano.
Flores: de color amarillo, solitarias, pedunculadas y
axilares, atrayendo a los insectos por su color, aroma y
néctar (flores entomógamas), de forma que la polinización
es entomófila. La corola, de simetría regular o
actinomorfa, está formada por 5 pétalos unidos en su
base. El caliz está constituido por sépalos libres
(dialisépalo o corisépalo) de color verde. Existen dos tipos
de flores: masculinas o estaminadas y femeninas o
pistiladas, coexistiendo los dos sexos en una misma planta, pero en flores distintas (flores
2. unisexuales). Las flores masculinas disponen de 8 estambres que forman 4 grupos soldados
por sus filamentos.
Las flores femeninas poseen estambres rudimentarios y un ovario ínfero velloso y ovoide que
se asemeja en su primer estadio a una sandía del tamaño de un hueso de aceituna (fruto
incipiente), por lo que resulta fácil diferenciar entre flores masculinas y femeninas. Estas
últimas aparecen tanto en el brote principal como en los secundarios y terciarios, con la
primera flor en la axila de la séptima a la décimo primera hoja del brote principal. Existe una
correlación entre el número de tubos polínicos germinados y el tamaño del fruto.
Fruto: Baya globosa u oblonga en pepónide formada por 3 carpelos fusionados con
receptáculo adherido, que dan origen al pericarpo. El ovario presenta placentación central
con numerosos óvulos que darán origen a las semillas. Su peso oscila entre los 2 y los 20
kilogramos. El color de la corteza es variable, pudiendo aparecer uniforme (verde oscuro,
verde claro o amarillo) o a franjas de color amarillento, grisáceo o verde claro sobre fondos
de diversas tonalidades verdes. La pulpa también presenta diferentes colores (rojo, rosado o
amarillo) y las semillas pueden estar ausentes (frutos triploides) o mostrar tamaños y
colores variables (negro, marrón o blanco), dependiendo del cultivar.
2. EXIGENCIAS DE CLIMA Y SUELO
2.1. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS
El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el
funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente
relacionados y la actuación sobre uno de estos incide sobre el resto.
2.1.1. Temperatura
La sandía es menos exigente en temperatura que el melón, siendo los cultivares triploides
más exigentes que los normales, presentando además mayores problemas de
germinabilidad.
Cuando las diferencias de temperatura entre el día y la noche son de 20-30 ºC, se originan
desequilibrios en las plantas: en algunos casos se abre el cuello y los tallos y el polen
producido no es viable.
Helada 0 ºC
Detención de la vegetación 11-13 ºC
Mínima 15 ºC
Germinación
Óptima 25 ºC
Floración Óptima 18-20 ºC
Desarrollo Óptima 23-28 ºC
Maduración del fruto 23-28 ºC
Tabla 1.- Temperaturas críticas para sandía sin injertar en las distintas fases de desarrollo.
Cuando se trata de sandías injertadas aumenta la resistencia tanto al frío como al calor.
2.1.2. Humedad
La humedad relativa óptima para la sandía se sitúa entre 60 % y el 80 %, siendo un factor
determinante durante la floración.
2.2. EXIGENCIAS EN SUELO
La sandía no es muy exigente en suelos, aunque le van bien los suelos bien drenados, ricos
en materia orgánica y fertilizantes. No obstante, la realización de la técnica del enarenado
hace que el suelo nos sea un factor limitante para el cultivo de la sandía, ya que una vez
implantado se adecuará la fertirrigación al medio.
3. ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL
Principales criterios de elección:
- Exigencias de los mercados de destino
- Características de la variedad comercial: vigor de la planta, características del fruto,
resistencias a enfermedades.
- Ciclos de cultivo y alternancia con otros cultivos.
Pueden considerarse dos grupos de variedades híbridas existentes en el mercado:
- Variedades “Tipo Sugar Baby”, de corteza verde oscuro.
- Variedades “Tipo Crimson, de corteza rayada.
3. Dentro de ambos tipos pueden considerarse sandías con
semillas y sin semillas, aunque generalmente las sandías
triploides se está, poniendo “tipo Crimson”, por lo que la
piel rayada está siendo un carácter diferenciador para el
consumidor entre sandía con semillas y sin semillas.
4. LABORES CULTURALES
4.1. PLANTACIÓN
La planta injertada procedente del semillero debe
colocarse de forma que, el cepellón quede en contacto con
el suelo, cubriéndolo con arena, y el injerto quede por
encima de la arena, evitando así la emisión de raíces por
parte de la sandía por la humedad que proporciona el
riego, ya que de lo contrario podrían presentarse
problemas de ataque de Fusarium.
4.2. ACOLCHADO
Consiste en cubrir el suelo/arena generalmente con una película de polietileno negro de unas
200 galgas, con objeto de: aumentar la temperatura del suelo, disminuir la evaporación de
agua, impedir la emergencia de malas hierbas, aumentar la concentración de CO2 en el
suelo, aumentar la calidad del fruto, al eludir el contacto directo del fruto con la humedad del
suelo.. Puede realizarse antes de la plantación, o después para evitar quemaduras en el tallo.
4.3. TUNELILLOS
En plantaciones tempranas, una vez realizado el trasplante, se puede proceder a la
colocación de túneles de semiforzado para incrementar la temperatura. Para ello se colocan
arcos de alambre cada 1,5 metros aproximadamente, que se recubren con un film que se
sujeta al suelo con la propia arena. El film que mejores resultados está dando es el polímero
EVA de 150-200 galgas, que además de proteger de las bajas temperaturas, impide el goteo
por condensación, evitando reduciendo el riesgo de pudrición. Otros materiales utilizados son
las películas de polietileno transparente, con el inconveniente
del goteo, y la manta térmica, que aunque incrementa la
temperatura en menor medida, mejora las condiciones de
ventilación y evita el problema del goteo.
Existen otros métodos para incrementar la temperatura en el
interior del invernadero tras la plantación como es la
colocación de bandas de plástico o de una cubierta flotante de
film transparente y perforado.