El documento clasifica las fuentes del derecho en directas e indirectas. Las fuentes directas producen normas jurídicas e incluyen la legislación y los principios generales del derecho. Las fuentes indirectas ayudan en la elaboración, interpretación y estudio de las leyes, como la costumbre, jurisprudencia y doctrina. También distingue entre fuentes formales, reales e históricas.