TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
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1. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
COORDINACIÓN DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y
EDUCACIÓN A DISTANCIA
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUATITLÁN
DIPLOMADO EN DOCENCIA A DISTANCIA
Taller de Evaluación del Aprendizaje en la Modalidad a Distancia
Actividad 2. Tipos de evaluación
Asesora: Flor Berenice Gómez Córdoba
Alumno: Francisco Jesús Vieyra González
Enero 2018
2. La evaluación educativa en educación a distancia.
La evaluación en el proceso de enseñanza y aprendizaje permite identificar el avance en la
construcción de competencias y cambios de comportamiento por parte del estudiante conforme a un
objetivo, estándar o meta que es definida de manera previa por quien funge el papel de enseñante. En
este sentido, la evaluación se convierte en una herramienta de gran importancia ya que de manera
sistemática puede ayudar a modelar y tomar decisiones en los procesos de enseñanza, las estrategias
de aprendizaje, los materiales y todo aquello que influya en la labor del docente y del estudiante.
Si bien, la evaluación se convierte en un proceso complicado en los procesos educativos presenciales
donde el profesor y el estudiante se ubican en un mismo espacio y tiempo al establecer estrategias y
emplear instrumentos que permitan de manera confiable evaluar lo que ha aprendido el estudiante, en
la educación a distancia se encuentran ante un gran reto ya que, tanto el docente y el estudiante, no
se encuentran en sincronía de tiempo y espacio lo que conlleva a generar acciones que permitan emitir
de manera objetiva un juicio de los conocimientos desarrollados.
En la educación a distancia se debe comenzar una acción de formación con una actividad diagnóstica,
que al igual que en la educación presencial, es “la que se aplica antes de empezar un proceso
educativo: un curso escolar, un bloque, un tema o una secuencia didáctica; su principal propósito es
explorar los conocimientos, las habilidades y las actitudes de los estudiantes” (Hernández, 2013, parr.
6), además que permite tomar decisiones por parte del docente para estructurar las estrategias de
aprendizaje más adecuadas a partir de lo que saben los estudiantes.
Estas actividades en la educación a distancia deben ser estructuradas de tal manera que efectivamente
se puedan recuperar el dominio de los conocimientos previos (bases) asumiendo que el mismo
estudiante puede contestarlos de manera equivocada y no por eso significa que existe un problema,
sino que es el punto de partida desde donde se desarrollará el andamiaje de los nuevos conocimientos.
Se debe tener cuidado de no asignar un valor sumatorio ya que puede provocar que el estudiante
realice un proceso de investigación para resolverla no permitiendo reconocer de manera válida lo que
sabe, pero a pesar de ello, se debe indicar su obligatoriedad ya que puede ser considerada como no
importante y que no sea realizada.
De manera particular en la educación a distancia se puede concretar mediante exámenes
automatizados donde el estudiante pueda contestar respuestas de opción múltiple que recuperen sus
conocimientos sobre aspectos declarativos, procedimentales o actitudinales; otro de los instrumentos
puede ser una tarea donde se emitan comentarios sobre un determinado tema o la resolución de un
problema integrador que bajo ciertos criterios puede ser valorado. Se debe cuidar de no realizar
actividades diagnósticas que conlleven al trabajo colaborativo o en espacios de discusión ya que la
exposición grupal puede provocar que no se sientan con libertad para poder demostrar sus errores.
Una de las evaluaciones que menos se presentan en la educación a distancia es la formativa, que de
acuerdo con Condemarín M. y Medina A. (2000) citado en Torres, R. (2013) “es un proceso que
realimenta el aprendizaje, posibilitando su regulación por parte del estudiante” (p.8), ya que implica
que el asesor emita una opinión correctiva sobre el desempeño o producto que ha desarrollado quien
aprende ayudándolo a detectar sus áreas de oportunidad (errores) para que pueda atenderlos y asumir
decisiones. El no emitir una calificación numérica ha generado que los asesores consideren que no
sirve y se olvida por parte del estudiante que no le asume un gran peso debido a que consiste en
comentarios para mejorar, además que necesita de establecer una comunicación comprometida y
fluida entre el asesor y el estudiante, situación que en la virtualidad donde existen distanciamientos
de lugar y de tiempo se complica.
3. En muchas ocasiones la evaluación formativa por parte docente también se ve limitada por la falta de
compromiso del estudiante para realizar las entregas de sus actividades a tiempo y de atender las
indicciones brindadas, por lo que se acumulan en la fecha de finalización de la acción de formación
lo que provoca que exista una saturación para el docente que tiene que hacer la revisión con la
intención de evaluar y para el otro terminar los pendientes y atender las observaciones hechas.
Algunas estrategias que pueden facilitar aplicar este tipo de evaluación son:
• Emitir un mensaje de manera semanal para señalar a los estudiantes las actividades a realizar
y los aspectos donde deben tener mayor cuidado
• Si existen dudas o errores recurrentes que comparten varios estudiantes, enviar un mensaje
por el foro grupal de dudas o mediante un mensaje a todos con la finalidad de que puedan
realizar las adecuaciones y quienes aún no la han hecho puedan considerarlo.
• Tener comunicación continua con los estudiantes que demuestren un bajo desempeño
señalando que el atraso en sus actividades podrá afectar la construcción de nuevos
conocimientos y su nivel de aprovechamiento en la acción de formación
• Emitir las realimentaciones considerando el contenido disciplinario y los instrumentos de
evaluación proporcionados en la plataforma educativa.
Si la evaluación formativa es hecha de manera oportuna, el asignar una calificación de
aprovechamiento con un número o una letra no conllevará ninguna problemática ya que podrá existirá
un mutuo acuerdo por las dos partes. Este proceso se llama evaluación formativa “que tiene como
propósito calificar en función de un rendimiento, otorgar una certificación, determinar e informar
sobre el nivel alcanzado a los alumnos, padres, institución, docentes, etc.” (Samboy, 2009, p.5). En
la educación a distancia se aplica con mayor frecuencia ya que al asesor solo le exige la atribución de
un valor de aprovechamiento a partir de cuestionarios o del empleo de instrumentos de evaluación
como listas de cotejo, rúbricas o escalas estimativas que permiten brindarle mayor objetividad al
juicio emitido.
Sin duda, la evaluación es un proceso complejo que debe ser asumido con un gran compromiso
formativo y ético ya que implica la validación de conocimientos que podrán ayudar al estudiante en
sus dimensiones conceptuales, procedimentales y actitudinales, además que un juicio incorrecto
puede significar un deterioro en su desempeño y un posible fracaso por lo que siempre debe ser
considerada su dimensión formativa y humana del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Fuentes de consulta:
• Hernández, G. (2013). La evaluación diagnóstica. México: Santillán. Recuperado de
https://www.santillana.com.mx/articulos/21
• Torres, R. (2013). La evaluación formativa. España: UNED- Ministerio de Educación
Pública. Recuperado de https://www.uned.ac.cr/ece/images/documents/documentos2011-
2015/evaluacion_formativa2013.pdf
• Samboy, L. (2009). La evaluación sumativa. México: UAEH. Recuperado de
https://www.uaeh.edu.mx/docencia/VI_Lectura/MGIEV/documentos/LECT93.pdf