1. Corriente humanista y la terapia
familiar sistémica
Universidad Yacambú
Vicerrectorado Académico
Facultad de Humanidades
Cabudare – Edo Lara
Alumna: Karla Sofía Putignano
Exp: HPS 181-00159
Viernes, 10 de Abril del año 2020
2. ¿Qué es la Terapia Sistémica en el ámbito Familiar?
La terapia sistémica es la disciplina de la Psicología Humanista que trata las
disfunciones, trastornos y patologías mentales como la manifestación de
alteraciones dentro de nuestros sistemas. Así, esta disciplina de la
psicología apunta que toda la conducta humana, por intencionada que sea,
es un producto y consecuencia del ambiente en el que nos movemos: de
las opiniones que poseen las personas de nuestros círculos más cercanos
Se trata de una rama de la psicología
que no concibe al individuo como un
ente solo, no, sino que trata a la persona
como parte de un contexto social
primario, de un sistema base que no es
otro que la familia.
Las relaciones que se establecen
dentro de la familia son
determinantes en el desarrollo y,
en especial, la relación con padre
y madre determina con énfasis la
conducta futura del individuo.
3. ¿Cómo puede ayudar
esta terapia?
Este tipo de terapia puede ayudar
significativamente a las personas que
se preocupan por los demás a
encontrar maneras de abordar la
incomprensión y el dolor que está
afectando a sus relaciones
enfocándose en la unidad familiar.
La Terapia Familiar Sistémica es
participe de que las relaciones
familiares forman una parte clave
esencial de la salud emocional de
cada miembro de esa familia.
Los problemas más habituales con los
que un terapeuta familiar suele
trabajar son:
• Divorcio y la separación, enfermedad o
muerte de un ser querido, y etapas de
transición de desarrollo de la familia que
pueden causar dolor y malestar.
• Los conflictos entre padres e hijos,
problemas relacionados con la escuela y
el trabajo y las dificultades psicosexuales
Los terapeutas familiares también pueden
trabajar junto a otros profesionales de la
salud para tratar problemas como el TDAH,
trastornos alimentarios, depresión,
adicciones y otras condiciones que pueden
estar teniendo un efecto perjudicial sobre
la vida familiar.
4. • Entender mejor cómo funciona su familia
• Identificar las fortalezas y debilidades en el sistema de la
familia
• Establecer objetivos y diseñar estrategias para resolver
problemas
• Desarrollar sus habilidades de comunicación
• Fortalecer toda la unidad familiar
¿Cuáles son los objetivos de esta terapia?
¿En que consiste?
La Terapia Familiar normalmente se lleva a cabo en forma de sesiones en las que se acuden
los individuos y sus familiares junto con un terapeuta familiar para discutir los temas que
están afectando a sus relaciones. Estas sesiones se adaptarán de acuerdo con los objetivos de
la terapia y las edades, las necesidades, los recursos y las preferencias de los individuos
involucrados. Las sesiones que involucran a niños, por ejemplo, pueden incluir ejercicios de
dibujo y el juego para ayudar a expresar sus emociones de una manera más creativa y
atractiva.
5. En el transcurso de las sesiones, el
terapeuta guiará al paciente a
desengranar el funcionamiento del
sistema, detectando los roles tomados
por cada miembro de la familia y la
posición que cada uno ha representado
en ella. Habiendo resuelto el
funcionamiento que ha adoptado la
familia como un sistema único, el
paciente podrá determinar qué lugar
ocupa en el núcleo familiar y que
consecuencias tiene ello en su persona
como por ejemplo responsabilidades que
posee y no le corresponden, relaciones
enfermizas, lazos que se confunden,
obligaciones que no se le han asignado o
funciones de un rol que no es el suyo.
El proceso terapéutico
6. Una vez comprendido el funcionamiento del sistema puede
entenderse la raíz del problema que ha llevado al individuo a la
terapia. Habiendo hecho este paso se podrá ahora actuar sobre el
problema y esta parte ya puede ser más o menos lenta de
trabajar.
¿Cuántas sesiones son necesarias para conocer el
funcionamiento del sistema familiar?
Como todo en el mundo de la psicología, es relativo y depende en
mayor parte del paciente, la predisposición y de su situación
emocional. Cierto es que la frecuencia de las sesiones es menor
que las necesarias en terapias de otras disciplinas, pero ello no
significa que sean menos o más efectivas.
No obstante, los estudios indican que a partir de la segunda sesión
ya empieza a haber progresos evidentes y que en una media de 10
a 14 terapias puede haber una resolución evidente. Cabe tener en
cuenta, que la comprensión y análisis del sistema que presenta el
paciente es quizás la parte más rápida de solucionar.
7. Para concluir este tema es bueno expresar la importancia de que las familias del
mundo asistan a terapia regularmente, mas en estos tiempos en que la imagen
de la «familia» se ha ido distorsionando un poco, cada vez los padres tienen
mas tiempo para sus trabajos y responsabilidades y menos tiempo para pasarlo
con sus hijos; desde muy pequeños los dejan en sus casas solos, o en otros
casos siendo criados por la abuela o la nana, dejando en ellos un vacío paternal
que lamentablemente en un futuro se vera reflejado en sus vidas. Padres,
seamos conscientes y responsables, si algo no va bien en el núcleo familiar hay
varias formas de arreglarlo y continuar, una de ellas es asistir a terapia y
entendamos que el momento para pasar tiempo con nuestra familia es ahora, el
tiempo vuela tan rápido que da vértigo, aprovechemos el que nos queda para
ser felices y dedicarnos a nuestros seres queridos…
Conclusión de la autora