El Coliseo romano fue construido en el año 72 d.C. por orden del emperador Flavio como un anfiteatro para espectáculos públicos. Con 187 metros de largo y 185 de ancho, podía albergar a 50,000 espectadores distribuidos en 80 filas de gradas. Su estructura innovadora incluía pasillos subterráneos, ascensores y mecanismos para hacer aparecer gladiadores y fieras de forma sorpresiva.