"Enfoques integrales y prácticas innovadoras en puericultura para garantizar ...
Uso del AAQ y prevalencia de trastornos emocionales en la zona de Salud Básica de Orcera
1. Uso del Acceptance & Action Questionnaire y
prevalencia de trastornos emocionales en la Zona
Básica de Orcera.
Manuel Calvillo Mazarro1 Carolina López Carrillo2 Juan
Andrés Ramos Ruiz3 Sofía Carrillo Jiménez4 Dolores
Valentina Villar Molina5 Arturo Javier Carrillo López6
Psicólogo-Centro de Psicología Clínica CEPSI Bailén1 Enfermera-Zona Básica de Salud de Orcera2 Médico-Zona Básica de
Salud de Orcera3 Facultad Medicina Univ. Sevilla4 Logopeda5 Facultad Medicina Univ. Rovira i Virgili Reus6
2. Las enfermedades mentales son consideradas como un problema de salud pública de primer orden,
con una gran repercusión sobre la morbi-mortalidad y el uso de recursos del sistema sanitario. En su
conjunto, los trastornos mentales constituyen la causa más frecuente de carga de enfermedad en
Europa, por delante de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer.
En concordancia con estos datos, en los centros de salud atendemos una alta tasa de usuarios con
problemas de salud mental, que en un gran porcentaje están siendo tratados por trastornos
relacionados con la ansiedad y el estado de ánimo.
A lo largo de las últimas décadas se está produciendo una fuerte crítica y una importante revisión a los
modelos diagnósticos predominantes de base biomédica, como es el DSM-V, desde distintas
aproximaciónes conceptuales, epistemológica y clínicas a los problemas psicológicos y su tratamiento.
En esta línea, muy en relación con los llamados enfoques transdiagnósticos, la Teoría de los Marcos
Relacionales de Hayes plantea la Evitación Experiencial como un elemento compartido por distintos
síndromes psiquiátricos del sistema DSM. La Evitación Experiencial se define como un fenómeno que
ocurre cuando una persona no está dispuesta a ponerse en contacto con experiencias privadas
particulares (p.ej.: sensaciones corporales, emociones, pensamientos, recuerdos, predisposiciones
conductuales) e intenta alterar la forma o la frecuencia de esos eventos y el contexto que los ocasiona.
En un intento por comprobar la viabilidad de atender a los problemas psicológicos de los usuarios
desde los centro de salud a partir de este modelo alternativo al biomédico predominante, se llevó a
cabo este estudio en el que se pretendía utilizar el AAQ (Cuestionario de Aceptación y Acción) como
instrumento para la valoración de la evitación experiencial de aquellos pacientes que ya estabn siendo
tratados problemas relacioandos con la ansiedad y /o el estado de ánimo.
INTRODUCCIÓN
3. OBJETIVOS
1. Comprobar hasta qué punto los profesionales sanitarios (enfermeros
y médicos) de los centros de atención primaria de la Zona de Salud
Básica de Orcera podían identificar el “nivel” de evitación
experiencial de los usuarios en su contexto laboral cotidiano a través
del AAQ (Cuestionario de Aceptación y Acción)
2. Analizar si esta medición es útil para distinguir a aquellas personas
que presentan algún problema relacionado con la ansiedad.
4. METODOLOGÍA
•Diseño del estudio: Se trata de un estudio descriptivo transversal llevado a cabo entre
los meses de abril y mayo de 2015.
•Población de estudio: Participaron 78 usuarios (55 mujeres y 23 hombres) de los
centros de atención primaria de la Zona de Salud Básica de Orcera. La media de edad
es de 67’5, siendo 18 y 86 las edades límites de nuestra muestra. Fueron
seleccionados al azar entre los que llegaban a consulta siendo la mayoría de edad el
único criterio para su inclusión en el estudio.
Procedimiento e instrumentos: Una enfermera y un médico de la Zona Básica de
Salud de Orcera entrevistaron a las personas que particiapron en el mismo. En las
entrevistas se recogieron 3 tipos de datos: Información sobre variables clínicas,
Información sobre ansiedad estado/rasgo a partir del STAI, Información sobre niveles
de evitación experiencial con el AAQ. Por tanto los instrumentos de evaluación que se
utilizaron fueron:
– STAI-Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo de Spielberg (Spielberger,
Gorsuch y Lushene, 1982).
– AAQ_ Adaptación española del Cuestionario de Aceptación y Acción (AAQ)
(Barraca, 2004).
5. Resultados (I)
Del total de 78 usuarios que participaron en el estudio, 19 (18 mujeres y 1
hombre) tenían algún trastorno psicológico diagnosticado y tomaban
psicofármacos, lo que supone el 24,35% del total. De ellas, 5 (26%) tenían el
diagnóstico de depresión+ansiedad y 14 (74%) de depresión.
24,35%
75,65%
Sin diagnóstico Con diagnóstico Ansiedad Ansiedad+Depresión
26%
74%
MUESTRA
(n=78)
6. Resultados (II)
Tabla 1. Diferencia de puntuación media en cada escala entre el grupo de participantes
con diagnóstico de ansiedad y/o depresión y el grupo sin diagnóstico.
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
STAI A/E STAI A/R AAQ
Con diagnóstico 30,34 27,97 48,68
Sin diagnóstico 28,52 25,80 46,03
Tabla 2. Correlación de Pearson entre el inventario ansiedad-rasgo (STAI-R) y el
Cuestionario de Aceptación y Acción (AAQ) – Comparación con estudios previos.
r
Muestra americana (Hayes et al. 2000) .58**
Muestra española (Barraca, 2004) .76**
Nuestro estudio (2016) .72**
7. Resultados (IV)
Tabla 2. Resultados a la pregunta:
¿Considera que el comportamiento de los profesionales de la salud como fumadores o
no fumadores influye en que los pacientes fumen?
Las mujeres consideran en mayor porcentaje que los hombres que el
comportamiento de los profesionales de la salud tiene mucha influencia en que los
pacientes fumen o no (20% y 7,69% respectivamente). A su vez es mayor el
porcentaje de médicas/os (57,14%) frente al de enfermeras/os (42,10%) que afirman
estar bastante de acuerdo con esta afirmación. Son el grupo de exfumadores los que
más de acuerdo están con el hecho de que los profesionales sanitarios juegan un
papel muy importante como modelos que puede afectar a que sus pacientes fumen o
no fumen (73,07%, frente al 50% de fumadores y al 56,25% de los no fumadores).
Nada Poco Bastante Mucho
Sexo Hombres 7,69% 30,76% 53,84% 7,69%
Mujeres 25% 10% 45% 20%
Profesión Médicas/os 5% 21,42% 57,14% 14,28%
Enfermeras/os 10,52% 31,57% 42,10% 15,78%
Consumo de tabaco No fumadores 18,75% 25% 25% 31,25%
Exfumadores 11,53% 15,38% 46,15% 26,92%
Fumadores 25% 25% 50%
8. Discusión/Conclusiones (I)
Lo que en primer lugar llama la atención es la alta prevalencia (24,35%) de trastornos de ansiedad
y depresión diagnosticados en nuestra muestra. A falta de marcadores biológicos u otras pruebas
diagnósticas físicas de los pacientes así etiquetados no podría afirmarse que estos problemas se
deban a una etiopatogenia principalmente fisiológica y con una relación causa-efecto clara.
Pensamos que para entender los altos niveles de prevalencia y comorbilidad de estos trastornos
psicológicos es necesario tener en cuenta no sólo la presencia o no de una serie de síntomas en
los pacientes si no también el propio comportamiento en sí de diagnosticar enfermedades mentales
por parte de los profesionales de la salud, así como prestar atención al modelo de salud mental
desde el que se diseña y se gestionan la atención básica de los trastornos psicológicos.
La evolución de la prevalencia de los trastornos relacionados con la ansiedad y el estado de ánimo
en la población general, junto con un elevadísimo gasto económico, nos está indicando una
organización y un modelo de atención a la salud mental cuyo sentido y sostenibilidad pone en duda
el medio y largo plazo. Un modelo que está demostrando su ineficacia y, nos atrevemos a decir,
que no pocos efectos iatrogénicos.
9. Discusión/Conclusiones (II)
De cara a no continuar con las tendencias crecientes en el número de diagnósticos de trastornos
mentales y con el aumento imparable del gasto farmacéutico en el tratamiento de estos problemas,
creemos que es necesario un cambio radical del sistema de gestión y organización de la salud
mental, un cambio que vaya a la raíz y comience por la revisión del modelo de salud mental, y por
tanto del sistema de diagnóstico y tratamiento. En la actualidad existen cuerpos conceptuales
alternativos con la suficiente fuerza epistemológica, con la investigación básica necesaria y con
prácticas clínicas contrastadas experimentalmente para diseñar un sistema diferente de atención a
los trastornos psicológicos.
En este estudio hemos puesto a prueba con éxito el AAQ, siendo utilizado en el contexto de los
centros de atención primaria por profesionales sanitarios no expertos en salud mental. Se trata de
un inventario desarrollado desde un marco teórico alternativo al biomédico predominante, que
plantea un diagnóstico ideográfico, no basado en la topografía de las conductas, sino en su función.
Es en definitiva un modelo diagnóstico funcional, biográfico y contextual que facilita una
aproximación distinta a la atención y tratamiento a este tipo de trastornos.