2. CARACTERíSTICAS GENERALES:
• Programa alfanumérico: Utiliza la numeración como un medio para
facilitar la escritura. Establece una relación entre números(lo conocido)
y letras(lo desconocido).
La sistematicidad del método garantiza que puede alfabetizar en un
máximo de tres meses y un mínimo de siete semanas.
• YO Identidad
• SÍ Afirmación
• PUEDO Voluntad
3. COMPONENTES DEL PROGRAMA
• VIDEOS : (17 videos con 65 clases)Cartillas(tienen una relación directa con lo que enseña el
video)
• FACILITADOR :Puede o no tener formación docente ,su rol es propiciar el proceso de
aprendizaje ser el nexo entre la clase televisiva y el alfabetizando .De esta manera se
garantiza la atención diferenciada.
• ALFABETIZANDO: Propone tener en cuenta el punto partida de los participantes del
programa y su clasificación:
*Iletrados Puros, que no han tenido ninguna relación con la enseñanza, no han ido nunca a
la escuela.
* Semi-iletrados, han ido a la escuela o saben escribir alguna letra o palabra, o han olvidado
lo aprendido por no hacer uso de ello.
* Iletrados Especiales, son personas con necesidades educativas especiales, por lo que se
debe tomar en cuenta las limitaciones físicas que presentan.
4. ETAPAS DEL METODO
Adiestramiento Expresión oral
Estudio de las vocales
Desarrollo de habilidades psicomotoras
Enseñanza de la lectura y la escritura
Tres etapas
Consolidación
5. SURGIMIENTO
"Yo, sí puedo" nació en 28 de marzo de 2001 cuando el gobierno de Cuba le encomienda la
labor a Leonela Relys de crear una cartilla de alfabetización de no más de cinco páginas que
combinara las letras y los números.
Para el año 2002 ya se ultimaban las cartillas y los guiones de las clases televisadas. En
mayo de ese año se comenzaron a grabar las clases.
Estaba concebido con un carácter internacionalista, en especial, latinoamericanista y
preparado para ser adaptado a diferentes realidades sociales y lenguas.
6. ANTECEDENTES HISTORICOS
Pese al establecimiento de la educación obligatoria para todos los niños en la Constitución de Cuba de
1940,[1] el sistema educativo se caracterizaba por la existencia de grandes desigualdades en el acceso a los
recursos y oportunidades educativas,[2] por lo que la educación de los sectores más pobres de la sociedad
era casi nula.
Después del triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, uno de los principales problemas al
que el gobierno revolucionario debía darle seguimiento era el analfabetismo.
El núcleo de la campaña se desarrolló principalmente a través de brigadas de voluntarios que se
desplazaron por el país para realizar la labor de alfabetización. Estas brigadas usaban como material el
manual Alfabeticemos y la cartilla Venceremos. El manual estaba destinado a servir de guía al alfabetizador;
la cartilla era un cuaderno de trabajo, con ejercicios para ser realizados por el alumno y material fotográfico
destinado a servir como apoyo a la clase. Estaba formado por quince lecciones relativas a asuntos de
carácter sociopolítico, impregnadas por los contenidos ideológicos de la Revolución cubana, con títulos como
"OEA", "INRA" (Instituto Nacional de Reforma Agraria), "La Revolución", "Fidel es nuestro líder" o "La tierra
es nuestra", entre otros.
El 22 de diciembre de 1961, el Gobierno declaró cumplida con éxito de la Campaña Nacional de
Alfabetización y declaró a Cuba, en la Plaza de la Revolución José Martí, como Territorio Libre de
Analfabetismo. el discurso pronunciado por Fidel Castro en tal ocasión.</ref> Desde entonces ese día se
celebra en el país el Día Nacional del Educador.
7. • La alfabetización no consistió simplemente en enseñar la lectura y la escritura, fue más allá; trató de abrir el
entendimiento de las masas hasta entonces desposeídas e incultas, a las nuevas realidades que la
Revolución abría para el pueblo. Y para que no se quedara ahí, se abrieron nuevas posibilidades
educacionales: las escuelas de seguimiento (o la educación obrera y campesina) donde los recién
alfabetizados pudieron continuar estudiando hasta completar la enseñanza primaria y luego la secundaria.
Se abrieron también Facultades Obreras y Campesinas donde aquellos adultos que no habían podido
ingresar a la Universidad se prepararan para hacerlo.
• Para los recién alfabetizados se prepararon materiales de lectura especializados, entre ellos, una revista que
se llamó Arma Nueva que contenía temas de carácter histórico, científico y cultural expuestos en un
lenguaje sencillo y un estilo directo. En la revista se publicaron reseñas de las batallas que el ejercito
rebelde había librado por la liberación del país, como la batalla del Uvero, de algunas obras literarias recién
publicadas por la recién creada Imprenta Nacional y también algunos poemas breves de nuestros poetas
mas populares.
• Aprender a leer y escribir es solo dar un primer paso en el camino de la educación y la cultura, pero en
Cuba se crearon la posibilidades para que los recién alfabetizados continuaran avanzando por esa senda con
la creación de nuevas escuelas, con la publicación de los mejores libros de la literatura universal a precios
económicos, al alcance de toda la población, con la creación de cines móviles que llevaban a todos los
rincones del país las manifestaciones del séptimo arte, con la extensión a todas las zonas de la electricidad
la que fue haciendo posible la llegada de las ondas de radio y de televisión. No en balde, Juan Marinillo, uno
de nuestros más destacados intelectuales revolucionarios, dijo de la alfabetización que era “un
transcendente hecho de cultura, impulsor de transformaciones imprevisibles en su magnitud”.