2. -Los escritores modernistas recibieron influencias de dos
corrientes francesas:
- El parnasianismo: belleza y perfección formal.
- El simbolismo: sugerir a través de símbolos la belleza oculta.
Los modernistas reivindicaron la belleza : recreación de lugares y
objetos hermosos, presentación de sensaciones y emociones
intensas.
- Para ello tuvieron que renovar el lenguaje literario:
- - Incorporan cultismos y palabras elegidas por su sonoridad y capacidad de
sugerir sensaciones.
- - Musicalidad a través de recursos rítmicos: anáfora, paralelismo, aliteración…
- - Recuperaron estrofas clásicas y cultivaron el verso libre. Los metros
preferidos fueron: eneasílabo, dodecasílabo y alejandrino.
3. Era un aire suave
Era un aire suave de pausados giros;
el hada Harmonía, ritmaba sus vuelos,
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos y los violoncelos.
Sobre la terraza, junto a los ramajes,
diríase un trémolo de liras eolias,
cuando acariciaban los sedosos trajes
sobre el talle erguidas, las blancas magnolias.
La marquesa Eulalia, risas y desvíos
daba a un tiempo mismo para dos rivales:
el vizconde rubio de los desafíos
y el abate joven de los madrigales.
Cerca, coronado por hojas de viña,
reía en su máscara Término barbudo,
y como un efebo que fuese una niña
mostraba una Diana su mármol desnudo. […]
4. Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916) está considerado el iniciador del
modernismo literario.
Su literatura persiguió la novedad formal.
Su producción refleja influencias parnasiana y simbolista, así como su
creencia en la superioridad de los poetas.
Sus obras:
AZUL… (1888): incluye cuentos breves y algunos poemas, en los
que se recrea un mundo de hadas, princesas, palacios, cisnes…
PROSAS PROFANAS (1896): encontramos poemas de evasión
exótica y aristocrática, aunque aparecen también temas sociales
y españoles. Por encima de todos, el tema predominante es el
erotismo.
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA (1905): significa un cambio
en el planteamiento literario. En esta obra aborda nuevos
motivos temáticos y emplea un tono más personal, íntimo y
reflexivo. Veremos dos temáticas fundamentales:
preocupaciones filosóficas (paso del tiempo, pérdida de
juventud, sentido de la existencia), y el mundo hispánico.
5. VENUS
En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,
Como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.
A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,
Que esperaba a su amante, bajo el techo de su camarín,
O que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría,
Triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.
«¡Oh, reina rubia!, - díjele -, mi alma quiere dejar su crisálida
Y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;
Y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,
Y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar.»
El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.
Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.
6. DE INVIERNO
En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.
El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Aleçón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.
Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño:
entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño
como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos; mírame con su mirar risueño,
y en tanto cae la nieve del cielo de París.
7. DE OTOÑO
Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora
con aquella locura armoniosa de antaño?
Ésos no ven la obra profunda de la hora,
la labor del minuto y el prodigio del año.
Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa,
cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:
¡dejad al huracán mover mi corazón!