Timoteo fue un discípulo de Listra que Pablo convirtió. Acompañó a Pablo en sus viajes misioneros y fue un fiel compañero y ayudante. Timoteo demostró ser confiable y dedicado a pesar de su timidez. Más tarde, Pablo lo dejó como obispo en Éfeso, donde eventualmente murió mártir.
3. Orígenes de Timoteo
Podría inferirse con probabilidad que era habitante de Listra.
Procedía de un “matrimonio mixto”: un padre griego pagano y una devota madre
judía, Eunice (Hch. 16:1; 2 Ti. 1:5).
4. Orígenes de Timoteo
Desde su niñez había sido instruido en las Sagradas Escrituras del Antiguo
Testamento (2 Ti. 3:15).
5. Conversión de Timoteo
Es bastante probable que durante el primer viaje misionero Pablo había sido el
medio para la conversión de Timoteo, así que desde ese día se le podía llamar
“hijo” (espiritual) de Pablo (1 Co. 4:17; 1 Ti. 1:2; 2 Ti.1:2).
También se estima que la abuela Loida y la madre Eunice hayan contribuido a la
conversión de Timoteo, (2 Ti. 1:5).
6. Carácter de Timoteo
Su carácter era una mezcla de afecto y fidelidad a pesar de su natural timidez.
Pablo amaba a Timoteo y admiraba sus sobresalientes rasgos de personalidad.
7. Carácter de Timoteo
En cuanto al carácter afectuoso de Timoteo, es sobre él que el
apóstol escribió estas conmovedoras palabras: “Espero en el
Señor enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de
buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo
del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por
vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de
Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como (un)
hijo (sirve) a (su) padre ha servido conmigo en el evangelio” (Fil.
2:19–22). Verdaderamente, Timoteo era el “amado hijo” del
apóstol (2 Ti. 1:2).
8. Carácter de Timoteo
En cuanto a su invariable fidelidad y decidida disposición de
sacrificar cualquier cosa que pareciera serle de interés personal
inmediato por la causa del evangelio, esto se hace evidente no
solo por el pasaje citado, sino también por el hecho de que
ninguno de los compañeros de Pablo se menciona con tanta
frecuencia y como estando con él tan constantemente como
Timoteo. En el último capítulo escrito desde la prisión, el gran
apóstol escribe: “Procura venir pronto a verme ... Procura venir
antes del invierno” (2 Ti. 4:9, 21). Pablo sabía que podía contar con
Timoteo, así como sabía que podía hacerlo con Lucas (2 Ti. 4:11).
9. Timoteo era una persona Confiable
Esta confiabilidad se hace evidente del hecho de que a pesar de su
juventud—era menor que Pablo en varios años (cf. 1 Ti. 4:12; 2 Ti. 2:22)—, su
natural reserva y timidez (1 Co. 16:10; 2 Ti. 1:7), y sus “frecuentes
enfermedades” (1 Ti. 5:23), estaba dispuesto a dejar su hogar para acompañar
al apóstol en peligrosos viajes misioneros, a ser enviado en comisiones
difíciles y aun peligrosas, y a seguir siendo hasta el mismo fin un siervo digno
de Jesucristo.
10. Ministerio de Timoteo
Cuando, en el segundo viaje misionero, Pablo y Silas llegaron a Derbe y Listra,
Timoteo respondió favorablemente a la petición del apóstol de unirse al grupo en
las tareas misioneras. Esto debe de haber ocurrido alrededor del año 51. Por Hch.
16:2 sabemos que “daban buen testimonio de él” las personas de su comunidad.
Puesto que era bien sabido que el padre de Timoteo era griego, de modo que la
influencia del joven entre los judíos pudiera haberse visto reducida a cero a menos
que se hiciera algo que demostrara públicamente su devoción a las Sagradas
Escrituras del pueblo del pacto, fue circuncidado (Hch. 16:3). En este tiempo,
probablemente haya ocurrido otro acontecimiento importante: Timoteo fue
ordenado por los ancianos de la iglesia local (que había sido establecida y
organizada en el primer viaje) para su nueva tarea, participando Pablo mismo en la
solemne “imposición de las manos” (Hch. 14:23.
11. Timoteo acompaña a Pablo y a Silas
16 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado
Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; 2 y daban buen
testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. 3 Quiso Pablo
que este fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que
había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego. 4 Y al
pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los
apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las
guardasen. 5 Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en
número cada día
12. Ministerio de Timoteo
Después Timoteo pasó a Europa con los demás misioneros, habiéndose
unido Lucas al grupo.
Timoteo siguió viaje con Pablo y Silas a Tesalónica.
También los ayudó en el siguiente lugar al que arribaron, esto es, Berea,
donde él y Silas fueron dejados con el fin de dar ayuda espiritual a la
iglesia recién nacida, mientras Pablo mismo, acompañado por algunos de
sus amigos, se dirigía a la costa llegando finalmente a Atenas (Hch. 17:10–
15).
Actuando a pedido de Pablo, Timoteo dejó Berea y se reunió con el
apóstol mientras éste todavía estaba en Atenas (1 Ts. 3:1, 2). Fue enviado
de regreso a Tesalónica con el fin de fortalecer y alentar a los hermanos
13. Ministerio de Timoteo
Después que Pablo partió de Atenas y comenzó la obra en Corinto, Silas y Timoteo
“vinieron de Macedonia” para reunirse con el apóstol (Hch. 18:1, 5).
En Corinto, Timoteo realizó sus labores misioneras con Pablo y Silas. Por esta razón
(y porque era conocido en Tesalónica) su nombre se asocia con el de ellos en el
encabezamiento de las dos epístolas a los Tesalonicenses, enviadas desde Corinto
(1 Ts. 1:1; 2 Ts. 1:1).
14. Ministerio de Timoteo
En el tercer viaje misionero (53/54–57/58 d.C), Timoteo está con el apóstol
durante el extenso ministerio de éste en Efeso. De aquí es enviado a
Macedonia y a Corinto (Hch. 19:21, 22; 1 Co. 4:17; 16:10).
Cuando Pablo llega a Macedonia, Timoteo se ha reunido con él, como es
evidente del hecho de que se asocia su nombre con el del apóstol en la
epístola que ahora envía a los Corintios (2 Co. 1:1). También es claro que
este ayudante y socio acompaño al apóstol a Corinto (Ro. 16:21), y que
junto con otros está con Pablo cuando regresa a Macedonia (Hch. 20:3, 4),
y está esperándolo en Troas (Hch. 20:5). Probablemente estuvo también
con el apóstol en Jerusalén (1 Co. 16:3).
15. Ministerio de Timoteo
Durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma los dos están en íntimo contacto nuevamente,
como es evidente por Fil. 1:1; Col. 1:1; Flm. 1. Cuando el apóstol espera ser puesto en libertad en el
futuro cercano (Fil. 2:24), dice a los filipenses que espera enviarles pronto a Timoteo (Fil. 2:19).
La siguiente oportunidad en que oímos de él, Timoteo está en Efeso, donde Pablo se ha reunido con
él. Al partir, el apóstol pide a Timoteo que se quede en su lugar (1 Ti. 1:3). Mientras estaba allí,
Timoteo recibe un día la carta que ahora llamamos 1 Timoteo.
16. Ministerio de Timoteo
Pasan muchos meses, durante los cuales nada se oye con referencia a Timoteo. Luego llega
otra carta, en la cual Pablo, escribiendo desde Roma como prisionero que espera la muerte,
exhorta a su amigo a hacer todo lo posible por ir a verlo antes del invierno (2 Ti. 4:9, 21). No
hay un relato que diga si los dos llegaron realmente a verse de nuevo. Puede tomarse por
concedido que Timoteo trató de ver al apóstol. Está de acuerdo con todo su carácter. Aunque
es vacilante y reservado, su amor por Pablo y más aún, por el Señor Jesucristo y su causa,
siempre triunfaban al fin. Quizás se estremeciera por un momento (cf. 1 Co. 16:10), pero nunca
se niega. Es un carácter el suyo que es digno de admiración. La dinámica agresividad del
apóstol Pablo encuentra una verdadera contrapartida en su timidez propia. ¡No es
sorprendente que Pablo y Timoteo fueran amigos!
17. Ministerio de Timoteo
Por los datos que brinda el historiador Eusebio de Cesarea (270-338), fue el propio
Pablo quien nombró a Timoteo obispo de Éfeso. Un historiador posterior, San Juan
Crisóstomo (350-407), afirma que San Timoteo llegó a ser el presidente de todos
los obispos de aquella región. Por estas fuentes sabemos también que, hacia el
año 96, siendo emperador de Roma Domiciano (51-96), Timoteo se empecinó en
impedir la celebración de una festividad que, a ojos suyos, era un torbellino de
placer y corrupción. El vulgo arremetió contra él con piedras y palos, y fue
golpeado con saña hasta morir martirizado.
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/timoteo_san.htm
18. Enseñanzas Obtenidas
La importancia de que a los niños se les instruya en la escritura. Puede dar un fruto
muy hermoso con el tiempo.
Los padres no determinan el propósito de las personas, pese a que Timoteo tenía un
padre pagano, Dios lo rescató.
Las características de personalidad no son relevantes para Dios, la persona puede ser
muy tímida o de bajo perfil pero en las manos de Dios son instrumentos para su gloria.
El llamado de Dios nos puede llevar a un viaje que puede estar lleno de montañas que
atravesar, pero la fidelidad a Dios ayuda a permanecer y trascender en el tiempo.
El amor, la amistad, la fidelidad y lealtad son ingredientes perfectos para que un grupo
de cristianos sean usados por Dios.