2. Estrategias de aprendizaje
Hoy en día los estudiantes en general viven a expensas del conocimiento
que se les otorga en las aulas. Volviendo una monotonía y llegando aun más a la
cotidianidad de “aprender” que está más bien basado al proceso de memorización.
Por lo que los alumnos pierden el interés en ahondar en la información y
cuestionar, es decir, no corroboran dicho conocimiento cayendo en la ignorancia y
la mediocridad.
Sin embargo, hay quienes en tal sistema afrentan los problemas mencionados y
adquieren virtudes para aprender desarrollando así inteligencias y buenos hábitos
que les ayudan en el curso de sus estudios. Aquí entra el papel principal de las
estrategias de aprendizaje ya que según especialistas como psicólogos y
pedagogos definen como herramientas imprescindibles para los estudiantes, he
aquí su importancia y la maravillosa luz para los alumnos de cualquier tipo grado
de estudio.
Una definición clave es que las estrategias de aprendizaje son las conductas y
virtudes que el aprendiz adquiere y utiliza como herramientas para realizar tareas
o metas. Los estudiantes deben tener noción de qué son las estrategias de
aprendizaje y cuál es el beneficio que aportan, al mismo tiempo que ellos mismos
se adapten a nuevas estrategias para el desarrollo de su profesión. Las
estrategias de aprendizaje son más que métodos y clasificaciones, son la manera
en que el aprendiz usa bases para aprender a saber, comprender y hacer.
Otorgándole beneficios a largo plazo ya que en cierta medida como un deportista
le hace desenvolver sus habilidades en ámbitos académicos de su carrera
escolar.
Según Weinstein y Mayer (1986) las estrategias de aprendizaje son conductas que
el aprendiz utiliza durante su aprendizaje. Ya que sólo él puede decidir qué y cómo
adquirir el conocimiento a través del aprendizaje. El alumno necesita de algo para
poder sugestionar su pensamiento y dirigirlo hacia el aprendizaje, optar por las
vías de un significado y una utilidad cuales como en cualquier profesión son
recursos útiles para no perder la paciencia ni el interés para tratar de aprender
algo nuevo. Dansereau (1985) nos dice que estos procedimientos son
prescindibles para el propósito de adquirir y ma nejar información.
Actualmente, los alumnos perciben que en las aulas existe el mal ejemplo por
parte de los formadores, ya que ellos dirigen el aprendizaje únicamente hacia
3. cómo el aprendiz memorizar el saber, desviando en ocasiones el significado del
buen aprendizaje y en otras situaciones en no cuestionar su contexto, privándole
ruinmente a aceptar la información sin utilidad.
Para Monereo (1994) intencionalmente el aprendiz debe tomar la decisión para
cumplir sus objetivos según los conocimientos que necesite. La visión de Monoreo
es un parte aguas en cuanto a la adquisición del conocimiento sugiriendo tomar
del todo las bases para crear su propio conocimiento y llegar a alcanzar un nivel
de conocimiento que le sirva en su vida como estudiante y ser humano.
A pesar de los acuerdos entre distintos investigadores, no podemos categorizar de
manera concreta las estrategias de aprendizaje ya que muchas de ellas al
desarrollarse a través de la cotidianidad son innatas pero según Pintrich y De
Groot se clasifican en la cognición y el manejo y recuperación de información. He
aquí una parte esencial en el trabajo del aprendiz y del maestro, pues al ser
ambos un eslabón en la educación, debe propiciarse en ambos la solicitud
oportuna de más y mejores actitudes para aprender, y aun más el aprendiz debe
ser consciente de cómo quiere manejar su propio conocimiento.
Las estrategias de aprendizaje son las herramientas y parte de los procesos del
pensamiento que nos ayudan para adquirir conocimientos, aunque un ac to
primordial es utilizar diversas maneras de saber hacer y así desarrollar tanto
nuestras inteligencias como el pensamiento crítico para realmente hacer del saber
una parte fundamental en el desarrollo de nuestra profesión.
La utilización de estrategias requiere, por consiguiente, de algún sistema que
controle continuamente el desarrollo de los acontecimientos y decida, cuando sea
preciso, qué conocimientos declarativos o procedimentales hay que recuperar y
cómo se deben coordinar para resolver cada nueva coyuntura. Este sistema de
actitudes se basa en la reflexión y en la evaluación.
Las estrategias de aprendizaje son las herramientas y parte de los procesos del
pensamiento que nos ayudan para poder adquirir conocimientos aunque hace falta
que el aprendiz compare diversas maneras de saber hacer y entonces desarrolle
nuevas inteligencias y también en un ideal por el pensamiento crítico. De esta
forma se hace del saber una parte fundamental en el desarrollo de su propio
aprendizaje.
Según estos autores Borkowski y Muthukrishna (1992) el aprendiz como
principios fundamentales debe conocer un amplio número de estrategias de
aprendizaje. Ambos autores concuerdan en que el aprendiz debe adquirir un perfil
4. en el cual no debe tener miedo al fracaso, de hecho, debe tener la noción de que
el fracaso es esencial para el éxito. El aprendiz también debe tener conocimientos
sobre muchos temas y un rápido acceso a esos conocimientos.
La meta de los estudiantes se deja como una flecha a ser lanzada por ellos
mismos, pues el formador o los maestros tienen su función aunque esta sea
limitada por un sistema reducido a la memorización. Al último y no menos
importante, lo que los alumnos deben hacer dentro y fuera de las aulas es tomar el
reto de ir más allá con el conocimiento que se les proporciona, debe cuestionar
todo y corroborar por medio de la práctica que todo lo aprendido es real o por lo
menos les deja un resultado en su vida tanto profesional, laboral y social. Salir de
tal castillo monótono y ser aprendices del éxito como ideal en ser maestros
comprometidos con los quehaceres que aquejen a la sociedad y también con el
conocimiento para que así se tenga consciencia a todo tipo de información, es
decir, que tales estrategias de aprendizaje al quedarse en el pensamiento puedan
ser compartidas hacia los nuevos alumnos y ellos participen de manera teórica al
compartir demás conocimientos con sus compañeros y utilicen lo aprendido en
cuanto pueda ser usado. Volverse estrategas en el conocimiento de su propio
bienestar.
5. Bibliografía
Monereo, C. et al. (1999). Estrategias de enseñanza y aprendizaje. España: Graó.
Serra, B. & Bonet, P. (2002). Estrategias de aprendizaje: Eje transversal en las
enseñanzas técnicas. España: Universidad Politécnica de Valencia.
Valle, A. et al. (1998). Las estrategias de aprendizaje: características básicas y su
relevancia en el contexto escolar. Revista de psicodidáctica, núm.6, pp.53-68.