4. El sustantivo “Catequesis” proviene del verbo griego
neotestamentario “catequizar” (Kat-echein), que significa
hacer resonar una palabra en el oído de un oyente y suscitar
una respuesta. El verbo simple “Echein”, que significa
resonar se une a “Kerusso” que equivale a anuncio o
proclama (1 Cor 14,19; Hch 18,25; Gál. 6,6).
El verbo Katechein significa hablar desde arriba. Más
exactamente significa “hacer eco”, “resonar”.
5. En el Nuevo Testamento la predicación cristiana tiene dos
momentos diferentes y, a la vez complementarios entre sí:
el primero de ellos es el anuncio o proclamación del
mensaje cristiano, con el fin de suscitar la fe y la conversión
inicial; el segundo es el de la instrucción, orientado a
comprender el centro del mensaje evangélico y las
consecuencias para la vida. Este último momento es,
precisamente, el de la Catequesis.
6. Hoy por hoy en el conjunto de las acciones pastorales de la
comunidad eclesial, la acción catequística es considerada como un
ministerio fundamental e imprescindible. Sin embargo, siempre
existe el riesgo de no comprender lo específico de esta actividad
pastoral y de confundirla con otras acciones eclesiales. Prueba de
ello es que algunas personas ven a la Catequesis en todas partes y
frecuentemente hablan de este ministerio refiriéndose a actividades
eclesiales que no lo son.
9. La Iglesia actúa su sacramentalidad, en cuanto sacramento del
reino, a través de las cuatro mediaciones, funciones o ministerios
eclesiales:
La Palabra o Pastoral Profética, la Liturgia o Pastoral Litúrgica, el
Compromiso Liberador o Pastoral Social y la Comunión o Pastoral
Comunitaria, así:
10.
11. Este ministerio tiene la finalidad de proclamar el mensaje
liberador y transformador del Evangelio, “despertar la fe,
desentrañar el sentido de Dios y revelar el horizonte
cristiano del proyecto humano (Ibíd. P.224)”. En la vida
pastoral de la Iglesia, la Palabra de Dios es anuncio liberador
y clave de interpretación de la vida y de la historia.
12. Funciones y formas del ministerio de la
Palabra
FUNCIONES
Convocatoria y llamada a la fe
La función de iniciación
La educación permanente de la fe
La función Litúrgica
La función teológica
13. Formas del ministerio de la Palabra:
La Iglesia desde sus inicios ha realizado este ministerio profético a través de formas
muy variadas. Hoy los documentos catequéticos sostienen que las formas más
importantes del ministerio de la Palabra son las siguientes:
El primer anuncio o predicación misionera:
La Catequesis pre y post bautismal
La forma litúrgica.
Forma teológica
16. En la práctica pastoral, los límites de ambas acciones eclesiales no
son muy claros. Sucede con frecuencia que muchas personas que
están participando en la Catequesis no han recibido el primer
anuncio. Esta situación pastoral, que es común a la mayoría de las
comunidades cristianas, invita a la Catequesis a asumir la tarea
misionera de suscitar la fe y estimular a renovar la conversión a
Jesucristo.
17. B. Catequesis y predicación litúrgica (homilía)
En primer lugar, la homilía está al servicio de la Palabra de
Dios que se proclama.
En segundo lugar la homilía está al servicio del misterio
litúrgico que se celebra.
Por último, la homilía está al servicio de las personas que se
reúnen para celebrar su fe.
18. La Catequesis y la predicación litúrgica son dos ministerios diferentes en cuanto
el ámbito (en la homilía es la acción litúrgica y en la Catequesis pueden ser
distintos lugares, espacios y tiempos), los contenidos (en la homilía dependen
de los textos bíblicos y de las oraciones presidenciales de la celebración; en la
Catequesis los contenidos son más temáticos, unitarios y sistemáticos), los
interlocutores (en la homilía es la asamblea litúrgica, que es bastante
heterogénea; y en la Catequesis es el grupo de catequizandos, que es más
homogéneo en cuanto a la edad y a la situación de fe), el método (en la
Catequesis es más dinámico, creativo, con amplia libertad de movimiento, de
uso de técnicas grupales y de medios masivos de comunicación), etc. La homilía,
pues, no es una Catequesis.
19. Sin embargo, en algunas circunstancias especiales es
conveniente que la homilía asuma la función catequética
(CF DGC 52). Pero siempre como algo ocasional y nunca
como una práctica cotidiana, ya que el ministerio de la
homilía no se reduce a la educación de la fe)
20. La homilía, en cuanto educadora de la fe, tiene una
dimensión catequética. La homilía tiene una fuerza
educadora. Es importante señalar que no solamente la
homilía sino toda la Celebración litúrgica es educadora de la
fe: la proclamación de la Palabra de Dios, los signos
sacramentales, las oraciones, los cantos, etc., son también
elementos que educan y hacen crecer la fe de la Asamblea.
21. C. Catequesis y teología
La teología es el conocimiento de las cosas divinas en general. Lo que
concierne propiamente al estudio de Dios.
En la concepción cristiana, teología es la explicación y desarrollo
científico, es decir, metodológico y sistemático de la realidad de la
revelación divina frente a la fe, con el fin de presentarla en lo posible
como algo racional para el pensamiento humano.
22. Por teología entendemos aquella reflexión crítica sobre la Palabra de
Dios acontecida en el “hoy” de la Iglesia y del mundo. De ahí que la
teología tenga las siguientes características:
Es reflexión crítica
Es reflexión sobre el Dios revelado en Jesucristo
Tiene como lugar teológico la existencia actual de la Iglesia
Reflexión sobre la praxis de la Iglesia
23. Desde el siglo XVII hasta las primeras décadas del siglo XX, la relación
entre Catequesis y teología ha sido concebida como una
subordinación de la Catequesis a la teología. Prueba de ello es que la
mayoría de los catecismos, que han tenido a teólogos como autores,
se han presentado como compendios o síntesis de la teología
sistemática (La teología sistemática es aquella especialidad de la
reflexión teológica que correlaciona los datos de la Revelación como
un todo, integrando las distintas afirmaciones de fe en el depósito
común y general. A ella pertenece la teología dogmática), y, sobre
todo, la Catequesis se ha entendido como una divulgación teológica
o una enseñanza doctrinal.
24. Aunque nos encontramos con que la relación entre teología y Catequesis no ha
sido suficientemente profundizada por los últimos documentos del Magisterio,
la reflexión catequética actual hace suyas las siguientes afirmaciones:
La teología y la Catequesis son dos acciones eclesiales diferentes. La teología es
una reflexión crítica sobre la fe; la Catequesis, en cambio, es una praxis al
servicio de la fe. La teología es estudio y reflexión de la Palabra de Dios; la
Catequesis es actualización y comunicación de la Palabra liberadora. La teología
sigue una lógica científica y la Catequesis una lógica pedagógica y comunicativa.
25. Metodológicamente la teología recurre a distintas
aproximaciones (filosofía, historia, hermenéutica, etc.) para
fundamentar y profundizar científicamente los contenidos
de la fe; la Catequesis, por su parte, emplea métodos de las
ciencias de la educación y de las ciencias de la comunicación
para la proclamación del mensaje evangélico,
preocupándose tanto de su ortodoxia como de su
significatividad. La teología se centra en la educación de la
inteligencia de la fe, mientras que la Catequesis educa en
todas las dimensiones de la vida cristiana. Por último, la
teología es una formación más elevada y posterior a la
Catequesis.
26. La Catequesis no es una enseñanza teológica. Su Santidad
Juan Pablo II en su Exhortación apostólica “la Catequesis de
nuestro tiempo” hablado de las características y dificultades
de la Catequesis dice: es “una enseñanza elemental que no
pretende abordar todas las cuestiones disputadas ni
transformarse en investigación teológica o en exégesis
científica” (CT 21).
27. La Catequesis necesita de la teología y la teología necesita de la
Catequesis. Bien, se pudiera decir que las dos acciones eclesiales se
necesitan, se reclaman y se complementan. La reflexión teológica,
aporta la profundización, sistematización y fundamentación de los
contenidos de la fe; la Catequesis aporta la vida y la experiencia de fe
de las comunidades cristianas como lugar de elaboración del
discurso teológico. La teología, por tanto, no es amo y señor, ni la
Catequesis es su sirviente. Las dos son compañeras de viaje al
servicio de la Palabra de Dios y del crecimiento integral de las
personas humanas.
28. La Catequesis no se reduce a una enseñanza doctrinal. No
se puede dudar que la Catequesis es una enseñanza
doctrinal, los diferentes numerales que trae el Directorio
General de la Catequesis así nos lo demuestra, sin embargo
no se reduce a ello, ya que la Catequesis es, sobre todo, una
educación integral para la vida cristiana. “Por ser formación
para la vida cristiana, desbordo —incluyéndola- a la mera
enseñanza” (DGC 68). La Catequesis educa en el
conocimiento y en la vida de fe.
29.
30.
31. “La Catequesis es una acción esencialmente eclesial” (DGC 78). Con
esta afirmación el reciente Directorio catequético nos quiere decir,
en primer lugar, que el sujeto o agente de la Catequesis es la Iglesia
animada por el Espíritu; la Catequesis, por tanto, es tarea y
responsabilidad de la comunidad eclesial. En segundo lugar, también
nos quiere decir que la acción catequística es un acto vivo de
tradición eclesial porque transmite la fe de ¡a Iglesia, es decir, todo lo
que ella cree, celebra vive y ora.
32. A. Dimensión comunitaria de la Catequesis
◦ La comunidad, condición necesaria para la catequesis
◦ La comunidad como lugar de la catequesis
◦ La comunidad como sujeto de la catequesis
◦ La comunidad destinataria de la catequesis
◦ La comunidad como meta de la catequesis
◦ Conclusión: no hay catequesis sin comunidad
33. B. Comunidad eclesial y Catequesis
◦ La Familia
◦ Asociaciones y movimientos apostólicos
◦ Las pequeñas comunidades o comunidades eclesiales de base
◦ La comunidad parroquial
◦ La comunidad diocesana (Diócesis)
◦ Responsables a nivel regional y nacional
◦ La Iglesia Universal
34.
35. La evangelización es la esencia de la misión de la Iglesia,
puesto que ella existe para evangelizar” (EN 14). La
Catequesis forma parte del proceso total de la acción
evangelizadora. Para conocer su identidad es necesario
situarla en el proceso evangelizador, relacionándola con los
demás elementos evangelizadores y con las distintas etapas
o momentos de la evangelización.
36. EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS A
TRAVÉS DE LA HISTORIA
Jesucristo Encomienda a la Iglesia la misión de anunciar la Buena
Noticia a todas las gentes.
En la Iglesia naciente se hacía distinción entre el anuncio = Kerigma
y la enseñanza dada a los nuevos convertidos en la que se les
explicaba las escrituras a la luz de los hechos cristianos.
Con las primeras conversiones masivas y la religión de estado, se
presentan la evangelización y la Catequesis como una sola unidad:
primer anuncio- Catequesis-bautismo.
37. Con los cambios históricos, sobre todo en la época de las revoluciones, ya se
empieza a ver el Primer anuncio o Kerigma como evangelización y la Catequesis
como otro momento.
En los documentos del Vaticano II el concepto evangelización aparece con un
triple significado: la predicación misionera con los no-creyentes (cf. AG 6,26)
todo el ministerio de la Palabra (cf. AA 2,20) y toda la actividad misionera de la
Iglesia (cf. AG 23).
A partir de 1 970 las reflexiones se hacen más concretas y es así como Evangelii
Nuntiandi y Catechesi Tradendae se pone la evangelización como la misión de
toda la Iglesia y dentro de ésta, el Primer Anuncio, la Catequesis.
38. Se podría decir entonces que la Evangelización es el proceso gradual y
sistemático, mediante el cual la Iglesia:
Anuncia el Evangelio de Salvación a toda criatura.
Educa en la fe a los que se convierten a Jesucristo
Celebra la Salvación, glorificando al Padre Celestial y Santificando a los
hombres por medio de los Sacramentos.
Da testimonio de la fe recibida, expresada en una nueva manera de ser, de
pensar de actuar, de vivir.
Transforma el orden temporal con la fuerza del Evangelio.
39. LA CATEQUESIS EN LA ACCIÓN
EVANGELIZADORA
A. La catequesis es un momento esencial en el proceso de evangelización: La
Catequesis se sitúa en medio de ellas. Por una parte, es un momento sucesivo a
la acción misionera y, por otra, es iniciación y preparación de las otras acciones
eclesiales que a través del ministerio de la Palabra, de la liturgia y del
compromiso social-liberador, alimenta la de la comunidad cristiana, fortalecen
su comunión eclesial y animan su participación en el compromiso apostólico de
la Iglesia. Hay, por tanto, acciones que anteceden y preparan a la Catequesis
(primer anuncio, testimonio) (cf. CT 18) y acciones que “emanan” de ella (la
homilía, la enseñanza de la teología, la celebración de los sacramentos, los
servicios del promoción humana, la vida de la comunidad cristiana etc.)
40. B. La Catequesis en la acción misionera (presente en el proceso
evangelizador en sus diferentes momentos):
Interés por el evangelio
La Conversión
La profesión de fe
El camino hacia la perfección
41. C. La Catequesis, instrumento vivo al servicio de la nueva
evangelización.
Hoy también la Catequesis es considerada como una mediación
necesaria de la nueva evangelización porque la acción catequística:
es una actualización de Jesucristo en el “hoy” cultural; es un anuncio
de la buena nueva de la promoción humana; y es un ministerio
privilegiado para la inculturación del Evangelio. De esta forma
llegamos a tener también una Catequesis nueva. En otras palabras:
jamás tendremos una evangelización nueva sin una Catequesis
renovada.