1. CRONICA DE UNA REALIDAD
Hoy a escasas horas de tener que presentar las cinco crónicas seleccionadas de
mi grupo, actividad realizada durante la semana inmediatamente anterior, como
tarea entre otras tantas del proyecto TIT@, formación para maestros, pues se
pretendía que mientras mis niños de grado séptimo escribían sus experiencias de
vida con relación a la tecnología, los maestros también escribiéramos la nuestra; sin
embargo la realidad fue otra.
Mis estudiantes si, muy juiciosos (46 por cierto) en mi larga jornada de toda una
mañana con el mismo grupo, debí resolver mil situaciones, entre otras, atender a
una familia que había citado el día anterior pues su hija suele acosar con carticas a
una de sus compañeras, allí entre observaciones y comentarios con los padres, se
fue un buen tiempo. Luego logramos concentrarnos en el trabajo que debíamos
realizar, estando ya casi organizados, llega la información que el grado séptimo
debía dirigirse al restaurante, y esto entre bajarlos, que comieran y volverlos a
ubicar volvió a transcurrir un buen espacio de tiempo. Intente sentarme a escribir
pero, llegaron algunos estudiantes que preguntaban ¿profe que es lo que tengo que
hacer? Y nuevamente había que aclarar sus dudas, además de intentar solo con
algunos revisar la presentación de su trabajo, su ortografía y redacción, bueno para
que hicieran algo positivo. En fin, en conclusión el día de la crónica no pude hacer
mi ejercicio, ni en los siguientes días, las razones; revisar evaluaciones, trabajos,
las crónicas que habían escrito mis estudiantes y terminar algunos pendientes de
tita en mi blog, y como no soy tan hábil tecnológicamente hablando, debía
dedicarme un buen tiempo a tratar de mejorar o hacer cositas que me faltaban en
el blog. La realidad es que solo ahora puedo sentarme a reflexionar sobre las
implicaciones que en mi vida personal y laboral, ha tenido la tecnología y todo
aquello que como docente debo conocer acerca de ese largo e interesante tema: la
sociedad del conocimiento y la tecnología.uffff. Soy de una generación donde los
padres nos enseñaban que todo lo que se le presenta en la vida a uno, debemos
verle el lado bueno y el no tan bueno.
Pues bien me eduque a punta de libros, muchos libros, diccionarios, algebra de
baldor, trabajos hechos a mano, con borrador de tinta con escobita, y cuando mucho
la máquina de escribir manual que tenía mi padre desde que había prestado servicio
militar como radiotelegrafista. Si, así aprendíamos y como aprendíamos, era fuerte
la jornada escolar y al prepararme como normalista la cosa era aún más difícil, sin
embargo logre formarme y salir adelante. A veces pienso ¡qué tal que me hubiera
tocado mi formación inicial con tantas cosas modernas, rápidas, que facilitan
nuestro trabajo y aprendizaje! Quizás hubiera hecho muchas más cosas o quizás
hubiera hecho lo que muchos de nuestros niños hoy; pienso que por mala
información o no sé pero a pesar de tanta tecnología los niños hoy están poco
motivados y por falta de educación manejan en forma algo errada todo ese mundo
de información y tecnología. A pesar de tantos dispositivos tecnológicos a su
2. disposición y que son positivos para quien tiene acceso a ellos. La realidad es que
la tecnología ha cambiado nuestras vidas, por una lado positivamente, como
cuando pudimos comunicarnos de tú a tú, por primera vez con mi hermano que vive
en otro país, eso fue algo realmente especial, verlo, hablar con él, reírnos y todo
con la camarita que estrenábamos ese día y que se le había acondicionado al
computador de mesa; ya hoy la comunicación es mucho mejor que aquel día, pues
el hablar con él se hizo una cosa de todos los días por medio del celular; así como
con todos los miembros de mi familia, amigos y compañeros.
Si, cada elemento tecnológico que aprendemos a usar es de grandes sorpresas, y
que sorpresas, por ejemplo cuando hace unos dos años cree por primera vez mi
blog para comunicarme con mis estudiantes, creo que fue algo muy especial ya que
esto me acercaría a ellos aun cuando no nos viéramos en la sede, pues por aquí
encontraríamos talleres, lecturas que antes debían adquirir por medio de fotocopias,
o si queríamos ver un video, pues la verdad es que en la escuela se hacía difícil ya
que carecemos de videobean, televisores en buen estado, entonces yo se los
colocaba en el blog y ellos, no todos lo podrían ver con más facilidad. Digo no todos
pues muchos de ellos tienen dificultades para tener acceso a la internet, por muchas
razones entre ellas la falta de dinero, carecen de conectividad en sus hogares o
simplemente no tienen un computador, esto a veces ha dificultado la realización de
las actividades, pero en fin continuaremos en la tarea, ya que considero que esto
realmente es bueno y modifica mucho de mi práctica docente diaria. Pero como todo
en la vida nada es perfecto, viene ahora la parte no tan buena de todo este bagaje
de tecnología que acompaña nuestro diario acontecer en este camino; y que quizás
es el gran reto de los entes gubernamentales, docentes, padres de familia y en
general de los adultos, el que primero aprendamos a estar a la vanguardia de lo
nuevo en tecnología y podamos orientar a nuestros niños y adolescentes a
emplearlo de forma positiva y educativa. Porque cada día vemos tanta problemática
en su uso, como es el peligro que tiene la juventud y la niñez con personas de malos
instintos que usan por ejemplo las redes para sus fechorías, el uso inadecuado de
las mismas en la proliferación del Bull ying cibernético entre los jóvenes, el
abandono de la lectura, la pereza mental de los estudiantes para pensar, pues con
solo preguntarle a google encuentran un sinfín de respuestas a todas sus
inquietudes. Finalmente la problemática que veo como docente que debe
convertirse en un maestro con competencias siglo XXI y formar estudiantes siglo
XXI, aquí las grandes preguntas: ¿Cómo? ¿Con que herramientas? ¿Cuándo?,
pues la verdad nos exigen un cambio Pero nosotros no contamos con los recursos
necesarios para hacerlo vida en nuestras escuelas. Si es verdad debemos ser
recursivos pero las autoridades deben pensar en reformar escuelas, con amplios
espacios para la adaptación de computadores para todos los niños, pero ¿Cómo?
Si en nuestras aulas escasamente caben los 40 o 45 estudiantes, y muy apretaditos;
aulas virtuales con conexión y con computadores en buen estado. Habrá que ver
que se hace para sacarle jugo educativo a todo lo que nos está brindando la nueva
sociedad del conocimiento. (Por Viviana Buitrago G.)