1. ADITIVOS ALIMENTARIOS
¿Que son?
Los aditivos son sustancias no nutritivas que se añaden en forma deliberada a los
comestibles y bebidas para hacerlos más suculentos, mejorar su apariencia, aroma,
consistencia o propiedades de conservación. Como puede verse, tal definición contiene
muchas sustancias que no tienen nada que ver con hacer al consumidor más sano, fuerte,
juvenil o inteligente. En otras palabras, esto quiere decir que los aditivos confieren a los
comestibles colores, sabores y cualidades inexistentes en su estado original, orientado todo
ello exclusivamente a aumentar las ventas. ¿Y la salud?, en la comida moderna es lo que
menos importa.
La seducción de los aditivos
La formación de las preferencias y gustos alimentarios comienza desde la edad más
temprana, y en el caso del ser humano, su apetito está desequilibrado debido a los aditivos.
Sus antojos son de orden psicológico o emocional, y no está ya orientado por el instinto
universal de los animales hacia los alimentos útiles. Desde la más tierna edad es la TV la
que nos educa sobre lo que debemos o no comer, y las referencias suelen orientarse hacia
10 comestibles que más se anuncian en las televisoras. En los menores, las promociones y
las figuritas plásticas de regalo resultan decisivos a la hora de comprar. En los adultos
¡influyen más el color, el sabor, la forma del envase y hasta los jingles publicitarios, que la
lista de ingredientes que el producto pueda contener!
Historia
Los aditivos alimentarios tienen miles de años de antigüedad. El primer aditivo utilizado
por el hombre fue la sal marina, tras descubrir que la carne salada y seca se conserva mucho
tiempo. En el antiguo Egipto se usaron colores derivados de vegetales e insectos para
mejorar el aspecto de la comida. En Mesoamérica se utilizó ampliamente el pigmento
derivado de la cochinilla del nopal, en China se aplicó por primera vez la cualidad
conservadora del azúcar para prevenir la descomposición de las frutas mediante jarabes y
mermeladas. Sin embargo, nada hay comparable en la historia a los 6 mil aditivos que
cotidianamente son utilizados en la alimentación moderna. En las últimas décadas ha
habido una transformación tal en los productos alimenticios, que prácticamente 9 de cada
10 han sido procesados y/o contienen algún aditivo químico.
Fórmulas y más fórmulas
No es circunstancial el que miles de sustancias químicas formen parte de innumerables
fórmulas de alimentos y bebidas, aun cuando muchos ni siquiera aparezcan en la lista de
ingredientes. Si duda de esto último, tenga la curiosidad de examinar con detenimiento la
lista de ingredientes de las bolsas de papas fritas que se venden dondequiera. Por ningún
lado encontrará que las finas rodajas, que tan apetitosas se ven, proceden de papas rociadas
unas 20 veces con pesticidas tóxicos durante su crecimiento, ni se le informará que una vez
2. cosechadas, las papas fueron tratadas con antigerminativos dudosos como el
alfanaftilacetato (para evitar los brotes prematuros); mucho menos se le advertirá que una
vez cortadas en rodajas, fueron tratadas con un baño de sulfito de sodio y anhídrido
carbónico para blanquearlas, después fueron fritas excesivamente en aceites
industrializados que han hervido por horas o días (resultaba antieconómico o cambiarlos de
continuo). Por último se salaron y se salpicaron con antioxidantes como el BHT o el BHA
(para evitar que se hicieran rancias). Todo esto, sin contar con los aditivos que el aceite ya
traía consigo.
Una inofensiva bebida sin gas
Bajo la protección de los aditivos, alimentos y bebidas han perdido su poder nutricional
y ganado en peligrosidad, pero nada más ilustrativo que examinar un ejemplo: el de una
bebida de fruta sin gas. Las mamás con frecuencia prefieren que sus hijos la consuman en
vez de los refrescos gaseosos; sin embargo, el problema no es el gas, sino la fórmula. En la
inofensiva bebida sin gas, el principal ingredientes es agua azucarada (y no importa si en
vez de azúcar refinada contiene fructosa o glucosa como endulzante; ambas resultan
igualmente indeseables). Tras el agua azucarada vienen el ácido cítrico, el citrato de sodio,
la goma arábiga, los sabores y los colores artificiales; e ácido benzoico, los antioxidantes y
un pequeño porcentaje (5 a 15%) de pulpa de fruta procesada. Con frecuencia se les incluye
vitamina C, en su afán por aparentar que su producto es sano.
Algunas marcas incluyen una pizca de cloruro estanoso, el cual además de ayudar a
preservar la mezcla, le da un cierto sabor picante líquido, el cual es muy del gusto de los
niños. Otras marcas agregan un aditivo mucilaginoso: la carboximetilcelulosa, que actúa
como estabilizador y espesante, y aún cuando la bebida contiene poca fruta, aparenta tener
mucha. Y junto con el cuerpo, la bebida gana toxicidad, ya que dicha sustancia es
carcinógena (puede provocar cáncer) y mutagénica (inducir defectos congénitos)
Como puede verse algunos aditivos son de temer. Entre ellos están también el ácido
tánico, utilizado como clarificador en bebidas enlatadas y embotelladas (es carcinógeno); la
goma arábiga y los colorantes amarillos (que pueden desencadenar ataques de asma); la
dulcina (sucril) que se emplea en algunas bebidas dietéticas (provoca muerte fetal en ratas
de laboratorio), y el ácido benzoico, un conservador frecuente, inclusive en bebidas
supuestamente saludables (provoca alergias).
Algunos aditivos de uso común pueden causar daños y trastornos en el hígado, corazón,
riñones y bazo en animales de experimentación, lo que no necesariamente significa que
también ocasionen tales daños en el ser humano, sin embargo esto nos da una idea de su
peligrosidad. Otros aditivos pueden ocasionar miocarditis, degeneración grasa del hígado,
atrofia testicular y hasta reducción de la glucosa hepática en cuanto a aquellos aditivos que
se desencadenan efectos agudos, pero otras sustancias tienden a acumularse en el
organismo y a desencadenar con el tiempo intoxicaciones crónicas o daños irreversibles.
Entre éstos se encuentran algunos carcinógenos, de los cuales hablaremos más
extensamente.
3. Ni siquiera los gourmets o los catadores se salvan de estos riesgos. Un "buen" vino
puede haber sufrido la acción de sustancias como el anhídrido sulfuroso, el sulfuro de
sodio, el sulfato de potasio, el ácido metatartártico, el ácido cítrico, la goma arábiga, la
gelatina, los alginatos, y hasta la cola de pescado, pero quizás el lector sea aficionado al
café y no a los vinos. Inclusive tal vez temeroso de los efectos de la cafeína, acostumbre
consumir la variedad descafeinada. Si es así, le tengo malas noticias: uno de los solventes
utilizados para extraer la cafeína de muchas marcas de café instantáneo, llamado
tricloroetileno (TCE), puede provocar cáncer. En pruebas de laboratorio, indujo tumores
hepáticos en el 30% de los animales expuestos a bajas dosis, y a más del 42% de los
expuestos a dosis mayores. Ninguna etiqueta comercial de café dice algo así como "libre de
TCE".
Otro solvente similar: el cloruro de metileno, que pretendía sustituir al TCE, fue
declarado carcinógeno, lo que nos lleva a pensar que debería sujetarse a pruebas similares a
todos los demás solventes utilizados con el mismo fin. Mientras tanto, podemos concluir
que tratando de eludir un riesgo, enfrentamos otro mayor; en este caso el café natural
parece ser mucho más digno de confianza que el descafeinado. Consumiéndolo, quizás
usted pierda el sueño, pero no algo más importante: la vida.
La variedad existente de aditivos alimentarios es tan extensa como las propiedades que
comunican a los alimentos. Con el paso del tiempo se ha desarrollado una categoría para
cada propiedad buscada. Así los hay para dar color (colorantes), dar sabor o intensificarlo
(saborizantes), comunicar olores (aromatizantes), conservar estables las mezclas
(emulsificantes), alargar la vida en mostrador y evitar la descomposición bacteriana
(conservadores), endulzar (edulcorantes)conservar la humedad (humectantes), cominucar
dureza (endurecedores), dar sabor salado (saladores), dara ácido (acidulantes), dar sabor
amargo (amargantes), estimular la formación de espuma (espumantes) o para impedirla
(antiespumantes), aclarar líquidos (clarificantes), impedir o retrasar la oxidación
(antioxidantes), impedir la solidificación (anticoagulantes), impedir que absorban humedad
(antihigroscópicos), impedir que goteen (antiexudantes), comunicarles cuerpo (espesantes),
restárselos (diluyentes), dar consistencia gelatinosa (gelificantes), impedir que los afecten
lso metales que llevan disueltos (secuetrantes), y así indefinidamente.
¿En dónde se encuentran?
La siguiente es una lista (parcial, por supuesto), de los aditivos voluntarios e involuntarios
que es posible encontrar en alimentos y bebidas que ingerimos a diario. Los aditivos
involuntarios, también peligrosos son aquellos que accidentalmente llegan a los comestibles
(por ejemplo los residuos de antibióticos, pesticidas, hormonas sintéticas y metales
pesados). Con la globalización, es posible que se encuentren algunos aditivos alimentarios
descritos con una "E" y un número, lo que significa que se está siguiendo la legislación
europea al respecto. El benzoato de sodio por ejemplo, se describe como E210, el nitrato de
potasio como E252, y la tartrazina como "102.
LISTA DE ADITIVOS QUE CONSUMIMOS COTIDIANAMENTE
4. Aceites comestibles: mono y diestearatos de glicerol, diacetilo, butilhidroxianisol (BHA) y
butilhidroxitoluteno (BHT).
Bacalao y pescados secos: anhídrido sulforoso, nitrato de sodio, alquitrán (si es ahumado).
Café instantáneo: alcohol propílico, ciclohexano, esencias 60-80. si es descafeinado:
cloruro de metileno, dibromometano, dicloretileno (DCE y tricloroetileno (TCE).
Carnes frescas: alkanato, papaína, asafétida, metilvioleta (de la tinta para marcar),
antibióticos, pesticidas, hormonas sintéticas y metales pesados.
Carnes frías: ácido cítrico, asafétida, almidones y sus derivados, fosfato de calcio, sulfato
de sodio, , polifosfatos, fosfato de potasio, nitratos, nitritos, agar, lactoserum, gomas, gelosa
y enzimas proteolíticas.
Cerveza: anhídrido sulfurosos, bisulfoto de potasio, sulfato de calcio, ácido clorhídrico,
sulfato de magnesio, polimixin-B, taninos, colorantes, dextrina, enzimas proteolíticas y
polivinilpirrolidona (PVP).
Chocolate: manteca de cacao procesada, glucosa, jarabe de maíz, sorbitol, etilen glicol,
polioxietileno, carboximetil celulosa, vainilla, etilvainilla, colorantes, saborizantes,
aromatizantes.
Dulces y caramelos: ácidos cítrico y láctico, lactatos de calcio y sodio, ácido benzoico,
benzoato de sodio, ácido sórbico, vaselina, almidones, sorbitán monolaureato, mannitol,
glucosa, fructosa, jarabe de maíz, sucroglicéridos, cinamaldehido, óxido de calcio, propilén
glicol, grasa vegetal hidrogenada, , óxido de titanio, gelosa, pectinas, alginatos, agar,
carragenina, colorantes, saborizantes, aromatizantes, BHA y BHT.
Embutidos: alginatos, almidones, bicarbonato de sodio, nitratos y nitritos.
Galletas: mono y diglicéridos, alginato de sodio, propionato de calcio, ácido butírico,
cinamaldehído, bromto de potasio, fosfato de aluminio, cloruro de aluminio, alumbre (más
aluminio), cloramine-T, colorantes y saborizantes (para el relleno de galletas sándwich.
Helados: dietilén glicol, carboximetil celulosa, alcohol polivinílico, agar, gelosa, alginatos,
pectina, almidón, saborizantes y colorantes.
Jugos de fruta (enlatados y embotellados): ácido benzoico, anhidrido sulfuroso,
cinamaldehído, caseína, albúmina, taninos, glucosa, fructosa, carboximetil celulosa, dimetil
polisiloxano, cloruro estanoso, cola de pez, colorantes y saborizantes.
Leche enlatada (evaporada o condensada): ácidos cítrico y láctico, óxido de calcio, cloruro
de calcio, fosfatos sódico y potásico, citratos alcalinos, glucosa, metales pesados,
antibióticos, pesticidas, hormonas sintéticas.
Leche pasteurizada: carbonato y bicarbonato de sodio, óxido de calcio, peróxido de
hidrógeno, gomas, pectinas, antibióticos, pesticidas, hormonas sintéticas.
Mantecas y grasas vegetales hidrogenadas: galeatos de propilo e isopropilo, galeatos de
octilo y dodecilo, antioxidantes, níquel.
Mantequilla y margarina: ácido bórico, bicarbonato sódico, benzoato de sodio, nitrato de
sodio, estearil citrato, diacetilo, almidón, ácido nordihidroguayarético, citrato
monoisopropílico, grasas hidrogenadas total o parcialmente, colorantes, BHA.
Mariscos enlatados: ácido benzoico, benzoato de sodio, ácido cítrico, citratos,
hezametilentetramina, colorantes, alquitrán (en los ahumados).
Mermeladas: ácidos tartárico y benzoico, benzoatos, ácido cítrico, tartrato sódico y
potásico, dimetil polisiloxano, pectina, alginatos, agar, gelosa, gomas, metil celulosa,
almidón, glucosa, jarabe de maíz, colorantes, saborizantes y aromatizantes.
Mostaza: ácidos tartárico y cítrico, anhídrido sulfuroso, cúrcuma, colorantes.
Pan (de dulce, de sal y de caja): mono y diglicéridos, bromato de potasio, nitrato de sodio,
5. fosfato de aluminio, alumbre (más aluminio), acetato de sodio, fosfato cálcico, cloramina-
T, polioxietileno, colorantes, saborizantes (sólo unos cuantos de los más de 100 aditivos
posibles).
Pastelería: ácidos cítrico y tartárico, bitartrato de potasio, pectina, gomas, gelosa, almidón,
glucosa, sorbitol, acetato de amilo, ácido benzoico, parafina, colorantes, saborizantes,
aromatizantes.
Pastelitos: mono y diglicéridos, sucroglicéridos, polioxietileno, pectina, gomas, almidones,
glucosa, grasa vegetal hidrogenada, colorantes, antioxidantes.
Polvos para gelatinas y flanes: dietilén glicol, lactato de calcio, ortofosfatos y pirofosfatos
alcalinos, ácido fumárico, carragenina, colorantes y saborizantes.
Quesos: ácidos málico, acético y pirolígneo, fosfatos, propionato y citrato de calcio,
alumbre, alginato de sodio, cloramine-T, hipoclorito de sodio, carboximetil celulosa,
peróxido de hidrógeno, parafina.
Refrescos gaseosos: ácidos cítrico, láctico y sórbico, benzoato de sodio, citratos alcalinos,
alginatos, cinalmadehído, sorbitán monolaureato, BHA, colorantes, saborizantes,
aromatizantes, ácido fosfórico (en los de cola), cafeína (en los de cola), fructosa (en
algunos).
Salchichas: lactosa, almidón modificado, papaína, fermentos lácticos, nitrato y nitrito de
sodio, benzoatos, colorantes.
Sopas enlatadas: ácido cítrico, glutamato monosódico, fosfato de sodio dibásico,
dimetilpolisiloxano, BHA, colorantes, saborizantes, aromatizantes (y sodio en exceso).
yogurt comercial: ácidos sórbico, bórico, tímico y salicílico, fosfatos disódico y dipotásico,
sorbatos alcalinos, alumbre, glucosa, alcohol etílico, enzimas, colorantes y saborizantes.
Las "recomendaciones" de algunos de los integrantes de este desfile son: el ácido
fosfórico de los refrescos de cola que favorece el desarrollo de la osteoporosis; el BHT
(butilhidroxitolueno) que retarda el crecimiento de animales de laboratorio y aumenta los
niveles de colesterol y triglicéridos); el glutamato monosódico (MSG) y el ácido benzoico
pueden desencadenar fuertes reacciones alérgicas; el alumbre, el sulfato de aluminio y
demás compuestos de este metal son sospechoso de favorecer el desarrollo del mal de
Alzheimer; los galatos (de propilo, de octilo, de dodecilo) a baja concentración) a baja
concentración, ocasionan retraso del crecimiento en crías de ratas blancas, y a dosis
mayores, les ocasionan la muerte en una semana; cierto colorante rojo (amaranto) provoca
malformaciones fetales y cáncer; la eritrosina (otro colorante) ocasiona hemólisis
(destrucción de los glóbulos rojos) en las ratas blancas y falla renal en el perro; los sulfitos
favorecen el desarrollo de la mala flora intestinal, y destruyen vitaminas del complejo B; el
hexano, el tricloretileno (TCE), los nitritos y muchos pesticidas, herbicidas y hormonas
sintéticas son reconocidos carcinógenos; los alimentos irradiados pierden su contenido
vitamínico.
Un experimento escalofriante
En Estados Unidos, unos tres mil de estos aditivos están incluidos en la llamada lista de
productos "considerados seguros" (GRAS, por sus siglas en inglés). Para los procesadores
de alimentos, el hecho de que un aditivo esté comprendido en dicha lista es un justificante
indisputable para incluirlo en sus productos. Lo esgrimen como si se tratase de una
declaración jurada por Dios, de que tales sustancias son inofensivas.
6. Hay que reconocer que dentro de esta gama de aditivos no todos son dañinos para el ser
humano. También los hay "de dudosa reputación"; es decir, que se sospecha de ellos, pero
no se les ha podido comprobar nada (y esto ha sido motivo suficiente para que se sigan
colando a nuestra comida).
También los hay que en teoría son inocuos por ser sustancias naturalmente presentes en el
cuerpo humano (ácido cítrico), ya por ser sustancias con valor nutritivo (fosfato de calcio) o
por haberse usado durante décadas sin problemas (cúrcuma). Sin embargo, el organismo no
reacciona igual a ellos cuando forma parte del metabolismo o del alimento, que cuando se
reciben como derivados químicos en cantidades apreciables.
Asimismo, no se toman en cuenta las posibles interacciones entre los distintos aditivos
presentes en un alimento dado. Un ejemplo de ello lo vimos hace un momento, al
ocuparnos de las papas fritas. Otro ejemplo es el de tres aditivos químicos que son usados
por separado, resultan -en apariencia- inofensivos. Se trata del ciclamato sódico, el
colorante rojo # 2 y el monoestearato de polioxietileno. Un grupo de investigadores
norteamericanos encabezados por el doctor Russell Howe quiso averiguar cuáles serían sus
efectos si se les administraban a ratas blancas siguiendo dietas muy similares a las del ser
humano (es decir, basadas en alimentos procesados y pobres en fibra dietética). Los
resultados del estudio fueron sorprendentes.
Cuando los tres aditivos se administraban por separado a los animales, prácticamente no
había cambios. Cuando estos recibían dos de los aditivos juntos, su crecimiento disminuía y
mostraban trastornos hepáticos y renales, y cuando fueron expuestos a los tres juntos, el
100 % de los animalitos falleció en menos de dos semanas. Hasta hora este tipo de
interacciones en los alimentos destinados a consumo humano no se ha estudiado. Y el
doctor Howe y su equipo se preguntan: ¿cuantos de nosotros y nuestros hijos hemos estado
expuestos a riesgos similares o aun peores?
Nuestra salud futura, una incógnita
En el aspecto alimentario aún tenemos mucho que aprender de naciones como Rusia,
Francia y Grecia. En Francia., por ejemplo. Los colorantes, saborizantes y aromatizantes
están prohibidos. Rusia mantiene un estricto control sobre los aditivos alimentarios, no
existen industrias de aditivos sintéticos y el estado sólo produce tres colorantes (naturales)
autorizados. Francia, por su parte, sólo tiene siete colorantes autorizados; y Grecia, el
campeón en este campo, no tiene ninguno. Por ello no es de extrañar que la incidencia de
cáncer en Rusia está disminuyendo, en tanto que en otros países, incluido el nuestro, sigue
aumentando.
No creemos exagerado decir que la adición sistemática e incontrolada de sustancias
extrañas a los alimentos puede modificar la evolución de la humanidad. Cómo y hasta qué
grado, son incógnitas que sólo el tiempo puede resolver. Después de todo, resulta admirable
que ya en la antigüedad, el historiador griego Estrabón se percatara de la influencia del ser
humano. Comentaba: "Los pastores nórdicos, que se alimenta de leche, miel y queso,
aventajan a todos los demás pueblos en el respeto a la justicia..."
7. COMO SOBREVIVIR A LOS ADITIVOS ALIMENTARIOS
• Conviértase en un lector de etiquetas. Si la lista de ingredientes de un comestible
parece más bien la tarea de química de la preparatoria, no los consuma.
• No todos los aditivos químicos aparecen en las etiquetas; por lo tanto, si quiere
evitarlos del todo, procure no consumir alimentos industrializados.
• Hay aditivos más peligrosos que otros. Evite en especial aquellos que favorezcan el
desarrollo del cáncer (se detallan en el texto).
• Una protección adicional contra el cáncer la proveen la vitamina E, el betacaroteno
y el selenio. Asegúrese de ingerirlos en cantidad suficiente a través de
complementos.
• Si tiene propensión a asma o a las alergias, evite en especial el ácido benzoico y sus
derivados, los benzoatos (son un ingrediente común de dulces, pastelitos y
refrescos).
• A veces no se es alérgico a determinado alimento, sino a los aditivos que contiene.
Para verificar si esto último es cierto, pruebe a consumir ese alimento en su estado
natural, o de diferentes marcas.
• Algunos de los signos de alergia provocada por aditivos pueden ser cólicos, diarrea,
urticaria, eccema, dolores de cabeza, goteo nasal, colitis ulcerativa, síndrome del
colon irritable, fatiga crónica, depresión, asma.
• Estas alergias se pueden manifestar en los niños bajo formas inusuales:
hiperactividad, síndrome por déficit de la atención, somnolencia, ojos llorosos,
hinchazón en la boca, labio inferior u orejas.
• Los nitritos son carcinógenos declarados que han sido implicados en el origen de
tumores en senos, útero y próstata. Su fuente más común son las carnes frías.
• Las vitaminas adicionales a la alimentación a la alimentación resultan muy útiles
para protegerse contra los efectos de los aditivos. La vitamina C, por ejemplo,
neutraliza a nitratos y nitritos.
• La fibra soluble exhibe una propiedad protectora muy útil; absorbe sustancias
tóxicas como residuos de pesticidas, hormonas y antibióticos disminuyendo sus
riesgos. La encuentra principalmente en frutas, verduras, granos integrales y en el
polvo de psillium plantago.
• Trate de reducir el consumo de grasa, tanto de la saturada (animal) como de la
insaturada (vegetal). En general se concentran en sustancias químicas indeseables,
como hormonas y pesticidas.
• Evite los productos dietéticos, que generalmente sustituyen el exceso de calorías
con aditivos químicos peligrosos.
• No consuma el mismo producto durante mucho tiempo seguido. Varíe su
alimentación y vaya rotando lo que come. De esa manera se evitan acumulaciones
de un mismo aditivo.
• Si ha detectado que algún alimento le cae mal, evítelo. Cuando nuestro aparato
digestivo no tolera bien algún producto, algo está tratando de decirnos.
• Cuanto más amplia sea la variedad de alimentos que come y más naturales sean
éstos, menos oportunidades habrá de que desarrolle alergias.
• Mantenga en excelente estado su flora intestinal, ya que los lactobacilos protegen
contra sustancias tóxicas, en especial contra ciertos carcinógenos.
8. • Puede mejorar su flora intestinal con el yogurt casero (búlgaros), las bebidas lácteas
fermentadas, o los lactobacilos acidófilos en forma de tabletas o cápsulas.
• Si le tiene miedo a la osteoporosis, deje de tomar refrescos de cola. Esa podría ser la
principal medida preventiva, pero no por ello deje de tomar calcio y vitamina D.
• Si le inspira desconfianza la leche que toma, cambie a la leche de soya. Si no sabe
prepararla, éste es un buen pretexto para aprender; su salud se lo agradecerá.
• La soya y sus derivados (leche, tofu, okara, harina de soya, proteína de soya) son
fuente de fitoestrógenos, sustancias que protegen contra la toxicidad de las
hormonas sintéticas.
Para poder desintoxicar su cuerpo de tantos aditivos que voluntariamente e
involuntariamente ha consumido siga la dieta depurativa y después en la medida de sus
posibilidades trate de llevar una dieta lo más sana posible.
LISTA DE ADITIVOS QUE DEBEN EVITARSE
Código europeo:
E 100 a E 180: Colorantes
E 209 a E 297: Conservantes
E 300 a E 321: Antioxidantes
E 322 a E 494: Emulgentes y estabilizantes
E 420 a E 421: Edulcorantes
En España, además, se usa el código H, seguido o no de 4 cifras, para codificar los aditivos
autorizados en España pero no codificados en la CE.
Código Origen Alimentos que Peligros
9. contienen aditivos
Reacciones alérgicas en las
Tartracina, Repostería, postres
personas asmáticas o que
colorante instantáneos,
E 102 toleran mal la aspirina.
nitrogenado caramelos, salchichas,
Picazón, rinitis, trastornos del
amarillo embutidos, salazones
sueño en los niños.
Caramelo puro, ningún
Coca cola, vinagre inconveniente. Con sulfito de
(caramelo con sulfito amonio: problemas
Caramelo,
de amonio), whisky, intestinales. Con amoníaco:
E 150 colorante de color
cervezas oscuras disminución de los glóbulos
pardo
(caramelo con blancos en la rata.
amoníaco) Cuidado: las etiquetas no
llevan ninguna indicación.
Cataxantina,
Mantequilla, quesos, Manchas en la retina,
colorante naranja
sopas, embutidos, trastornos de la visión,
natural (extracto de
E 161 G dulces, mermeladas, sensibilidad a la luz fuerte,
champiñones y
píldoras para mala adaptación a la
plumas del
broncearse disminución de luminosidad.
flamencto rosado)
Caramelos, Reacción con los nitritos,
mermeladasvinos podría ser mutágeno
E 200 y Acido sórbico
blancos dulces, (investigaciones japonesas).
derivados 201 a (bayas de serbal y
castañas, salsas para Hasta ahorita considerado
203 síntesis química)
postres, yogures y neutro para el organismo
quesos secos humano.
Irritaciones gástricas, fatiga
el hígado encargado de
E 210 y Sodas, hueva de
Ácido benzoico eliminarla. Trastornos
derivados 211 a pescado, caviar,
(natural o sintético) neurológicos cuadno va
217 y 219 margarinas
acompañado del E 222
(sulfito ácido de sodio)
Mantequilla, sidra, Irritaciones gástricas. Deben
Anhídrido sulfuroso
mermeladas, blanqueo evitarse los enfermos del
(combustión de
E 220 a 227 de los filetes de hígado y riñones, y lso
azufre o de yeso y
bacalao, vino, vinagre, asmáticos: destrucción de la
sulfitos)
mostaza, frutos secos vitamina B1.
Tratamiento de la
El difenil y sus derivados
difenil (por cáscara de los cítricos
atraviezan la corteza de la
E 230 a 232 calentamiento del (debe indicarse
fruta. Náuseas, vómitos,
benceno) obligatoriamente al
irrritación de los ojos.
momento de venderse)
E 249 a 252 Nitrito de potasio y Carnes cocidas, Al entrar a la sangre, los
otros nitritos salazones, carnes nitritos pueden modificar la
10. hemoglobina, produciendo
anemia y mareos. En el
estómago, los nitritos
reaccionan sobre las aminas,
ahumadas, embutidos
produciendo nitrosaminas,
virtualmente cancerígenas.
Hay que compensarlo
mediante vitaminas A, C y E.
Ascorbato de calcio Puede originar cálculos
Salazones, alimentos
E 302 (vitamina C renales en las personas
para animales
sintética) propensas a ellos.
Irritaciones gástricas en lso
asmáticos y personas
sensibles a la aspirina.
Purés en copos, platos
Galato de propilo Prohibidos en lso alimentos
preparados, aceites
E 310 a 312 (antioxidante para bebés y niños de corta
vegetales, materias
sintético) edad. El E 311 podría actuar
grasas, galletas
en la formación de tumores
(Laboratorio de Investigación
en las Ciencias del Consumo)
Purés en copos, platos
preparados,
Muy sospechosos. Actuarían
margarinas,
Antioxidantes BHA en el metabolismo energético
E 320 y 321 cacahuates salados,
y BHT y lipídico, del hígado, de la
cereales para el
coagulación sangínea.
desayuno (no
biológicos)
Tienen que ser muy puros
para no producir efectos
secundarios: fenómenos de
Natillas, cremas descalcificación, colitis
Carragenatos (algas
E 407 instantáneas, leches ulcerantes, tumores del colon
rojas)
aromatizadas y del recto en diversos
animales de laboratorio.
Preferir los productos con E
406 (agar-agar).
"Síndrome de la cocina
china": rigidez de los
Glutamato
músculos de la mandíbula y
monosódico (sal Sopas envasadas,
del cuello, náuseas,
E 621 sódica del ácido preparados exóticos,
palpitaciones, mareos,
glutámico, códico E salsas para raviolis
destrucción de células
620)
cerebrales en la rata y el
macaco.