Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Lozanov
1. La mayor parte de los problemas que tenemos para obtener las mejores calificaciones posibles, se
deben a nuestra deficiencia al tomar apuntes en clase, cuestión que repercute en un
aprovechamiento mínimo de lo aprendido y que convierte la hora de estudios en una gran dificultad.
Cuando uno está en clase, parece que el profesor no parará de hablar nunca, en nuestro afán por
tomar nota de absolutamente todo, nos retrasamos y perdemos el hilo de la clase. Así, concentrados
en tomar notas, realmente no prestamos suficiente atención a lo que el profesor está diciendo, y esto
pude convertirse en un estudio que, en realidad, no sirve para nada.
Tomar apuntes de una explicación es un poco más complicado que tomar notas o hacer una síntesis
de lectura, pero el buen profesor siempre sabe destacar claramente las ideas fundamentales y los
puntos clave; sin embargo, los alumnos tenemos que seguir el ritmo de los profesores, lo que puede
dificultarnos la comprensión, ya que no hay tiempo para reflexionar o comparar.
Generalmente el tono de voz y las expresiones usadas por los profesores juegan un papel
determinante a la hora de distinguir la parte fundamental de la exposición. Nosotros, como alumnos,
hemos de poner mecha atención cuando el profesor diga frases como: “un aspecto fundamental
es...”, “la razón de todo esto es...”, “en primer lugar...”, “conviene destacar...”, “no hay que perder de
vista que...”, “hay que prestar atención a...”, etcétera.
Estas y otras frases similares, son una especie de alerta que nos avisa que el profesor está a punto
de decir algo importante de lo que es absolutamente necesario tomar nota. Además, cuando el
profesor utiliza el pizarrón para ampliar sus explicaciones, hay que poner atención en las cosas que
escribe; lo importante es aprender a distinguir lo esencial de lo explicativo; si uno tiene las notas con
lo esencial y puso atención a la explicación que de eso dio el profesor, no le hará falta escribir todo,
ya que entenderá lo que el maestro ha querido decir y tendrá una pequeña nota sobre el tema.
Ahora bien, no hay que confiarse, es necesario tomar bastantes notas, de manera que ningún
aspecto fundamental se nos escape; para eso es necesario que, dentro de nuestras posibilidades
económicas, acudamos a las clases bien provistos de hojas, cuadernos, plumas y todo aquello que
resulte necesario para facilitarnos la toma de apuntes.
Decir que los apuntes deben incluir lo fundamental no es suficiente, ya que de nada nos sirve un
repertorio de ideas independientes que no guardan ninguna relación entre sí. Por eso los apuntes
deben incluir:
Las ideas principales.
Todos los aspectos y puntos fundamentales.
Las fechas, datos, nombres y gráficos que completan dichas ideas y aspectos biológicos.
Las palabras cuyo significado sea desconocido para nosotros, a fin de buscarlas
posteriormente en un diccionario.
Los nexos que unen y relacionan unas ideas con otras, permitiendo establecer el grado de
importancia y dependencia de cada una de ellas con relación a las demás.
Los enunciados de los temas, la fecha en que fueron dados y la materia a la que pertenecen.
Para que el día en que se deba estudiar para un examen, las horas de estudio no sean tan pesadas,
es recomendable que, en la medida de lo posible, se lean los apuntes el mismo día ñeque fueron
tomados, y al mismo tiempo, hay que subrayar con rojo los títulos y datos importantes; de esta forma,
todos los días nos cercioraremos de que los apuntes están completos y tendremos posibilidad de
completarlos si es que ha faltado algo.
Además, estudiar un poco cada día de clase es mucho más fácil que estudiarlo todo un día antes del
examen; si se estudia diariamente, muchas lagunas y dificultades serán superadas rápidamente
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2. porque el recuerdo de la explicación aún está muy vivo y fresco; después de algún tiempo, lo que
parece sencillo en un momento dado, puede convertirse en complicado con el paso del tiempo.
Los márgenes fueron creados para completar y añadir notas a los apuntes, hay que usarlos.
Finalmente, para evitar confusiones, hay que dar a cada materia su propio cuaderno, para que así no
existan revolturas de apuntes o confusiones entre las materias
Por Elisa Patricia Chávez Rosas
Nunca como hoy los avances científicos y tecnológicos se han producido tan velozmente afectando
sensiblemente, en este sentido, a los medios de comunicación: las teleconferencias, el celular, el
correo electrónico, el fax, etc. Esto ha provocado que los sistemas educativos tradicionales no den
suficientes respuestas a las necesidades de formación de las nuevas generaciones.
El conocimiento humano se ha desarrollado a velocidades extraordinarias, descubriéndose que
nuestro cerebro tiene múltiples capacidades que no han sido aprovechadas en su totalidad. El
aprendizaje acelerado basa su desarrollo en la estimulación de las ocho inteligencias: analítica,
lingüística, visual, quinestésica, interpersonal, musical y natural.
Con base en la investigación de esta inteligencias, se han creado nuevas técnicas de aprendizaje y
enseñanza que pueden ser aplicables en todos los ámbitos que rodean al ser humano, ya sea en el
hogar, en la escuela, en el trabajo y en todo lugar en donde el ser humano tenga posibilidades de
superarse.
Con la aparición de estudios psicológicos como los de Howard Gardner (“Intelifencias múltiples”),
Daniel Goleman (“Inteligencia Emocional”), Tony Buzan (“Mapas mentales”), Grindler y Bandler
(“Programación Neurolingüística”) y otras técnicas como la de lectura rápida y fotolectura, es
necesario repensar los métodos de enseñanza.
El reto es modernizarlos de acuerdo con la época en que vivimos y así lograr que constituyan una
verdadera respuesta a la formación de nuevas generaciones, tanto en el desarrollo intelectual del ser
humano, como en la potencialización de las capacidades para resolver los problemas del nuevo
milenio, donde no será el reconocimiento el arma principal para lograr el éxito en todos los ámbitos,
sino la formación para lograr un trabajo cooperativo, donde se realcen los valores y se tenga
seguridad y calidad de vida que permitan crecer a nuestro México.
Uno de los aspectos más importantes del aprendizaje acelerado, es que maneja la teoría de que el
proceso de enseñanza-aprendizaje puede ser divertido, independientemente de que a través de las
técnicas y herramientas que ofrece se garantiza que el conocimiento adquirido será permanente.
Además, provoca en el estudiante un cambio importante de actitud que hace que el paradigma del
tener que estudiar cambie al del placer de aprender.
La aplicación de las herramientas del aprendizaje acelerado ha llevado a lograr un cambio de actitud
en los profesores, ya que con esto se ha logrado crear un vínculo más cercano entre maestros y
alumnos, haciendo las sesiones de clases más divertidas e interesantes, y obteniéndose como
resultados un bajo índice de deserción y un aumento de la autoestima tanto en los profesores como
en los alumnos.
Otro de los factores medulares del aprendizaje acelerado es el aprovechamiento no sólo de las
capacidades del lado izquierdo del cerebro, donde se finca el desarrollo de los sistemas tradicionales
de enseñanza; sino también aprovechar las capacidades de nuestro lado derecho, donde se
encuentra el desarrollo creativo, elemento que debe desarrollarse en la época en que vivimos.
El aprendizaje acelerado no es exclusivo de edad ni de un ámbito, puede ser aplicado por cualquier
persona y en cualquier lugar. El aprendizaje acelerado nació con las investigaciones de Georgi
Lozanov, quien creó la “sugestopedia”, que se basa en la premisa de que la capacidad de aprendizaje
es prácticamente ilimitada, ya que se aprovechan las reservas de la mente. Este aprendizaje ofrece la
posibilidad de utilizar nuestro cuerpo y nuestra mente para aprender y crecer.
En los últimos descubrimientos se ha visto que la estimulación cerebral se logra de una manera más
efectiva a través de experiencias multisensoriales, novedades o retos, por lo que la función del
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3. maestro es lograr esa estimulación para que el estudiante desarrolle sus capacidades de aprendizaje,
teniendo la creación de un nuevo reto cada que se logra superar alguno. El aprendizaje acelerado no
constituye una simple moda, sino el camino a seguir para cubrir las necesidades educativas que
están surgiendo, con vistas en lo que las generaciones venideras tendrán que afrontar en el futuro
inmediato.
¿Alguna vez has calculado el número horas que, en promedio, dedica un estudiante a su estudio a lo
largo de su vida? Intenta hacerlo y descubrirás que el número de horas es realmente grande, y eso
sin contar los horas de clase. A pesar de que es una actividad a la que, junto con dormir, se le dedica
la mayor parte del tiempo de vida, muy pocos se han preguntado qué es y para qué sirve?
Para aprender algo, es necesario retenerlo. Sin embargo, esto no es suficiente. Memorizar sin
comprender no tiene ninguna utilidad. El sentido del estudio es encontrar respuestas para lo que nos
preguntamos y no sabemos. Hay que estudiar para saber y nos implemente para aprobar exámenes.
Estudiar es, fundamentalmente, tratar de comprender algo de forma sistemática. No basta entender
sólo algunas cosas de las que estudias; lo que hay que hacer es comprender todo lo que estudias o
intentar comprenderlo siempre.
El estudio no es simplemente adquirir información o conocer cosas; tampoco puede reducirse a hacer
exclusivamente lo que señala el profesor. Estudiar es aplicar las facultades mentales para adquirir,
comprender y organizar el conocimiento.
Suena sencillo, pero no lo es tanto. El estudio cuesta porque es una especie de trabajo, y todo trabajo
exige una esfuerzo un estudio sin esfuerzo ni es trabajo ni es estudio, será quizá, un simple
pasatiempo.
Pero para probar que una actividad es un trabajo no basta con decir que requiere de esfuerzo;
también hay que tomar en cuenta que en el trabajo no se hace siempre lo que uno quiere, se
desarrolla de acuerdo con un plan y un horario que uno mismo acepta y se impone.
Si el estudio exige esfuerzo y hacer algo que en muchos momentos no se antoja, ¿cómo se explica
entonces que muchos estudiantes estudien por voluntad propia incluso cuando no tienen exámenes?
La respuesta es simple: porque tienen motivos para hacerlo.
Para estudiar existen también motivos, y lo más recomendable es encontrarlos en nuestra misión en
el mundo. Digamos que para estudiar puedes tener los siguientes motivos:
Para ser más útil a los demás.
Para educarte mejor.
Para encontrar respuesta a todas esas cosas que despiertan tu curiosidad.
Para prepararte para una profesión que te gusta y que pretendes desarrollar en el futuro.
Afortunadamente, cada quien puede desarrollar más y mejores motivos que muevan a estudiar. A
pesar de que muchas de las asignaturas o materias que llevamos nos parecen aburridas y sin chiste,
se puede lograr que sean realmente interesantes. Aquí te proponemos algunos consejos para
lograrlo:
Proponte pequeñas metas cada día y comprueba, por las noches, si lo has conseguido.
Relaciona los contenidos de la asignatura con algo que realmente te guste.
Comenta los aspectos de la asignatura con tus compañeros o con el profesor.
Estudia de manera activa: subraya, reflexiona, consulta en el diccionario o la enciclopedia.
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4. Con tantas opciones de educación, muchas veces se pierde vista lo verdaderamente esencial en la
educación de los hijos, por lo que a la continuación le proponemos una serie de reflexiones para que
el desarrollo educativo de sus hijos sea siempre el mejor.
La auténtica educación exigen, sin duda, una relación cordial e íntima entre la persona que
educa y el educando, por lo que el ámbito familiar es el más adecuado.
Los hijos tienen el derecho natural a contar con el apoyo de su padre y de su madre. Quienes
dan la vida son quienes deben responsabilizarse de que esa vida siga creciendo y
formándose. Los padres tienen el derecho y la obligación de educar a sus hijos.
Los avances tecnológicos y las nuevas pedagogías facilitan la educación de los hijos.
Nosotros, padres, debemos aprender a motivar los hijos para que quieran estudiar, quieran
ser responsables y, sobre todo, sepan usar su libertad. Los padres necesitamos formarnos
constantemente.
El hacer algo bien lleva implícita una recompensa. Hay que enseñar a los hijos a saber
apreciar el bien y sus consecuencias para ellos mismos y para los demás; esto es siempre
mejor que cualquier recompensa material. Hay que acostumbrarnos a elogiar a un hijo cuando
se esfuerza por estudiar bien
Una familia debe saber crear situaciones de vida familiar en las que los miembros de la familia
hablen entre sí, convivan y se diviertan. De esta manera, todos aprenden unos de otros, se
conocen mejor y se quieren, lo que redunda en una formación mucho más plena y en una
facilidad para estudiar.
Es muy difícil lograr que un niño se ponga a estudiar después de ver la televisión. Siempre es
bueno descansar después del colegio y antes de estudiar, pero esto debe ser con la lectura, el
juego la plática familiar. La televisión, además de cansar, sugiere imágenes que muy a
menudo dificultan el estudio y la capacidad de concentración, con lo que el rendimiento en el
estudio se ve disminuido. La televisión sin control fabrica malos estudiantes.
Los padres deben mantenerse informados sobre las actividades que los hijos practican en sus
tiempos libres; de esta manera se estará en posición de orientarlos y ayudarlos a que su
tiempo sea provechoso. Los padres deben ayudar a los hijos a ocupar su tiempo libre.
El profesionalismo en cualquier tarea implica dedicación, competencia y capacidad de
progreso. Los padres deben realizar su tarea educativa con dedicación y reservando tiempo
para formarse y para el trato personal con cada uno de sus hijos. La paternidad exige
profesionalismo.
La lectura es un factor de creatividad y de personalización frente a la masificación. Cuando
hay calidad literaria, la lectura es un gran valor para el cultivo personal: ejercita la inteligencia,
la imaginación y la sensibilidad.
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