Este documento discute dos enfoques hacia el multiculturalismo en el arte: el enfoque institucional que buscaba el reconocimiento multicultural a través de la inclusión, y el enfoque intelectual que apoyaba diversos discursos y estrategias que reconocían la internacionalidad y la diferencia. La primera exposición que buscó unificar el sentido multicultural, "Magiciens de la Terre", mantuvo una mirada colonizadora al presentar al "otro" como exótico y diferente. Posteriormente surgieron exposiciones descentralizadas e incl
2. Antecedentes
A finales de los 80 y principios de los 90, la existencia del “otro”
empieza a aparecer dentro del contexto social europeo y
norteamericano gracias a la ruptura con regímenes autoritarios del
gobierno que hasta entonces, habían sometido a las minorías que
habitaban en zonas primer-mundistas occidentales.
El campo artístico estadounidense, empezó a reconocer que
era importante considerar a este “otro” dentro de la visión de su
entorno y dentro de la organización de sus exposiciones
artísticas, pues los movimientos sociales y la inclusión de la
diversidad en los procesos políticos hacían de esto, una
necesidad y un cambio direccionado en el arte que empezó
con buenas intenciones, pero que finalmente detonó la
personalidad enraizada de toda una zona etnográfica
dominada por el espíritu WASP (White-Anglo-Saxon-
Protestant) de la época.
3. Discurso colonizador
Dentro de este contexto social, se pueden identificar dos posturas ideológicas:
INSTITUCIONAL: Buscaba el reconocimiento multicultural a través de la inclusión de
entes representantes del mismo en exposiciones y eventos culturales.
INTELECTUAL: Promotora de una actitud teórico-reflexiva que apoyaba el desarrollo
de diversos discursos y estrategias, los cuales reconocían tanto la internacionalidad
como la perduración de la diferencia.
“Magiciens de la Terre” fue la primera exposición que buscó unificar el
sentido multicultural dentro del contexto norte-americano artístico, pero
conservó una mirada colonizadora, la cual se basaba principalmente en
incluir al “otro” dentro del círculo de consumo visual, pero denotando aún
así, la gran diferencia entre los distintos estilos de expresión artística, y
propiciando al artista minoritario de una imagen “exótica” pues los medios
y los discursos utilizados por los mismos, enmarcaban gran diferencia
con las desarrolladas en el occidente hegemónico. O En otras palabras,
es la visión del colonizador hacia el colonizado, en donde el otro sigue
siendo un ente externo y diferente.
4. Discurso descolonizador
Posterior a los eventos con mirada colonizadora, que culminaran con
la exposición de postura radical “Cocido y crudo”, surgieron
exposiciones que, como menciona Anna María Guash en la lectura “El
multiculturalismo” en el arte último del siglo XX, se generó “cierta
resistencia e incluso afianzamiento de lo marginal a través de
fórmulas apropiadas del sistema del arte occidental, como son las
bienales periféricas y, entre ellas, las de Sidney (Australia), La
Habana (Cuba), Estambul (Turquia), Johannesburgo (Africa del Sur),
Kwangju (Corea), Dakar (Senegal), Taibei (Taiwan) y Santa Fé
(Nuevo Mexico, Estados Unidos).”
Estas bienales periféricas convocaban a una visión descentralizada e
incluyente, que situaba las posibilidades de un discurso sin fronteras,
con experiencias interconectadas y colectivas, colocando esta visión,
desde la perspectiva del “uno” a las minorías y las concepciones que
recuperaban inmersos en su propio mundo o en el mundo del “otro”
(las sociedades hegemónicas occidentales).