2. FELICIDAD
FAMILIAR,
SINÓNIMO
DE
PAZ
ESPIRITUAL
Ni
el
trabajo,
ni
la
profesión,
ni
las
metas
individuales,
ni
las
amistades
o
los
conocidos
logran
compensar
lo
que
ofrece
a
un
ser
humano
la
unión
familiar,
y
el
“re-‐ligarse”
que
proporciona
el
senBmiento
religioso.
Cuando
realizamos
una
tarea
exitosa,
siempre
seremos
desplazados
por
colegas,
amigos,
etc.,
pero
cuando
se
refiere
a
felicidad
familiar,
somos
irreemplazables.
Las
personas
con
buenos
vínculos
familiares
Benen
una
acBtud
posiBva
frente
a
sus
vidas
y
las
aceptan,
pues
se
sienten
aceptados.
Cuando
la
familia
no
está
bien,
en
el
futuro
deberá
cada
miembro
esforzarse
una
y
otra
vez
por
ganarse
el
reconocimiento
y
afecto
del
prójimo,
y
senBrán
que
deben
entregar
algo
concreto
a
cambio.
“La
familia
intacta
es
el
lugar
donde
el
ser
humano
halla
mayor
amparo
y
cobijo
en
esta
8erra.”
3. LA
IRRADIACIÓN
“AMABLE”
El
que
desea
ser
amado,
debe
ser
“amable”
en
el
senBdo
propio
de
la
palabra,
digno
de
ser
amado;
comportarse
en
forma
acorde.
Por
el
contrario,
la
persona
ávida
de
que
lo
amen,
con
su
comportamiento:
• Repele
el
amor,
se
aferra
celosa
a
toda
nueva
relación
que
establece
y
la
asfixia.
•
Interpreta
las
más
mínimas
manifestaciones
de
amistad
como
juramentos
de
fidelidad.
• Ve
compeBdores
peligrosos
en
todos
los
aspectos
de
la
vida
del
otro
que
no
comparte.
• Es
una
persona
egoísta,
solo
se
saBsface
a
ella
misma
y
le
parece
críBca
la
sinceridad.
El
gozo
y
la
alegría
son
efectos
secundarios
del
sen/miento
de
plenitud
de
sen/do.
Nada
puede
hacerse
con
el
fin
de
ser
felices:
mientras
más
nos
empeñamos
en
encontrar
la
felicidad,
peor
será
el
resultado.
Lo
que
sí
puede
hacerse
es
vivir
impulsado
por
un
senBdo
determinado
a
parBr
de
moBvaciones
genuinas
y
luego
dejarse
sorprender
por
la
dicha.
4. Seis
actitudes
esenciales
para
encontrar
sentido:
• 1.
El
Respeto
• 2.
La
graBtud
• 3.
La
paciencia
• 4.
La
humildad
• 5.
El
papel
que
desempeña
el
perdón
y
el
arrepenBmiento
en
actos
con
senBdo
• 6.
El
amor
y
la
esperanza
Estas
cualidades
lograran
que
una
persona
se
pueda
desarrollar
eficazmente
como
miembro
de
una
familia
o
pareja.
“Para
ser
amado,
es
preciso
comportarse
de
manera
“amable”,es
decir,
ser
digno
de
amor.”
5. RENUNCIA
A
LA
QUEJA
PERMANENTE
Nada
perturba
tanto
a
una
familia
como
las
quejas
que
un
miembro
repite
y
perpetúa.
Se
insensibiliza
emocionalmente,
finalmente
cierra
los
canales
de
valoración
espiritual
(para
no
senBrse
menoscabado
por
los
reproches),
lo
que
hace
de
la
persona
un
pesimista
crónico
o
cínico
malicioso.
Es
natural
que
uno
se
apoye
en
el
hombro
del
otro,
para
eso
está
la
familia
y
el
cónyuge,
pero
las
personas
pierden
su
capacidad
de
empaZa
si
se
abusa
de
ellos
con
interminables
quejas.
El
que
puede,
huirá
y
el
que
no,
hará
oídos
sordos
a
tales
clamores.
Siempre
existe
una
manera
posiBva
de
ver
las
cosas
o
darles
un
senBdo
para
poderlas
manejar.
“Las
quejas
permanentes
hacen
que
el
prójimo
pierda
su
capacidad
de
acompañarnos
con
el
sen8miento,
y
nos
condenan
a
la
soledad.”
6. EN
TORNO
A
LA
CUESTIÓN
DE
“SER
ÚTIL”
Poner
esmero
en
buscar
algo
que
reprocharle
a
otro,
significará
la
muerte
de
toda
relación,
y
arrastrará
la
de
la
familia.
No
está
bien
ayudar
con
la
intención
de
senBrse
úBl
o
necesitado;
se
puede
ayudar
al
otro
pero
con
una
ac/tud
espontánea
de
prestar
ayuda.
La
insBtución
familiar
requiere
que
comprendamos
que
sólo
lo
auténBco
sirve.
Después
de
renunciar
a
la
queja
permanente,
lo
segundo
sería
intervenir
en
los
asuntos
familiares
de
manera
provechosa.
Si
la
intervención
es
deficiente,
los
asuntos
no
prosperan,
pero
si
nos
excedemos,
sucederá
lo
contario:
La
disposición
a
ayudar
se
convierte
en
una
tortura
para
ambas
partes.
Sólo
la
“captación
interna
del
todo”,
hecha
con
amor,
nos
manifiesta
cuál
es
el
punto
de
equilibrio
razonable
y
sensato
de
nuestros
actos.
“El
sen8do
de
la
existencia
personal
remite
a
la
comunidad.”
7. LA
DISPOSICIÓN
A
AYUDAR
Muchas
veces
nos
encontramos
ante
la
disposición
falsa
a
ayudar.
Es
posible
reconocer
que
la
disposición
a
ayudar
es
falsa
cuando
no
se
/ene
como
finalidad
ayudar
al
otro,
sino
ser
necesitado
por
el
otro.
La
falsa
disposición
a
ayudar
no
va
dirigida
al
prójimo,
sino
a
uno
mismo.
(SenBrme
importante,
indispensable,
salvador
del
otro).
Con
esta
falsa
disposición
las
personas
esperan
ser
queridas,
ser
importantes
para
otras;
pretenden
preservar
la
armonía
en
las
relaciones,
conservar
su
presBgio,
su
poder
y
su
influencia;
mantener
arBficialmente
en
alto
la
valoración
de
sí
mismas.
(Con
esta
acBtud
nos
hacemos
codependientes)
“Cuando
la
disposición
a
dar
ayuda
y
sacrificarse
SÍ
va
dirigida
hacia
el
otro,
fortalece
a
quien
la
da.”
8. Conclusión:
Dos
cometidos
que
evitan
la
crisis
familiar:
1.
La
renuncia
a
la
queja
permanente
y
a
la
insistencia,
respecto
de
experiencias
o
enfoques
negaBvos.
2. El
esfuerzo
por
no
“ayudar”
ni
más
ni
menos
que
cuando
resulte
enriquecedor
y
provechoso
para
el
otro.
9. ALGO
ACERCA
DE
“CONCEDER
AL
OTRO”
Y
“REGALAR
LA
LUZ”
Un
elemento
beneficioso
es
el
obsequio:
Pequeños
gestos
de
cariño
que
expresan
amistad
y
proximidad
espiritual
en
las
buenas
y
las
malas.
Adquiere
importancia,
se
torna
esencial
en
la
medida
que
sirve
a
la
consolidación
del
amor,
y
no
para
“cumplir
formalidades”.
Ejemplos
de
obsequios
para
consolidar
el
amor:
No
envidiar;
el
conceder
al
otro;
-‐el
alegrarse
por
lo
que
el
otro
Bene
u
obBene
es
con
mucho
el
más
valioso
de
todos-‐.
No
envidiar
al
otro
su
alegría,
su
libertad,
su
éxito,
su
peculiar
modo
de
ser
es
un
regalo
que
merece
entregarse
con
solemnidad
en
toda
ocasión
que
se
presente.
Muchas
veces
por
creer
que
el
otro
no
merece
lo
que
tenemos,
o
no
ha
luchado
tanto
como
nosotros,
nos
privamos
de
ayudarle,
sin
saber
que
esa
ayuda
desinteresada
nos
ayuda
muchas
veces
más
a
nosotros
mismos.
“Es
propio
de
los
espíritus
nobles
compar8r
sin
reservas
las
alegrías
de
los
demás.”
10. LAS
JOYAS
“TIEMPO”
Y
“RESPETO”
En
la
actualidad
el
consumismo
nos
lleva
a
dar
obsequios
materiales
para
demostrar
afecto,
pero
los
obsequios
inmateriales
Benen
más
valor
y
es
lamentable
que
muchos
seres
humanos
no
logran
obtenerlos.
Tres
regalos
inmateriales
que
más
necesita
el
ser
humano
son:
• Tiempo
• Respeto
• Gra/tud
Si
se
obsequian
mutuamente,
consBtuyen
un
trío
imbaBble
para
la
preservación
de
la
familia.
Donde
prevalecen
estas
tres
joyas
no
existe
hogar
deshecho.
“Apenas
brindemos
8empo
y
respeto
a
una
persona,
ésta
revive.”
11. EL
OBSEQUIO
DEL
“TIEMPO”
Las
exigencias
de
la
vida
moderna
no
nos
dejan
Bempo,
un
Bempo
que
necesitamos
también
para
escuchar
cuando
nos
hablan,
para
visitar
cuando
hay
duelo,
para
manifestar
comprensión
cuando
alguien
se
muestra
vulnerable,
para
acompañarlo
cuando
necesita
que
lo
orienten,
para
jugar,
para
estar
juntos,
para
B,
para
ustedes…
Para
poder
cubrir
esta
falta
de
Bempo,
muchas
veces
contratamos
a
profesionales
que
se
ocupan
de
cubrir
estas
necesidades,
logrando
que
el
confort
de
la
vida
moderna
se
pague
con
un
tremendo
distanciamiento
entre
los
que
amamos.
Hay
que
parar
un
poco
para
atender
al
otro.
Regalar
Bempo
es
maravilloso,
es
regalar
una
parte
de
uno
mismo.
12. EL
OBSEQUIO
DEL
“RESPETO”
• En
las
familias
siempre
encontramos
que
hay
unos
más
fuertes
que
otros,
y
no
es
extraño
que
se
abuse
del
poder.
Pero
es
responsabilidad
de
ambos
polos,
fuerte
como
débil,
hacer
frente
al
abuso
de
poder,
por
medio
del
respeto
mutuo.
• No
debemos
abusar
de
las
personas
argumentando
que
es
su
culpa
por
dejarse,
se
debe
ofrecer
respeto
tanto
al
que
molesta
como
al
molestado,
no
porque
algo
sea
fácil,
significa
que
esté
permiBdo.
• En
la
vida
no
cuenta
lo
que
es
fácil
o
diecil
de
hacer,
sino
lo
que
está
provisto
de
senBdo
o
no
lo
está:
lo
que
es
éBco
o
no
lo
es.
• Como
todo
ser
humano
Bene
un
valor
incondicional,
merece
nuestro
respeto
incondicional.
Más
allá
de
esto,
obsequiémonos
a
nosotros
mismos
el
respeto
que
nos
corresponde.
Si
lo
hacemos,
jamás
seremos
vícBmas
“de
un
sistema
enfermo”.
13. ¿QUIÉNES
NO
EXPRESAN
GRATITUD?
…PERSONAS
QUE
SE
SIENTEN
VULNERADAS
Es
el
tercer
elemento
de
los
obsequios,
la
gra2tud,
el
que
Bene
varias
consecuencias:
• a)
cura
los
desgarros
entre
las
personas;
• b)
va
precedida
necesariamente
por
una
toma
de
conciencia
de
los
valores;
• c)
es
un
bálsamo
aplicado
sobre
nuestra
alma.
El
uno
se
siente
enriquecido
y
el
otro,
afirmado
en
lo
suyo.
La
graBtud
garanBza
que
no
se
abran
las
cicatrices
y
da
un
Bnte
menos
sombrío
a
las
deficiencias
individuales.
Debe
tenerse
en
cuenta
que
la
vida
es
valiosa
“en
sí”,
puesto
que
presenta
oportunidades
para
todo
aquello
que
se
desee
forjar.
Se
debe
ofrecer
graBtud
en
las
cosas
posiBvas
que
nos
rodean,
a
pesar
de
exisBr
otras
negaBvas
que
lasBmen.
“La
gra8tud
sana
viejas
cicatrices,
evitando
que
vuelvan
a
abrirse.”
14. ¿HIJO
PRÓDIGO-‐PADRE
PRÓDIGO?
Para
que
la
separación
padres
e
hijos
sea
saBsfactoria
cuando
llega
el
momento,
es
preciso
que
la
despedida
sea
generosa
y
conciliadora.
Si
por
otra
parte,
la
despedida
está
cargada
de
viejas
ofensas
que
no
han
podido
perdonarse,
la
parBda
se
malogra
desde
el
principio,
para
amba
partes.
Las
dos
generaciones
quedan
“enganchadas”
y
cuando
menos
afecto
hay
entre
ellas,
tanto
más
ajustado
es
el
nudo
que
las
manBene
apresadas.
¿Qué
se
puede
hacer?:
Lo
único
que
sirve
a
los
hijos
adultos
es
renunciar
a
juzgar
a
sus
padres;
son
jueces
extremadamente
parciales
y,
aunque
parezca
sorprendente,
desconocen
muchas
aristas
de
sus
padres.
La
visión
tanto
de
hijos
a
los
padres,
como
de
padres
a
los
hijos
es
distorsionada.
Es
muy
diecil
que
logren
visualizarlos,
si
es
que
lo
logran,
como
lo
haría
un
amigo
de
la
familia.
A
veces
nuestros
prejuicios
nos
hacen
pensar
mal
de
alguien,
sin
que
merezca
estos
pensamientos.
Los
padres
comenten
errores,
pues
no
Benen
un
manual
para
ser
padres;
no
podemos
cambiar
lo
que
pasó,
pero
siempre
tenemos
oportunidad
de
volver
a
comenzar.
Hijos:
No
esperemos
hasta
el
úlBmo
aliento
de
nuestros
padres
para
reconciliarnos
con
ellos,
puede
ser
que
lleguemos
tarde.
“Que
la
despedida
de
nuestros
padres
sea
en
un
clima
de
generosidad
y
conciliación.”
15. PERDONAR
NO
SIGNIFICA
OLVIDAR
Cuando
los
hijos
adultos
renuncian
a
juzgar
a
sus
padres
con
vehemencia
y
los
padres
desisten
de
sondear
a
toda
costa
en
el
comportamiento
de
sus
hijos
adultos,
ambos
Benen
vía
libre
para
desenmarañar
en
paz
su
enredos
y
asumir
una
acBtud
benevolente
frente
a
los
nudos
que
quedan.
Con
el
Bempo
estos
también
se
aflojarán.
Es
muy
diecil
perdonar
cuando
el
otro
no
muestra
arrepenBmiento.
En
tal
caso
la
persona
dispuesta
a
perdonar
debe
decidir
si
se
deja
llevar
por
la
corriente
de
insensibilidad
del
otro
u
opta
por
resisBr
lo
mejor
que
pueda.
En
esta
lucha,
que
es
contra
uno
mismo,
el
triunfo
será
reconocer
en
el
otro
lo
que
tenga
de
rescatable
y
sano;
y
la
derrota,
está
en
ceder
ante
lo
que
no
es
rescatable
y
sano
de
uno
mismo.
La
persona
que
no
perdona,
amolda
su
culpa
a
la
culpa
de
aquél
al
que
no
perdona.
La
que
perdona
adquiere
la
posibilidad
de
lograr
inocencia
(dis-‐culpa)
para
ambas.
“El
perdón
no
presupone
el
olvido,
pero
la
gracia
de
olvidar
muy
bien
podría
presuponer
la
gracia
de
perdonar”.
“Perdonar
supone
luchar
consigo
mismo,
no
con
el
enemigo.”
16. EL
DIÁLOGO:
PUERILIDAD
DEL
DIÁLOGO
Cuando
los
cónyuges
no
se
enBenden
la
familia
está
en
riesgo.
El
desasosiego,
la
insaBsfacción
y
la
impaciencia
ciegan
e
inducen
a
exigir
de
su
pareja
más
de
lo
que
ésta
puede
darles.
Los
hijos
y
su
desarrollo
son
un
valor
suficiente
como
para
soportar
divergencias
en
la
pareja
y
solucionar
conflictos
de
común
acuerdo.
Algunos
aspectos
de
comunicación
ayudan
a
los
cónyuges
a
estructurar
su
relación
de
manera
“coevoluBva”:
creciendo
y
esBmulándose
mutuamente.
Problema
de
inmadurez
en
el
diálogo:
No
se
puede
estar
seguro
de
nada
con
personas
que
dicen
algo
para
obtener
una
respuesta
que
quieren
escuchar.
Son
imprevisibles,
poco
objeBvas
e
inauténBcas:
ponen
trampas
en
la
conversación
y
siempre
encuentran
cómo
ofenderse.
Esta
acBtud
pueril
e
inmadura
es
irritante
y
los
demás
optan
por
distanciarse.
Por
el
contrario
las
personas
maduras
son
francas,
lineales,
transparentes,
predecibles
y
confiables.
No
hay
divergencia
entre
lo
que
hay
en
su
interior
y
lo
que
expresan
y
si
la
hay,
es
escasa,
se
puede
llegar
a
un
consenso.
“Los
hijos
cons8tuyen
un
“valor
suficiente”
como
para
que
los
padres
resuelvan
sus
conflictos
de
común
acuerdo.”
17. LA
INESTABILIDAD,
UN
OBSTÁCULO
PARA
LA
COMPRENSIÓN
MUTUA
Con
personas
inestables
es
diecil
la
comunicación:
están
demasiado
ocupadas
consigo
mismas
como
para
escuchar
a
los
demás.
No
son
directas
pues
mientras
el
reclamo
no
es
directo,
no
habría
por
qué
contra-‐atacar.
Algunas
personas
inestables
han
soportado
algún
sufrimiento
lacerante,
que
procuran
que
no
se
repita,
y
evitan
el
dolor
o
exponerse
a
algo
negaBvo,
ocultan
sus
senBmientos,
están
a
la
defensiva
y
los
cónyuges
de
éstos,
-‐que
no
Benen
este
problema,
ni
la
menor
intención
de
hacerles
daño-‐,
no
pueden
menos
que
sorprenderse
o
fasBdiarse.
Recordemos
que
el
ser
humano
no
es
un
producto
de
su
pasado
ni
un
revolBjo
de
factores
de
influencia.
Es
y
seguirá
siendo
co-‐parZcipe
acBvo
de
su
idenBdad.
De
él
depende
controlar
sus
debilidades
y
sacar
el
máximo
provecho
de
sus
potencialidades.
Es
frecuente
que
estas
personas
se
apoyen
en
otras
más
fuertes
y
aserBvas.
Enfrentar
y
aceptar
nuestros
defectos
nos
ayuda
a
superarlos,
el
que
los
oculta
queda
inmerso
en
ellos.
“Quien
pretende
evitar
el
sufrimiento
propio,
envenena
la
comunicación
con
los
demás.”
18. ¡CUÁNTO
DEPENDE
DE
LA
COMUNICACIÓN!
Las
personas
sacan
conclusiones
acerca
de
los
demás,
parBendo
de
lo
que
son
ellas.
“Debemos
evitar
las
insinuaciones
al
hablar...
y
al
escuchar.”
20. 1.
El
discurso
de
apaciguamiento:
Es
cierto
que
no
debemos
ahogarnos
en
un
vaso
de
agua,
pero
cuando
los
problemas
si
son
reales,
no
hay
que
trivializarlos,
pues
marcarán
la
vida
de
los
afectados
de
una
vez
y
para
siempre.
Es
preciso
que
al
abordar
a
la
persona
que
pasa
por
un
problema,
no
nos
mintamos
los
unos
a
los
otros;
no
nos
solacemos
con
sueños
ilusorios,
sino
que
nos
apoyemos
valientemente
unos
a
otros
y
recorramos
hombro
a
hombro
el
vía
crucis
que
el
desBno
nos
Bene
asignado.
(“Ya
pasó”,
“no
es
nada”,
“no
pasa
nada”,
etc.)
21. 2.
El
discurso
sabihondo:
En
los
casos
en
que
el
infortunio
cae
sobre
una
persona,
sólo
el
que
ha
vivido
algo
semejante
o
igual
está
en
condiciones
de
opinar
con
acierto.
Se
dirá
que
la
“tríada
trágica”
de
dolor,
culpa
y
muerte,
está
presente
en
todo
hogar
y
en
todo
familia,
y
por
consiguiente,
todos
la
conocen.
Sin
embargo,
las
personas
que
recién
viven
una
desgracia,
la
viven
como
en
exclusividad
absoluta.
El
discurso
del
sabihondo
que
alega
saber
de
antemano
que
eso
sucedería,
que
sabe
quienes
son
los
culpables
y
que
habrían
hecho
algo
diferente,
solo
empeoran
las
cosas
y
ocultan
lo
rescatable
de
la
situación.
“No
cierres
los
ojos
ante
el
dolor;
mejor
cierra
la
boca.”
Es
muy
fácil
ser
sabio
a
posteriori
(el
“te
lo
dije”,
por
ejemplo).
Pero,
indudablemente,
la
persona
más
sabia
es
aquella
que
se
guarda
su
sabihondez,
si
acaso
aprende
de
ella
para
sí
mismo,
pero
se
cuida
de
servírsela
a
la
persona
afectada,
por
lo
poco
úBl
que
resulta
su
acción.
22. 3.
El
diálogo
de
sordos:
La
persona
egoísta
y
narcisista
hace
diálogos
sordos
pues
sólo
le
interesa
el
mismo.
Son
personas
que
no
dan
en
el
clavo,
no
pueden
comprender
o
ponerse
en
el
lugar
del
otro…..
Para
no
tener
un
diálogo
de
sordos
se
debe
poner
mucha
atención
a
la
persona
que
habla,
y
entender
su
punto
de
vista,
“pararse
en
sus
zapatos”.
“una
persona
que
sabe
ponerse
en
el
lugar
de
otra
comprende
más
que
cien
profesores.”
23. 4.
El
discurso
de
evasión:
La
evasión
cumple
el
propósito
de
eludir
la
respuesta
a
una
pregunta.
El
que
lo
pone
en
prácBca,
simula
no
entender
lo
que
le
dice
el
interlocutor,
usualmente
se
desvía
a
otro
tema
con
su
“respuesta”.
Esta
persona
no
se
quiere
hacer
responsable,
pero
tampoco
lo
dice
claramente.
Carece
de
empaZa
y
no
responde
al
senBdo
de
una
situación.
24. 5.
El
doble
mensaje
(el“double-‐bind”
):
Es
el
“amarre
doble
a
informaciones
contradictorias”,
que
provoca
confusión
y
desorientación.
(Cuando
discuten,
usualmente
ponen
al
otro
“entre
la
espada
y
la
pared”).
Muchas
veces,
las
personas
acorraladas,
terminan
diciendo
que
“si”
a
todo,
sin
tomar
responsabilidad
directa
a
la
hora
de
la
verdad,
lo
que
lleva
al
abandono
de
la
persona
que
se
está
involucrando.
Quieren
algo,
pero
cuando
se
les
otorga,
ya
no
lo
quieren.
(Digo
que
si
actuaré,
que
si
cambiaré,
pero
no
actúo,
no
cambio).
“Las
personas
sin
tortuosidades,
se
abren
al
mundo
sin
ocultamientos,
como
los
rayos
del
sol.”
25. LA
RISA,
UNA
INYECCIÓN
VITAMÍNICA
REVITALIZADORA
La
risa
franca
y
cordial
(sin
afectación,
sarcasmo
ni
burla)
es
un
remedio
inigualable
para
ánimos
quebrantados.
Si
le
diésemos
mayor
margen
a
la
risa,
las
sesiones
de
psicoterapia
se
reducirían
a
la
mitad.
Más
que
nada
debemos
tener
conciencia
que
nuestra
dignidad
es
intangible,
debe
de
ser
tanta
que
toda
provocación
rebote
contra
ella
sin
dejar
el
mínimo
rasguño.
La
persona
que
logra
esto,
no
toma
los
ataques
como
algo
personal,
sino
que
las
deja
en
aquel
de
quien
proviene.
Como
consecuencia,
los
rasgos
del
provocador
se
esfuman
y
aparecen
los
de
un
ser
tonto
e
infanBl.
Quien
enBende
esto,
sabe
reaccionar
con
dignidad,
sabe
mantenerse
serenamente
en
silencio
o
sonreír
con
picardía,
pues
el
corazón
esta
lleno
de
compasión
por
el
provocador.
Una
forma
de
amorBguar
estos
ataques
sería
inverBr
las
palabras
que
profiere
el
enemigo
en
la
comunicación
y
regresarlas
con
un
talante
jocoso
que
desarma.
“Al
humorista
no
se
le
puede
provocar
ni
humillar.”
26. DEL
MALENTENDIDO
A
LA
ENEMISTAD
La
materia
prima
de
la
hosBlidad
es
el
miedo.
Cuanto
mayor
es,
más
nos
extraviamos
en
terreno
enemigo.
Cuando
la
comprensión
degenera
en
malentendido,
desaparece
la
aceptación
y
el
amor
se
trasforma
en
odio.
Cierto
es
que
este
odio
es
una
forma
perverBda
y
destrucBva
de
amor
aún
vivo,
pero
cercena
toda
moral
y
finalmente
nos
lleva
a
la
indiferencia.
La
familia
solo
puede
hallar
dicha
en
un
ambiente
de
mutua
comprensión,
aceptación
y
amor.
Para
prevenir
el
malentendido
debemos
renunciar
a
un
defecto:
Atribuir
malas
intenciones
a
otras
personas.
Este
defecto
es
producto
del
miedo
y
comienza
a
operar
apenas
suenan
nuestras
alarmas
internas
y
luego
es
extremadamente
diecil
controlarlo.
Cuando
una
persona
siente
que
piensan
que
es
mala,
se
siente
incomprendida,
atacada
injustamente
y
se
convierte
en
“mala”
con
toda
razón,
cae
en
la
autodefensa
y
echa
culpas
a
todos.
Cuanto
más
se
defiende,
más
se
convierte
en
mala,
de
lo
que
paradójicamente
quiere
liberarse.
“Si
alguien
te
agrede,
pregúntate
a
qué
le
2ene
miedo.”
27. EL
CÍRCULO
VICIOSO
EN
EL
MATRIMONIO
Es
un
error
que
una
de
las
partes
exija
algo
a
la
otra
persona
No
se
puede
dar
algo
involuntariamente
y
sólo
por
exigencias
del
otro.
Sin
confianza
y
esperanza
no
hay
manera
de
que
las
cosas
salgan
y
salgan
bien.
El
ser
humano
puede
distanciarse
de
sus
debilidades,
y
el
humor
puede
quebrar
los
círculos
viciosos
más
persistentes,
coronando
su
capacidad
de
distanciamiento
de
sí
mismo.
“En
ocasiones,
obtenemos
más
progresos
con
una
ac2tud
discreta
y
reservada
que
con
una
ac2tud
atropelladora.”
28. UNA
CLAVE
PARA
LA
RECONCILIACIÓN
La
enemistad
Bene
un
aliado
poderoso:
el
odio.
El
que
odia
no
consigue
liberarse
de
su
odio,
es
una
prisión
para
el
espíritu
humano.
A
veces
el
odio
anida
porque
ninguno
da
el
primer
paso.
No
podemos
esperar
a
que
el
otro
ceda,
la
posibilidad
que
depende
de
nosotros
es
dejar
de
provocar,
sin
tomar
en
cuenta
lo
que
él
haga.
Esta
será
una
acBtud
cuerda,
valiente
y
noble
que
prioriza
la
paz,
logra
lo
que
casi
nada
lograría,
concluir
la
enemistad.
Recordar
que
por
la
familia
vale
la
pena
hacer
el
esfuerzo,
para
lograrlo
se
debe
entender
que
lo
que
está
en
juego
es
todo.
Con
la
mentalidad
de
buscar
causas,
la
tarea
se
convierte
en
poner
al
descubierto
las
causas
inconscientes
de
los
conflictos
humanos
y
las
relaciones
fallidas.
Con
la
mentalidad
de
finalidades,
no
se
persiguirán
las
causas,
sino
los
argumentos
de
lo
que
debe
ser.
Basta
con
aceptar
los
datos
de
la
realidad
sin
cuesBonamientos
“Tal
como
son”,
e
intentar
hacer
de
ellos
lo
mejor
que
se
pueda.
29. EL
“AMOR
DESDICHADO”
NO
EXISTE
“El
simple
enamoramiento
ciega
a
la
persona;
el
amor
la
hace
ver
(Frankl).”
El
amor
real
no
puede
ser
una
comunidad
de
propósitos,
pues
cuando
estos
se
acaban,
el
amor
desaparecería.
Para
Frankl
no
existe
el
amor
desdichado.
El
que
entrega
su
amor
a
una
o
más
personas
siente
una
felicidad
que
nadie
puede
arrebatarle,
ya
sea
que
posea
o
no
a
esta
persona.
De
acuerdo
con
esto,
una
terapia
del
amor
desdichado
debería
consisBr
en
revelar
que,
una
de
dos:
• O
no
se
trata
de
amor
autén/co
• O
no
se
trata
de
autén/ca
desdicha.
Al
amor
se
debe
a
que
los
miembros
de
una
familia
no
pueden
cambiarse
como
camisas.
Una
regla
en
caso
de
exisBr
una
separación
o
pérdida
irremediable:
Al
viejo
amor
no
se
le
debe
diluir,
deberá
encontrarsele
su
propio
lugar;
descolgarlo
del
presente
y
guardarlo
en
el
archivo
viviente
del
alma.
Debe
poder
descansar,
aún
accesible
a
los
ojos,
aunque
alejado
de
la
actualidad,
para
que
podamos
dirigir
los
ojos
al
futuro.
Para
lograr
esto
se
debe
pasar
por
la
soledad;
así
recuperarse
y
estar
listo
nuevamente
para
una
vida
en
común.
30. ¿UN
NUEVO
COMIENZO
DESPUÉS
DEL
FRACASO?
El
matrimonio
no
es
una
comunidad
de
propósitos,
pues
al
alcanzar
estos,
todo
desaparecería.
Para
poder
reducir
drásBcamente
el
senBmiento
de
hosBlidad
hacia
los
demás
y
facilitar
el
perdón,
es
necesario
trascenderse
a
sí
mismo
en
aras
de
la
verdad.
El
que
puede
admiBr
que
ha
comeBdo
errores,más
comprensivo
y
generoso
con
otros
que
también
los
comeBeron.
Es
más
fácil
escuchar
acBvamente
cuando
la
otra
persona
es
breve
al
hablar.
No
nos
aferremos
al
otro.
Al
senBrnos
libres,
es
más
fácil
guardar
fidelidad
al
otro.
Disculparse
requiere
coraje
y
grandeza
interior
en
ambos,
para
también
logar
perdonar.
El
culpable
debiera
reconocer
honestamente
su
falta.
Cuanto
menos
trate
de
jusBficarse
recurriendo
a
condiciones
atenuantes,
tanto
mejor
y
más
frucZfera
será
su
disculpa.
El
damnificado
también
deberá
saltar
la
valla
que
significa
dar
por
terminado
el
asunto.
Su
perdón
será
más
honesto
y
provechoso
si
logra
enterrar
definiBvamente
sus
reproches.
“Cuando
fracasamos,
debemos
trascendernos
a
nosotros
mismos
en
aras
de
la
verdad.”
31. CONVIVIR
EN
PAZ,
AUNQUE
DIFIERAN
LOS
VALORES
Los
que
aman,
logran
ver
que
cada
ser
es
único
y
no
puede
ser
intercambiado;
logra
ver
sus
lados
fuertes,
talentos,
recursos,
el
núcleo
sano
de
su
persona
debajo
de
la
cáscara
áspera
y
espinosa.
Existe
una
parte
del
ser
humano
que
está
oculta,
que
se
sustrae
incluso
a
los
ojos
del
amor.
Se
trata
del
puente
que
conduce
al
reino
de
los
valores
personales.
Es
aquí
donde
la
persona
es
más
sensible
y
vulnerable.
Si
cada
uno
pudiese
ver
los
valores
diferentes
y
para
él
incomprensibles
que
determinan
la
vida
del
otro
y
aceptarlos
con
amor,
vivirían
en
el
paraíso,
en
lugar
de
enfrascarse
en
guerras
domésBcas
interminables
y
estériles.
Se
le
puede
exigir
mucho
a
alguien,
pero
su
autovaloración
y
los
valores
supremos
que
lo
guían
deberían
ser
intocables.
El
que
los
toca,
se
arriesga
a
que
el
otro
cometa
excesos.
(Los
valores
y
virtudes
del
otro
son
suyos,
no
podemos
imponerle
los
nuestros).
Si
bien
la
capacidad
de
luchar
y
triunfar
es
una
máxima
de
supervivencia
biológica,
la
capacidad
de
mantener
la
paz
es
una
máxima
de
supervivencia
espiritual,
que
cobra
mayor
importancia
a
medida
que
se
desarrolla
la
humanidad.
Ser
capaces
de
mantener
la
paz,
no
significa
únicamente
vivir
sin
pelearse,
requiere
mucho
más
que
esto,
significa
reaccionar
de
manera
sensata
cuando
atacan
algunos
valores
propios.
“Con
los
recursos
de
la
guerra
no
es
posible
engendrar
la
paz.”
32. DOS
SUGERENCIAS
IMPORTANTES
PARA
MATRIMONIOS
Las
parejas
deben:
• Amar
juntos
cosas
diferentes.
• Ambos
apuntar
en
la
misma
dirección.
Los
hombres
se
idenBfican
más
con
“estar
para
algo”
y
las
mujeres
con
“estar
para
alguien”.
Este
complemento
posibilita
el
comeBdo
común
de
cuidar
del
mundo,
de
uBlizarlo
sin
abusar
de
él
y
de
prepararlo
para
las
generaciones
futuras.
Más
frucZfero
que
compeBr,
será
que
cada
uno
cumpla
su
tarea
a
la
par
del
otro.
La
pareja
no
“está
a
su
servicio”
y
mucho
menos
lo
están
sus
hijos,
quienes
están
para
una
familia
del
mañana,
que
vivirá
en
el
futuro
y
para
la
cual
deben
prepararse.
Los
medios
de
expresión
del
amor,
los
gestos
más
adecuados
para
cada
momento
quedan
a
criterio
de
cada
uno,
y
dependerán
del
aprendizaje
que
esta
persona
ha
recibido.
Cuando
se
unen
dos
personas
con
recursos
expresivos
diferente,
es
probable
que
existan
malentendidos
en
la
relación.
Es
importante
saber
que
uBlizar
el
leguaje
de
amor
de
mi
padre
o
madre
puede
ser
incomprensible
para
el
otro,
y
es
aconsejable
aprender
algunos
vocablos
del
compañero.
Se
sorprenderán
de
ver
cuántos
malentendidos
se
pueden
evitar,
y
a
la
vez
se
ampliará
el
vocabulario
mutuo.
Recordar
que
el
amor
es
lo
primero
y
principal
y
que
sus
recursos
expresivos
son
secundarios.
“Dejemos
que
el
otro
sea
él
mismo.
¡Y
nosotros
seamos
crea8vos!”
33. ALGUNAS
PAUTAS
DE
COMPORTAMEINTO
PARA
LOS
FAMLIARES
QUE
COM-‐PADECEN
Pauta
1:
·∙
Para
afrontar
padecimientos
de
un
miembro
de
la
familia,
en
terapia
suele
recomendarse
permanecer
en
ac/tud
recep/va
sin
enviar
mensaje.
·∙
Quien
se
deBene
a
elucubrar
por
qué
enfermó
el
otro,
está
desperdiciando
energía
indispensable
para
encauzar
su
comportamiento
frente
al
enfermo.
·∙
Frente
a
una
andanada
de
agresión
verbal
lo
mejor
es
mantener
una
acBtud
pasiva,
sin
oponer
resistencia
que
la
alimente.
Si
se
da
la
oportunidad
de
diálogo,
debe
aprovecharse
obligadamente
para
hacer
referencia
al
tema
del
respeto
mutuo,
sin
el
cual
no
es
posible
la
convivencia
en
armonía.
·∙
No
se
rechaza
a
la
persona,
sino
sólo
al
comportamiento
nega/vo.
También
aplica
a
miembros
drogadictos
de
la
familia,
quienes
pueden
salvarse
únicamente
por
sus
propios
medios.
Pauta
2:
Recibir
lo
malo
con
realismo
y
enviar
mensajes
con
opBmismo.
Si
la
realidad
no
da
moBvos
para
el
opBmismo,
muchos
adoptan
acBtudes
pesimistas.
Los
neuróBcos
necesitan
aprobación,
saber
que
todo
esta
bien.
Siempre
que
sea
posible
debemos
irradiar
opBmismo,
aunque
el
desgaste
nervioso
de
los
que
rodean
al
neuróBco
es
considerable.
“Sólo
la
confianza
puede
sacar
a
la
superficie
la
confianza
sepultada.”
34. UNA
VISIÓN
DEL
MUNDO
A
LA
VEZ
REALISTA
Y
OPTIMISTA
Las
personas
cuanto
más
perfectas
quieren
ser,
más
imperfectas
se
vuelven.
Esto
se
puede
contrarrestar
de
dos
maneras,
deben
aprender
a
confiar
en
sí
mismas
y
en
sus
capacidades,
y
reunir
coraje
para
cometer
algún
error
sin
entrar
en
pánico,
recurriendo
a
la
confianza
que
ya
han
ganado,
haciendo
un
feedback
de
logros
alcanzados
anteriormente.
Muchas
veces
es
más
fácil
ver
las
cosas
negaBvas
y
nos
olvidamos
de
todo
lo
posiBvo
que
nos
rodea.
“Estemos
alerta:
Nosotros
también
reprimimos
cosas
buenas.”
35. OBEDECER
A
LA
VOZ
INTERIOR
La
conciencia
es
como
una
voz
que
asciende
de
las
profundidades
del
inconsciente
del
espíritu.
Son
impulsos
que
no
nos
obligan
a
nada,
sino
guías
que
fijan
el
rumbo
a
aquella
única
respuesta.
Pauta
3.
Mantenerse
recepBvo
al
elemento
espiritual
inconsciente,
mientras
se
envían
mensajes
conscientes.
Es
diecil
entender
a
los
allegados
que
sufren
de
trastornos
psíquicos
o
escaso
equilibrio
interior,
pero
debemos
escuchar
la
conciencia
y
evitar
herirlos,
pues
desconocemos
su
situación.
No
podemos
creer
que
somos
totalmente
sanos
en
el
aspecto
esico
y
psíquico,
si
estamos
sanos
no
es
más
que
momentáneamente,
pues
las
enfermedades
y
la
muerte
es
parte
de
nuestro
organismo,
y
esta
es
una
tarea
familiar
de
acompañarnos
cuando
existen
enfermedades.
Para
que
este
acompañamiento
sea
de
uBlidad
es
necesario
poseer
equilibrio
interior,
mantener
un
mínimo
de
distancia
frente
al
enfermo
sin
abandonarlo.
Al
acompañar
a
una
persona
con
problemas
debemos
saber
que
existe
la
posibilidad
de
recaídas
y
fracasos.
“En
las
profundidades
inconscientes
del
espíritu
percibimos
la
voz
de
Dios.”
36. EL
AMOR
ES
MÁS
FUERTE
QUE
LA
MUERTE
• La
salvación
sólo
se
vuelve
imposible
cuando
cortamos
los
lazos
con
la
familia.
• El
amor
limpia
la
sangre
de
todas
las
heridas.
• La
sensatez,
la
experiencia
y
la
generosidad,
la
fantasía
ilimitada:
todo
esto
se
conjuga
para
ayudar
a
aquel
que
pone
en
acción
su
buena
voluntad
para
comenzar
de
nuevo.
Si
se
desea
o
no,
es
un
asunto
que
el
ser
humano
debe
decidir
por
sí
solo
en
lo
más
recóndito
del
corazón,
aunque
sea
en
su
lecho
de
muerte.
• La
voluntad
del
individuo
es
su
cielo
o
su
infierno.
• Bienaventurado
el
que
ha
tomado
sobre
sí
una
carga
pesada
para
aliviarle
la
carga
a
otro
miembro
de
la
familia.
No
ha
vivido
en
vano.
“Es
posible
superar
trances
diPciles,
si
los
enfrentamos
por
amor.”
37.
La
felicidad
en
la
familia
hace
que
el
amor
se
propague
de
generación
en
generación.
Es
la
misión
más
sagrada
del
ser
humano.