4. CONSUMO DE OXIGENO POSTERIOR AL
EJERCICIO
La habilidad del cuerpo para medir las
necesidades musculares de oxigeno no es
perfecta.
5. CONSUMO DE OXIGENO POSTERIOR AL EJERCICIO
Cuando iniciamos el ejercicio, nuestro
sistema de transporte de oxigeno no aporta
inmediatamente la cantidad necesaria de
oxigeno a los músculos activos.
6. CONSUMO DE OXIGENO POSTERIOR AL EJERCICIO
Nuestro consumo de oxigeno necesita varios
minutos para alcanzar el nivel requerido en
el que los procesos aeróbicos son
plenamente funcionales.
7. CONSUMO DE OXIGENO POSTERIOR AL EJERCICIO
Las necesidades y el aporte de oxigeno
difieren durante la transición del estado de
reposo al ejercicio, nuestro cuerpo incurre en
un déficit de oxigeno.
8. CONSUMO DE OXIGENO POSTERIOR AL EJERCICIO
El déficit de oxigeno se calcula simplemente
como la diferencia entre el oxigeno requerido
para un ritmo determinado el esfuerzo y el
oxigeno verdaderamente consumido.
A pesar de esto nuestros músculos generan
todavía ATP.
9. CONSUMO DE OXIGENO POSTERIOR AL EJERCICIO
Durante los minutos iníciales de
recuperación la demanda de oxigeno no
disminuye de inmediato.
Este exceso de consumo que suele
requerirse cuando se esta en reposo se ha
denominado deuda de oxigeno.