Un embarazo molar ocurre cuando hay anormalidades cromosómicas que evitan que el embarazo se desarrolle correctamente, resultando en una masa de quistes en la placenta (mole hidatidiforme) o un embrión que no termina de formarse. Los síntomas incluyen sangrado vaginal, náuseas, crecimiento rápido del útero y presión alta. El diagnóstico se realiza mediante ultrasonido y exámenes de HCG. El tratamiento implica extraer todo el tejido molar del útero