3. • En la siguiente exposición trataremos acerca de la
cetoacidosis diabética, la cual constituye una emergencia
médica, ya que esta compromete la vida de la persona
afectada.
• Esta no es una enfermedad en sí, sino una complicación de
la Diabetes Mellitus tipo I, en la cual se van metabolizando las
grasas, lo que da lugar a la formación de cuerpos cetonicos
que se van acumulando en el organismo, y al alcanzar altos
niveles se convierten en sustancias altamente toxicas.
4. • La enfermera juega un papel de vital importancia en el
mantenimiento y cuidados de estos pacientes, ya que ella
debe estar en constante vigilancia, valorando especialmente
los niveles de glucosa, y vigilando la integridad física de
estos, ya que en la cetoacidosis ocurre una pérdida de los
niveles de alerta y consciencia.
• Deseo que este contenido sea de gran provecho para su
aprendizaje.
5. • La cetoacidosis diabética (CAD),
hace referencia a una
descompensación de la diabetes
mellitus que, junto con el estado
hiperosmolar y la hipoglicemia,
son las tres principales
complicaciones agudas de la
diabetes mellitus. A diferencia de
las complicaciones crónicas,
esta complicación se desarrolla
en cuestión de horas y pone en
peligro la vida del paciente, por
lo que se considera una
urgencia médica.
6. • Las personas con diabetes tipo 1 no tienen
suficiente insulina, una hormona que el cuerpo
utiliza para producir el ingreso de la glucosa a las
células para obtener energía. Cuando la glucosa no
está disponible, se metaboliza la grasa en su lugar.
• A medida que las grasas se descomponen, se
forman las moléculas llamadas cuerpos cetónicos,
que son cetoacidos (cetonas y ácidos carboxílicos)
que se acumulan en la sangre y la orina. En niveles
altos, los cuerpos cetónicos son tóxicos.
7. • Inicialmente los síntomas son los
propios de una diabetes mellitus
descontrolada: poliuria, polifagia y
polidipsia, a los que se le añade
malestar general, cefalea, debilidad,
astenia y adinamia. Conforme la
deshidratación y la alteración
hidroelectrolítica se acentúan, se
añade desorientación y estupor
(especialmente en pacientes
debilitados o ya enfermos), así
como náusea, vómito y dolor
abdominal.
8. • La exploración física muestra datos típicos
de deshidratación (boca y conjuntivas
secas, ojos hundidos, piel seca, pulso
débil, respiración superficial), junto con
datos de gravedad (hipotensión severa,
pulso no detectable, falta de reacción a
estímulos) y algunos más específicos
como la respiración de Kussmaul
(respiración rápida, profunda, irregular)
provocada por la acidosis metabólica y el
"aliento cetónico" o aliento con olor a frutas
ácidas, provocado por la salida de acetona
a través del aliento.
9. • El elemento más destacable es la hiperglucemia que, casi
invariablemente, se encuentra en niveles por encima de los
250 mg/dL.
• El grado de acidosis metabólica se evalúa a través de la
medición del pH sanguíneo y la concentración de
bicarbonato en la gasometría sanguínea. En casos leves el
pH fluctúa entre 7.25 a 7.30, y el bicarbonato entre 15 a 18
mEq/L; sin embargo en casos graves pueden descender
hasta <7.00 y <10 mEq/L respectivamente, concentraciones
que se asocian con estupor y coma.
10. • También se mide la concentración sanguínea de sodio y
se calcula la osmolaridad sérica, la que da una
indicación indirecta del grado de deshidratación que
puede alcanzar 6-7 litros de déficit.
11. • El tratamiento es urgente y debe instalarse de inmediato, y
tiene dos principales objetivos, la corrección de la
deshidratación y la corrección de la hiperglucemia.
Adicionalmente se debe vigilar y tratar déficit de electrolitos y
la eliminación o tratamiento de la causa de base o factores
predisponentes. Por lo general, la meta es sacar al paciente
de la acidosis en un máximo de 6 horas.
12. • La corrección de la deshidratación puede intentarse por vía
oral, si el paciente se encuentra orientado y consciente.
Desafortunadamente la gran mayoría de los pacientes tiene
algún grado de alteración en el nivel de alerta
(desorientación, somnolencia, estupor, coma), y en tal caso
está formalmente contraindicada la administración oral de
líquidos, debido al riesgo de broncoaspiración.
13. • La corrección de la hiperglucemia
se realiza con la administración de
insulina por vía parenteral. Es
esencial recordar que la vigilancia
de los niveles sanguíneos de
glucosa, electrólitos séricos, pH
sanguíneo y osmolaridad sérica
deben realizarse estrictamente.
14. • Medición de signos vitales,
especificando en frecuencia
cardiaca y tensión arterial
• Valorar niveles de glicemia
y reporte de pruebas al
laboratorio
• Valorar estado de
conciencia
• Proteger a un paciente
inconsciente, cuidar integridad
fisica
• Girar la cabeza del
paciente para evitar
broncoaspiracion
• Vigilar integridad de la piel
15. • Cambios frecuentes de
posición para evitar ulceras por
presión
• Medir perímetro abdominal
• Administración de líquidos
orales y/o parenterales
• Medir PVC
• Sondaje vesical
• Medicación según prescripción
medica
• Hacer balance hídrico
16. • La cetoacidosis diabética constituye la mayor
complicación de la diabetes tipo I y es una emergencia
médica, la cual pone en peligro la vida del paciente
afectado.
• El tratamiento de esta complicación se basa en corregir
la base desencadenante de la misma, así como
normalizar los niveles de glucosa sanguínea y la
deshidratación.
17. • La enfermera debe estar en constante vigilancia de estos
pacientes, valorando su estado de conciencia, evitando
broncoaspiraciones y cuidando la integridad física de los
mismos.
• El paciente con diabetes mellitus tipo II también puede
sufrir una cetoacidosis, pero en menor posibilidad que
los afectados de tipo I.