El documento describe la magnitud de las enfermedades cardiovasculares como problema de salud pública y las intervenciones recomendadas para la prevención secundaria tras un evento cardiovascular. Estas intervenciones incluyen el uso de fármacos como antiagregantes, bloqueantes beta, IECAs y estatinas; el control de factores de riesgo como dislipemias, hipertensión, diabetes, obesidad y tabaquismo; y la rehabilitación cardiaca mediante ejercicio físico, aspectos psicológicos y educativos.