2. Diagnóstico diferencial de la
epidermólisis bullosa
El diagnóstico diferencial debe
hacerse con todas las dermatosis
del recién nacido que cursan con
ampollas y erosiones. Se debe
realizar un interroga-torio a los
padres en referencia a los
antecedentes familiares, ingesta
de medicamentos por la madre
durante el embarazo o del recién
nacido, posibili-dad de infecciones
de la madre o del neonato
3.
En el examen clínico, hay que
con-siderar la localización de las
lesiones, la afectación de las
mucosas,
las
exis-tencia
de
infecciones, la posibilidad de otra
sintomatología, la valoración de
otros signos. Como exámenes
complementarios
es
ab-solutamente necesario hacer
una biopsia cutánea obteniendo
piel
suficiente
para
estudio
convencional inmunohistoquímico,
inmunofluorescencia
y
mi-croscopia electrónica. También
deben
realizarse
estudios
bacteriológicos, vi-rológicos y el
citodiagnóstico de Tzank.
4. Diagnóstico prenatal de la
epidermólisis bullosa
Sería
aplicable cuando existen antecedentes
familiares de EB y más claramente en los casos
de formas severas e incapacitantes, sospecha de
la epidermólisis bullosa distrófica recesiva,
epidermólisis bullosa juntural de Herlitz y
epidermólisis bullosa juntural con atrofia pilórica.
5. Biopsia de piel fetal
Se practica entre la 18ª y 19ª
semana de amenorrea. Se
realiza un estudio
ultraestructural e
inmunohistoquímico de
anticuerpos específi-cos.
Estudios biológicos
moleculares mediante
biopsia de las vellosidades
co-riónicas
El conocimiento de los genes
implicados en estas patologías
permite reali-zar una biopsia de
las vellosidades coriónicas y
aplicar técnicas de la biolo-gía
molecular. Se realizan entre la
8ª y la 10ª semana de vida.
6. Diagnóstico
preimplantacional
Teóricamente es posible
realizarlo en el curso de
una fecundación in vitro. Al
tercer día, cuando el
embrión se encuentra en
un estadio celular 10-16, se
extraen 1-2 células para
análisis genético.
Ecografía prenatal
Permite valorar la
existencia de aplasia
cutánea, alteraciones de
los dedos, estómago
dilatado, malformaciones
renales, etc.
7. Elevación de alfafetoproteína y presencia
de acetilcolinesterasa
La elevación de la alfafetoproteína y la
presencia de
acetilcolinesterasa en
líquido amniótico, junto
con la ausencia de
malformación neural, son
mar-cadores de cualquier
tipo de epidermólisis
bullosa