El documento define las comunidades de aprendizaje como grupos en los que los miembros comparten la responsabilidad del aprendizaje a través de la participación activa. Se basan en los conceptos de comunidad de práctica de Wenger y la pedagogía de Freire, en la que los estudiantes son participantes activos en un contexto social. Las características clave son la responsabilidad compartida, el conocimiento dinámico y el aprendizaje colaborativo y activo.