Este documento discute las competencias profesionales necesarias para los docentes en la planificación y desempeño de su labor. Analiza los siete saberes propuestos por Edgar Morín para mejorar la educación actual, como aceptar el error, generar conocimiento multidimensional y enseñar valores como la identidad humana y planetaria. También menciona las 10 nuevas competencias para la enseñanza de Philippe Perrenoud centradas en el aula. El autor concluye que si bien más conocimiento no garantiza un mejor desempeño, mantenerse actualizado con la
Las competencias profesionales docentes para la planeación y desempeño docente
1. “Las competencias profesionales
docentes para la planeación y
desempeño docente”
2015
AUTOR: ARMANDO TORRES RUIZ
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL. UPN 321.
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN BÁSICA
QUINTA GENERACIÓN |
2. “Las competencias profesionales docentes para la planeación y desempeño
docente”
Mirando hacia atrás y sobre la vereda educativa e investigativa que hemos trazado
al caminar por el primer módulo de esta MEB, podemos encontrar huellas con gran
significado que nos exhortan a continuar firme en el actuar que tenemos y renovar
con cada clase el desempeño didáctico de nuestra labor.
Se ha hablado mucho sobre políticas educativas, epistemología de nuestro oficio y
sus fundamentos, reformas y corrientes filosóficas a nivel nacional e internacional,
organismos evaluativos, programas compensatorios, en fin… un sin número de
bienes y/o patrimonios que a la educación han de dar una consecuencia positiva o
negativa pero, a fin de cuentas, es menester que siempre nos permitamos ejercer
en el margen de nuestro desempeño, en la constitución básica de la labor que nos
compete.
Para dicho efecto se han analizado los textos de varios autores que apoyan y
argumentan sobre la imperiosidad de alcanzar un nivel de saberes e
implementación de competencias profesionales óptimas y que puntualizan de
manera tajante, aquellas implicaciones que debe demostrar el maestro preparado
del siglo XXI.
En cuanto a los conocimientos que son necesarios para potenciar la educación
propia del presente siglo, el autor Edgar Morín nos muestra siete saberes que
pueden llegar a sentar base en un verdadero cambio en la conducción profesional
que tenemos los docentes. Todas las recomendaciones se manejan bajo la premisa
de que la educación actual posee grandes obstáculos a vencer y que siguen allí
dada la tendencia que hemos tenido de ignorar las condiciones sociales y las
problemáticas de actualidad.
Uno a uno, el autor desglosa sus siete sentencias en donde nos persuade a
trascender en nuestro desempeño y hacer un alto para reformular lo que no
funciona. Primeramente enfatiza la necesidad que hay de aceptar el error y la falta
de conocimiento, de aceptar que las ideas se transforman y que no debemos
aferrarnos ciegamente a los conocimientos ya generados, luego nos clarifica los
principios del conocimiento pertinente y la generación de una inteligencia diferente
3. a la de hoy, una que nos permita resolver problemas usando el conocimiento de una
manera multidimensional, compleja.
A mi parecer, uno de los saberes más importantes que Morín menciona es el de
manifestar ante los demás la condición humana, ya que enseñándonos a respetar
y valorar la identidad individual, la de especie y la de elemento de la sociedad es
como entretejemos el destino del planeta. Luego continúa con un aspecto ligado al
anterior, y es la identidad terrenal como entes que comparten un destino común y
una problemática común, el planeta tierra.
En quinto lugar el autor nos encara con un enfrentamiento hacia las incertidumbres
e inestabilidades actuales, para que así aprendamos a conducirnos y a desarrollar
un pensamiento que las reconozca e implemente estrategias que nos permitan
modificar su desarrollo en virtud de las informaciones en el camino.
Como penúltimo lugar, Morín manifiesta cómo es que para la vida actual es
necesario que enseñemos con y para la comprensión: una comunicación sin
comprensión se reduce a palabras y la mundialización de la educación no se dará
mientras no seamos capaces de comprendernos, de tolerarnos.
Como último saber viene la ética del género humano, en donde el autor nos habla
de que la comunidad de destino terrestre nos impone solidaridad y la manifestación
de la humanidad mediante actos de democracia e igualdad.
Estos siete saberes pueden ser complementados con el tan famoso decálogo de
Philippe Perrenoud, las “Diez nuevas competencias para enseñar”, ya que si bien
estas se centran más en el trabajo concreto en el aula, son actividades que a la par
de las primeras priorizan el mejoramiento técnico y profesional de los maestros.
Los estatutos de Perrenoud versan sobre organización, evolución, información,
nuevas tecnologías, progresión de procesos, integración del trabajo y gestión
escolar; dando como resultado un texto que nos guía en la comprensión del
movimiento constante que tiene la profesión que elegimos y que se ve modificada
día a día por la heterogeneidad de los alumnos y la evolución de los programas
educativos.
4. Ahora bien, ¿de qué forma esta diversa bibliografía se ve reflejada en las
actividades didácticas que hasta ahora he desarrollado? ¿El conocimiento de los
materiales que hay de por medio a nuestro desempeño implica necesariamente una
mejora en las competencias docentes y la implementación de la mediación
pedagógica que con ellas hacemos?
No podemos generalizar y decir que los docentes que tienen más a su alcance
diversos medios de documentación e investigación educativa pueden garantizar un
desempeño por competencias totalmente satisfactorio, ya que el desempeño no es
solo proporcional al conocimiento o la teoría de lo que se hace, sino que está
afectado por muchos aspectos más, pero personalmente creo que mientras nos
mantengamos dentro del marco teórico de la constante cultura de la información y
lo implementemos a nuestro trabajo nuestro desempeño, sin lugar a dudas, se verá
beneficiado.