Este documento describe 9 tipos de participantes que un instructor podría encontrar en una sesión de capacitación y ofrece recomendaciones para tratar cada tipo. Los 9 tipos son: el luchador, el positivo, el sabiondo, el hablador, el tímido, el negativo, el desinteresado, el líder y el inquisitivo. Para cada tipo, el documento explica sus características y sugiere técnicas como mantener la calma, involucrar a otros participantes, hacer preguntas directas, y pasar preguntas al grupo para integrar
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Cómo tratar nueve tipos de participantes difíciles
1.
2. Contenido:
El Instructor se va a encontrar con una variedad de participantes que bien se pueden
catalogar en nueve tipos como muestra el siguiente cuadro:
3. Para identificar las características y como
presentar los argumentos didácticos para
enfrentar cada uno de los tipos de
participantes; inmediatamente pasamos a
ver cada uno de ellos:
1. El “luchador”:
Es aquella persona que desde el inicio de la
sesión se manifiesta en desacuerdo con el
instructor y/o con los miembros del grupo.
Como tratarlo:
Mantenerse tranquilo y ser práctico. Hacer
que el resto del grupo conteste a sus
argumentos.
4. 2. El “positivo”:
Esta conducta en un participante se
considera valiosa, pues generalmente
aporta información productiva y útil para
el desarrollo del tema y bien canalizada
puede enriquecer el aprendizaje del
grupo.
Como tratarlo:
Dejar que haga un resumen de los
resultados. Implicarle de forma abierta en
la discusión.
5. 3. El “sabiondo”:
Es el personaje que sabe tanto o más que
el Facilitador sobre la materia objeto de
estudio. Puede ser muy valioso para el
desarrollo del curso si el Facilitador lo
pone de su lado y lo sabe aprovechar.
Como tratarlo:
Invitar al grupo a comentar sus
argumentos y afirmaciones.
6. 4. El “hablador”.
Es la persona que constantemente
interrumpe ya sea charlando con sus
vecinos o por medio de expresiones o
ruidos que distraen la atención del grupo.
Como tratarlo:
Limitar su tiempo para que no se
desmadre.
Interrumpirle con tacto.
7. 5. El “tímido”:
Este participante es el que menos llama la atención
entre los “difíciles”.
Generalmente permanece en segundo plano, participa
poco activamente, frecuentemente es olvidado
por el grupo y a veces también por el Facilitador.
Como el problema del tímido es en parte la inhibición
para comunicarse, para otras personas es difícil
reconocer sus dificultades y potencialidades.
Como tratarlo:
El Facilitador deberá estimularlo e incluirlo al
trabajo directa pero cuidadosamente, a través de
una conversación personal, podrá descubrir algunos
de sus lados fuertes
Hacerle preguntas fáciles y directas. Fortalecer su confianza.
8. 6. El “negativo”:
Tiene un talento para encontrar los lados sombríos
de cualquier asunto. Intenta comprobar que
algo no sirve o no funciona antes de que haya
sido probado.
La combinación del negativo con el sabiondo da
como resultado el “sarcástico”, que se muestra
arrogante y superior a todos. Su ironía y la tendencia
a ridiculizar todo provoca el rechazo de los
demás.
Como tratarlo:
El Facilitador tiene que recibir y confirmar el aporte
negativo, considerar la crítica pero evitar que ésta
tenga un mensaje que distorsione en clases.
Alabar sus conocimientos y experiencia.
9. 7. El “desinteresado”:
Esta conducta también conocida como
la del “poco importa”; pues no externaliza
la causa de su desacuerdo. Es más
problemático, usa la comunicación no
verbal para manifestar su inconformidad.
Como tratarlo:
Preguntarle por su trabajo. Dar ejemplo
del área de su competencia.
Presentar estrategias para sumarlo al
grupo.
10. 8. El “líder”:
Trabaja con dedicación sin exponerse demasiado y
está abierto a cosas nuevas. Por otra parte, otros
participantes con una actitud menos positiva pueden
etiquetarlo como “servil” o “arribista”, si el Facilitador
lo destaca demasiado.
Como tratarlo:
El Facilitador deberá evitar que este participante
adquiera un rol especial en el grupo, para no
provocar a los demás, pero podrá asignarle ciertas
funciones, como por ejemplo: integrarlo para la
solución de conflictos grupales.
No criticarle directamente. Utilizar el método de: “si,
pero….”; “eso está muy bien, pero…”
11. 9. El “inquisitivo”:
Propio de aquellos participantes que
tienen poca paciencia y se desesperan
cuando el resto del equipo se pierde o se
enreda en discusiones. Es poco dado a
perder el tiempo en decisiones, tareas. Su
forma de ser lo lleva a “responsabilizar” a
los demás y salirse con propuestas
convenientes
Como tratarlo:
Pasar sus preguntas al resto del grupo.
12. CONCLUSION
El Facilitador se va a encontrar con
participantes con características
personales que pueden dificultar su
integración completa en un equipo e
impedir un trabajo colectivo eficiente.
Si los miembros del grupo no saben
cómo lidiar con estos “participantes
difíciles”, será tarea del Facilitador
ayudarlos.
13. Otro objetivo del Facilitador debería ser
integrar al “participante difícil” de modo que
este sea reconocido por el grupo y colabore
constructivamente. Para ello puede ser útil
reconocer que en muchos casos, detrás de
conductas interferentes, se esconde la
necesidad de llamar la atención y ser
aprobado. Generalmente, no es conveniente
para el Facilitador “pelear” abiertamente con
el participante conflictivo. Los demás
participantes tendrían la tendencia de
solidarizarse con el afectado en contra del
Facilitador.
14.
15. Este trabajo investigativo fue elaborado
por:
Aníbal Gómez Navarro
Facilitador Técnico-Docente
Panamá, Ciudad de Panamá
email:anibalgom20@gmail.com
-Febrero 2015-