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Presenacion de tocqqueville
1. Vida y obra.
Nacido el 29 de julio de 1805 en una familia de ultra monárquicos que perdió a varios
de sus miembros durante el Terror revolucionario de la Revolución francesa, la caída de
Robespierre en el año II (1794) libró in extremis a sus padres de la guillotina.
Probablemente por esta razón, desconfió toda su vida de los revolucionarios, sin que
ello lo llevara a planteamientos ultraconservadores.
Estudió Derecho y obtuvo una plaza de magistrado en Versalles en 1827. Sin embargo,
su inquietud intelectual le llevó a aceptar una misión gubernamental para viajar a
los Estados Unidos a estudiar su sistema penitenciario (1831). Su estancia allí duró dos
años. Fruto de este viaje fue su primera obra: Del sistema penitenciario en los Estados
Unidos y de su aplicación en Francia (1833). Sin embargo, su estancia en Estados
Unidos le sirvió para profundizar en el análisis de los sistemas político y social
estadounidenses, que describió en su obra La democracia en América (1835-1840).
De regreso de sus viajes a Estados Unidos, Tocqueville abandonó definitivamente la
magistratura para dedicarse a la política y a la producción intelectual. En 1838 ingresó
en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. En 1839 fue elegido diputado por el
pueblo de Normandía que lleva su mismo nombre, Tocqueville (del que habla en su
obra Souvenirs), y en 1841 llegó a la Academia Francesa. Se opuso tanto a
la Revolución de 1848 (que acabó con la monarquía de Luis Felipe de Orleans) como al
golpe de estado de Luis Napoleón en 1851-1852 (que acabó con la Segunda República
Francesa y dio paso al Segundo Imperio, con Luis Napoleón como Napoleón III); fue
uno de los diputados arrestados durante el golpe. En el intervalo, fue brevemente
ministro de Asuntos Exteriores (1848) de la Segunda República, y vicepresidente de la
Asamblea Nacional (1849). Tras el advenimiento del Segundo Imperio, Tocqueville se
retiró de la vida pública y se dedicó a la que sería su obra cumbre (junto con De la
democracia en América), inacabada: El Antiguo Régimen y la Revolución (1856). En
1858, su salud se resintió y fue enviado al sur de Francia, donde murió (Cannes, 1859).
Sus obras completas fueron publicadas en nueve volúmenes por H. G. de Beaumont
(1860-1865).
El cambio social según Tocqueville
2. Fotograbado de una estampa, de la edición estadounidense de 1899 de La democracia en
América.
Para Tocqueville, el cambio social es el resultado de la aspiración a la igualdad de los
hombres.
Para él, si la humanidad debe elegir entre la libertad y la igualdad, siempre decidirá en
favor de la segunda, incluso a costa de alguna coacción, siempre y cuando el poder
público proporcione el mínimo nivel necesario de vida y seguridad.
Sin embargo, al examinar la obra de Tocqueville La democracia en América la libertad
en las sociedades democráticas es un bien superior que debe sobreponerse a la igualdad,
ya que a pesar de que la igualdad sea un rasgo común en la historia de la humanidad no
significa que sea buena, pues la igualdad tiene connotaciones morales que inciden en la
relación entre los ciudadanos y el Estado.
Al situarse las personas en condiciones sociales iguales, los lazos de unión que tenían en
otras épocas desaparecen generando en el ciudadano una idea de desprendimiento de
cualquier clase de relación con sus semejantes. En cuanto a la relación con el Estado, se
toman estas ideas para perpetuarse, al presentar como moralmente bueno el ciudadano
que vive aislado del otro y del Estado, es decir el tipo de estado déspota al cual
Tocqueville referencia en su obra respecto a las debilidades en las que podría caer un
Estado democrático.
La libertad política, en contraste, es un bien que se debe seguir a todo momento en las
sociedades democráticas, aunque sus efectos sean a largo plazo y no beneficien a toda la
gente son necesarios para mostrarle al ciudadano que vive con otras personas, que
necesita de ellas para vivir y que requiere del Estado para desarrollarse como ciudadano
y como miembro de la sociedad. De este modo, la libertad política acaba con alguna
posibilidad de engendrar despotismo en la sociedad democrática.
La cuestión sigue siendo de actualidad, es la adecuación entre esta doble reivindicación
de libertad e igualdad: las naciones hoy en día no saben hacer que en su seno las
condiciones no sean iguales, pero depende de ellos que la igualdad lleve a la
servidumbre o a la libertad, a las luces o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria.