La documento describe la experiencia y calificaciones de la Matrona Soledad Bravo Pérez. Ella tiene una Maestría en Gestión de Instituciones de Salud, un postítulo en Parto Consciente y varios diplomados relacionados a la docencia y simulación clínica. La clase cubrirá parámetros de monitorización fetal electrónica, clasificación de evaluaciones y interpretación de registros.
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
MONITORIZACION_ELECTRONICA_FETAL.pdf
1. Matrona Soledad Bravo Pérez
Docente Carrera de Obstetricia y Puericultura
Magister en Gestión de Instituciones de Salud
Postitulo en Gestación y Parto Consciente
Diplomada en Parto Natural
Diplomada en Formación Universitaria basada en competencia
Diplomada en docencia en medicina
Diplomada en Docencia en Simulación clínica
Instructora en Simulación Clínica
2. Objetivos de la clase
• Conocer los parámetros evaluativos de la
monitorización fetal electrónica intraparto
(MEFI).
• Conocer la conducta clínica en relación a la
clasificación de evaluación de la MEFI.
• Interpretar registros de monitorización fetal
electrónica.
3. La evaluación de la condición fetal durante el trabajo de parto, es uno
de los aspectos más controvertidos de la Obstetricia. Por un lado, la
introducción de métodos de evaluación sin una consistente evidencia
que avalara su uso, dio cabida a diferentes interpretaciones y
manejos con la información generada. Por otro lado, los aspectos
médicos legales han presionado a los clínicos a tomar mayores
precauciones en la interpretación del bienestar fetal durante el trabajo
de parto, lo que ha redundado en un incremento de la tasa de
cesáreas.
En la actualidad, independiente de sus factores de riesgo, casi la
totalidad de las pacientes en trabajo de parto reciben monitorización
electrónica de la actividad cardiaca fetal (MEFI), lo que hace necesaria
una estandarización en su indicación y evaluación.
4. El inicio del trabajo de parto constituye para el feto un escenario nuevo para
el equilibrio de su estado respiratorio: las contracciones uterinas interrumpen
de manera transitoria el flujo sanguíneo hacia el espacio intervelloso, la
disminución en el volumen de líquido amniótico luego de la ruptura de las
membranas y las eventuales compresiones del cordón umbilical pueden
comprometer la entrega de oxígeno a los tejidos fetales, que gracias a la
reserva feto-placentaria de sangre oxigenada no representan un peligro para
el bienestar fetal.
En condiciones de deterioro de la unidad feto-placentaria, esta reserva no es
suficiente para mantener el transporte tisular de oxígeno, lo que genera
hipoxia y acidosis, que se traducirán en deterioro metabólico y pérdida de la
autorregulación vascular, produciendo cambios en las actividades biofísicas
fetales y patrones anormales de la frecuencia cardíaca fetal, que en sus
estadíos finales producirán daño cerebral y óbito fetal.
5. El monitoreo fetal intraparto se debe entender como un test de detección de la
hipoxia y acidosis fetal, que permite su diagnóstico lo suficientemente precoz
como para permitir la intervención obstétrica adecuada y así evitar el daño
cerebral secundario.
6. Los métodos existentes para la evaluación intraparto son:
Auscultación intermitente (AI):
Consiste en auscultar los latidos mediante el estetoscopio de Pinard o doppler.
Se recomienda en los embarazos de bajo riesgo.
Se realiza durante un minuto después de una contracción uterina y se repite
cada 15-30 minutos durante la fase de dilatación y cada 5 minutos durante la
fase de expulsivo.
Se debe llevar un registro gráfico de las observaciones, de manera de identificar
el patrón de latidos que presenta el feto.
Monitorización electrónica fetal (MEFI):
Corresponde a un monitoreo electrónico y un registro continuo conjunto de la
frecuencia cardiaca fetal y la actividad uterina, generando un registro gráfico en
papel de ambos parámetros. Puede ser:
- Continua
- Intermitente Manual de
Urgencias
Obstétricas
CEDIP
7. MEFI se asocia con INSTRUMENTALIZACION DEL TRABAJO DE PARTO
(aumento de la tasa de cesárea y de fórceps)
El único resultado perinatal que ha demostrado mejoría con el uso del MEFI es la
tasa de convulsiones en el periodo neonatal (reducción en 50%).
El uso del MEFI no se asoció con una reducción de Apgar bajo o asfixia perinatal.
Las embarazadas sanas, sin factores de riesgo (maternos o fetales), con
embarazos de término y trabajo de parto en evolución espontánea sin anestesia
peridural, y con un patrón normal de latidos cardíacos fetales pueden ser
monitorizadas de modo seguro con la auscultación intermitente.
11. VARIABILIDAD: Corresponde a fluctuaciones que ocurren en el tiempo transcurrido
entre un latido y el siguiente. Se mide estimando la diferencia en latidos promedio
entre el nivel mayor y el menor de la fluctuación en un minuto del trazado.
12. VARIABILIDAD
Se clasifica en:
• Saltatoria o exaltada: > 25 lpm.
• Moderada (normal): 5-25 lpm.
• Mínima: < 5 lpm.
• Ausente: Fluctuación nula de la basal.
Fisiopatológicamente depende de la indemnidad del SNC, bulbo y sistema nervioso
autónomo (SNA). Es poco frecuente observar variabilidad ausente. Consideramos que
para efectos prácticos en la evaluación del MEFI la variabilidad mínima o ausente
pueden ser catalogadas de un modo similar.
Parámetro más
importante y predictor
de bienestar fetal
intraparto
13. Debemos considerar la variabilidad como el parámetro más relevante dentro del
MEFI. Para efectos clínicos debemos tener alerta en aquellos monitoreos que
tienen variabilidad ausente y variabilidad disminuida o mínima y considerarlos
como de alta probabilidad de hipoxia hasta descartar lo contrario, considerando
tiempo de variabilidad disminuida, causa o factor condicionante, desaceleraciones
concomitantes y características del líquido amniótico.
VARIABILIDAD:
14.
15. ACELERACIONES:
Corresponden a aumentos transitorios de la FCFB iguales o mayores a 15 lpm que
duran 15 segundos o más. En aquellos casos cuyas edades gestacionales están por
debajo de las 32 semanas, se considerará satisfactoria una aceleración de 10 lpm
por al menos 10 segundos.
16. DESACELERACIONES:
Corresponden a episodios transitorios de disminución de la FCFB iguales o
mayores a 15 lpm que duran 15 o más segundos. Su presencia puede ser
indicador de anormalidad.
Se clasifican en precoces, tardías, variables (relación con contracción
uterina) y prolongadas (relación con el tiempo)
Se denomina desaceleración prolongada, a una desaceleración que dura
más de 2 minutos y menos de 10 minutos.
Por el contrario, la bradicardia es aquella desaceleración que se prolonga
por más de 10 minutos.
17. Clasificación y definición
de las desaceleraciones
Desaceleración precoz:
• Visualización de una disminución y retorno gradual y simétrico de la frecuencia
cardiaca fetal asociado a una contracción uterina.
• La gradualidad está definida en un desfase igual o mayor a 30 segundos desde el
inicio hasta el fondo de la desaceleración.
• La disminución de la frecuencia cardíaca fetal se calcula desde el inicio hasta el fondo
de la desaceleración.
• El fondo de la desaceleración precoz ocurre en coincidencia con el peak de la
contracción.
• En la mayoría de los casos el inicio, el fondo y el fin de la desaceleración es
coincidente con el inicio, el peak y el fin de la contracción respectivamente (espejo).
• Todas las desaceleraciones se deben observar en al menos el 50% o más de las
contracciones, en un período de 20 minutos.
• No se establece gravedad en relación a la profundidad de la desaceleración precoz.
CEDIP 2015
18.
19. Desaceleraciones tardías:
• Visualización de una disminución y retorno gradual y simétrico de la frecuencia
cardíaca fetal asociado a una contracción uterina.
• La gradualidad está definida en un desfase igual o mayor a 30 segundos desde el
inicio, hasta el fondo de la desaceleración.
• La disminución de la frecuencia cardiaca fetal se calcula desde el inicio, hasta el fondo
de la desaceleración.
• El fondo de la desaceleración tardía ocurre desfasado con el peak de la contracción.
• En la mayoría de los casos el inicio, el fondo y el fin de la desaceleración ocurre
después del inicio, el peak y el fin de la contracción respectivamente.
• Todas las desaceleraciones se deben observar en al menos el 50% o más de las
contracciones en un período de 20 minutos.
Clasificación y definición
de las desaceleraciones
CEDIP 2015
20. Desaceleraciones tardías:
Clasificación:
• Desaceleración tardía leve:
disminución desde línea
basal < 15 latidos por
minuto.
• Desaceleración tardía
moderada: disminución
desde la línea basal en un
rango entre 16 a 45 latidos
por minuto.
• Desaceleración tardía
severa: Disminución desde la
línea basal mayor de 45
latidos por minuto.
21.
22. Desaceleraciones variables:
• Visualización de una disminución abrupta de la frecuencia cardiaca fetal.
• Lo abrupto es definido en un desfase menor a 30 segundos, desde el inicio hasta el
fondo de la desaceleración.
• La disminución de la frecuencia cardíaca fetal, se calcula desde el inicio hasta el fondo
de la desaceleración.
• La disminución de la frecuencia cardíaca debe ser > 15 latidos y durar > 15 segundos.
• En el inicio, el fondo y el fin de la desaceleración, puede ocurrir coincidente o desfasado
con el inicio, el peak y el fin de la contracción.
• Todas las desaceleraciones se deben observar en al menos el 50% o más de las
contracciones en un período de 20 minutos.
Clasificación y definición
de las desaceleraciones
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24. Desaceleraciones variables:
Clasificación:
Para su clasificación se debe considerar que el fondo de la desaceleración debe
permanecer por bajo estos límites, por un período > 10 segundos.
• Desaceleración variable leve, pueden ser:
−Duración: <30 segundos + profundidad: cualquiera.
−Duración: > 30 -60 segundos + profundidad: > 70 latidos por minuto.
−Duración: > 60 -120 segundos + profundidad: > 80 latidos por minuto.
• Desaceleración variable moderada, pueden ser:
−Duración: 30 - 60 segundos + profundidad: < 70 latidos por minuto.
−Duración: > 60 -120 segundos + profundidad: > 70 -80 latidos por minuto.
• Desaceleración variable severa, puede ser:
−Duración: > 60 - 120 segundos + profundidad: < 70 latidos por minuto.
25.
26. Desaceleraciones prolongadas
• Visualización de una disminución de la frecuencia cardíaca fetal bajo la basal.
• La disminución de la frecuencia cardíaca debe ser > 15 latidos y durar más 2 y menos de
10 minutos.
• Si la desaceleración dura más de 10 minutos, se considera un cambio de la línea basal.
• Todas las desaceleraciones se deben observar en al menos el 50% o más de las
contracciones en un período de 20 minutos.
Clasificación:
Para su clasificación se debe considerar que el fondo de la desaceleración debe permanecer
por estos límites, por un período > 10 segundos.
• Desaceleración prolongada leve: profundidad > 80 latidos.
• Desaceleración variable moderada: profundidad 70 - 80 latidos.
• Desaceleración variable severa: profundidad < 70 latidos.
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Clasificación y definición
de las desaceleraciones
32. PATRÓN SINUSOIDAL:
Corresponde a una oscilación regular de la variabilidad a largo plazo de la
frecuencia cardíaca basal que simula una onda sinusoidal. Este patrón ondulante,
siempre indica anormalidad de la monitorización electrónica fetal intraparto y se
relaciona con anemia fetal.
33.
34. En el año 2008, el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de USA
(NICHD), en conjunto con el ACOG y la Sociedad de Medicina Materno Fetal (SMMF),
consensuaron una nueva clasificación del MEFI. Esta nueva clasificación es la más usada
en la práctica clínica habitual, y establece 3 categorías :
35. • Categoría I: monitoreo normal, predicción fuerte de estado acido base
fetal normal. No requiere medidas de acción especificas.
• Categoría II: patrón de monitoreo indeterminado, no predicen un estado
acido base fetal alterado (Categoría III), pero no hay evidencia para
asignarlos a Categoría I. Requieren evaluación, monitoreo continuo y
reevaluación.
El riesgo de hipoxemia/acidemia fetal, en presencia de un MEFI categoría
II es entre 10-30%.
Corresponde al 80% de los monitoreos intraparto.
Se debe implementar una vigilancia fetal permanente y aplicar acciones
que permitan asegurar la normalidad del estado ácido-base fetal.
36. • Categoría III: trazado anormal, con evidencia que se asocia a un estado
acido base fetal alterado, requiere evaluación inmediata, eventual
necesidad de reanimación fetal intraparto e interrupción del embarazo
por la vía más expedita.
variabilidad ausente + alguna de las siguientes: desaceleraciones tardías,
desaceleraciones variables o bradicardia; o registro de patrón sinusoidal.
Se estima que en este escenario, más del 50% de los fetos presentarán
hipoxemia/acidemia.
37.
38.
39.
40.
41.
42. Existen otros dos tipos de MEFI que según la
ACOG caerían en categoría II, con riesgo alto de
asfixia:
1. MEFI con taquicardia asociado a variabilidad disminuida por
más de 40 minutos (no asociado a medicamentos como sulfato
de magnesio o benzodiazepinas)
2. MEFI con variabilidad ausente por más de 90 minutos sin
causa farmacológica.
43. En la evaluación de una paciente en trabajo de parto,
no solo se debe considerar el trazado del MEFI; sino
que esta interpretación debe estar relacionada a los
antecedentes clínicos. Para esto debemos considerar:
Factores de riesgo
Paridad y fase del
trabajo de parto
Registro intraparto
44. Factores de riesgo
Existen patologías y factores de riesgo asociados a mayor frecuencia de hipoxia los
que deben ser considerados para estimar probabilidad de hipoxia en una paciente
con MEFI sospechoso.
45. Paridad y fase del
trabajo de parto
Se debe considerar caso a caso la interpretación del MEFI y resolución del parto. El
clínico debe considerar para la evaluación de MEFI el momento del trabajo de parto y la
paridad (fase latente, fase activa o expulsivo, primigesta o multípara) en que la
paciente se encuentra, ya que la cantidad de tiempo que el feto está expuesto a una
determinada situación de hipoxia puede determinar el grado de daño de la
encefalopatía isquémica, recordando que el objetivo es la intervención previa a la
instalación del eventual daño.
Ej.: Paciente multípara de dos con 9 cm de dilatación con MEFI categoría III que
probablemente en 10 minutos tendrá su parto v/s paciente primigesta con 4 cm con
MEFI categoría III que faltan horas para su resolución donde se llevará a cabo una
cesárea.
46. Registro intraparto
Se considerará registros intraparto alterados a aquellos clasificados como tipo II o III.
En ese momento se debe evaluar la posibilidad pronta de parto y es posible
implementar maniobras de reanimación intrauterina (MRIU) para mejorar el estado
acido básico fetal. Si las maniobras de reanimación no dan resultados y persiste el patrón
en categoría III se debe proceder a la extracción fetal por la vía más expedita.
No existe un intervalo de tiempo establecido para ello. Aunque este punto es debatible,
la recomendación CEDIP es no sobrepasar los 30 minutos para el denominado intervalo
decisión-incisión.
49. La probabilidad de hipoxia aumenta en la medida que disminuye la variabilidad y
existen desaceleraciones:
Variabilidad moderada + Desaceleraciones =
98% tendrá un pH > de 7,15 o Apgar ≥ 7 a los 5 minutos.
Variabilidad mínima o ausente + Desaceleraciones =
23% tendrá un pH < 7,15 o un Apgar < 7 a los 5 minutos.
RECORDAR
52. Caso 2
Meperidina: (petidina) Es un narcótico analgésico que actúa como depresor del sistema nervioso central y se utiliza
para aliviar el dolor de intensidad media o alta.
Prometazina: Es un derivado de las fenotiazinas, considerada un hipnótico. A su vez se usa para el tratamiento para
la hiperémesis gravídica y nauseas. Actúa bloqueando los receptores H1 de la histamina.
63. Conclusiones
En la actualidad, casi la totalidad de las pacientes en trabajo de parto reciben
monitorización electrónica de la actividad cardiaca fetal (MEFI), lo que hace
necesaria una estandarización en su indicación y evaluación.
El monitoreo fetal intraparto se debe entender como un test de detección de la
hipoxia y acidosis fetal, que permite su diagnóstico lo suficientemente precoz para
permitir la intervención obstétrica adecuada.
La evaluación y manejo no se debe realizar en forma aislada, sino que además
deben considerarse factores de riesgo, paridad y fase del trabajo de parto de la
pacientes.
En condiciones de deterioro de la unidad feto-placentaria se genera hipoxia y
acidosis, que se traducirán en deterioro metabólico y pérdida de la
autorregulación vascular, produciendo patrones anormales de la frecuencia
cardíaca fetal.
64. Los MEFI Categoría I, son un potente predictor de normalidad del estado ácido-base del feto.
No requiere de ningún tipo de intervención específica.
Los MEFI Categoría II, son un pobre predictor de anormalidad del estado ácido-base fetal,
por lo que su asociación con hipoxemia o acidemia es irregular.
Se debe implementar una vigilancia fetal permanente y aplicar acciones que permitan
asegurar la normalidad ácido-base fetal.
Los MEFI Categoría III, son un potente predictor de anormalidad del estado ácido-base del
feto. Requiere reanimación fetal y acelerar el parto por la vía más expedita.
Para cualquier feto la variabilidad y las aceleraciones estarán disminuidas antes de que el pH
alcance un valor de acidemia asociado con injuria neurológica para ese feto.
Las maniobras de reanimación intrauterina incluyen las acciones de corregir la hipotensión,
lateralizar a la madre, administrar oxígeno, suspender infusión de Oxitocina y considerar
tocolisis endovenosa en casos de taquisistolía o contractura uterina.
Conclusiones
65.
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67. Matrona Soledad Bravo Pérez
Docente Carrera de Obstetricia y Puericultura
Magister en Gestión de Instituciones de Salud
Postitulo en Gestación y Parto Consciente
Diplomada en Parto Natural
Diplomada en Formación Universitaria basada en competencia
Diplomada en docencia en medicina
Diplomada en Docencia en Simulación clínica
Instructora en Simulación Clínica