3. Se produce por traumas de alta energía
Accidentes de tránsito
Actividades deportivas
4. MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
Las radiografías del tobillo, incluyendo anteroposterior (AP), y vistas
laterales de mortaja, pueden diferenciar de forma rápida y fiable entre
las luxaciones el tobillo y subastragalinas
7. Las luxaciones se asocian con fracturas de los maléolos porque las estructuras ligamentosas del
tobillo son, en la mayoría de los casos, más fuerte que la arquitectura ósea.
Existe asociación de las luxo-fracturas de tobillo con la exposición ósea debido a la capa delgada
de tejido que se encuentra sobre los maléolos.
La luxación posterior del astrágalo es la forma más común aunque la medial, anterior, lateral y
superior también ha sido bien descrita
8. TRATAMIENTO
La ruptura de las estructuras capsulares del tobillo a menudo son
severas
El riesgo de infección secundario en lesiones abiertas es a menudo
significativo
La reducción inmediata y, cuando se justifique, el desbridamiento
quirúrgico y reparación suele dar lugar a una excelente recuperación
funcional y pronóstico a largo plazo.
El retraso en la reducción puede dar lugar a la consiguiente pérdida de
rango de movimiento y aumento de la morbilidad.
9. TRATAMIENTO
el 10-20% de las luxaciones subastragalinas son irreductibles por
métodos cerrados y requieren intervención quirúrgica.
Dislocaciones anterior del astrágalo se asocian con la pérdida de pulsos
palpables de la pedia debido al pinzamiento del astrágalo desplazado.
Esto representa una emergencia vascular
Si la reducción adecuada no se puede conseguir, o si no ha restaurado
la reducción la presencia de un impulso de pedio, está indicado el
tratamiento quirúrgico emergente.
10. LUXO-FRACTURA DE TOBILLO
Debido a la aplicación de sedación para el procedimiento, la reducción
de tobillo se realiza generalmente con el paciente en posición supina.
La reducción se lleva a cabo con la rodilla en una posición de flexión,
para aliviar la tensión en el tendón de Aquiles.
11. REDUCCIÓN
Mantener el pie en una posición de flexión plantar, recreando así
la posición de la lesión inicial.
Aplicar tracción axial del tobillo.
Tomar la tibia distal con una mano y realizar tracción proximal.
Al mismo tiempo, colocar la otra mano en el talón, distal a la
lesión, y crear presión anterior continua.
12. Si se ha logrado la reducción, pero el compromiso neurovascular es
evidente después de la reducción, se indica tratamiento quirúrgico
urgente.
Si la reducción no puede realizarse después de 2-3 intentos en
condiciones óptimas, se indica tratamiento quirúrgico
Una vez que se logra la reducción y el estado neurovascular de la
extremidad es estable, aplicar una férula posterior que inmoviliza la
articulación en una posición de 90 ° de flexión.
Se debe realizar un control radiográfico posterior a la reducción
19. El objetivo de este estudio fue evaluar las características morfológicas
de las luxo-fracturas abiertas de tobillo en correlación con el desarrollo
de la PON para facilitar la identificación temprana en pacientes con
mayor riesgo de osteonecrosis postraumática.
20. Resultados: En 12 de los 28 pacientes con luxo-fractura abierta de
tobillo la PON de la tibia distal fue encontrada.
Nueve de cada 15 pacientes con traumatismos de alta energía y 12 de
los 19 pacientes con fracturas tipo C desarrollaron PON.
73% de los pacientes de sexo masculino y 88% de los pacientes con
fracturas Gustillo III desarrollaron PON.
Sin embargo, si los pacientes presentaban fracturas tipo C del peroné,
luxación de astrágalo y fractura Gustillo III ('' tríada necrótica '') el PON
se desarrolló en el 100% de los casos
21.
22.
23. En este estudio hemos sido capaces de identificar manifestaciones
clínicas y factores de riesgo para el desarrollo de PON de la tibia distal.
Todos los factores de riesgo identificados se asociaron con
mecanismos de fractura que conducen probablemente a una
desvascularización grave de al menos alguna parte de la epífisis de la
tibial distal.