El documento discute cómo la educación en Ecuador se ha visto afectada por las políticas neoliberales, donde ahora se concibe como una inversión más que un derecho. Esto ha llevado a una mayor competencia entre maestros y estudiantes por recursos limitados como salarios y becas. También analiza algunas de las consecuencias negativas de esta aproximación, como menores logros educativos y una pérdida de valores familiares.