Carta VI: Entre la esperanza y la impotencia: dilema para México.
1. Carta VI
Entre la esperanza y la impotencia:
dilema para México
por
Gerardo Yorhendi Ceballos Marín
Nuestro país México es un dilema, siem-
pre lo ha sido; no es gratuito mencionar
que México siempre ha estado en crisis
principalmente político y educativo, no podemos
concebir a México sin incertidumbre, pues, esta cri-
sis es inherente a la sociedad mexicana, por su sis-
tema político, seguridad pública, educativo, de sa-
lud y empresarial, es decir, los poderes hegemónicos
interpuestos por el estado a través de la norma y la
ley que rigen las conductas y el pensamiento de la
sociedad mexicana, no trato aquí de categorizar la
norma y ley como sometimiento, por el contrario, es
totalmente necesario para la regulación de los proce-
sos civilizatorios psicosociales de cualquier sociedad,
en nuestro caso: México.
Ahora bien, brevemente, si revisamos la his-
toria de México en el siglo XIX y XX, fueron dos
siglos de luchas sociales buscando independencia e
identidad, por buscar esa pertenencia de un México
soberano, pero al mismo tiempo débil. México ha
estado envuelto en luchas y movimientos sociales,
pero ¿Cuál es la causa? es simple, la lucha por la paz,
progreso, equidad y libertad y no hay más que pensar.
A mi parecer, a los intelectuales y sociedad mexicana
se le olvido algo; y es, la busqueda por “comunidad”
como “civilidad”, una comunidad-civilidad ausente
debería ser pensada para el mexicano como un ciu-
dadano autónomo, que rompa estructuras mentales
y dinámicas sociales hegemónicas interpuestas por
el estado. ¿A que me refiero con romper estructuras
hegemónicas? es sencillo, a guiar y encaminar ciu-
dadanos que transformen respecto de sus propias
decisiones, y esto, es sumamente difícil.
En este sentido, el sistema educativo juega un
papel importante, se trata aquí de proponer siste-
mas educativos que posibiliten hacia la formación
de ciudadanos que enfrenten circunstancias de la
vida misma sin quedar atrapado, ni en el pasado,
ni en las estructuras sociales existentes, ni en las
normas y leyes: de lo que se trata aquí es decons-
truir sistemas educativos que posibiliten la “am-
pliación de conciencia” desde la argumentación, y
que por ende, esta conciencia sea la voluntad de ser
para conocer y/o saber sobre lo que pasa en nuestra
sociedad, y proponer ideas desde lo local para sí
mismo y para los demás, por el contrario, eliminar
una conciencia de voluntad para el deseo, del consu-
mismo, del placer y del gozo.
Por consiguiente, parafraseando a Jacques
Lacan, la sociedad se rige a través de dos móvi-
les: el dinero y sexo, no importa el orden, el resul-
tado es el mismo, y en efecto, la esperanza se aca-
ba y la impotencia nos desespera. Este siglo XXI,
el siglo que nos corresponde, aparecen nuevas
luchas y movimientos sociales, por ejemplo, la
legalización del aborto; no se trata aquí de emi-
tir mi opinión, ni mencionar cada lucha social,
pues, nosotros mismos, ya sabemos cuáles son
las luchas que están en boga.
México no está sólo, existe una esperanza
acompañada de impotencia. Seamos realistas,
aunque la administración federal en turno, rea-
lice cambios estructurales en todos los ámbitos,
la posibilidad de cambio y la alternativa de me-
jorar nuestro país es un dilema. No así, lo poco
rescatable que se considera, son las acciónes hu-
manas, y así, desde nuestras propias trincheras
estamos generando el cambio, sin embargo, se-
guimos en esa trampa que los mexicanos han
estado siempre, esa trampa que se llama “eterno
retorno del lenguaje”, es decir, el lenguaje como
herramienta eficaz para una verdadera y precisa
comunicación, de las relaciones interpersonales,
y de la unión de intereses comunes y básicas
para nuestras encrucijadas de convivencia, y de
los espacios de vida.
Para finalizar y en definitiva, debemos de
regresar a nuestras necesidades más básicas del
ser humano: la comunicación, y a través de ella,
intercambiar intereses mutuos, sin caer en el
eterno retorno de la mentira y el sometimiento,
mientras los ciudadanos no jueguen un papel
como jurado dentro de la sociedad cambiando
estructuras de estado, seguiremos en el entram-
pamiento hegemónico, no así, de la importante
urgencia por la regresión hacia los sentimientos
más nobles del ser psicosocial.
Xalapa,Veracruz. Jueves 10 de octubre de 2019
GerardoYorhendi
yorhendi@gmail.com