1. Para empezar este escrito, habrá que pregun-
tarnos en primer lugar ¿Qué es el Histori-
cismo? el historicismo es un movimiento
filosófico que surge en Alemania en el siglo XIX,
principalmente para definir la especificidad de las
ciencias humanas, es decir, definir la metodología
propia de las ciencias sociales, tales como: histo-
ria, sociología, psicología principalmente, la an-
tropología fue de las últimas disciplinas en definir
sus métodos y objetos de estudio.
Ahora bien, hay que destacar, que las ciencias
humanas, pasaron por un proceso de especifici-
dad durante dos siglos, ya en la actualidad, surgen
nuevas disciplinas y subdisciplinas, es decir, la in-
terdisciplinariedad de las ciencias sociales, como
acto de investigar y combinar fronteras metodoló-
gicas entre las ciencias: por ejemplo, la unión entre
psicología e historia, que se separaron en el siglo
XIX, y que ahora, estas se unen para emerger en
una nueva disciplina: la psicohistoria.
En este sentido, el historicismo se entiende
como el proceso de formación de las ciencias so-
ciales y/o humanísticas, en el sentido de consoli-
dar las ciencias para delimitar sus objetos de es-
tudio y metodologías para la interpretación de la
realidad sociohistórica.
En este orden de ideas, el historicismo en la
actualidad, ya no se preocupa por la especificidad
de las ciencias del siglo XIX, ahora, en América
Latina hablar de historicismo, significa construir
un razonamiento mucho más complejo, es decir,
que el conocimiento se construye historizadamen-
te entre: sujeto/sujeto/mundo de la vida, es decir,
que las ciencias sociales tienen como objeto de es-
tudio el propio hombre y/o sujeto dentro del mun-
do de la vida psíquica e histórica.
Así, el historicismo en América Latina bus-
ca que la centralidad del sujeto y su subjetividad
como sujeto historizado, es decir, como un suje-
to afectado que se activa haciendose con los otros
para proponer soluciones y alternativas a los pro-
blemas sociales, políticas y económicas de su en-
torno. Así, de un sujeto sintiente y diciente, de
un sujeto deseante que opera con todas sus facul-
tades. Aquí, respondemos a la pregunta que nos
convoca en este escrito. Pues el pensar histórico,
se convierte en la facultad y habilidad de un hom-
bre pensante de su circunstancia o de su presente
potencial para transformarlo.
Entonces, el pensar histórico, es un pensa-
miento mucho más complejo, un pensamiento
con proyecto político, es un proyecto esperanza-
dor, pero no en sentido de espera, es un proyecto
esperanzador en acto2
y no como vana espera. Así,
para finalizar, el pensar histórico significa abrir
nuevos horizontes, de futuros inéditos y viables,
de abrir coordenadas hacia lo posible, para las si-
guientes generaciones. El ser esperanzador, signi-
fica la preocupación y el actuar de abrir el presente
potencial hacia la posibilidad de construir futuros
posibles, así, nos convertimos en sujetos históri-
cos que luchan y que diginificamos la vida. ¿Y tú,
que propones para cambiar tu futuro inmediato y
para los demás?
carta xii
1
Estudiante del Doctorado en “Conocimiento y Cultura en América Latina” del
Instituto de Investigación Pensamiento y Cultura en América Latina (IPECAL) de la CdMX.
*Contacto: yorhendi@gmail.com | Cel. 2281347180 | Xalapa, Veracruz, México | Miercoles 11 de marzo del 2020 | 18:12pm.
2
Quintar, Estela. (2020). La universidad latinoamericana: entre el sujeto interpretado y las coordenadas de lo posible, en Academias Ase-
diadas. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso): Argentina.
¿Qué es el pensar histórico?
por: Gerardo Yorhendi Ceballos Marín1