MIGRACIÓN Y CIRCULACIÓN DE LEUCOCITOS A LOS DIFERENTES TEJIDOS DEL CUERPO HUMANO.
BARRERAS NATURALES COMO LAS SIGUIENTES : FÍSICAS, QUÍMICAS Y BIOLÓGICAS.
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Catedra de Inmunología - Facultad Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí.
Catedra de Inmunología, Escuela de Laboratorio Clínico, Facultad Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí.
Alergia, tos recurrente, covid-19, dolor articular, asma, artritis, artrosis, dr. Jorge cañarte alcivar, defensas, inmunólogo,
Circulación y migración de leucocitos a los tejidos.
Barreras naturales: físicas, químicas y biológicas.
(COBEÑA RODRIGUEZ JOSÉ )1
, (QUIROZ INTRIAGO JESSENIA) 2
, Jorge Cañarte Alcívar3
1Estudiante de la Escuela de Medicina. Facultad Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí,
Portoviejo – Manabí – Ecuador
2Docente Investigador. Facultad Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo – Manabí – Ecuador
3Medico especialista en Inmunología Clínica, StemMedic, Manta – Manabí – Ecuador.
RESUMEN.
El objetivo de esta investigación es
determinar el proceso básico de circulación y
migración de los leucocitos a los diferentes tejidos,
aunque por medio de las quimiocinas y moléculas
de adhesión especificas puedan variar de acuerdo
a los diferentes tipos de células. Al comienzo de
una infección o lesión, la migración de un
leucocito desde la sangre, este proceso se le
denomina a menudo alojamiento del leucocito, al
contrario del movimiento del leucocito desde la
sangre hacia un tejido particular, o hacia una zona
de infección o lesión se le llama migración o
reclutamiento.
En cuanto a las barreras naturales, las
barreras físicas y químicas que evitan que los
patógenos entren en nuestros tejidos corporales en
primer lugar a menudo se pasan por alto, la barrera
más completa es la capa impermeable de piel que
cubre la superficie del cuerpo. La piel humana
mantiene fuera a la mayoría de los patógenos
mientras permanezca intacta. La velocidad con la
que un corte o un roce puede infectarse es un
recordatorio de la protección que normalmente
recibimos de nuestra piel.
Palabras claves. - leucocitos; tejidos; barreras
naturales; respuestas inmunitarias.
INTRODUCCIÓN Y DESARROLLO.
El presente trabajo trae a colación temas y
aspectos del sistema inmunológico, tales como las
condiciones de reposo de los macrófagos (Møs),
mastocitos (Mas) y células asesinas naturales,
(NKs), que se originan en la médula ósea, entran a
patrullar los tejidos para detectar oportunamente la
presencia de algún patógenos y dar una señal de
alarma. Cuando los Møs detectan un agresor, lo
destruyen, liberan los fragmentos más
inmunogénicos y secretan moléculas especiales
conocidas como quimioquinas, que tienen la
función de “atraer” más Mons y PMNs para que
ayuden en la destrucción del patógeno.
Simultáneamente producen citoquinas que activan
a los Más, para: inducir su degranulación con la
consecuente liberación de histamina; activar un
sistema enzimático, el complemento, que genera
varias moléculas que ayudan en la defensa (1).
La histamina y los factores del
complemento, inician un proceso local de
inflamación que da lugar a la generación de
leucotrienos, moléculas que ayudan a poner en
alerta el endotelio capilar. Ver 7-IVB Citoquinas,
histamina, leucotrienos y factores del
complemento, actúan sinérgicamente sobre el
endotelio vascular cuboide de los capilares
regionales para inducir los cambios que permitan
la atracción, adherencia y paso a los tejidos de los
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diferentes leucocitos. De esta manera un grupo de
moléculas controlan el tráfico de los leucocitos
(1).
En relación al endotelio, los capilares
venosos proximales están compuesto por tres tipos
de células; (a) células endoteliales dispuestas en
una capa continua y que expresan moléculas HLA-
I y HLA-II; (b) podocitos que se asientan en forma
discontinua sobre el endotelio, y (c)) células
musculares lisas que forman una capa externa (2).
Los capilares que inician la parte venosa
del árbol vascular conocidos como venas
postcapilares y en ellos las células endoteliales en
lugar de planas son cuboides. Las células
endoteliales están adheridas entre sí por uniones
estrechas formadas por moléculas especiales, JAM
(junctional adhesión molecules) y caderinas que
impiden su separación y evitan la extravasación de
células y filtración de líquidos. Cuando les llega
información desde los tejidos de que ha ingresado
un patógeno, se activan y facilitan el paso de
leucocitos hacia los tejidos (2).
Por su parte las quimiocinas, son
moléculas especializadas que atraen células del
sistema inmune que expresen receptores para ellas.
Refuerzan la acción quimiotractante de factores
del complemento, C3a, C5a y del leucotrieno B4.
A medida que fueron descubiertas recibieron
diferentes nombres y para evitar confusión, se
acordó adaptar una denominación basada en la
configuración de los cuatro residuos de cisteína
que las conforman y que permite su clasificación
en cuatro grupos diferentes, CC, CXC, XCL y
CX3CL (3).
Las CCL1 a CCL28 pertenecen a la familia
CC. La familia CXC tiene 13 miembros, La XCL
solo tienen dos y sólo hay una CX3CL. Las
quimioquinas interactúan con 18 receptores
diferentes, algunos de los cuales son específicos y
otros son promiscuos, es decir reaccionan con
varias quimioquinas. Unos son constitutivos y
controlan el tráfico normal de los leucocitos, en
tanto que otros son inducidos y controlan la
circulación de los leucocitos en los procesos
inflamatorios (3).
Encontramos que, dentro de las moléculas
de adherencia, el paso de los leucocitos de la
sangre a los tejidos requiere de la interacción de
moléculas especiales que se expresan unas en las
células endoteliales, y otras en los diferentes
leucocitos y que, al interactuar con sus respectivos
receptores, facilitan la adherencia de los leucocitos
al endotelio, primer paso para poder migrar a los
tejidos. Estas moléculas son gluoproteínas que se
conocen con la sigla CAMs (cell adhesion
moleculs). Se agrupan en cinco familias:
selectinas, mucinas, integrinas, ICAMs y JAMs
(3).
Las ICAMs Hacen parte de un grupo de
moléculas de reconocimiento que por tener una
estructura que se asemejan a la de los Acs hace
parte de la llamada superfamilia de las
inmunoglobulinas (ver 11- XX). Las principales
son: ICAM-1, (CD54), que se encuentran en el
citoplasma de las células endoteliales y se
expresan 16 a 24 horas después del estímulo dado
por citoquinas. No obstante, Las JAMs, son
moléculas cuya función es mantener una unión
estrecha entre las células endoteliales para evitar
que, en condiciones normales, los leucocitos pasen
a los tejidos. Cuando hay una agresión en algún
sitio, dejan de expresarse en los capilares de la
región afectada para permitir la diapedesis de los
leucocitos que son llamados a enfrentar al agresor.
Se conocen dos, JAM-1 y JAM-2 (3).
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Dentro del paso de los leucocitos a los
tejidos, encontramos que los leucocitos circulan
libremente en el torrente circulatorio. Unas
subpoblaciones de Mons y NKs pasan
constantemente hacia los tejidos, en pequeñas
cantidades, para patrullarlos en busca de posibles
patógenos. Cuando detectan algo anormal, piden
“refuerzo” a otras células que llegan
oportunamente al lugar donde son requeridas,
gracias al efecto coordinado de cuatro sistemas
moleculares: las citoquinas IL-1 y TNF;
mediadores de la inflamación como histamina,
trombina, prostaglandinas y leucotrienos; factores
del sistema del complemento como el C5a;
quimioquinas que atraen a los diferentes
leucocitos; y las CAMs, que regulan su paso a los
tejidos a través del endotelio vascular (4).
En una primera fase, los leucocitos son
atraídos hacia el endotelio por las quimioquinas
que son específicas para cada uno de los diferentes
leucocitos y que son generadas en los sitios de
inflamación y en el mismo endotelio. La
aproximación de los leucocitos al endotelio induce
un contacto intermitente entre selectinas y
mucinas, que se conoce como rodamiento (4).
En una segunda fase, por interacción entre
las integrinas y los ICAM, los leucocitos se
adhieren firmemente a las células endoteliales. En
la última fase, los leucocitos pasan a los tejidos por
uno de los dos mecanismos. Diapedesis, o
paracelular, es decir, entre dos células
endoteliales. En este caso las moléculas JAM y la
caderina E se separan y facilitan el paso de Møs y
PMNs, el paso de los Ls puede hacerse por el otro
mecanismo. El otro mecanismo es el de
trancistosis, empleado por los Ls y en el cual ellos
se adhieren a la membrana de una célula
endotelial, la penetran y salen por la otra cara de la
célula hacia el tejido (5)
Respecto a las barreras naturales tenemos las
siguientes barreras:
Barreras físicas.
Son barreras mecánicas o fisiológicas, que separan
el exterior del interior constituidas por la piel y
mucosas (6).
La piel.
Es una interfaz entre el interior del organismo y el
medio ambiente, barrera muy eficiente en la
protección contra los agentes patógenos. Muy
pocos gérmenes tienen la capacidad de penetrar la
piel intacta. Se requiere una herida, trauma,
quemadura, intervención quirúrgica o picadura de
un vector tipo artrópodo, para que un patógeno
pueda ingresar a los tejidos. La piel tiene pH ácido,
de 5 a 6, suficiente para destruir muchos
microorganismos (6).
Mucosa gastrointestinal.
La flora microbiana intestinal se conoce hoy como
microbioma, está compuesta por más de 500
especies, la mayoría de las cuales son comensales,
algunas simbióticas y unas pocas patógenas.
Varias de las bacterias comensales ayudan en la
digestión y absorción de nutrientes porque
producen enzimas que digieren almidones no
absorbibles y extraen de ellos monosacáridos
necesarios en la alimentación (6).
Mucosa del árbol respiratorio.
En las amígdalas del anillo de Waldeger se toman
continuamente muestras de los microorganismos
que llegan en el aire inspirado y que una vez
capturados y procesados, se extraen los
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inmunógenos para llevarlos al interior de las
amígdalas y de ahí a los ganglios linfáticos
cervicales para inducir una respuesta inmune
adquirida contra ellos (7).
Barreras químicas.
Las barreras químicas también protegen contra
infecciones. La piel yel tracto respiratorio secretan
péptidos antimicrobianos tales como las
defensinas-β.30 Enzimas tales como la lisozima y
la fosfolipasa A en la saliva, las lágrimas y la leche
materna también son agentes antibacterianos. Las
secreciones de la vagina sirven como barreras
químicas en la menarquia, cuando se vuelven
ligeramente ácidas, mientras que el semen
contiene defensinas y zinc para matar patógenos.
En el estómago, el ácido gástrico y las peptidasas
actúan como poderosas defensas químicas frente a
patógenos ingeridos (8).
Dentro de los tractos genitourinario y
gastrointestinal, la microbiota comensal sirve
como barrera biológica porque compite con las
bacterias patógenas por alimento y espacio, y en
algunos casos modificando las condiciones del
medio, como el pH o el contenido de hierro
disponible. Esto reduce la probabilidad de que la
población de patógeno alcance el número
suficiente de individuos como para causar
enfermedades (8).
Barreras biológicas.
Cuando se produce una infección, el sistema
inmunitario también responde produciendo
distintas sustancias y agentes diseñados para
atacar al microorganismo invasor concreto (ver
Inmunidad adquirida). Los linfocitos T
citotóxicos (una variedad de glóbulos blancos o
leucocitos) que pueden reconocer y destruir al
microorganismo invasor. Anticuerpos que se
dirigen contra el microorganismo invasor concreto
(9).
Los anticuerpos atacan e inmovilizan a los
microorganismos. Los destruyen directamente o
ayudan a los neutrófilos a seleccionar el objetivo y
destruirlo. La eficacia con la que el sistema
inmunitario defiende el organismo contra todos los
microorganismos depende parcialmente de la
composición genética de cada persona (10).
CONCLUSIONES.
Según los resultados que logramos
encontrar en nuestra investigación se concluye
con lo siguiente, reconociendo que los
macrófagos juegan un papel muy importante en el
sistema inmune los cuales a su vez logran
detectar oportunamente la presencia de cualquier
patógeno y de esa manera dar una señal de alerta.
En la circulación y migración del leucocito
desde la sangre hacia los tejidos, logramos
identificar las integrinas importantes del
leucocito son LEA-1 y VLA-4, que se unen a
ICAM-1 y VCAM-1, así como conseguimos
detectar unas subpoblaciones de Mons y NKs
pasan constantemente hacia los tejidos, en
pequeñas cantidades, para patrullarlos los cuales
van en busca de posibles patógenos.
Para concluir con las barreras naturales, ya
sean físicas o químicas cuando se produce una
infección, el sistema inmunitario es quien
responde produciendo distintas sustancias
diseñadas para atacar al invasor concreto, de
acuerdo con la Inmunidad adquirida como
los linfocitos T citotóxicos los cuales reconocen
y destruyen al microorganismo invasor.
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