La serotonina es un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo, aunque cumple también otro tipo de funciones: Regula el apetito causando la sensación de saciedad. Controla la temperatura corporal. Regula el apetito sexual. Controla la actividad motora, la percepción y la función cognitiva. Junto a otros neurotransmisores -dopamina y noradrenalina- paricipa en los mecanismos que rigen la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad. Regula secreción de algunas hormonas, como es el caso de la melatonina, una proteína entre cuyas muchas funciones está la de regular los ritmos circadianos y el sueño. Desempeña un papel importante en la formación y el mantenimiento de la estructura ósea. Está implicada en el funcionamiento del sistema vascular. Induce la división celular.