Trabajo Competencias Jose Henrry Flores Diaz Maestria.docx
1. Una reflexión sobre las competencias
del gestor público moderno
Curso: Gestión de Recursos Humanos
Lima, 5 de agosto de 2023
2. El Gestor Público ante el reto de la sociedad posmoderna
La sociedad posmoderna, como se ha dado en llamar a los tiempos actuales,
enfrenta grandes cambios en relación con el mundo hasta la primera mitad del
siglo XX. Ha cambiado el entorno sociopolítico, se presentan nuevos modelos de
liderazgo, los actores se han multiplicado, la cultura política se ha transformado,
las políticas públicas son una necesidad imperiosa, las instituciones han cobrado
una inusitada relevancia y la agenda pública se trastoca permanentemente por
la influencia de los medios de comunicación.
Ante esta nueva realidad, se advierte que, en términos generales, el Estado
actual se encuentra distanciado de los ciudadanos, quienes no se sienten
identificados con él. Entre sus características podemos concluir que, en general,
es lento y burocrático, tiene una organización poco racional y no tiene memoria
institucional, muestra pobres resultados en el impulso al desarrollo, presenta
graves problemas de corrupción, está desenfocado, fomenta una cultura de la
desconfianza, no tiene meritocracia, asigna mal los escasos recursos y no tiene
metas ni políticas de inversión claras
En este escenario cabe preguntarse: ¿A quién sirve el Estado? La respuesta que
todavía se suele escuchar es que el Estado atiende usuarios o, más
modernamente, “administrados.” Pero la “Nueva Gestión Pública” sugirió en las
últimas décadas del siglo pasado cambiar la perspectiva y utilizar el término de
“clientes” en lugar del de “usuarios”, lo cual incorpora un nuevo paradigma: el
enfoque de servicio de las empresas privadas más exitosas. Este término
enfrentó muchas críticas y tuvo una corta vida, y fue reemplazado por el de
“ciudadanos”. En este sentido, un “ciudadano” es un “cliente”, sí, pero con más
derechos, pues él elige con su voto a las autoridades que nombran a los gestores
públicos. En este sentido, la pregunta de a quién sirve el Estado debe ser
respondida de la siguiente manera: el Estado sirve a los ciudadanos. Deben ser
los ciudadanos quienes, finalmente, orientan y justifican el quehacer del Estado.
Ante el reto que plantea la sociedad actual, ¿cómo podemos caracterizar a un
gestor público? Podría afirmarse que es una buena persona atrapada en un mal
sistema. El gestor público está obligado a esforzarse en la búsqueda del valor
público, debe disponer de una visión articulada, es responsable de informar lo
que hace y de rendir cuentas. Por todo esto, se debe pensar en un nuevo Gestor
Público, que esté en condiciones de dar la talla a lo que la sociedad espera de
él. No se trata de reemplazar a los gestores actuales, sino de actualizarlos, de
reentrenarlos.
Competencias que debe desarrollar el nuevo Gestor Público
De acuerdo con la posición mayoritaria de autores e investigadores, todo
profesional debe desarrollar un conjunto de competencias a fin de enfrentar con
éxito los desafíos que le plantea el competitivo mundo actual. Podemos resumir
estas competencias en las siguientes: (a) conocimientos, (b) habilidades, (c)
experiencia, (d) actitudes, (e) valores y (f) carácter.
A las tres primeras –conocimientos, habilidades y experiencia− se les conoce
como “competencias duras”, por su término en inglés hard skills. Estas se
3. adquieren a través del paso por instituciones educativas y por el hecho de
enfrentar situaciones en la vida cotidiana y aprender de ellas.
Las tres siguientes –actitudes, valores y carácter– corresponden a lo que se
conoce como “competencias blandas”, por su término en inglés soft skills.
Corresponden a lo que podemos resumir como habilidades de la inteligencia
emocional (Daniel Goleman, 1996).
Si bien esta mirada se aplica a todos los campos de la vida profesional, vale la
pena examinar más de cerca cómo se puede aterriza esto en la gestión pública.
¿Qué “hard skills” desarrollar?
Para superar con éxito el desafío que enfrentan los gestores públicos ante la
compleja realidad actual, es absolutamente necesario que el Gestor Público
cuente con un adecuado manejo de los Sistemas Administrativos del Estado,
que son normados por un conjunto de dispositivos legales de cumplimiento
obligatorio por todas las entidades del Estado, ya sea a nivel de Gobierno
nacional, regional o local. Los Sistemas Administrativos del Estado son once, y
tienen como objetivo el regular el uso y buen manejo de los recursos públicos. A
continuación se presenta de manera sucinta cada uno de ellos:
1. Sistema de Gestión de Recursos Humanos: Se encarga de la contratación,
capacitación, evaluación y desarrollo del personal que trabaja en las
entidades públicas.
2. Sistema de Abastecimiento: Es responsable de la adquisición de bienes y
servicios por parte de las entidades públicas. La Ley 30225 regula los
procesos de contratación pública y establece los principios y procedimientos
que deben seguirse para realizar estas adquisiciones.
3. Sistema de Presupuesto Público: Se encarga de la elaboración, ejecución y
evaluación del presupuesto público. La Ley 28411 regula la gestión del
presupuesto público en el Perú.
4. Sistema de Tesorería: Es responsable de la gestión de pagos y cobros por
parte de las entidades públicas. La Ley 28112 regula la gestión de la
tesorería pública y establece los principios y procedimientos que deben
seguirse para su correcto funcionamiento.
4. 5. Sistema de Endeudamiento Público: Se encarga de la gestión de la deuda
pública y las opciones de financiamiento para el Estado. La Ley 29608
regula el endeudamiento público y establece los criterios que deben seguirse
para su gestión responsable.
6. Sistema de Contabilidad: El sistema de contabilidad es responsable del
registro y control de los ingresos y egresos económicos de las entidades
públicas. La Ley 28708 regula la gestión de la contabilidad pública y
establece los principios y procedimientos que deben seguirse para su
correcto funcionamiento.
7. Sistema de Inversión Pública: Se encarga del diseño, evaluación y
seguimiento de proyectos y programas de inversión pública. La Ley 27293
regula la gestión de la inversión pública y establece los principios y
procedimientos que deben seguirse para su correcto funcionamiento.
8. Sistema de Planeamiento Estratégico: Es responsable del diseño de planes,
políticas y programas articulados para el desarrollo del país. La Ley 29298
regula la gestión de la planificación estratégica nacional y establece los
principios y procedimientos que deben seguirse para su correcto
funcionamiento.
9. Sistema de Defensa Judicial del Estado: Se encarga de las relaciones
jurídicas y la defensa del Estado en casos legales. La Ley 29158 regula la
gestión de la defensa jurídica del Estado y establece los principios y
procedimientos que deben seguirse para su correcto funcionamiento.
10. Sistema de Control: Tiene como objetivo principal asegurar la correcta
aplicación de los recursos públicos y la legalidad de los actos administrativos.
Este sistema está regulado por la Ley 27785, que establece las normas y
principios para la organización y funcionamiento del Sistema Nacional de
Control, que comprende a la Contraloría General de la República, los
Órganos de Control Institucional y las Unidades de Control Interno.
11. Sistema de Modernización de la Gestión Pública: Busca mejorar
continuamente las actividades y tareas de las entidades públicas, con el
objetivo de ofrecer mejores servicios a la ciudadanía. Este sistema está
regulado por la Ley 29158, que busca agilizar los procesos administrativos y
fomentar la eficiencia en la gestión pública.
Por lo señalado se comprende que un Gestor Público que no tenga una
formación en estos sistemas administrativos, que incluyen un conjunto de
normas y procedimientos de obligatorio cumplimiento, difícilmente será exitoso.
No es suficiente la formación que recibió en la Universidad ni la experiencia que
haya tenido en el Sector Privado, por buenas y valiosas que estas hayan sido.
No se trata de pretender que cada Gestor Público conozca en profundidad cada
uno de estos sistemas, pero sí que tenga un conocimiento suficiente de cada
uno de ellos y que desarrolle el criterio que le permita ubicarse en lo que se
puede y en lo que no se debe hacer. Luego podrá apoyarse en especialistas eb
cada uno de los Sistemas comentados. El riesgo a que se expone un Gestor
Público que no tiene una formación en los Sistemas Administrativos es el de caer
en la inmovilización o de incurrir en faltas administrativas.
5. ¿Qué “soft skills” desarrollar?
En la misma línea de la reflexión anterior, el Gestor Público debe desarrollar otro
conjunto de competencias, las competencias “blandas”, que permitirán superar
con éxito el desafío que presenta la compleja realidad actual. A continuación se
presenta de manera esquemática lo esencial de cada una de estas
competencias:
1. Ser consciente de sí mismo: Quien desarrolla esta competencia tiene control
sobre si mismo en la medida en que se conoce. Es seguro de si mismo,
pudiendo mostrarse tolerante y abierto a las opiniones de los demás.
2. Ser proactivo: Quien desarrolla esta competencia no solo es capaz de tomar
la iniciativa, sino de ser responsable. Esto implica la capacidad de elegir su
respuesta ante cada circunstancia que enfrenta en su vida. El proactivo no
reacciona, sino responde.
3. Entender la motivación: Quien desarrolla esta competencia entiende qué
mueva a los demás a actuar, además de los simples incentivos. Reconoce
el valor de la necesidad de realización personal, de reconocimiento y de
trascendencia.
4. Comunicarse con asertividad y empatía: Quien desarrolla esta competencia
es capaz de acercarse a los demás mediante el diálogo y entender sus
posiciones escuchándolos empáticamente.
5. Fomentar el trabajo en equipo: Quien desarrolla esta competencia es capaz
de transformar el grupo de profesionales a su cargo en un equipo de trabajo,
propiciando actitudes y relaciones constructivas entre los colegas.
6. Ejercer el liderazgo: Quien desarrolla esta competencia es aceptado por su
grupo en la posición que ocupa; antes que mandar, logra comprometer a los
demás a través de la participación.
7. Construir relaciones duraderas: Quien desarrolla esta competencia es capaz
de establecer con los demás relaciones que perduran en el tiempo, gracias
a la confianza que inspira el cumplimiento de sus ofrecimientos, su
compromiso personal y el respeto que muestra a los demás.
8. Actuar éticamente: Quien desarrolla esta competencia muestra un carácter
maduro al haber incorporado los valores institucionales; esto le permite
actuar en todo momento de acuerdo con el Código de Ética y Conducta de
su Institución y es inflexible ante la corrupción en cualquier nivel.
9. Orientarse a resultados Quien desarrolla esta competencia tiene claro el fin
último de su esfuerzo, que es el Ciudadano; no se distrae con logros
parciales, sino que esta enfocado en el logro de los objetivos de su labor.
Reflexión final
En conclusión, se sugiere que para el éxito del Gestor Público debe fomentarse
y exigirse una formación en el conjunto de competencias (duras y blandas)
señaladas. Definitivamente será importante considerar tanto su formación
académica como su experiencia anterior. Pero esto no será suficiente : un
6. profesional muy capacitado se expondrá al fracaso en la gestión pública si no
cuenta con un adecuado conocimiento general de los Sistemas Administrativos
del Estado y no he desarrollado habilidades de la inteligencia emocional. Y aquí
encontramos un gran campo de acción para las acciones de formación de los
Gestores Púbicos. En resumen, los nuevos retos de la Gestión Pública
posmoderna plantea nuevos desafíos y exigencias a los Gestores Públicos.