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tema POST.pptx
1. Síndrome post-hospitalización
Se han identificado ciertos síntomas comunes a todas las personas que han pasado un tiempo
hospitalizados.
Los pacientes hospitalizados no solo sufren una enfermedad aguda, la cual puede alterar
marcadamente los sistemas fisiológicos, sino que también experimentan un estrés importante.
Durante la hospitalización, los pacientes están habitualmente deprivados de los sistemas
circadianos normales, alimentación deficiente, tienen dolor y disconfort, se enfrentan a
situaciones desconcertantes y mentalmente desafiantes, regímenes medicamentos que pueden
alterar la cognición y las funciones físicas, y permanecen limitados por el reposo en cama o la
inactividad. Cada una de esas perturbaciones puede afectar la salud y contribuir a la aparición
de deterioros importantes durante el período de recuperación temprana, incapacidad para
rechazar la enfermedad y predisposición a la confusión.
3. Trastornos del sueño
Los investigadores han documentado la prevalencia y el riesgo de esos estímulos estresantes.
Esta interrupción del sueño puede motivar conductas incapacitantes y efectos fisiológicos: la deprivación del sueño
provoca efectos adversos en el metabolismo, la función cognitiva, la función y coordinación físicas, la función inmune, la
cascada de la coagulación y el riesgo cardíaco. Las alteraciones del ciclo sueño-vigilia pueden causar perturbaciones de los
ritmos circadianos y tener efectos adversos, aun de manera independiente de la deprivación y las anormalidades del
sueño. Estos trastornos ocurridos durante la hospitalización pueden provocar alteraciones del tipo jet-lag. Los estudios de
las personas con jet-lag han revelado una mayor incidencia de humor disfórico, disminución de la función física, deterioro
cognitivo y trastornos gastrointestinales.
4. Las cuestiones nutricionales durante las hospitalizaciones pueden causar problemas pero con
frecuencia reciben poca atención. En un estudio, un quinto de los pacientes hospitalizados ≥65
años tenían una ingesta promedio de nutrientes inferior al 50% de lo estimado para mantener su
requerimiento calórico. Comúnmente, los pacientes reciben la orden de no tomar nada por boca
durante determinados períodos, durante los cuales no son alimentados por métodos alternativos.
Las cancelaciones y las citas para los procedimientos o análisis pueden extender esos períodos.
Para los pacientes bajo asistencia respiratoria mecánica o que no pueden alimentarse por vía oral,
suelen producirse retrasos en el cumplimiento de las necesidades nutricionales. Estas deficiencias,
que raramente son consideradas a la hora del alta, pueden provocar una malnutrición calórica
proteica.
Trastornos nutricionales
5. Trastornos cognitivos
En cuanto a la función cognitiva, los pacientes hospitalizados suelen hallarse ante diferentes
profesionales de la salud pero tienen poco tiempo para aprender sus nombres o conocer su rol. Los
turnos suelen ser impredecibles, y en los pacientes que todavía están bajo el efecto del estrés, la
sobrecarga de información puede aumentar aún más es estrés y provocar confusión. En general, estos
estímulos estresantes durante la hospitalización pueden causar delirio, el cual aumenta el riesgo post-
hospitalización.
Es más común en personas de mayor edad. Aunque también puede suceder en personas jóvenes si el
ingreso es de larga duración. La rotación continua de personal, el cambio de entorno y las diversas
alteraciones del sueño propias de estar ingresado provocan una sobrecarga de información. Esta
sobrecarga puede derivar en una gran confusión o incluso en episodios de delirios.
6. ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA
EXPERIENCIA HOSPITALARIA
DE LOS PACIENTES
Tras el reconocimiento de las diferentes fuentes de estrés relacionadas con el hospital, emerge la oportunidad
de diseñar e implementar estrategias que disminuyan esta exposición adversa. Según este punto de vista,
mejorar la experiencia de los pacientes durante la hospitalización podría llevar a una menor sobrecarga por
estrés —lo cual de por sí sería ventajoso— y también puede conducir a una mejor y más rápida recuperación.
Puesto que al parecer esta sería una cuestión sistémica antes que una cuestión específica del hospital, se
proponen algunas estrategias para reducir la carga por estrés de los pacientes al tiempo que se procura la
mejor atención posible.
7. Reducir la incertidumbre y las sorpresasIncluso en el entorno más activo, tendría que ser
posible tomar medidas activas para proteger a los pacientes de las situaciones estresantes y
crear un entorno adaptado a la curación. El estrés que los pacientes puedan sentir durante la
hospitalización debido a la pérdida de control de la situación que viven día a día y la
incertidumbre sobre esta pueden ser el objetivo de intervenciones destinadas a salvaguardar
la autonomía y la privacidad de cada uno de los pacientes.
Garantizar condiciones apropiadas para el reposo y la recuperaciónEl reposo suficiente
debería considerarse una parte esencial del tratamiento hospitalario. Para ayudar a los
pacientes a mantener el ritmo circadiano y favorecer un estado cognitivo adecuado, es
importante que las habitaciones tengan luz natural y un reloj en el que también se muestre la
fecha con claridad. Las interrupciones del sueño podrían reducirse adoptando tecnologías
actualmente disponibles tales como los dispositivos de telemetría, pequeños y cómodos, que
interfieren mínimamente con el sueño y el movimiento, lo que permite al paciente descansar
sin comprometer las necesidades del monitor. Igualmente, durante la noche debería hacerse
un esfuerzo para que el nivel de ruido fuera el mínimo necesario y evitar la toma de muestras
de sangre u otras intervenciones no urgentes.
8. Fomento de la actividad física e ingesta adecuada de caloríasUna habitación
apropiada y segura con una cama a la altura correcta, con peldaños y elementos
de apoyo que sirvan de ayuda para trasladarse, fomenta que el paciente pueda
deambular espontáneamente y mantener la independencia en lugar de depender
de la asistencia del personal sanitario. Una forma segura y efectiva de incentivar la
actividad física en el hospital es que un especialista en fisioterapia elabore un plan
individualizado que pueda extenderse al seguimiento ambulatorio. Para ello es
importante sincronizarlo con una ingesta adecuada de calorías que tenga en
cuenta el estado catabólico inducido por la gravedad de cada paciente.
Elaborar un plan individualizado para el seguimiento ambulatorioOtro
momento de estrés notable para los pacientes y sus familiares es la transición
entre el hospital y el propio domicilio. Durante este periodo a menudo aparecen
nuevos problemas, como la falta de conocimientos y habilidades suficientes para
cuidar de manera óptima al paciente en ausencia del personal hospitalario. En
consecuencia, ya desde el momento del ingreso, debería invitarse a la familia y
animarla a participar activamente en el tratamiento del paciente y la toma de
decisiones. Esto debería implicar flexibilidad con las horas de visita y permitir la
presencia continua de acompañantes, proporcionándoles espacios confortables.
En ese sentido, debería discutirse con detalle el plan ambulatorio antes del alta,
permitiendo preguntas y creando expectativas realistas.