El control social es la forma en que la sociedad asegura que las personas sigan las normas de convivencia. Existe el control social informal a través de grupos como la familia y la religión, y el control social formal a través del sistema legal y penal del Estado. El derecho penal es el último recurso del control social y busca prevenir daños a bienes jurídicos como la vida y la propiedad a través de la descripción de conductas prohibidas y el establecimiento de principios para el tratamiento de delitos.