1. Las ideologías
(Palabras delgadas)
Se ha ido extendiendo el tiempo, en
campotraviesa, Palabras que van y
vienen. En lo que se llama “boca de
alguien”, O, simplemente, de muchos y
muchas. Que han echado a sonar
campanarios. En este territorio nuestro.
País, digo yo, ¿…de qué?. Quienes
hablan en función a lo que llaman “mis,
o nuestras ideas”. ¿Qué es lo que
somos?. Como país. Como gente; como
escenario para decir cualquier cosa.
Alguien diría, tal vez Mafalda u Homero
Simpson o Quino: ¿…Pero que son las
ideas, hoy en dìa?. ¿…Qué han sido (las
ideas) antes?. Volvería alguien. O
algunos. O algunas a decir “…es que las
ideas, si se suman, constituirían un
ideograma. Es decir, algo parecido a los
2. acertijos. En veces volátiles. En otras
veces, también.
¿O será que idea màs idea son algo asì
como la ecuación que deviene en ser
equidistante con respecto a algo. ¿Pero
a qué?. Tal vez respecto a lo que los
otros y las otras quieren que digan,
quienes, según ellos y ellas, deberían
decir algo.
Volvamos a lo de país. Es decir al
concepto de…país. En lo económico. En
lo cultural. En lo político. En lo del
orden (¿…público?).Esto último, diría
yo, pareciera ser lo que convoca la
mayor importancia. Como si todo se
subsumiese en ello. ¿Esa será la
equidistancia, en la ecuación básica?.
Es el orden. El ordenamiento. La lógica.
La estabilidad. …”de las gentes de
bien”. Pero, ¿Quiénes son las gentes de
bien?. Alguien diría (tal vez Homero
Simpson), los y las que son réplicas de
otros y/o de otras. Es decir, como
3. clones que se repiten casi al infinito.
Primera derivada; segunda
derivada…tercera, cuarta. Siendo así,
entonces, lo ideológico, en este tiempo,
sería las ideas de los que son clones de
la idea anterior. Por ejemplo, diría
Mafalda, la ideología básica de Uribe
Vélez (el orden, a lo bien. Como sangría
de hordas) es la misma de su clon
desmirriado Iván Duque. Es decir,¿¡cuàl
idea de país?. ¿o es un ideograma
volátil, a manera de sopa de letras.
Orden público, garantía para
ciudadanos y ciudadanas de bien
(…diría Quino), garantía para todos y
todas los pares, pares. Clones, clones.
País económico. Paìs Político,. Paìs en
contexto internacional. Como réplica,
en lo uno y en lo otro (como diría Suso,
el ideólogo mayor del país placebo). Del
país paradigma de la inviabilidad en su
modelo económico. ¿Cuàl modelo?. Tal
vez del que se hablò en el Foro de
4. Asofondos. En eso de analizar el PIB,
su horizonte y perspectiva, de
conformidad con las variables que se
subsumen en èl. Bien como tipologías
para los déficits. O como comparativo
refulgente. En eso de hablar de ¿…qué
es el 2% del PIB derivado del
narcotráfico; comparado con cualquiera
otra variable? Pais, país. De mitos y de
leyendas. Como queriendo decir que
unas apenas, ahora, se instauran. O
pretenden instaurar. “País de la
sociedad civil”, dijo, en principio
Antanas Mockus. En esa búsqueda de
sortilegios impávidos (a nalgadas, diría,
otra vez, Homero Sipson). Ese tipo de
ideología (…o de ideogramas, sopa de
letras). Por la “C.C”. Cultura Ciudadana.
Ideologìa blanda, breve, inocua, sin
nada como envoltura fibrosa. Ni
kantiana. Ni hegeliana. Ni maquiàvelica.
Ni Roussoniana. País de entelequias.
Académicos y acadèmicas, apostándole
a “la renovación de costumbres y de
5. ideas y de plasma”. Casi país sintético.
De nuevas formas. De nuevos giros
lingüísticos. De nuevas maneras para
decir lo que ya està dicho. Maestros y
maestras. Filósofos y filosofas de los
nuevos mandatos. Civilidad como
colección de trozos ya en desuso.
Copias, malas copias, de “las ideologías
verdes” de España; Suecia; Grecia;
Holanda…Sociedad civil como sumatoria
(simple sumatoria) de esas cargas
ideológicas anodinas que soportan a las
“organizaciones no gubernamentales”.
Pero, en sì, encargadas de reproducir lo
más burdo del sistema gubernamental.
Es decir su razón de ser ya filtrada y,
nuevamente, codificada. En aplicación
de una figura parecida al “nuevo
imprimatur”. Es decir, organizaciones
civiles por fuera del “sistema”, que
acuerdan con “el sistema”, una manera
de vender como nuevo e impoluto lo
que, en otras condiciones no pasaría de
ser inmoral, punible, vergonzoso.
6. Dirìa, el hoy heredero de Antanas
Mockus ( a nalgadas, diría la nena
icono de inteligencia, hija de Homero
Simpson). Del mismo nervio y pulso de
los y las animalistas. Proveedores y
proveedoras de los derechos perrunos,
gatunos, culebras y demás mascotas.
Ideólogos e ideólogas de derechos.
Incluyendo hogares de paso, guarderías
EPS, salud prepagada para los nuevos
iconos de la solidaridad y la ternura.
Pais, país. De aristas no puntudas. De
las organizaciones populares esquivas.
De esas que, en el día a día, en el
mundo globalizado urbano.
Viviendistas; usuarios y usuarias de
servicios públicos y/o privados.
Recicladores y recicladoras; vendedores
y vendedoras en calles, buses,
colectivos, iglesias; cerros; parques.
Otra sumatoria. De ideologías no
propiamente pródigas en principios
fundamentales asociados a la lucha
7. frontal en contra del capital que sigue
apabullando (con nuevas
denominaciones) a los obreros,
obreras, trabajadores y trabajadoras de
del universo denominado de servicios.
Ya, de por sì, constituyen sujetos y
sujetas(los y las de abajo) presentes en
la literatura fácil, tétrica, demasiado
imbécil y populista. Dirían algunos
(como Chico Buarque o Ali Primera o
Pascual Duarte; Paquita la del Barrio)
“los y las no tenidos ni tenidas en
consideración”. País lúgubre. Sin
partido. Flotante, inconcluso. Algo asì
como país de idòlatras. Como el país de
Gaitán. Y de Rojas Pinilla. Su clon más
destacado (en la peor aproximación
posible. Es decir, Jorge Eliécer Gaitán),
es “El Gran Caudillo Gustavo Petro”.
Pais, país. De utopías bastardas
armadas o, después, desarmadas. País
de pasado. Y, ahora, de presentes
opciones desmirriadas, por lo bajo.
8. Otrora figurines de ideologías “duras”.
Dirìa alguien (como yo, por ejemplo),
“duras” por lo que han tenido y tienen
de la solidez del mármol frìo. Pura
textura amorfa, sin nada por dentro. A
no ser màs frialdad y màs nada de
nada. Paìs de milicos hechos a imagen
y semejanza de mercaderes de armas;
de contrabandistas; de “próceres de
mierda”. Pais de los que pasan y han
pasado por la guerra como ejecutores
ampulosos; como ideólogos e ideólogas
de la confrontación prostituida. Y hoy, a
lo sumo, no son otra cosa que
“beneficiarios y beneficiarias” de la
llamada posguerra. Los y las que, sin èl
quererlo, derivan del texto “El Oficio de
la Guerra” del académico Francisco Leal
Buitrago.
Pais, país de siempre. De los y las que
han girado en torno a “Los dos Partidos
Tradicionales”. Desde Alfonso López
Michelsen (Movimiento Revolucionario
9. Liberal); Luis Carlos Galán (“Nuevo
Liberalismo); Germán Vargas Lleras
(Cambio Radical); Juan Manuel Santos
(Partido de Unidad Nacional); Álvaro
Uribe Vèlez (Centro Democrático). Pais,
país. De “toderos” ideológicos.
Preparados y preparadas pa`las que
sea (como el aguardiente antioqueño).
Desde “Los Doce Apòstoles”, pasando
por las AUC y similares. Paìs de
“prohombres” sacrificados, “pristinos”.
Dirìa alguien (por ejemplo yo, otra vez)
Sumatoria de proxenetas,
administradores de miseria del
prostíbulo legislativo.
Entonces. País, país de la inequidad del
poder instrumental. Economía
creciendo por la vìa màs pérfida del
capitalismo. País, país de la economía
perniciosa y ociosa. De las
corporaciones financieras y los bancos.
Del màs burdo primer piso. De segundo
piso al servicio de infinitas modalidades
10. de lavado de capitales. País encriptado.
Sì, como sinnùmero de vericuetos
pútridos. Pais, país. Economía básica,
productiva, creadora de riqueza y
acumulación real desvensijada. Atada;
inviable.
Este es el país, país que se pelean por
dirigir los y las sujetas de pura
nervadura y pulso de diversos orígenes
ideológicos, Diversos en lo formal
estúpido. Más no en la endeblez,
pusilánimes, delgadez. Más que
ideologías; administradores y
administradoras de ideogramas y sopas
de letras. Por la “”V” de Vergüenza. Por
la “R” de repetición impúdica. Por la “P”
de patrioterismo burdo, volátil. Por la
“C”. de cretinismo manifiesto. Por la
“M” de mentiras que se repiten. Como
repetida es la historia que cada quien
pretende recordar y contar a su
manera. Muy falaz, por cierto.
11. Lo que queda es nada. Asì, en plena
armonía con el anarquismo. A la
manera de la insurrección en Cataluña
Obrera, en plena Guerra Civil. No
reivindico el facilismo imbècil “del
sacrificio por la paz”. Entre otras cosas,
¿cuàl paz?. ¿La del escuálido Premio
Nobel, engañabobos?
Lo que queda, quien creyera que
necesitarìa de las palabras del apocado
Piero. Cuando cantò. En efímero
pasado, “a este país lo destruyeron.
Ahora hay que volverlo a armar”. No a
la manera de rompecabezas anodino.
Por la fuerza. Por vìa de la guerra
revolucionaria. Insurreccional obrera.
Sin tregua transicional. Al todo o a
nada. País, país de futuro cierto; como
ser cierto es el proyecto de la
revolución cierta.