1. DE INTERÉS PEDIÁTRICO
OSTEOMIELITIS
SAMUEL DICKERMAN KRAUNICK (*)
LOMBARDO C A S T R O A L E M A N ( *
Definición.—Osteon: hueso; myelos: médula; itis: infla-
mación.
Proceso inflamatorio infeccioso agudo o crónico de la
médula ósea y tejido óseo adyacente.
Frecuencia.—Suele ocurrir en lactantes y niños, rara vez
en adultos. Es más frecuente en varones que mujeres, en
proporción de 3 a 1. Afecta más frecuentemente fémur, tibia,
húmero y radio.
Clasificación.—Puede clasificarse de acuerdo al meca-
nismo de introducción de la infección o bien basándose en
su etiología microbiana.
I.—De acuerdo al mecanismo de introducción.
A) Osteomielitis primaria: Es causada por im
plantación directa de los microbios en el hueso.
1) Heridas penetrantes.
2) Fracturas compuestas o abiertas.
3) Intervención quirúrgica ósea.
4) Infusiones o inyecciones intramedulares.
B) Osteomielitis secundaria: La vía de infección es
usualmente a través del sistema arterial; una
excepción notable es la diseminación del siste
ma genitourinario a través de las venas a los
huesos pélvicos o a la columna vertebral. La
infección a través del sistema linfático es rara.
Ocasionalmente resulta por extensión directa
(*) Alumnos del Quinto curso de la Facultad de Ciencias Médicas de Honduras.
64 HONDURAS
2. de una infección de tejidos blandos o articu-
laciones contiguas.
II,—De acuerdo a la etiología microbiana:
1) Estafilococos.
2) Estreptococos hemolíticos, grupo A.
3) Otros: estreptococos, bacilos gran negativos,
pneumococos, salmonellas, brucella, abortus y
melitensis.
4) Micoticas: coccidioides immitís, blastomíces,
dermatitidis, cryptococcus neoformans, histo-
plasma capsulatum.
5) Mycobacterium tuberculosis.
6) Virus.
NOTA: A continuación trataremos únicamente acerca de la
Ostieomielitis Piógena Aguda.
Patogenia: Los microorganismos suelen llegar al hueso
por vía hematógena, pero puede ocurrir invasión por propa-
gación directa de una infección adyacente en tejidos blan-
dos, o por contaminación del hueso cuando alguna lesión
de tejidos blandos deja al descubierto los huesos subyacen-
tes; por ejemplo: fracturas compuestas, desgarros traumá-
ticos extensos y heridas por bala. La osteomielitis hemató-
gena es la más frecuente y la que se acompaña de infección
y destrucción tisular más extensas. En general, las infeccio-
nes dependientes de propagación directa y de heridas pene-
trantes originan en primer lugar periostitis con osteítis
más o menos intensa, pero rara vez se extiende a la cavidad
medular para producir destrucción amplia del tejido óseo.
Etiología y factores predisponentes.—Aproximadamente
el 75% de todos los casos son causados por Staphylococus
aureus hemolítico. El patógeno que le sigue en frecuencia
es el Streptococus hemolítico, grupo A y, en casos más raros,
por otras especies de estreptococos, neumococos, gonococos,
colibacilos, Hemofilus influenzae, etc.
A menudo pueden demostrarse las causas predisponen-
tes (25-50% de los casos), como son furunculosis, impétigo,
PEDIÁTRICA 65
3. varicela, quemaduras y vacunaciones infectadas, infecciones
de los tractos respiratorios, gastrointestinal y genitourina-
rio, otitis media, abscesos dentarios, gingivitis. Otros facto-
res predisponentes de importancia son la malnutrición y los
malos hábitos higiénicos.
Manifestaciones clínicas:
I.—En lactantes:
A) De instalación generalmente súbita con síntomas
sistémicos alarmantes de toxicidad.
B) Ocasionalmente de instalación insidiosa, caracteri
zada únicamente por irritabilidad y seguida usual-
mente en pocas horas por fiebre y hallazgos loca
les significativos.
C) Tiende a la inmovilidad de la extremidad afectada
y articulaciones adyacentes.
D) Generalmente hay dolor antes de que aparezcan
signos de inflamación.
E) El rubor y el edema usualmente indican presencia
de abceso extracortical.
F) Por lo general no se ven cambios radiológicos de
importancia antes de la primera semana.
II.—Niños mayores de dos años:
A) Por lo general manifestaciones iniciales menos dra
máticas que en el lactante.
B) Fiebre con escalofríos.
C) Dolor severo, constante, pulsante en la región afec
tada y algunas veces signos de inflamación.
D) Limitación de movimientos articulares, en menor
grado que en el lactante.
E) Por lo general no se ven cambios radiológicos de
importancia antes de los 10 a 14 días.
1,6 HONDURAS
4. III.—Datos generales.
A) Si se ha instituido terapia antimicrobiana, es posi
ble no encontrar cambios radiológicos antes de
las tres a cinco semanas.
B) Hallazgos de laboratorio:
1) Usualmente leucocitosis, pero puede ser normal
o bajo.
2) Hemocultivo generalmente positivo al inicio.
3) El gram del pus aspirado generalmente revela
cocos o bacilos.
4) Velocidad de eritrosedimentación generalmente
elevada.
Diagnóstico diferencial:
1.—Artritis supurativa.
2.—Fiebre reumática
3.—Ccelulitis. 4.—
Esguince. 5.—Erisipela.
6.—Escorbuto.
Tratamiento:
I.—Medidas específicas.
1.—Debe ser individualizado.
2.—Aspiración de pus con técnica aséptica; gram y cul-
tivo.
3.—Hemocultivo.
4.—Antibioticoterapia.:
A) Penicilina en la droga de elección: dar un mi-
llón de unidades internacionales cada tres ho-
ras IM hasta que la temperatura vuelva a lo
normal.
PEDIÁTRICA 67
5. B) Continuar con un millón doscientas mil unida
des internacionales cada 24 horas IM durante
tres semanas si la radiología es negativa, o du
rante seis semanas si la radiología es positiva.
(En caso necesario se puede aumentar la dosis
a 10-50 millones diarios).
C) Se aconseja combinar el tratamiento anterior
con 0,5 gm. de Estreptomicina cada seis horas.
D) Si el caso es severo se puede dar penicilina de
5 a 10 millones intravenosas en 24 horas.
E) Si el paciente es alérgico a la Penicilina se pue
de usar Bacitracina o Vancomicina.
F) La antibioticoterapia definitiva quedará suje-
ta a los resultados del antibiograma.
G) Debe evitarse el uso de antibióticos de amplio
espectro, debido a que se requiere un trata-
miento prolongado y en estas condiciones es
fácil que aparezcan cepas resistentes, a menos
que el antibiograma lo indique.
II.-—Medidas quirúrgicas.
1.—Drenaje de abscesos. 2.—
Extirpación de secuestros. 3.—
Obliteración de cavidades. 4.—
Fenestración.
5.—Diafisectomía.
III.—Medidas generales.
1.—Inmovilización del área afectada (yeso, férula o
suspensión para disminuir el dolor y evitar frac-
turas patológicas).
2.—Mantener el balance hidro-electrolítico.
3.—Analgésicos.
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6. B I B L I O G R A F Í A
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