El documento discute la relación entre el talento y el esfuerzo y cómo ambos contribuyen al éxito. Argumenta que aunque el talento puede facilitar logros iniciales, el verdadero éxito requiere de un 95% de esfuerzo y transpiración para desarrollar y aplicar el talento. También advierte que depender solo del talento puede conducir a la mediocridad, mientras que enfocarse en perfeccionar las propias habilidades a través del esfuerzo es más rentable.