TALLER DE DEMOCRACIA Y GOBIERNO ESCOLAR-COMPETENCIAS N°3.docx
Introduccion parte
1. FACULTAD TECNICA DE ORURO
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE ATENCION TEMPRANA Y EDUCACION INFANTIL
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INTRODUCCION
Durante los dos primeros años el niño piensa haciendo, es un ser actuante. Lo
que percibe de sí mismo y de los demás son las acciones y los resultados de las
mismas. A través de sus movimientos explora y comprende el entorno. Todavía
pasarán unos años hasta que desarrolle la capacidad lingüística que le permita
planificar, organizar y analizar su acción.
Mientras tanto, conviene facilitarle las cosas, posibilitando la libertad de
movimiento suficiente para que vaya adquiriendo fuerza y control en sus
músculos de forma que pueda explorar, gatear, dar sus primeros pasos, correr,
saltar, modelar, dibujar, construir,… ya que para dominar el movimiento hay que
moverse, y es de vital importancia que lo haga, debido a que el desarrollo
psicomotor del niño juega un papel muy relevante en el posterior progreso de
las habilidades básicas de aprendizaje, desde la capacidad para mantener la
atención, la coordinación visomotora o la orientación espacial, como del
desarrollo de su regulación social y emocional.
Por otra parte, dentro del desarrollo motor, podemos distinguir dos tipos, el
desarrollo de la motricidad gruesa y la motricidad fina.
La motricidad gruesa hace referencia a las habilidades que el niño va
adquiriendo para mover armoniosamente los músculos del cuerpo de modo que
puede, poco a poco, mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco y
extremidades para sentarse, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad
caminando y corriendo.
Se considera dentro de los parámetros naturales los siguientes hitos del
desarrollo:
Control cefálico a los 2 meses
Permanecer sentado sin apoyos a los 6 meses.
Gateo a los 9 meses, aunque no siempre se gatea antes de andar.
Mantenerse de pie a los 10 meses.
Andar de los 12 a los 18 meses.