2. • La clave está en comprender que una relación cercana entre
estudiantes y profesores trae beneficios. Tal como señala Barudy:
• “Muchas son las historias de vida de hijos e hijas de madres y
padres con incompetencias parentales graves, que testimonian de
las experiencias reparadoras que encontraron en una maestra en la
escuela o un profesor de su instituto.” Añade: “Estas personas sin
pretender ser substitutos parentales, por su cariño y coherencia
educativa, lograron comunicar confianza incondicional en las
capacidades de los niños, valorizando sus esfuerzos y reconociendo
sus dificultades.”
DEJANDO HUELLAS
3. La contención que puede y debe brindar un profesor, más
allá del apoyo cognitivo, es sencilla y está al alcance de
cualquiera: es estar ahí, conectarse afectivamente con los
demás, respetar y valorar al otro, confiar en sus
capacidades y, en el momento requerido, vincularse,
acompañar y entregar atención sincera.