El documento describe las fortalezas internas y habilidades que un profesor debe cultivar y desplegar para mejorar la educación emocional de sus alumnos. Entre las fortalezas internas se encuentran la disposición a enfrentar a los alumnos, el saludo amable, y preguntarles cómo están. Las habilidades que debe desplegar incluyen controlar las emociones, saber contenerse en el momento preciso, y usar tecnologías actuales.